LVDO (85: Ratas)

Hay noches en las que los planes se tuercen hasta tal punto que es mejor salir corriendo. ¿Será Dani mejor o peor de lo que Juan se imaginaba? Una fiesta que dio para mucho...

  1. RATAS

Llamé al portero automático y tras unos segundos, la puerta del portal se abrió. Me repetí que no debía dejar que la bronca con Ricardo me arruinara la noche. La casa estaba en Ciutat Vella, era un edificio bastante antiguo, en su escalera habían quedado marcados los años y los pasos. Subí hasta el segundo, la puerta estaba abierta. Entré. El ambiente estaba cargado, el inconfundible olor que se respiraba en aquella casa delataba que sus invitados habían estado fumando algo más que tabaco. Cuando estaba a punto de ser arrastrado por la gente que iba de un lugar a otro por el pasillo, apareció una chica rubia de sonrisa impecable.

-¡Hola! Tú debes ser el amigo de Dani… ¿no?

-Sí

-Yo soy Raquel

-Encantado Raquel –añadí mientras nos dábamos dos besos-. Yo soy Juan.

-Pasa, pasa… vamos a buscar a Dani

-¿Vas a clase con él? –Interrogué a voces mientras la seguía

-No, no… yo ya estoy en la uni, A Dani le conozco del conservatorio

-Ah

Entramos en un salón muy amplio. Había gente bailando en el centro de la sala al ritmo de la música que salía de dos altavoces gigantes situados a ambos extremos de la habitación. Gente sentada en los dos destartalados sofás, gente alrededor de una gran mesa repleta de platos con patatas fritas, sándwiches, aperitivos… y alcohol, mucho alcohol… alcohol y gente por todas partes.

-Mira, ahí está Dani… -Raquel señaló con su mirada al grupo que estaba bailando en el centro de la habitación.

El impredecible Dani Ibáñez estaba bailando muy cerca de una chica pelirroja de capacidad pectoral exagerada, mirada boba y sonrisa fácil, cuando me vio esbozó una de sus envenenadas sonrisas y se acercó a mí.

-Hola, me alegro de que hayas venido… -sus ojos brillaban bajo los inconfundibles efectos de la maría y el alcohol.

-Bueno, te dije que vendría… -respondí con una sonrisa-. ¿Todos estos son amigos tuyos?

-No, no… hay gente de clase, pero muchos son amigos de Raquel… no les conozco

-Vaya, pues creo que a tu amiga se le ha escapado la fiesta de las manos

-Ven, vamos a servirnos algo

Dani me arrastró del brazo camino de la mesa de las bebidas. Posiblemente la calefacción estaba apagada, pero el calor humano convertía aquella casa en una especie de hervidero, de nido de animales amontonados, tan cerca los unos de los otros que elevaban la temperatura hasta rayar lo infernal.

-Ten, prueba –me dijo Dani tendiéndome un vaso con un líquido verde en su interior

-¿Qué es? –Interrogué con una mueca de rechazo al probar aquel mejunje de elevada concentración alcohólica y olor a anís.

-Absenta

-Vaya, la bebida de los bohemios… -respondí.

-Como en "Moulin Rouge" –Dani esbozó una sonrisa.

Con los vasos en la mano nos hicimos un hueco entre la gente y empezamos a bailar. De nuevo su mirada tímida y una intermitente sonrisa que volvían a desconcertarme. Sonaba "Toxic" de Britney Spears. Decidí no darle más vueltas a la actitud de Dani y disfrutar de la fiesta, algo complicado cuando no dejan de darte codazos y pistones.

-¡Hola chicos! ¿Qué hacéis? –La pelirroja que estaba bailando con Dani instantes antes nos asaltó de imprevisto.

-Esta es Julia

-Hola, soy Juan –respondí mientras intentaba esquivar sus pechos y alcanzar sus mejillas para propinarle dos besos.

-¡Ey! Si bebes absenta, verás hadas verdes… -dijo ella divertida-. Yo hadas no he visto, pero hay cada tío en esta fiesta que me haría ver las estrellas… jajajaja.

