Macho Prostituto (4)
De como comenzó a gustarme cada vez mas este negocio...
Pasado el shock inicial de saber que era nada menos que Sebastian el odiado nerd del colegio quien habia pagado por tenerme y acababa de cogerme el culo con toda su fuerza, las cosas se calmaron un poco.
Tras la enculada, Sebastian sacó su miembro de mi culo y se sentó en el otro sillon a beberse el resto de whisky que le quedaba en su copa y a acabar de fumarse un puro que de seguro estaba consumiendo mientras me esperaba.
Yo por mi parté me subi los pantalones y la truza roja y me senté en el sillón a ver cómo Sebastian se acababa su whisky entre miradas y risitas de autocomplacencia y burla, una mezcla bastante extraña.
El lugar en el que me encontraba era una casa muy elegante de estilo moderno y oscuro. Tantos los sillones de cuero negro como el piso, las paredes y los muebles le daban un aspecto muy elegante. Ademas era un lugar espacioso...
Gracioso cómo el mundo es de chico no? (me decia Sebastian en tono burlón)
Si... gracioso (contesté sin pensar)
El asunto es claro para mí asi que no te enrolles más de lo necesario. Yo pagué por tenerte, tú aceptaste asi que te tengo por un fin de semana a mi disposicion. Puede parecerte fuerte la coincidencia pero no lo es tanto. Te tengo vigilado hace un par de meses ya, como soy asiduo del club donde bailas supe que te dedicabas a esto hace ya mucho tiempo asi que solo tuve que tentarte y resultó que aceptaste... gracioso no? Je je je (todo lo decia en un tono burlón pero bastante elegante).
En los minutos que siguieron me contó a grandes rasgos lo que habia sido de su vida. Cómo despues del colegio se habia convertido en ingeniero comercial y gerente de una empresa electrica, ademas tenia inversiones y negocios en los transportes y la basura, en resumen al nerd le habia ido mas que bien en todo lo que se habia propuesto. Fisicamente a pesar de tener mi misma edad aparentaba unos 10 años más, tenia una panza prominente, la piel marcada con alguna mancha por el acné que tanto le habia costado controlar en la adolescencia y el cabello que le quedaba seguia igual de grasiento que en la juventud.
Tras las palabras me mostró el baño para que tomara una ducha. Caminé por donde me dijo y tomé un ducha caliente que me relajó bastante despues de todas las emociones fuertes de la noche. Tras salir del baño Sebastian me llamó de su habitación y entonces supe que dormiria con él esa noche.
Sécate y metete a la cama desnudo, esta noche duermes conmigo.
El estaba vestido y esperandome, me sentí un poco incómodo desnudo en frente de él y para cuando me metí en la cama la incomodidad era bastante. En seguida Sebastian apagó la luz y sus manos comenzaron a acariciar mi cuerpo desnudo.
- Me encantan tus pectorales
Me decia mientras apretaba mis pezones con una mano y lamia el otro con su lengua. Luego sin previo aviso se lanzó a comerme la boca con un beso que me sorprendió muchisimo. Cómo ya no habia remedio traté de relajarme y ver si las cosas se hacian menos desagradables. Me besó por largos minutos de manera tal que relajandome pude comenzar a degustar ese beso caliente y lascivo. Mientras con su lengua arreciaba mi boca, sus manos recorrian todos los rincones de mi cuerpo. Una vez que se cansó de comerme la boca se sentó en la cama en lo que yo pense era el preludio de otra enculada. Lo siguiente que sentí fue su boca en mi entre pierna, a sus señas me di vuelta mostrandole el culo que tomó con fuerza con sus manos y comenzó a comermerlo como nunca antes me lo habian comido. Su lengua lamia los pliegues de mis nalgas y se acercaban a mi agujero lentamente, la sorpresa que me llevé fue mayúscula cuando senti su lengua en mi ano, lamiendolo primero y luego penetrandolo. La sensacion era exquisita y jamas la habia experimentado.
En cosa de minutos la lengua y las caricias de Sebastian sumado a la oscuridad de la habitacion me hicieron olvidar todo y entregarme al placer que sentia en ese momento. La lengua y el trabajo de Sebastian en mi culo me hacian retorcerme de placer, el nerd sabia usar muy bien su lengua. Esto sumado a la situacion me hacian sentirme como una presa cazada y largamente vigilada, lo que me calentaba a 1000.
Tras varios minutos de trabajo con su lengua, Sebastian se bajó el pantalon del pijama para pentrarme nuevamente. Esta vez fue todo completamente distinto, mi culo estaba muy relajado y dilatado y Sebastian fue metiendo poco a poco su verga, asi pude sentirla entrar pero sin dolor, solo el placer inundaba mis sentidos y la enculada que se vino fue exquisita. Sebastian metia y sacaba su verga en moviemientos lentos y profundos mientras con sus manos me agarraba el pecho dandole pequeños apretones. A esa altura mi cuerpo estaba totalmente sudado y mis gemidos eran fuertes. Tras largos minutos de "mete y saca" Sebastian se vino dentro mio con fuerza y rapidamente me dio vuelta y comenzó a mamar mi verga para sacar mi semen afuera, mientas lo hacia, con sus dedos seguia trabajandome el culo y con la otra mano acariciaba mi torso, no tarde en eyacular dentro de su boca en espasmos largos y a grandes chorros. Ya exhausto me tendi en la cama y cerré los ojos para dormir y descansar.
A la mañana siguiente cuando desperté, Sebastian ya estaba levantado y despierto. Me dijo que me apurara pues esa misma mañana del sabado saliamos para Viña del Mar donde tenia unos negocios que atender. Me duché y tras eso me percaté de que no tenía ropa.
Lo tengo todo pensado me dijo Sebastian mostrandome un bolso.
Ahí tienes la ropa que quiero que uses me dijo. Abri el bolso y me puse un short que me cubria solo lo necesario y una camiseta sin mangas que me marcaba muy bien el pecho y los brazos.
En el camino me enteré de todos los planes de Sebastian y me di cuenta lo calculador que era el nerd. En Viña del Mar no solamente venia a cerrar un negocio sino uno bastante ventajoso para él. Su socio un tal Gerardo Müller era un viejo que gustaba comerse a jovenes a escondidas y contratar prostitutos para satisfacer su hambre de carne joven. Sebastian no solo estaba enterado de esa faceta de su futuro socio sino que me llevaba a mí como carnada para cerrar su negocio. La idea que de buenas a primera no me cayó muy en gracia fue tomando vuelo mientras Sebastian me explicaba todo lo que tenia que hacer y que en esta nueva faceta que emepezaba a descubrir en mi interior me comenzó a parecer cada vez mas calentona.