Madame Rebecca Steele (3: El Final)

El violento combate sexual entre Madame Rebecca y David ha dejado a la musculosa dominatrix al borde de una desgarradora derrota. El potente y excepcionalmente dotado macho ya anticipa su victoria, pero Madame Rebeca no se rendirá…luchará hasta que obtenga el preciado trofeo que tanto la obsesiona o muera en el intento

Madame Rebecca Steele – Parte III

Un sangriento final

Madame Rebecca Steele, Parte III – Un Sangriento Final

by Chacho, chacho_world@hotmail.com

El violento combate sexual entre Madame Rebecca y David ha dejado a la musculosa dominatrix al borde de una desgarradora derrota. El potente y excepcionalmente dotado macho ya anticipa su victoria, pero Madame Rebeca no se rendirá…luchará hasta que obtenga el preciado trofeo que tanto la obsesiona o muera en el intento...

Algunas horas después, ya de día, Madame Rebecca despertó de su profundo sueño. Le dolía terriblemente todo el cuerpo.

Aparte del dolor de su trasero, que rebalsaba semen del macho, estaba toda magullada y moreteada. Esos apretones y la forma en la que David había estrujado su carne la habían dejado llena de moretones y cardenales.

Estaba segura que de no ser por su fortaleza física, el sádico macho la podría haber matado.

Vio que a su costado, David aun dormía profundamente. Lo miró. Era realmente un macho excepcional. Musculoso por donde se le viera y su enorme verga, aun en reposo como estaba, era simplemente increíble.

Sin embargo, al ver que el hombre empezaba a moverse, Madame Rebecca decidió actuar.

Aunque había tratado de vencerlo en la cama, era evidente que este súper macho podía doblegarla.

Así que con dificultad, se paró del lecho y tambaleante como si estuviera ebria se fue el baño.

Al entrar al baño y cerrar la puerta, Madame Rebecca tuvo que apoyarse sobre el lavatorio del para no caer al suelo.

El dolor de todo su cuerpo era casi insoportable y al verse en el espejo, vio las marcas en su cara y las notorias magulladuras en todo su cuerpo.

Ese maldito!!...-dijo en voz baja

Sin embargo, de inmediato recordó en el enloquecedor placer que la había hecho pasar David.

Si. Reconoció que nunca antes había sentido tanto placer como con este salvaje macho.

La intensidad del sexo y los golpes que el macho le había dado, casi la habían hecho perder la conciencia y su sexo y trasero le dolían espantosamente. Era claro que el sádico policía trataría de hacerle el máximo daño en la cama o incluso matarla.

Por un momento pensó en desistir de su intento por domar a esa autentica bestia masculina.

No!!...- se dijo resuelta a si misma, desechando de inmediato esa opción- esa verga tiene que ser mía...mía

Esa era la obsesiva idea que la animaba a continuar. Además, aún no todo estaba dicho. Ella tenía que vencer!!.

Tuvo que agarrarse de las agarraderas para no dejarse caer a la tina. Al abrir la ducha, el agua tibia calmo un poco el dolor de su cuerpo. No obstante eso no era suficiente, su cuerpo le dolía demasiado.

Creo que después de todo si necesitaré un poco de ayuda….-se dijo a si misma.

Al salir de la ducha buscó en una de las múltiples y muy discretas alacenas del lujoso baño un compartimiento oculto donde había una amplia variedad de medicinas.

Tomó una ampolla que contenía un poderoso reconstituyente basado en una mezcla de esteroides y otras potentes drogas de acción reconstituyente con un aditivo de calmantes o painkillers , exclusivamente hecho para ella por un laboratorio medico.

Ella los usaba algunas veces. Sólo que en este caso había una gran diferencia.

Siempre era ella quien se los daba a sus ocasionales amantes, en forma subrepticia claro, para que los hombres pudieran aguantar un poco más el ritmo frenético de sus siempre intensas sesiones de sexo violento, ya que la indómita energía sexual de su monumental cuerpo siempre los avasallaba dejándolos exhaustos antes de que ella se satisficiera del todo.

