LVDO (91: No quiero ser un -Dani-)

Graham me proponía una especie de rollo con derecho a algo más a la larga, mientras el sexo no sería en exclusiva, ni tendríamos que rendirnos cuentas. Durante aquella comida no llegué a plantearme realmente si era aquello lo que esperaba de mi vida. Sonaba mejor que un rollo de una noche, pero no sonaba tan bien como me hubiese gustado.

  1. NO QUIERO SER UN "DANI"

-¿En la Costa Brava?

-Eso es… lo haremos en el Parador de Aiguablava en Begur, Sara se ha enamorado de ese sitio

-Bien, pero… ¿no tendrán problema en acoger a todos los invitados?

-Bueno, es que seremos muy pocos

-¿Quién está invitado a la boda?

-Pues los padres de Sara no van a venir, no aprueban que se case con alguien tan mayor… -Ricardo frunció el ceño-, pero vendrá su hermana con su novio; luego están Rosa, Eduard y su hijo; Carlos y Valeria; los padres de Toni y Toni; Roberto y Ángel; Ruth y Jesús; Carmen –la amiga de Rosa-; Gloria –asistente de mi padre, decoradora y encargada de organizar la boda-; Ernest y Maite –amigos de mis padres y vecinos en Sitges-; Joana, Emilio y Óscar con sus parejas –socios del bufete-; tú y tu acompañante… -Ricardo hizo una pausa esperando a que dijese algo, pero no lo hice- y bueno… algunos amigos de Sara aún por concretar… Espero no dejarme a nadie… unos cuarenta si contamos los acompañantes

-Bien, algo discreto… me gusta… es lo que tiene tener poca familia y hablarte sólo con la mitad –añadí con ironía-. ¿Y la ceremonia por lo civil dónde se hará?

-Pues en el Ayuntamiento de Barcelona, claro… lo he podido arreglar para ese día. Gran fecha para la historia de mi vida –Ricardo no podía ocultar su carita de felicidad.

-Bien, veo que lo tenéis todo previsto… ¿el parador te gusta a ti?

-Bueno, sí… está en un acantilado, sobre la costa… es un lugar precioso… aunque no me gusta la idea de tener que ir hasta allí después de la ceremonia

-Bueno, todos tenemos coche, no creo que sea un problema. ¿Cuántos kilómetros son? ¿100?

-Bueno, unos 150 creo… pero casi todo por autopista

-Muy bien, perfecto pues. Yo me voy ya, he quedado para comer y luego tengo que pasarme a visitar a un cliente. Mantenme informado de los preparativos y si necesitas ayuda… ya sabes

-Gracias Juan, lo haré

Después de salir del despacho de mi padre, me reuní con Graham en el restaurante Tragaluz, en el Eixample. Mi… mi… ¿rollo? ¿amigo? ¿compañero de algo…? Fuese lo que fuese, allí estaba… con su impecable traje de Armani. Su pelo liso castaño de largo flequillo con un toque ligeramente despeinado. Me sonrió al verme. Sonaba de fondo "Lovely Head" de Goldfrapp.

-Buenas… -saludé mientras tomaba asiento.

-Hola, Juan… ¿qué tal?

-Bien, cansado, pero bien

-Bueno, eso tiene solución –añadió con una sonrisa-, necesitas descansar. Por cierto, hablando de dormir… siento haberme ido sin despedirme la otra mañana

-No te preocupes, algo me decía que las cosas sucederían de esa forma

-Ya, bueno… pero no lo hice intencionadamente, tenía una reunión muy temprano y antes tenía que pasarme por casa

-Da igual, Graham. Lo que importa es que estoy hoy aquí

-Cierto, tenía ganas de charlar contigo

-¿De qué?

-Pues creo que no nos entendimos la otra noche

-¿Ah, no? Pensaba que todo había quedado muy claro

-Pues yo creo que no… verás, de lo que te dije puedes pensar que sólo busco sexo contigo, pero lo cierto es que mi interés en ti va un poco más allá

-¿Un poco?

-Sí, bueno… que no quiero compromisos, ni sexo en exclusiva, ni una relación seria… cada uno puede hacer lo que quiera, pero eso sí… tengo interés en conocerte y ver como va todo

-Ya, entiendo

-¿Y qué opinas? ¿Se ajusta a lo que buscas?

