LVDO (80: Nadie dijo que ser -sexual fuera fácil)

Tras una de aquellas noches que uno guarda en su memoria como una noche especial, Juan visitará a Ariadna en Tarragona.

  1. NADIE DIJO QUE SER –SEXUAL FUERA FÁCIL

Primera regla de oro para evitar colgarte de uno de tus líos: no dormir con él. Aunque esta regla constituye una máxima en mi vida, lo cierto es que cuando Dani ha despertado junto a mí esta mañana, nada de todo eso importaba realmente. La primera imagen que he tenido cuando he abierto los ojos ha sido esa carita de niño bueno. Casi como si hubiese sentido que le estaba observando, Dani ha abierto los ojos.

-Mmmmm… -ha murmurado.

-Buenos días… -he añadido con una sonrisa.

Dani se ha desperezado estirándose en la cama y me ha abrazado. Nos hemos besado.

-¿Tus padres no se preocupan si pasas la noche fuera?

-Uffff… ¿qué hora es?

-Las once

-Joooooder, había quedado con unos amigos para hacer un trabajo esta mañana… me van a matar

-Bueno, tranquilo.. les llamas cuando desayunes y te inventas algo

-Ya, pero joder… me sabe mal, luego la gente piensa que soy un impresentable

-Jejeje… bueno pero ¿no ha merecido la pena saltarte esa reunión?

-Mmmmm… -Dani ha sonreído-, bueno… supongo que sí

-¿Quieres ducharte?

-No, no… me tomo algo y me largo

-Bien, voy a ver que hay para desayunar

Me he puesto unos pantalones cortos de deporte y he ido hasta la cocina. Mientras, Dani se ha vestido en mi habitación.

Estaba preparándome una taza de leche con Nesquik cuando ha entrado en la cocina, de nuevo vestido y peinado.

-¿Tomas Nesquik para desayunar?

-Sí… -he respondido con una sonrisa- ¿Te apetece?

-No, no… no suelo tomarlo, me sale acné… ¿tienes alguna infusión?

-Pues no lo sé, las hierbas no me van… aunque seguramente Carlos debe tener algo por aquí –he dicho mientras rebuscaba en uno de los armarios-. A ver… hay té de canela… ¿te sirve?

-Bien, me gusta la canela

Le he preparado el té mientras me servía un bol de cereales y nos hemos sentado en la mesa de la cocina a desayunar.

-¿Estás bien? –He preguntado ante su incómodo silencio.

-Jejejeje… -sólo ha sonreído.

-Intuyo que eso es un sí… ¿quieres que te lleve a algún sitio?

-No, no, gracias… voy en metro, no te preocupes

-Bien

Cuando hemos terminado de desayunar le he acompañado a la puerta. Antes de abrirla, me he acercado a él y le he besado. Hubiese querido preguntar si volveríamos a vernos pero algo dentro de mí me ha dicho que era mejor no hacerlo.

-Nos vemos –ha dicho él con una sonrisa antes de entrar en el ascensor.

-Deu

He vuelto a la cocina a terminar mi desayuno. Es curioso, Dani no se ha llevado el libro que necesitaba para hacer su trabajo sobre los tribunales españoles, y lo que es más curioso aún… ni siquiera nos hemos dado el número de teléfono móvil. Bueno, supongo que si lo necesita, se lo pedirá a Marc.


Pasar la noche con Dani ha sido justo lo que necesitaba para desconectar de Graham aunque fuese sólo por unas horas. Cuando mi último rollo ha cruzado la puerta de mi casa esta mañana, he empezado a aterrizar en una realidad en la que no ha cambiado nada. Dani no es la solución definitiva a mis problemas, ¿qué se supone que puedes esperar de alguien cuya respuesta más habitual es el silencio? De momento prefiero no hacer planes, no esperar nada… dejaremos que los acontecimientos sigan su curso natural.

Dispuesto a olvidarme completamente de los problemas que ocupan mi vida, a media mañana he llamado a Ariadna, hacia días que no sabía nada de ella. Para mi desgracia, mi nueva amiga estaba en su casa, en Tarragona.