Hasta ahora en que evidentemente, todo había sido diferente.

El detective Manly no solo tenía un miembro portentoso, sino un vigor fuera de serie.

Sonriendo con malicia, anticipando lo que venía, se inyectó una doble dosis de la sustancia.

Ahh…qué bien!!…-dijo al empezar a sentir casi de inmediato, como un golpe macizo que una nueva energía empezaba a recorrer su cuerpo.

Luego tomó otra droga del cubículo. Esta era muy diferente. Era para David.

Al salir del baño sintiéndose mucho mejor, estaba decidida a agotar el extraordinario vigor físico del arrogante y poderoso macho que la esperaba a fuera. Ella lo exprimiría con su sexo. Lo derrotaría en la cama. La imagen magnifica de su sexual y estatutario cuerpo en el gran espejo de pared de su habitación la convencieron del todo.

Te venceré macho y tendré mi trofeo…a cualquier precio...-se dijo a si misma mirando al enorme macho que ya se despertaba.

La sustancia en la sangre de la mujer le había casi quitado el dolor y le había dado nuevas energías. Al ver al macho empezar a despertarse, llena de renovada excitación sabía que había llegado su momento.

Madame Rebecca fue al minibar de la habitación y preparó dos tragos. Cuidando de no ser vista por David, que ya se incorporaba en la cama, vació un polvo blanco en su copa.

Uhhmm….vaya…ya estás despierta...-dijo David sorprendido de ver de pie a la mujer que imaginaba hecha trizas.

Y te tengo listo el desayuno…-dijo coqueta acercándose a la cama.

Siempre me cae bien un whisky…pero tú…como es posible que…-dijo, sentándose en la cama, queriendo saber como era posible que aun estuviera en pie.

Bebamos amor…a nuestra salud…-dijo la hembra bebiendo su trago y asegurándose que el hombre se bebiera toda su copa- vaya…tenías sed….

Dejando sus copas en la mesa de noche, la Madame se puso encima de él a horcajadas y empezó a besarlo suavemente en el cuello y lo hombros, aparentemente con ganas de iniciar nuevamente la sesión de sexo.

David la miró sorprendido. Pensó que estaría destrozada, sin fuerzas y adolorida. Aunque sabía que debajo de los exagerados atributos sexuales de la hembra, esos senos tan grandes como balones de basketball, esa diminuta cintura y su descomunal trasero, había un cuerpo en perfecta condición atlética, no pudo evitar sorprenderse de verla tan recobrada.

Aún no creo que estés tan recobrada…-dijo David mirándola incrédulo.

Mi cuerpo es fuerte David…mis músculos aguantarán todo lo que puedas hacerme…-dijo la mujer flexionando sus fuertes y marcados bíceps haciendo una pose de físico culturista, ahí sentada sobre él.

David admiró la visión que le regalaba la Madame. Ese abdomen labrado. Los notorios pero muy femeninos músculos de sus bíceps, hombros y cuello. Sus musculosas piernas de grosor extraordinario que se tensaron presionando su cintura.

Si. El cuerpo de Madame Rebecca era el de una increíble y súper voluptuosa amazona y seguro era eso lo que la ayudaba a resistir su brutal forma de hacer el amor. Pero aún así era increíble.

David iba a decir algo cuando la Madame volvió a besarlo con más pasión mientras agarraba sus brazos, aparentemente solazándose con su notoria musculatura.

Aun puedes seguir??...- preguntó David a medio sentar en la cama, sin poder salir de su sorpresa, empezando a sentirse algo mareado, mientras sentía firmes las poderosas piernas de la mujer a ambos lados de su cuerpo.

No me digas que mi arrogante machote ya no puede más……-dijo la Madame, mientras intensificaba sus besos en sus hombros y cuello, acariciándole los brazos.

No es eso…es que…-dijo David sintiéndose aturdido casi aletargado - pero que rayos

El whisky…la maldita perra puso algo en el trago…-pensó David mirando su copa.