Intenté reír su ocurrencia sin dejar de observarla perplejo. Aquello eran dos pechos inmensos que ocultaban tras ellos a una chica falta de cualquier encanto y gracia

-¿Dónde están los demás?

-Están en una habitación, van a jugar a adivinar… -respondió ella entre risitas.

-¿Quiénes son los demás? –Interrogué.

-El resto del grupo… ven, vamos… te los presentaré.

Seguimos a la Julia que iba abriéndonos paso con su doble airbag frontal. Salimos del comedor arrastrándonos por aquella especie de ratonera a escala humana. En el pasillo había gente bailando, incluso algunos estaba tirados en el suelo o bien liándose entre ellos o bien liando porros. Cuando pensaba que iba a morir asfixiado, Julia abrió una puerta a mitad del pasillo y entramos en una habitación. Tuve que acostumbrar la vista a la penumbra. La única fuente de luz en aquella habitación era una lámpara de lava roja.

-Chicos, este es Juan, un amigo… Juan, estos son Dafne, Alex, Roger y Laura, a Julia ya la conoces.

-Buenas… -saludé.

-Venga, ya estamos todos… ¿empezamos? –Dijo Laura con una carita de niña juguetona y unos ojillos vidriosos por los petas que se había fumado ya.

-¿De qué va el juego? –Pregunté.

-Una chorrada… -añadió Alex.

-Tú calla que ya has dicho que no juegas. Mira Juan, la cosa es que le vendamos los ojos a uno de nosotros y tiene que adivinar quién le está dando un pico… -respondió Laura divertida- ¿Te apuntas?

-Bueno, no sé… -todo aquello me parecía una gran estupidez, había venido para estar con Dani, no para vivir una regresión a mis juegos de instituto.

-Va, anímate… si te equivocas tienes que beberte un chupito de absenta –añadió Julia señalando la botella y los vasos que había junto al colchón donde estaban sentados.

-Bien… -respondí.

Dafne escribió nuestros nombres en unos papelitos. La primera persona que iba a tener los ojos vendados sería Dani. Julia se los cubrió con un pañuelo. Me desabroché los puños de la camisa y me remangué, empezaba a sentirme mareado por el calor y el humo. Dafne escogió otro papelito… la primera en besar a Dani sería Laura.

-Mmmm… ¿Julia? -Interrogó Dani al recibir el primer beso.

-¡Ohhhhhh! No, era Laura… -Respondió Julia, Dani se levantó la venda y se bebió de un trago el vaso que le había acercado Dafne.

Seis besos no acertados y seis vasos de absenta después, el mundo de Dani empezaba a dar vueltas. Su voz trémula y sus ojillos casi cerrados delataban que aquella no iba a ser nuestra gran noche juntos a no ser que superase su cercano coma etílico.

-Va, te toca a ti Julia –dijo Laura mientras leía su nombre en otro papelito.

Le vendó los ojos a esa especie de cordillera pirenaica con piernas y el juego empezó de nuevo. Personalmente yo empezaba a estar harto de estar tirado en un colchón en una habitación diminuta. Alex se plantó en aquel momento y salió de la habitación. Otro papelito… Dani iba a besar a Julia alias la "Dobleboom".

-¡Ay! No sé… ni idea ¿puedo probar otra vez? –Soltó ella divertida tras el primer beso de Dani.

Y claro, Dani repitió… primero un nuevo roce en los labios, pero cuando la ninfómana de exuberantes mamas le sujetó por las caderas y empezó a abrir su boca y a sacar a aquella especie de filete empanado que tenía por lengua, Dani correspondió al beso y empezaron a darse un morreo ante la mirada atónita de los que hasta aquel momento seguíamos jugando a aquel, al menos en apariencia, inocente juego.

-Dani, es Dani… jejeje –rió divertida la muy puta mientras se quitaba la venda y volvía a clavarle la lengua hasta la campanilla.

-No vale, le has visto… -añadió Laura entre risas.

-Bueno, pero así es más divertido… -Replicó ella soltando una sonora carcajada-. ¡Ey! ¿Por qué no nos liamos los unos con los otros?

-Sísísísí… ¿te apetece? –Me preguntó Laura con una sonrisa mientras me rodeaba con sus brazos.