-Ostras, estás en Tarragona… es que había pensado que podíamos vernos

-Vaya, me vendría bien salir un poco y desconectar después del encierro que he pasado con los exámenes

-¿Tú estás libre? –He interrogado.

-Bueno, sí… no he hecho planes para hoy… ¿por qué?

-No sé, si quieres bajo a Tarragona y damos una vuelta por la ciudad, hace siglos que no paseo por la Rambla

-¡Perfecto! Me parece una buena idea, si no te da palo venir hasta aquí, por mí perfecto

-No, no importa, son 45 minutos en coche, además… me vendrá bien cambiar de aires.

-¿Y eso? ¿va todo bien?

-Bueno, mejor te cuento, y me cuentas, en directo

-Muy bien, ¿cómo quedamos?

-Dame tu dirección y te recojo en un par de horas

He apuntado la dirección de Ariadna en un papel y me he ido a dar una ducha. Mientras me relajaba bajo el potente chorro de agua, me han venido imágenes de la noche pasada… Dani tiene algo especial… pero esa mezcla de timidez con exceso autosuficiencia me desconciertan

Una hora después he salido de Barcelona en dirección a Tarragona. Con la información sobre el estado del tráfico de fondo he seguido dándole vueltas a mis problemas. Cuando empecé a darme cuenta de mi atracción por los hombres mi principal problema fue asumir aquel cambio. Pensaba que una vez superado el miedo a aceptar mi sexualidad las cosas serían más fáciles. Y en cierto modo lo han sido, contarle a Carlos la verdad resulto fácil, incluso ha sido de lo más natural el hecho de que mis amigos sepan que Toni y yo nos hemos enrollado. Realmente mi miedo al rechazo de los demás era desmedido. A pesar de todo, sigo teniendo problemas. Ni mi madre ni mi padre saben nada acerca de los cambios en mi orientación sexual, quizás imaginan algo, pero no lo saben de lo cierto… tampoco estoy convencido de que deba decírselo obligatoriamente, pero bueno, supongo que el tiempo dirá lo que debo hacer, de momento es mejor dejar las cosas así. Pero el outing no es el único problema en mi vida… mis relaciones con otros hombres suponen un quebradero de cabeza tan o más complicado de resolver que el que ha supuesto mi relación con las mujeres. Nadie dijo que ser -sexual (hetero, bi u homo) fuera fácil.

Al llegar a Tarragona he recogido a Ariadna en el portal de su casa, no ha sido difícil encontrarla, está situada en uno de los accesos a la ciudad. Iba vestida con unos pantalones tejanos de Miss Sixty, una camiseta de cuello alto de Custo Barcelona y un abrigo también de Custo. Fantástica como siempre con su pelo castaño rizado recogido. Ha entrado en el coche y nos hemos dado dos besos para saludarnos.

-Te veo fantástica

-Sí, bueno… normal… -ha respondido con una sonrisa.

-¿Adónde vamos?

-No sé, si quieres vamos al Parc Central

-¿Parc Central?

-Sí, es un centro comercial… así puedes aparcar con facilidad

-Mmmm… tú me indicas

Hemos dado la vuelta a la manzana luchando con el caótico tráfico de Tarragona y finalmente he encontrado el acceso al centro comercial. Es lo que tienen las ciudades pequeñas, que llegas antes a cualquier sitio andando que en coche.

He dejado el coche en el parking de la azotea y hemos entrado en el centro comercial. Ha esa ahora había bastante ambiente, gente comiendo en los restaurantes de comida rápida y haciendo compras. Eso sí, aquello parecía una tienda de barrio comparado con los laberínticos Diagonal Mar o La Maquinista.

-¿Qué tal va todo?

-Bueno, no sé… ufff… -he suspirado-. Mejor que la última vez que hablamos supongo, pero con muchos líos rondándome en la cabeza

-¿Cómo están las cosas con Natalia?