David trató de asirla por la cintura, en un vano intento de sacársela de encima pero Madame Rebecca lo sujetó con relativa facilidad, convirtiendo las aparentes caricias en sus brazos en dos poderosas zarpas que lo atrapaban contra la almohada. Ahora, la fuerza de la hembra le parecía tremenda.

Me encantan los machos que tratan de resistir….- dijo la mujer, bajándolo un poco de tal manera que el hombre quedó echado cuan largo era, con la mujer encima.

David como entre nubes, sintió que la mujer le abría los brazos en cruz y se los pegaba firmemente a la cama. No se dio cuenta cuando ni como apretó un botón oculto en el espaldar de la cama que hicieron aparecer unos grilletes en el lecho.

Pero…que diablos haces??...-dijo David apenas conciente y viendo todo nublado.

Solo te pongo cómodo amor…-dijo la hembra atrapando sus muñecas y pies en los grilletes, todo esto sin dejar de frotar deliciosamente su cuerpo sobre él.

Que me has dado??...por que me es tan difícil moverme??...-preguntó David claramente confuso y viendo los grilletes añadió – y que diablos son estas cosas??...

Es solo una droga temporal amor…el adormecimiento desaparecerá en pocos minutos… los suficientes para asegurarte a la cama…-dijo la Madame, quedando sobre él, luego de terminar de engrilletarlo- pero el otro efecto…el afrodisíaco…ese si durará mucho más…aunque eres un portento de macho…no quiero que nada te falle

Te mataré por esto zorra....- alcanzó a decir el aturdido David. Nunca se había sentido así. No sólo los grilletes lo aprisionaban. Los brazos no le respondían del todo.

No mi macho…yo seré quien te mate…..pero antes me saciaré con la última gota de semen de tu verga…y luego… - dijo totalmente excitada, friccionando su sexo contra el falo del policía que increíblemente empezó a reaccionar- ya lo verás….

Aunque David ya empezaba a recuperarse, sus esfuerzos por recuperarse eran inútiles. No solo los grilletes sino las fuertes ancas de la monumental hembra lo tenían prisionero.

Sabes como maté a Jim Rydell ??...o a los otros…incluido el pobre diablo de Brenan??...- preguntó con sorna la mujer mientras intensificaba su sensual danza sobre él, friccionando con sus labios vaginales, cada vez con más fuerza, el enorme falo del policía.

Fuiste tú…. -dijo David sintiendo a pesar de todo, que nuevamente su miembro se encabritaba, sintiendo unas ganas terribles de penetrar ese cuerpo descomunal de hembra. No supo atribuir el hecho a su libido o a la droga que la había dado la hembra.

Ohh…David…adoro tu falo...– dijo la mujer notando el enorme miembro del detective frotándose con su sexo mientras seguía ejecutando su sensual masaje sobre él, restregando sus inmensos pechos sobre la cara del policía, fija a la cama por el grillete del cuello.

Maldita perra….- dijo David, tratando de luchar consigo mismo inútilmente, ya solo deseaba penetrar ese cuerpo magnifico, mientras besaba y mordisqueaba los enloquecedores senos de la hembra.

Ohh!!...a pesar de que eres un macho excepcional…te he atrapado polizonte…ahh!!...- le dijo mientras le mordisqueaba el cuello y el pecho, y su sexo se humedecía totalmente con su sensacional fricción con el falo del hombre. La excitaba terriblemente el tener al macho completamente dominado y excitado – ahhh…me oíste?....estás en mi poder…ohh

En ese momento, ya totalmente mojada e hirviendo de deseos, Madame Rebecca empezó a descender a la zona genital del engrilletado policía.

Tal como lo esperaba David, la ansiosa Madame engulló su miembro y empezó a chuparlo violentamente. David gimió de placer.

Uhmm….ahhh….sabía que no me decepcionarías...- dijo haciendo una pausa en la fenomenal mamada que le venía dando- ohh…tu portentosa verga me fascina….

Ahhh!!...- David ya deliraba de placer al recibir de esa boca y de esos gruesos labios aplicados como ventosas sobre su enorme pene unas sensacionales succiones.

