M22189, yegua de campo

Una Ama lesbiana utiliza a una bella mujer para el trabajo de caballos.

M22189, yegua de campo

La bella rubia yacía desnuda en su puesto, encadenada por su anillo del collar a la pared… El perro guardián negro que acababa de follarla descansaba a su lado, completamente satisfecho... Ella podía sentirlo jadeando y su corazón latiendo con fuerza.

Esta bella rubia era M22189, como se podía ver en el número marcado a fuego en sus pechos… M22 en el derecho y 189 en el izquierdo.

De repente, la puerta se abrió de golpe y el perro, asustado, saltó del puesto... La mujer guardiana entró y con un látigo de perro azotó el culo de la rubia que, de inmediato, se arrodilló y empujó sus pechos hacia delante... Estos hermosos globos anillados y unidos por una corta cadena recibieron entonces los cinco azotes habituales diarios en cada uno de ellos, antes de comenzar a trabajar.

Luego, la guardiana colocó delante de ella un poco de agua y una mezcla de guisantes, garbanzos y otras legumbres, que comió postrada y con la boca, con avidez, mientras la guardiana la observaba en silencio.

Cuando ella terminó, la guardiana soltó la cadena de la pared y colocó otra cadena en su anillo del collar... Luego, tirando de ella, obligó a la esclava a salir del puesto con sus muñecas aún encadenadas a su cintura y con sus tobillos encadenados por una cadena de un metro de longitud.

La llevó hasta el arado que estaba donde lo dejaron ayer... La esclava rubia fue enganchada al arado por las pequeñas cadenas de las tetas y atada con un arnés de cuero... Su compañero de trabajo era un pony y fue colocado a su lado.

Con un latigazo como señal, ambos se dispusieron a trabajar arando el campo... A media mañana, la pareja sudaba profusamente y se les dio agua… La rubia, como ya era habitual, estaba siendo azotada más que su compañero animal porque tenía mucha menos fuerza y resistencia, parte de ello porque el perro negro se la había follado tres veces la noche anterior y ella se había corrido repetidas veces… Su lucha por evitarlo estando atada como estaba fue en vano.

Este perro tenía una gran predilección por M22189 y se le veía a menudo en el campo intentando montarla mientras ella labraba.

Una vez que fue visto por su Ama, la dueña de la plantación, ordenó que se detuviera para que el perro negro se follará ante ella a M22189, mientras la guardia azotaba sus tetas.

Estos hechos cotidianos, no detuvieron nunca los castigos de rutina para los ponis que no cumplían con la cuota de arado de los terrenos asignados.

Esta es la razón por la que al menos una vez al mes, cuando llegaba el Día del castigo, a M22189 se la encadenaba al poste de azotes en la plaza y se le azotase en presencia de todos.

Su castigo oscilaba entre 25 y 50 latigazos dependiendo de su tasa de incumplimiento mensual… Este tratamiento no restó nunca valor a la belleza natural de la esclava rubia.

Ni siquiera cuando la castigaron una vez que trató de escapar cuando su puesto quedó abierto y desatendido por la guardia borracha... Fue capturada fácilmente y en el siguiente Día del castigo fue crucificada en el puesto de azotes con cuerdas en sus muñecas y recibió 100 azotes con el látigo.

Después de ese castigo, mientras empujaba su arado, la guardiana le recordaba su crucifixión y rozaba la punta de su látigo de carruaje contra su coño antes de descargarle un latigazo.

Muchos eran los días en que la hermosa esclava rubia y desnuda, permanecía de pie, atada a su arado, mientras la mujer guardiana azotaba sus pechos con un látigo de perro corto.

Su compañero en el arado, un pequeño pony con un arnés de cuello de cuero, ignoraba el castigo que se le daba a la esclava rubia M22189… Ahora estaba siendo azotada por no mantener el ritmo a pesar del calor brutal del sol del mediodía.

El ritmo lo establecía, por supuesto, el pony que no tenía ninguna preocupación por la esclava que iba a su lado... Cuando la guardiana azotó al pony, ella respondió después intentando mantener su ritmo.

La guardiana le gritó:

  • “Trabajarás como debe ser, esclava o yo te arrancare la piel de ese bonito cuerpo a latigazos... Eres propiedad de esta plantación para ser usada como yegua que eres... Tal vez necesitas ser crucificada de nuevo para recordártelo.”

Con estas últimas palabras, la rubia se estremeció de miedo a pesar de que el sol golpeaba su piel desnuda y sudorosa... Ella nunca olvidaría su crucifixión, ni la brutal azotada que le dieron mientras estaba crucificada… Haría cualquier cosa para evitar ese castigo.

Finalmente, la flagelación de los pechos cesó, pero sólo porque la guardiana se cansó y deseó una bebida fría… Pasaría bastante tiempo antes de que los ‘ caballos ’ fueran alimentados y regados nuevamente, ya que acababan de terminar su breve período de descanso.

El perro guardián negro estaba de nuevo olfateando y pateaba a M22189 mientras ella araba…. Cuando la guardiana creyera oportuno mandaría detener al equipo para permitirle montar a M22189… A la guardiana siempre le gustaba azotar las tetas de la rubia mientras el perro la follaba.

La pareja de ‘ caballos ’ fue conducido sin piedad esa tarde, con el latigazo más a menudo sobre M22189 que sobre su compañero.

A media tarde, el equipo fue detenido para darle agua y, por supuesto, para satisfacer al perro negro, que montó a la rubia y la golpeó con fuerza mientras ella gritaba de dolor y vergüenza cuando el guardia le golpeó los pechos… Finalmente la bestia quedó satisfecha y el equipo continuó su trabajo hasta la puesta del sol.