-No sé, Graham… no se trata de buscar… más bien se trata de tener en mente un determinado tipo de relación… y no sé si lo que me propones encaja en ese concepto

-Ya, bueno… es que tampoco te estoy pidiendo una respuesta, ni nada… simplemente lo quería aclarar, Personalmente pienso que no hay que precipitar los acontecimientos… que todo llegará a su debido tiempo

-Bien, entonces hablaremos de ello cuando sea el momento –contesté de forma contundente.

Graham me proponía una especie de rollo con derecho a algo más a la larga, mientras el sexo no sería en exclusiva, ni tendríamos que rendirnos cuentas. Durante aquella comida no llegué a plantearme realmente si era aquello lo que esperaba de mi vida. Sonaba mejor que un rollo de una noche, pero no sonaba tan bien como me hubiese gustado. En cualquier caso, estaba tan decepcionado en lo relativo a mis relaciones con otros hombres, que prefería no plantearme si Graham era lo indicado en aquel momento, o no.

-Si quieres puedes pasar la noche en mi casa

-Me gustaría –un polvo es un polvo-, pero cuando acabe de trabajar he quedado con mi compañero de piso para comprarme el traje para la boda

-Bien, ¿ya sabes con quién irás?

-Pues la verdad es que ni siquiera me lo he planteado aún… ¿haces algo el próximo fin de semana? –Dije yo casi de broma.

-Pues no, estoy de vacaciones, claro… ¿quieres que te acompañe a la boda de Ricardo?

-¿Lo harías?

-¿Quieres que lo haga?

-Pues… no sé, supongo ¿por qué no?

-Bien, cuenta con ello… -Graham sonrió.

-Pues mira, problema resuelto –añadí devolviéndole la sonrisa.

-Y ese

-¿Ese qué?

-No, nada, nada

-No, dime ¿ese qué?

-Pues ese compañero de piso tuyo, Toni… ¿tienes algo con él? –Su pregunta me sorprendió.

-Pues no veo a que viene la pregunta

-No, no… es sólo curiosidad… me pareció un chico… muy mono… -Su respuesta aún me sorprendió más.

-¿Mono?

-Precioso diría yo… tiene mucho encanto… -reflexioné ¿Estábamos hablando del mismo Toni?

-Bien, no sé… es guapo, sí. Y no, no tenemos nada, somos amigos.

-Bien… -Graham sonrió una vez más.

Cuando salí del restaurante enfilé la salida de Barcelona camino de Sabadell para reunirme con un cliente. Lo de Graham era soberano morro. Me preguntaba si tengo algo con Toni, no porque se sintiese amenazado, si no porque tenía interés por él… claro que, viniendo de alguien como Graham ¿de qué me sorprendía? Afortunadamente no todos los gays son iguales. A pesar de todo, decidí continuar jugando a ese juego de descubrimiento mutuo. No era lo que quería en la vida, pero tenía ganas de jugar… eso sí, esta vez sin exponerme.

Reunión larga y dura en Sabadell con un cliente de lo más insoportable… y encima gordo, con caspa, una halitosis galopante, anillo de casado y un hambre de rabo que se veía a la legua. Sólo le faltó cogerme la polla y autopenetrarse en medio de la reunión. Afortunadamente no estábamos solos y no llegó a intentar nada. Al final de la reunión, cuando él se levantó para darme la mano… yo ya estaba arrancando el BMW en el parking. Si mi vida fuera una de esas series americanas de gays superexitosos, en vez de gordo y asqueroso, hubiese sido un hetero casado con el físico de Geroge Clooney dispuesto a dejársela meter en uno de los angostos compartimentos de los lavabos de aquella inhumana torre de oficinas. Reunión terminada, de nuevo libre, y de vuelta a Barcelona.

Me encontré con Toni en Passeig de Gràcia. Mi eterno pretendiente y bien considerado amigo vestía unos vaqueros de Pepe Jeans, una camiseta Diesel, unas deportivas de Acupuncture y una cazadora tejana de Energie.

-Buenasss… -saludé al verle.

-Jo… jejeje, pareces un pingüino con el traje

-Bueno, no es la primera vez que me ves vestido así –le respondí con un gesto de complicidad.

-Ya, cierto… te sienta muy bien el traje

-Gracias. Por cierto, me encanta esa camiseta.

-Bueno, dejémonos de cumplidos… ¿a dónde vamos?