Tu verga será la mejor de mi colección…– dijo la mujer para luego seguir chupando el duro cornete de carne. Madame Rebecca no se cansaba de chupar y chupar y se venía en orgasmos continuos acelerando el orgasmo del macho.

Colección??...a que te refieres maldita demente!!.....- gritó David, que a pesar de la situación, sin poder controlar su deseo sexual, hundió su miembro hasta el mismo fondo de la garganta de Madame Rebecca, que le devolvió el movimiento con una prolongada succión del pene.

Uhmmmm…….

David se dijo a si mismo que Madame Rebecca era una maldita asesina pero que nadie le había practicado el sexo oral como ella.

Demonios!!...- se dijo- t engo que pensar en la forma de librarme de esta

Pero en ese momento y tras una nueva serie de bestiales succiones sobre su miembro, David eyaculó en la boca de Madame Rebecca, que no paró hasta hacer que David se vaciara completamente en su boca, tragando y tragando el espeso semen del macho hasta secar el generoso grifo.

Luego, sin darle un respiro, Madame Rebecca se encaramó nuevamente sobre él. Esta vez le iba hacer el amor como a ella le gustaba, con ella al control.

Quiero que tu verga penetre mi sexo…pero esta a vez a mi manera perro...- dijo excitadísima la hembra sobre el macho, dándole un recio golpe de puño que le hizo saltar sangre de la boca.

Maldita perra!!...- dijo David, excitado a pesar de todo, sintiendo como la madame empezaba a empotrarse de a pocos su enorme pene que seguía en erección.

Ohh…no te gusta??...no te gustan los golpes David??...a mi me encantan…-dijo la Madame volviendo a golpear al hombre.

Perra!!....-gritó furioso el hombre pero en ese momento sintió como la Madame se introducía un gran pedazo de su miembro en la vagina.

Asi….argg!!...asiii!!…oigh!!...más adentrooo!!…- gritaba la hembra disfrutando de cada instante de la penetración.

Madame Rebecca en éxtasis, sentía como se dilataba su sexo al recibir aquella fenomenal pieza de carne con ella ahora regulando el acto.

Arggg!!!....es delicioso!!!...-gritó la hembra, cuando tuvo todo el miembro adentro.

Por un momento, Madame Rebecca pareció quedarse quieta y luego de mirarlo profundamente con algo que a David le pareció furia, empezó a cabalgárselo bestialmente, con verdadera furia animal.

Asiiii!!!....Ohhh!!!…- rugió la Madame excitada y autoritaria, al mismo tiempo que chocaba sus formidables senos sobre la cara del detective.

Perra!!...- dijo David, a pesar de que, espoloneado por el deseo, empezó a morder nuevamente los enormes pezones- Quisiera traspasarte maldita!!...

Así!!...ahh!!....ohh!!....- gritaba Madame Rebecca que se sentía morir de placer.

Ahh!!... –gritó David mientras mordía los grandes pezones de aquellas enormes esferas de carne que caían sobre su cara.

As텅as텅atraviésame hasta el fondo!!!……-rugía más que gemía la hembra sintiéndose traspasada por el ardiente y potente macho-

Si, si….- David ya no pensaba claramente, sólo continuaba penetrándola, con la vaga idea de castigarla con su ariete desgarrando su sexo con sus violentas arremetidas

En ese momento, Madame Rebecca tuvo su primera serie de orgasmos y totalmente enloquecida de placer se incorporó sobre el macho, como queriendo clavarse aún más en la estaca de carne del macho.

Argg!!....ahhh….- gritó la hembra como posesa, llevándose las manos a su negra cabellera, haciendo que se marcaran todos los bien definidos músculos de su sensacional abdomen y que sus descomunales senos vibraran apuntando al techo, regalándole a David, una privilegiada visión de su espectacular cuerpazo de hembra.

David lamentó que sus manos estuvieran encadenadas y que no pudieran estrujar los enormes senos que bailoteaban sobre él al mismo tiempo que sentía que su miembro era casi triturado por la ardiente y húmeda vagina de la mujer.

