Mabel

Una potente y exuberante mujer casada se encuentra con un antiguo novio después de veinte años.

Mabel no se podía creer lo que estaba viendo.  Después de veinte años volvía a reencontrarse con un antiguo novio de la Universidad.

Vicente, el ex, también se alegro de volver a ver a Mabel después de tantos años. Estuvieron hablando un buen rato, y acabaron en una cafetería cercana

. Se contaron su vida, tal y como les iba.

Vicente estaba casado y tenia dos hijas de las cuales les enseño una fotos a Mabel. Mabel también estaba casada, pero sin hijos. Y hablando, hablando Vicente se preguntaba porque cortaron la relación en su día, a lo que Mabel le recordó la cantidad de veces que le había puesto los cuernos en el poco tiempo que estuvieron juntos. Y es que Vicente siempre había sido un pícaro, caradura y mujeriego, de ahí que al tener de nuevo a Mabel ante sí

no perdiera la oportunidad

de tirarle los tejos

para ver si caía algo

.

No podía dejar de mirar el ajustado jersey de Mabel, que marcaba perfectamente un generoso pecho, de lo cual esta se daba perfecta cuenta.

  • no vas a cambiar nunca. Ni soltero ni casado- le decía Mabel entre bromas
  • usabas una talla 100 no es así?
    1. Me han crecido
  • Oye, y porque no, aprovechando que aquí en esta mesa no  nos ve nadie, te levantas el jersey un poco y me las enseñas un poquito, para recordar viejos tiempos.- le dec

í

a

Vicente medio en serio medio en broma * pero que caradura y que fresco que eres. Desde luego no has cambiado nada

Y tanto le insisti

ó

Vicente, tanto se quejo de lo pequeñas que tenía las tet

itas

su mujer,

tanto se la cameló,

que al final Mabel terminó por acceder y t

í

midamente

levanto un  poco su jersey enseñ

á

ndole

parte del sujetador.

Y aunque la cosa no fue a más Vicente le dio su tel

é

fono

a Mabel para que le llamara si quería recordar viejos tiempos. Mabel sin saber muy bien porque cogi

ó

su tel

é

fono

y se despidieron con un par de besos, cada uno por su lado.

…......................................

Al llegar a casa Mabel, no pudo contenerse y le contó a su marido, Juan, lo que le había ocurrido con Vicente.

  • Y el muy guarro, caradura

,

quería que le enseñara las tetas. No hacia nada mas que quejarse de lo pequeñitas que las tenía su mujer, y recordarme lo bien que lo pasaba conmigo. Que yo había sido una de las

t

í

as

mas buenas con las que hab

í

a

salido e incluso al despedirnos me ha propuesto que volvi

é

ramos

a quedar otro d

í

a

.  El muy cabrón.... Si hasta me hab

í

a

enseñado una

foto

de sus hijas- decía Mabel a Juan, indignada

Durante un rato Mabel le estuvo contando su historia con Vicente a su marido, que la escucho con atención, ya que, aunque

hab

í

a

o

í

do

hablar de él no le había contado toda la historia. Hasta que al final

, cuando terminó de escucharla,

le propuso algo a Mabel.

  • oye Mabel, te gustar

í

a

darle una lección a Vicente? * a que te refieres? que estas tramando? * bueno, se me está ocurriendo una idea que creo

nos puede divertir bastante

  • te escucho con mucha atención

  • dijo Mabel intrigada

El plan consistía en que Mabel invitará a Vicente a su casa, con la excusa de devolverle unas fotos que tenía suyas. Le recibiría con un vestimenta muy sugerente que no dejará nada a la imaginación. Le seduciría  y cuando este se abalanzara sobre Mabel y estuvieran en faena, Juan, que estaría escondido en una habitación, aparecía todo indignado con una pistola de juguete en la mano, amenazándole con matarlo.

A Mabel le encantó la idea y enseguida llamo a Vicente para quedar con él, el cual acepto encantado la propuesta de su ex.

….....................................

Vicente llamó impaciente a la puerta del piso de Mabel. Estaba nervioso y deseando que le abriera y cuando Mabel le abrió el espectáculo fue inmenso.