-No, no… -dije mientras me levantaba del suelo-. ¿Tomamos algo fuera? –Interrogué clavando mi mirada en Dani.

-Noooooooo… Dani se queda aquí conmigo –respondió Julia mientras se sentaba a horcajadas sobre su entrepierna.

-Jejejeje… -él se limitó a esbozar una sonrisita alcohólica y a mirarme con ojos de fingida candidez.

Sin añadir una sola palabra más, salí de la habitación. Sonaba "Crying at the discoteque" de Alcazar. Me temblaban las piernas. Sentí que empezaban a arderme literalmente las mejillas cuando recorrí de nuevo el pasillo en dirección a la puerta sin dejar de mirar atrás. En aquellos instantes aún tenía la esperanza de ver salir a Dani de la habitación y venir en mi búsqueda. Pero no sucedió, ni entonces ni en los eternos segundos que tardé en alcanzar la salida de aquella inmensa ratonera. El olor a porro, a tabaco, a sudor… a sexo… se mezclaban en mi nariz saturando mis fosas nasales. Olía a rata… aquella casa olía a rata… el penetrante olor a rata enferma lo invadía todo. Yo mismo olía a rata… yo mismo era una más de ellas… todas corrían en una u otra dirección… con sus largos rabos rozándose, con sus bigotes peludos olisqueándolo todo, con sus patas asquerosas pisando el mismo suelo, llenándolo de inmundicia y de mierda. Una noche fantástica se había convertido en una gran mierda. Estaba sudando. Cuando cogí la chaqueta del perchero de la entrada alguien me rozó el brazo.

-¿Estás bien? –Preguntó Dafne a mi espalda.

-Pocas veces me he sentido peor en mi vida… pocas veces he sentido tanta pena y tanto odio por la misma persona

-Dani es muy extraño, nunca sabes cómo va a reaccionar

-Eso no le justifica

-Ya

-Para él su vida debe ser un ejemplo de modernidad y placer instantáneo sin sentimiento… para mí, su vida es una ratonera llena de mierda

-¿Quieres que le diga algo de tu parte?

-No hace falta, no lo entendería… las ratas no hablan.

Salí del portal topándome con una helada cortina de agua. Caminé sin levantar la vista del suelo hasta donde había aparcado el coche. No hubo lágrimas, no podía llorar. Sentía rabia, un odio incontrolado hacia Dani. Me sentía engañado, timado, avergonzado por haber ido hasta esa fiesta y haber hecho el ridículo por un estúpido e inmaduro crío de 18 años. No me sentía ni herido, ni rechazado, no sentía dolor porque las cosas con él no hubiesen sido como esperaba… simplemente le odiaba, el odio lo ocupaba todo.

Entré en el BMW y me acomodé en el asiento mientras arrancaba el motor y seleccionaba la temperatura en el climatizador. Casi de repente empecé a sentirme solo… necesitaba hablar con alguien de todo aquello. Carlos volvía a hacerme más falta que nunca aquella noche. Mi teléfono móvil vibró… había recibido un mensaje:

"Q tal todo? Yo estoy en tgn, aburrida… a ver si quedamos, la semana q viene estaré en bcn. Besos. Byeeeeeee!"

Y entonces sentí la necesidad de hablar con ella. Busqué su número en la agenda y la llamé.

-¡Hola!

-Hola Ari, ¿te he despertado?

-No, no.. que va, estaba viendo una peli que he alquilado, es que con este tiempo no tenía ganas de salir

-¿Podemos vernos?

-¿Ahora? –Preguntó ella sorprendida.

-Necesito hablar con alguien… -un nudo en la garganta me impedía casi hablar.

-¿Ha pasado algo?

-Han pasado muchas cosas

-Bien, yo estoy sola en casa, ven si quieres, claro

-Entonces en menos de una hora nos vemos

Arranqué el motor del BMW y salí del aparcamiento. Seleccioné un Cd y empezó a sonar "You Think You're A Man" de Full Frontal.

You think you're a man but you're only a boy You think you're a man you are only a toy. You think you're a man but you just couldn't see You were not man enough to satisfy me.

Continuará