En ese momento sin poder contenerse más, David eyaculó de nuevo en el interior de la hembra. La mujer, cuyos violentos orgasmos parecían haberla enloquecido, se fue de bruces sobre el pecho del macho al sentir su abundante venida.

Arggg!!....- gritó la Madame al recibir el nuevo chorro de semen en su sexo desatado en orgasmos.

Tómalaaa!!....perraaa!!!...-gritó David curvándose hacia arriba haciendo chillar de placer a la mujer que se debatía en orgasmos enloquecedores..

Así mi macho…..penétrame…….rómpeme con tu verga!!…..lléname con tu semen!!…es la ultima vez que lo haraass!!!…- gritó totalmente desatada en sus orgasmos Madame Rebecca, mientras seguía su bestial cabalgata sobre el macho, tomándose la cabeza como si le fuera a estallar.

Ahh!!…- gritó David, extraordinariamente dotado, llenándola sin pausa.

Ahh!!...Ohh!!...si!!....- gimió la mujer al borde desvanecimiento yéndose finalmente de bruces sobre el pecho del macho. En medio de su delirio sexual, Madame Rebecca no recordaba haber tenido tantos orgasmos en su vida.

Largos minutos después de que David ya hubiera terminado de vacearse, Madame Rebecca seguía como desvanecida sobre él. Ambos estaban laxos por tanto placer.

El miembro de David solo se había relajado en parte. Madame Rebecca no sabía si el macho estaba ya recuperado o si era los efectos de la droga que le había dado pero no le importaba. A pesar de su momentáneo cansancio, quería seguir gozando del macho.

Eres todo un macho David….-dijo la mujer deshaciendo la copula para empezar a besarlo en el cuello y pecho mientras con una de sus manos masajeaba el enorme pene del hombre- después de lo de anoche y lo de hoy…aun puedes seguir

Basta de juegos Rebecca!!….libérame de inmediato!!...-dijo David tratando de mantener su sangre fría y buscando una forma de librarse de la situación en la que estaba.

Juegos??...esta sesión de sexo no tiene nada de juego amor… -dijo la voluptuosa y madura mujer besando y acariciando al macho mientras se recuperaba de sus violentos orgasmos - pero ten el consuelo de que me hiciste gozar como nadie lo había hecho

La madura y monumental hembra besaba el cuello y el pecho del hombre mordisqueándolo mientras masajeaba el miembro viril del hombre.

Ayer hubo momentos en los que pensé que me matarías con tu enorme verga mientras me hacías el amor...y ahora mismo...casi me haces morir de placer…-dijo nuevamente excitándose Madame Rebecca con sensualísima voz, mientras sus ardientes labios recorrían los músculos del hombre y su mano experta seguía masajeando el ya plenamente erecto miembro viril del macho- me enloquece tu verga

Maldita….suéltame…-dijo el detective, que a pesar suyo seguía excitándose con las caricias de la mujer.

Haciendo caso omiso a las quejas del hombre, la Madame siguió mordisqueando y besando el torso del hombre, descendiendo por el musculoso cuerpo de David, llegando a las ingles, observando absorta la enorme y enhiesta verga del hombre.

Excitadísima por el tamaño de la autentica serpiente que vibraba frente a ella, Madame Rebecca empezó a recorrerla con la boca.

Es toda mía......-dijo la Madame, mientras recorría con sus labios y lengua el grueso cornete de carne del enorme pene de David.

Sueltame!!… – gritó furioso David, que a pesar de todo sintio una oleada de placer al sentir la experta boca de la hembra recorriendo toda la longitud de su miembro.

En eso, por enésima vez, Madame Rebecca engulló completa la totalidad del pene del hombre empezando a chuparlo violentamente.

Aunque la anterior noche, la Madame ya le había hecho exhaustivas felaciones, David no dejaba de sorprenderse de que la mujer pudiera engullir la longitud completa de las trece pulgadas de su falo. Unos momentos después la Madame se saco el ya enhiesto y nuevamente plenamente erecto falo de la boca.

Ohhh…eres un macho excepcional David…ahh!!...- dijo la hembra, haciendo una pausa, para mirarlo mientras le hablaba.