Iba vestida con un camiseta ajustada de lycra negra transparente sin nada mas debajo, ni siquiera el sujetador, con lo cual sus grandes y

enormes

pechos quedaban perfectamente visibles. Debajo

,

una falda corta...muy corta.

Mabel le invitó a pasar, con cierta indiferencia

, contoneando su fantástico trasero al andar

. Vicente  la seguía babeando completamente. No podía resistir la tentación ante aquel monumento. Ella iba hablando como si nada y se dirigieron hacia el salón, aunque ella se daba perfectamente cuenta de que él no paraba de quitarle ojo a su

cuerpo

.

Mabel se contoneaba y mostraba alegremente sus pechos ante los ojos desorbitados de Vicente. Tan solo era cuestión de tiempo que Vicente se abalanzara sobre ella. Y efectivamente esto sucedió. Vicente no aguantó más y agarro las grandes tetas de Maribel, acariciándolas

violentamente

, mientras forcejeaba tratando de arrancarle un beso

.

  • tranquilo, hombre, tranquilo....¿pero que te pasa?...-decía Mabel con una media sonrisa
  • que

que

me pasa? que

que

me pasa?, pues que no aguanto mas Mabel.

N

o me hagas sufrir mas, te lo suplico. Anda, ens

é

ñame

las tetas...

Mabel miró hacia el pasillo, tratando de ver si su marido iba a salir en ese momento, mientras Vicente tenía agarradas sus tetas. Pero como Juan no aparecía, decidió forzar un poco más la situación.

  • que ocurre? es que has echado de menos a estas amigas?- dijo Mabel, levant

á

ndose

la camiseta y dejando al aire sus abultados pechos * joder, pero que fuerte, que fuerte....que buena que estas...

Vicente, agarraba fuertemente los pechos de Mabel y se llevó a la boca uno de sus pezones, succionándolo, primero uno y luego el otro. Mientras con una de sus manos hab

í

a

levantado la falda de Mabel, apartando sus braguitas, y acariciando su

maravilloso culo.

Mabel dejo hacer durante un rato a Vicente,

esperando que apareciera su marido,

pero Juan segu

í

a

sin salir de su escondite. Y lo peor de todo es que, con los sobeteos de Vicente

y la utilización que este hacia de su lengua sobre sus pezones, Mabel se iba calentando cada vez mas.

Entonces Vicente se desabrocho el pantal

ó

n

, se lo bajo, y ante los ojos de Mabel apareci

ó

un pene totalmente erecto de considerables proporciones.

  • mira, yo tambi

é

n

tengo un amigo que te ha echado de menos, te acuerdas de él?

  • va...va....vaya.  Vaya que si me acuerdo.. lo que no me acordaba es que fuera....tan

enormeeee

. * anda pues sal

ú

dalo

, sal

ú

dalo

....que él tambi

é

n

te ha echado de menos.....- dijo Vicente mientras agarraba una de las manos de Mabel y se la llevaba a su pene para que lo

cogiera

.

Mabel cogi

ó

el pene de Vicente. Era enorme, erecto y potente.

Esta vez Mabel no rechazó los besos que Vicente trato de darle. Miraba al pasillo, y Juan

s

eguia

s

in aparecer por ningún sitió.

  • oye Mabel, te acuerdas de una cosa que me hacías que me gustaba bastante?
  • que te hacía?.....

aaahhh

, ya recuerdo lo que era.....

Vicente se sentó en el sofá con las piernas abiertas y el pene erecto.  Mabel se arrodillo entre sus piernas, poniendo entre sus pechos el pene de Vicente. Comenzó a pajearlo con las tetas y Vicente se excitó aún mas si cabe. Mabel miraba los ojos desorbitados de Vicente y no entendía porque su marido no salía de una puta vez de su escondite. No sabia que más tenía que hacer y notaba como sus bragas se iban mojando cada vez más.

  • anda Mabel, porque no me la chupas ahora como tu sabes?
  • que te la

chu

.....

uuhhhhmmm

....?¡¡¡

Y sin darle tiempo a contestarle, Vicente la agarro de la nuca e introdujo su pene en la boca de Mabel.