-No sé… una ocasión especial merece un traje especial… ¿qué tal Hermès?

-Bueno, no sé… tú sabrás… pero el mío va a ser bastante más accesible… aún soy un pobre estudiante de Psicología –respondió Toni con una sonrisa mientras me seguía en dirección a la tienda.

Tardé casi dos horas para elegir el traje en cuestión, frente a los poco más de 15 minutos que tardó Toni. No sólo tiene más ojo y criterio para la ropa, sino que además tiene más decisión. A pesar de la paciencia que tuvo que tener conmigo, la tarde fue divertida.

Llegamos al piso y descargamos las bolsas en la habitación. Toni entró en el comedor y se sentó en el sofá. Seguí su ejemplo. Él suspiró… tenia cara de cansado, lógicamente.

-¿Qué tal van las clases?

-Uffff… están acabando conmigo, menos mal que sólo me quedan poco más de dos meses para licenciarme

-Ya queda poco, y ¿hay perspectivas de encontrar trabajo después?

-Jejeje… veo que intentas alegrarme el día –respondió Toni con ironía-. Viendo como están las cosas, me va a costar encontrar curro de psicólogo clínico. Quizás una opción sea establecerme por mi cuenta asociándome con algunos compañeros de la facultad… pero no hay nada decidido

-Tú tranquilo, seguro que las cosas te van muy bien, vales para eso… siempre has tenido un sentido especial para tratar con la gente

-Ya, bueno… no creo que me sirva de mucho, aunque espero tener más suerte en el trabajo que en el amor

-Bueno, mejor cierto equilibrio en todo… -respondí recogiendo su comentario.

-Bien, siempre que sea posible. Y hablando de amores… ¿qué tal tú?

-Bueno… no hay amores en mi vida

-¿Y el chico del sofá?

-¿Dani?

-Sí.

-Eso no fue amor… simplemente fijación por alguien al que creía distinto, al que había idealizado

-Vaya… pues debía tener encantos muy ocultos para que te obsesionases tanto por él… porque desde luego que a la vista no estaban

-Mmmm… qué cruel. Sobre gustos

-Jejeje… bueno, es sólo una opinión –sonrió Toni-, has estado con chicos más guapos

-Ya, y mucho más interesantes como ser humano, pero a veces perdemos los papeles en esta vida, y Dani legó en un momento en que necesitaba tener a alguien cerca otra vez

-Y resultó que el chaval te ha dado más guerra que otra cosa

-Más o menos. Pero haberle conocido ha tenido su parte buena

-¿Cuál? ¿La come bien?

-Jejeje… -no respondí a su comentario-. Ahora sé que no quiero ser un "dani"… le critiqué por como actuaba, por su estilo de vida, y realmente éramos más parecidos de lo que jamás hubiese imaginado. La diferencia es que mi vida en estos últimos meses ha sido producto de muchos errores y mucha confusión… pero la suya… la suya es así intencionadamente. No entiendo como alguien puede ser feliz con una vida tan vacía

-Bueno, hay gente para todo, y no creo que haya estilos de vida mejores ni peores si uno se hace cargo de ello y no va jodiendo a los demás… El secreto está en poner en tu vida únicamente a la gente que te interesa

-Ya, ya… si no quiero hacer un juicio moral. No soy quién para cuestionar la vida de nadie, simplemente me he parado a reflexionar sobre este mundillo. Si es difícil encontrar cierta estabilidad en el mundo heterosexual, encontrarla en el mundillo gay-bi parece una misión imposible. Parece que después de vivir cierto tiempo reprimiendo un deseo, un impulso sexual... cuando empezamos a liberarnos, lo hacemos de una forma exagerada. Buscando sexo a todas horas, quedándote sólo con el aspecto físico de las personas, huyendo de los compromisos, evitando llegar más lejos con alguien, no exponiendo los sentimientos, siendo superficial hasta el extremo de no sentir nada… ¡Joder! La vida es mucho más que un polvo… ¿qué coño le pasa a la gente? Ser gay o ser bisexual no equivale a ser un imbécil, prepotente, insensible, superficial y salido

-Te escucho y no te reconozco… -murmuró Toni cuando terminé mi explosión.