M22189 fue desencadenada del arado y encadenada por su collar a la pared de su puesto después de ser alimentada y regada... Pero no habría piedad para ella ya que el perro negro volvería a follarsela tres veces esa noche.

A la mañana siguiente, M22189 y su compañero, el pony, fueron conducidos a una piedra de molino y encadenados en lados opuestos… Una vez más, ambos fueron encadenados con el arnés de cuero en el cuello… Un latigazo en el culo de M22189 fue la señal para comenzar con el ritmo establecido una vez más por el pony.

Dando vueltas y vueltas, la ‘carne de caballo’ movió la piedra de molino para triturar el grano bajo el sol abrasador al ritmo del látigo del látigo de carruaje.

Al mediodía, el equipo fue detenido para ser alimentado y regado, pero también para ser inspeccionado por la Señora de la plantación y sus invitados, quienes también usaban carne de yegua de las plantaciones y canteras vecinas para desfogarse.

Su señora se paró frente a la desventurada rubia y preguntó:

  • “¿Por qué esta bestia ha sido azotada tan fuerte y con tanta frecuencia?... ¿Ha sido terca, perezosa o poco dispuesta a satisfacer a los perros?”

  • “La respuesta es sí a todas sus preguntas, Señora… He tenido que azotarla mucho más que a su compañero”, contestó la guardiana.

  • “Gracias por la información... M22189, voy a crucificarte una vez más y, por supuesto, estaré presente mientras estés en la cruz... Aprenderás que eres una yegua... Luego, te venderé en una subasta para ser utilizada como carne de caballo por otros propietarios de plantaciones y canteras en esta área.”

“Guardia lleva a este equipo de vuelta al trabajo. Tienen muchos más turnos para completar antes del anochecer.”

La Señora conocía los gustos de sus vecinos y sabía que la mayoría de ellos desearían tener esta belleza de mujer bajo su control total para ser utilizada como carne de caballo… Su precio de venta sería alto cuando la vendiera.

Según lo prometido por su Ama, la bella esclava rubia desnuda fue cucificada en el puesto de azotes con las cuerdas apretadas en sus muñecas y recibió 100 azotes con el látigo, 50 por delante, 50 por detrás… El brutal sol de mediodía golpeó la belleza mientras sufría bajo el látigo.

Ella se desmayó tres veces durante los azotes, pero cada vez fue revivida con pozales de agua fría para sentir todo el dolor de su castigo… Aprendería que es una yagua para ser usada en los campos y canteras como lo deseen sus dueños.

Finalmente, el castigo se completó y se le dio agua para beber, aunque ella permaneció crucificada para ser vendida al mejor postor… La subasta fue muy reñida y como se predijo se vendió a un alto precio. Esta belleza sería un premio para su nuevo dueño

El subastador gritó sus encantos a los postores:

  • “¡Miren esas tetas!... ¡Miren cómo han sobrevivido a ese brutal azotamiento!... Su piel no se ha dañado, por lo que no habrá problemas para identificar a M22189… Ella no puede esperar escapar sin ser identificada… Miren esos muslos y piernas... Tirarán de su arado o moverá su piedra de molino sin ningún problema… Esta belleza ha satisfecho a sus perros guardianes e incluso puede satisfacer a tus pequeños sementales, aunque nunca se ha apareado con ellos… ¿Quién será su nuevo dueño afortunado?”

El mejor postor fue el propietario de una plantación, Madame Beauton, una mujer tosca con una reputación sádica… Se sabía que ella hacía trabajar a sus esclavas hasta quedar agotadas y luego las castigaba por no trabajar.

Los castigos incluían incluso consoladores con púas insertados en sus coños y luego enjaezadas y conducidas para trabajar bajo el látigo.

Al día siguiente, M22189 fue enganchada a un arado con dos pequeñas yeguas a sus lados… Ella era la ‘ yegua del medio’ y sería conducida despiadadamente por un esclavo.

Una vez más, ella estaba encadenada al arado por sus anillos de sus tetas, mientras que los caballos estaban encadenados por sus collares de cuero… Tendría que seguir el ritmo o sufrir las consecuencias.

Toda la mañana, el trío sufrió el brutal sol tropical… Al mediodía, fueron detenidos para darles la comida y agua, después de lo cual un pequeño semental fue traído para aparearse con las tres yeguas.

M22189 gritó cuando se dio cuenta de lo que se estaba planeado... Este arrebato justificó una flagelación en el pecho de 20 latigazos.

  • “Te daría más, puta, pero quiero que estés con toda tu fuerza para satisfacer al semental”, le dijo el esclavo encargado de ella.

El semental montó a la yegua a la izquierda y después de un prolongado apareamiento se retiró después de tirar su semen dentro de la vagina de ella.

Luego fue llevado al monte de M22189… La belleza luchó con todas sus fuerzas para evitar el montaje incluso cuando el esclavo cogió sus cadenas de tetas y comenzó a azotárselas.

Durante 15 minutos, el semental intentó follarse a la rubia pero fue en vano… Finalmente, el esclavo llevó al semental a la tercera yegua, a la que montó fácilmente.

  • “M22189, estás en el informe”, le gritó el esclavo.

El trío fue conducido de regreso al trabajo bajo el látigo… Mientras araba, ella sabía que le esperaba un duro castigo y que al final ante su Ama sería montada por un semental y esto seguro que se iba a repetir una y otra vez hasta dejarle el coño tan abierto que cualquiera podría meterme su puño sin ninguna dificultad.

Era su triste destino y debía acatarlo, si o si.

F I N