Suéltame Rebecca…-dijo David, vibrando a pesar suyo con cada experto lenguetazo de la mujer- esto no tiene porque acabar así

Ohh…tiene que ser asi David...- dijo suavemente Madame Rebecca, mientras disfrutaba del miembro del tipo- tu verga esta por darme el máximo placer

Ahhh!!...a que te refieres??...ohhh…- preguntó David, concentrándose a duras penas en lo que la Madame acababa de decir

Ohh…me refiero a que mi clímax llegará al máximo…ohh…-dijo en como trance la hembra, saboreando más que nunca el palpitante pene del hombre- cuando te castre…con mi boca...

Que??...Maldita demente!!...-gritó el ahora si aterrorizado David.

Pero en ese momento Madame Rebecca ya no escuchaba. Totalmente excitada, le empezó a hacer al hombre un rudo y abrasador masaje con los senos mientras sorbía el plenamente erecto miembro succionando con frenesí demencial.

Ahhh!!....-gritó David al sentir la ruda fricción de los rotundos senos la Madame.

Uhhmm….- se limitaba a hacer ruidos sordos la Madame engullendo lo que podía de la verga de David.

Maldita!!....-gritaba David, quien a pesar suyo David se sintió nuevamente próximo a la eyaculación.

Pero Madame Rebecca no lo escuchaba. Estaba totalmente en trance estrujando con sus senos el enorme miembro de David.

Ahh!!....- gritó David al eyacular nuevamente en la boca de la ansiosa mujer.

Uhhmm!!...-gimió la Madame sorbiendo todo el semen del macho.

Ahhh!!...-gritó David mientras seguía viniéndose en la ávida boca de la Madame que aferrada a él lo hizo arquearse hacia arriba, de tal magnitud era la succión que le daba

Madame Rebecca, tragaba todo el semen del macho sin perder una gota, estrujando sin la menor compasión los testículos del macho como queriendo exprimirlos.

Ahhh!!....malditaaa!!!...- gritaba sintiendo que la mujer estaba a punto de reventarle los testículos. De tal magnitud era la forma en que la mujer se los estrujaba.

Pero, anegada en orgasmos, la exuberante mujer no le hacía el menor caso. Parecía estar totalmente fuera de si, chupando y chupando el miembro viril del hombre como si no existiera otra cosa en el universo, mientras se convulsionaba en sus violentos orgasmos.

Era totalmente increíble como la convulsionada hembra tenía hundido el enorme miembro viril hasta el mismo fondo de su garganta mientras su barbilla se entrechocaba con los adoloridos testículos del hombre.

Largos minutos después de esta torturante mamada, la tragedia ocurrió.

Arggg!!!!!!!!......- un terrorífico y estremecedor alarido salió de la garganta de David, al sentir un dolor horroroso en la base misma de su miembro viril.

De una feroz y brutal dentellada, Madame Rebecca había cercenado salvajemente, de cuajo, el enorme pene del hombre, desde la misma base del miembro.

Siii!!!....así!!...Ahhhhh….por fin es mía!!..ohh!!....-gritó totalmente enloquecida Madame Rebecca sacando el aun palpitante miembro de su boca, mientras lo acariciaba y seguía besando.

Acto seguido, totalmente desatada en violentos orgasmos, friccionando su sexo en las piernas ensangrentadas del hombre, Madame Rebecca empezó a reptar sobre él mientras este bramaba enloquecido de dolor.

Arggg!!....- solo gritaba David, incapaz de articular palabra

La hembra, ignorando todo lo que no fueran sus intensos orgasmos, llegó a la altura de la cara de David y poniéndole la cercenada y sangrante verga junto a la cara, empezó a besarlos y mordisquearlos, alternando sus besos y mordiscos en la cara y en la sangrante verga de David.

Ahh!!…mi bello trofeo…mírala David…ya me pertenece…al fin…-gemía de placer la sádica mujer, mientras besaba alternadamente al hombre en el cuello y a la verga.