-Ya, ya… si sé que nadie que me conozca entenderá que estas palabras salgan ahora de mi boca. Pero en esta reflexión tan crítica me incluyo yo también. No me siento nada orgulloso de cómo han ido algunas cosas en mi vida últimamente. Mira, yo no era así. Cuando salía con Ana estaba convencido de que mi situación óptima era la pareja estable. Cuando empecé a probar en todo esto, empecé a confundir las cosas… pero estos meses y algunas experiencias han hecho que vuelva a estar seguro de que el sexo por el sexo es divertido y lo puedes disfrutar de forma puntual, pero para sentirme lleno en esta vida, necesito mucho más que eso. Me gusta sentir que alguien me abraza en la cama después de haber mantenido una relación sexual y no que sale corriendo tras llegar al orgasmo… Realmente no he cambiado, simplemente he recuperado el control de mi vida. Ni cuando era hetero quería ser un maldito hijo de puta, ni siendo bisexual o lo que sea ahora, quiero serlo.

-Bueno, me alegra mucho escuchar esas palabras. Me alegra saber que has llegado a esas conclusiones, ahora solo falta que seas coherente y hagas lo que dices

-Bien, siempre podemos tropezar, pero al menos ahora tengo claro el tipo de vida que no quiero llevar

-No quieres ser un "dani"… jejeje

-Bueno, quien dice Dani, dice cualquier otro nombre que equivalga a todo lo que te he dicho. David, Graham… cada cual puede poner un nombre en esta frase. Supongo que he descargado todo mi odio y mis frustraciones en su persona por ser mi último desengaño, pero Dani no es un caso especial, como él hay muchos

-Por desgracia… -dijo Toni con una sonrisa pícara.

-Jejejeje

-Bueno, ¿y ahora cómo te va todo? ¿Fue bien con Graham? –Me sorprendió la pregunta de Toni, su claridad. Quizás empezaba a superarme. Ojalá fuese eso.

-Bueno, de Graham no puedo esperar nada, simplemente disfruto del momento. Tengo muy claro que no vamos a ninguna parte, pero

-No es muy coherente con lo que dices… creo que tienes la esperanza de que Graham cambie de actitud

-Te aseguro que no espero nada. Me apetece estar con él ahora y nada más

-Ya… -respondió Toni sin demasiado convencimiento. Era lógico que no creyese en mi palabra después de todo.

-Bueno, ¿y tú qué tal?

-Bien, bien… mucho mejor que hace unos días

-¿Sabes algo de Paul?

-Pues ayer hablamos, parece que aún sigue colgado de mí… pero no hay marcha atrás. Necesitaba cortar con él

-¿Ya hora qué?

-Ahora conociendo gente… sin prisas, necesito calma

-Bien, me alegro de que estés mejor

Escuchamos la puerta del piso. Carlos apareció en el comedor con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué hacéis chicos?

-Entendiéndonos… -respondió Toni con una sonrisa.

-Eso es bueno. Pero… ¿habéis hablado ya de encontrarme un sustituto?

-Pues aún no hay nada decidido, Juan dijo que lo buscaría ¿no?

-Sí, eso es… -respondí.

-No hace falta que busquéis más

-¿Y eso, te quedas al final? –Interrogué.

-No, no… ya tengo el candidato. Esperadme un segundo.

Toni y yo nos miramos perplejos. Carlos salió del comedor y volvió a entrar con una caja de cartón en las manos.

-Os presento a Triky

Carlos abrió la caja y sacó un perro blanco, bueno, mejor dicho, un cachorro de perro blanco.

-¡Joder, un perro!! –Toni se levantó y se lo tomó de las manos a Carlos.

-¿Un perro? –Repetí yo perplejo.

-Es una idea genial… -dijo Toni mientras lo acariciaba y lo miraba embobado.

-Es un West Highland White Terrier, se llama Triky en honor al monstruo de las galletas, sé que te marcó cuando eras pequeño –Carlos me miró y sonrió- ¿a qué es gracioso?

-Uy, muy gracioso… pero los perros no pagan el alquiler… -respondí.

-No le hagas caso, Carlos. Es un regalo fantástico. Lo que pasa es que Juan está celoso, ahora no será el centro de atención en esta casa.

-Jejeje… -rió Carlos.

-Estáis locos –respondí con una sonrisa.

-No le hagas caso Triky, Juan es así… va de duro, pero estoy seguro de haréis buenas migas –añadió Carlos con una sonrisa.

Continuará