  • uuhmmm

...

uuhhmmmm

....

asi

....Mabel....Mabel....eres maravillosa....

uuhhhmmm

....te adoro.....- decía Vicente fuera de sí

Mabel comprobó como sus braguitas estaban ya totalmente empapadas, mientras seguía con el pene de Vicente en la boca. Y llegó un momento en el cual ella tampoco aguanto más. S

e levantó poniéndose

frente a Vicente, con todo su poderoso cuerpo, sus impresionantes tetas frente a él.

-….a la mierda¡¡¡¡....ya no aguanto más¡¡¡¡....

Quit

á

ndose

las bragas, se tumbo en el sofá con las piernas abiertas.  Agarro la cabeza de Vicente con las dos manos y la hundió en su coño.

  • comemelo

¡¡....

comemelo

Vicente¡¡¡¡.....

Vicente enseguida puso a trabajar su lengua sobre el h

ú

medo

coño de Mabel, la cual se retorc

í

a

de placer.

  • aaaahhh

....

aaaahhhh

.....

vicente

......Vicente.......que lengua tienes ....

aaaahhh

.....sigue ....sigue.....no pares......

aaaahhhhh

.....me

encantaaaa

...... * que coño, que coño tan delicioso tienes Mabel.....que

peludito

.....que sabroso.... * come Vicente...come.....

aaaahhhhh

....

Mabel se puso de pie, y con Vicente sentado en el sofá, cogi

ó

su pene, y se lo metió entre las piernas.

  • que estaca¡.....que estaca tienes Vicente¡....

clavamela

....

clavamela

.....

aaaahhhh

......

aaahhhh

...

aaaahhhhh

...

Mabel subía y bajaba cabalgando a Vicente, metiéndose hasta el fondo su pene. Vicente agarraba con fuerza el maravilloso culo de Mabel, mientras con su boca trataba de llevarse a la boca uno de los impresionantes pechos que no paraban de rebotar frente a su cara.

  • que polla¡....que maravilla de polla¡....sigue Vicente sigue....

aaahhh

....

aaahhhhh

. me voy a correr Vicente¡.... me voy a correr¡.....

aaaahhhhhhhh

.......

yaaaaaaa

........- dec

í

a

Mabel mientras se retorcía de placer * yo tambi

é

n

....yo tambi

é

n

....b

á

jate

.....quiero hacerlo encima de tus tetas.....

Mabel se bajó de encima de Vicente y este eyaculo una gran cantidad de semen sobre los pechos de Mabel, que estaba exhausta.  Cuando hubo terminado, sonó el teléfono de Vicente, que corrió a cogerlo.

  • hostias, mi mujer.....si cariño, por supuesto que no me he olvidado de que tenía que ir a recogeros a ti y a las niñas....voy enseguida, es que me han entretenido unos asuntos del trabajo, pero voy ya....si claro....hasta ahora cariño....te quiero.
  • tu mujer?
  • si, me tengo que ir corriendo, no me acordaba de que tenía que ir a recogerlas. Oye Mabel, genial, cojonudo,

una diosa...una diosa...esto tenemos que repetirlo.... me llamas o te llamo....vale? * si claro...

adios

....

adios

...

Y  V

icente se marcho a toda prisa, vistiéndose por el camino. Cuando cerró la puerta tras de sí, por fin, Juan apareció con una sonrisa dibujada en su rostro.

  • vaya, por fin apareces¡...
  • si...
  • lo has visto, no?
  • si....- le decía Juan que se había sentado a su lado, mientras con un pañuelo limpiaba el semen de Vicente de las tetas de su mujer
  • …. me lo he  follado....
  • ya...
  • no tenias pensado salir, verdad?
  • no...

  • y que? has disfrutado?

  • oh, cariño. Esplendida, esplendida, has estado inconmensurable. Volverás a quedar con él?
  • no se. Vicente es un gilipollas y un caradura... pero tiene una polla impresionante y folla que te cagas¡....- respondió Mabel, riéndose los dos
  • Oye, por que no me haces a mí lo mismo que le has hecho a Vicente?
  • Mira cariño, te quiero mucho,  p

ero estoy agotada y me voy a dar una ducha,

asi

que... hazte una paja....

Los dos se rieron y Juan se dio cuenta de lo afortunado que era de tener a su lado una mujer como Mabel.

*Podéis

enviar comentario a mi correo

gatocaliente73@outlook.es*