Perraaaa!!!....- gimió David, sin poder apartar la cara ya que el grillete de su cuello hacía que tuviera que mantener su cabeza pegada a la cama

El espectáculo era terrible. La mujer estaba echada sobre David, frotando su sexo intensamente justo sobre la herida del hombre, mientras seguía gozando como poseída. El ensangrentado macho seguía dando terribles gritos de dolor mientras se desangraba por la herida de su zona genital que se había convertido en verdadero surtidor de sangre, que cubría a ambos.

Ahh…te he vencido macho…ohh…- gemía de verdadero placer Madame Rebecca, sobre el ensangrentado hombre.

Largo rato estuvo Madame Rebecca sobre el sangrante David, besándolo y acariciándolo aun excitada, frotando enérgicamente su sexo sobre la herida del hombre, produciéndole más dolor aún si es que eso era posible, hasta que pasados sus orgasmos y totalmente satisfecha, se quedo laxa sobre el macho que ya solo gemía en voz baja de dolor.

Varios minutos después, ya recuperada de su frenesí sexual, Madame Rebecca se incorporó en el lecho, quedando de rodillas sobre la cama y sobre el cada vez más débil David, con sus poderosas piernas a cada lado del malherido hombre.

Maldita….-susurró con los ojos entrecerrados el debilitado David.

Te dije que te destruiría David… -dijo satisfecha y mirando al mortalmente herido hombre- eras un macho fabuloso…ahora no eres nada y morirás pronto

Maldita perra....- alcanzó a susurrar nuevamente David al borde del desvanecimiento.

Aun puedes hablar David??... pues de nada te servirá al momento que te arrojen al foso donde están los otros cadáveres…- dijo con sonrisa siniestra la mujer, inclinándose sobre el ya desfalleciente hombre para añadir- porque ahí te arrojarán…como el despojo inservible que eres ahora

Riendo diabólicamente Madame Rebecca, descendió del lecho y llamó a sus sirvientes que casi al instante llegaron a la habitación.

Llévense a esa basura de aquí!!...– dijo autoritariamente la Madame a los dos fornidos sirvientes, señalando al desvanecido David.

Con rapidez, al parecer acostumbrados a hacerlo, los hombres sacaron al ensangrentado David. Lo llevaban a su destino final.

Madame Rebecca, estaba desnuda y de pie en la habitación luciendo todo su excepcional cuerpo. Sus enormes senos, su estrecha y finamente musculosa cintura, sus amplias caderas y sus musculosas piernas, estaban manchadas de sangre y semen, ofreciendo un testimonio excitantemente tenebroso de lo ocurrido en ese violento combate sexual.

La monumental mujer sostenía victoriosa la verga sangrante del poderoso y prepotente macho que había gozado sexualmente y castrado brutalmente en el clímax de su placer.

Ya te tengo mi preciado trofeo…he vencido!!...- gritó triunfante.

Epilogo

Días después Madame Rebecca estaba en su despacho viendo las noticias con sus más cercanos asistentes.

La televisión decía que en el departamento del detective Manly se encontraron vestigios de drogas asociadas a un cargamento recientemente interceptado por la policía. Se presumía que el detective que estaba desaparecido, había huido del país.

Poner drogas y usar a nuestros amigos en la policía fue una magnifica idea…todos creen que el sujeto escapó al descubrirse parte del cargamento de droga en su departamento…- dijo el asistente - no pasará mucho tiempo hasta que la gente piense en él como un narcotraficante más que escapó

Eso será todo…- dijo Madame Rebecca en tono cortante- pueden retirarse

Luego de que sus asistentes se fueran, Madame Rebecca se dirigió a la pared de su estudio. Apretando un botón hizo que se abriera la entrada a una habitación secreta.

Al entrar a la habitación se acercó a la pared donde estaban sus preciados trofeos.

Eras todo un macho de campeonato David…..pero te condenaste al cruzarte en mi camino.......- se dijo a si misma con sonrisa diabólica de satisfacción, mientras sorbía su copa con tranquilidad.

Fin

PD. Muy pronto, podrán encontrar más aventuras ilustradas a todo color de Madame Rebecca y otras heroínas en:

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