-Bueno, me le encontré hace unos días en un Zara, intente hablar con ella y casi me denuncia… supongo que era de esperar una respuesta así

-Bien, debe estar muy dolida

-Pero Natalia no es lo que más me preocupa ahora mismo, digamos que la considero un tema cerrado

-Me alegro de que ya no sientas la necesidad de demostrarte nada

-Bueno, no es eso, digamos que de momento tengo problemas más importantes que resolver que el de pensar en si soy realmente bi o las tías ya no me ponen

-Deduzco que tus problemas tienen nombre de tío

-Mmmm… nombres de tío, sí

-Vaya… ¿más de uno?

-Sí bueno, pero no me malinterpretes… no todos por el mismo motivo.

Hemos salido caminando del centro comercial en dirección a la Rambla, punto neurálgico de la vida comercial de Tarragona, una calle que hacía siglos que no veía, desde que fui a casa de mi abuela Mercè por última vez. Por el camino he ido contándole a Ariadna los detalles de mi situación actual: mi convivencia con Toni, la marcha de Carlos, mi lío con Graham, mi noche con Dani, etc.

-Bueno, digamos que no te aburres en tu vida… te han pasado tantas cosas desde que hablamos por última vez

-Ya ves… no sé como hacerlo para no complicarme la vida

-Bien, no sé… supongo que hay que tener en cuenta que con Graham te has buscado a un tío complicado, por lo que dices es uno de aquellos tíos superinteresantes y muy atractivos que follan muy bien pero no quieren saber nada más al día siguiente… divertidos si buscas sólo sexo, una gran putada si te cuelgas de ellos

-Jejeje… ni yo hubiese resumido mejor la situación

-Jejeje, ya, y tu problema es que sientes algo por él

-Bueno, digamos que me jode que no le interese para nada más que un polvo

-Sí, resulta algo difícil de asumir, pero si lo dejó claro desde el principio digamos que estabas advertido.

-Puede ser, pero ya ves de lo que me ha servido

-Este tío me recuerda al protagonista de una serie muy buena de una cadena de cable norteamericana

-¿Ah sí? ¿Cómo se llama?

-"Queer as folk", sus protagonistas son gays, y digamos que cuenta sus vidas desde un punto de vista muy alejado de los tópicos, más cerca de la realidad homosexual

-Vaya, interesante… ¿y el prota es un cabrón?

-Jejejeje… uno de los protas, Brian, digamos que es de ese tipo de tíos al que pertenece Graham… Ya te pasaré un capítulo, me los bajaba de Internet

-Perfecto, toda indicación acerca de cómo tratar a Graham será realmente útil… -sonreí.

Después de una buena caminata hemos llegado al final de la Rambla, a un punto que constituye uno de los mayores atractivos de Tarragona: el balcón del Mediterráneo. El final de la Rambla Nova termina en un acantilado natural sobre el que se ha colocado una barandilla de hierro forjado y que ofrece una vista espectacular del Mediterráneo. Ver el mar desde esa posición de privilegio es uno de esos detalles que hacen especial la ciudad.

Tras la parada obligada hemos seguido caminando hasta el anfiteatro romano, incluido en el conjunto arqueológico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000.

-¿Y sobre mi encuentro con el otro chico qué opinas?

-Bueno, no me has contado mucho de él… pero veo que es de los que dejan huella –ha sonreído mientras lanzaba una mirada al inmenso chupetón que tenía en el cuello-. Por lo que dices me da la impresión que es difícil de clasificar, esos silencios de los que hablas, esas sonrisas… no sé, cuando le vuelvas a ver ya me contarás

-Si le vuelvo a ver

-Le volverás a ver… -ha sentenciado ella.

-Joder, me encanta esta ciudad… -he soltado mientras cruzaba junto a Ariadna la arena del anfiteatro. Caminando sobre la arena sobre la que un día se libraron batallas de gladiadores (es obvio que no es la misma, pero queda bien para ponerse trascendente) te sientes realmente extraño, es como estar pisando un trozo de historia.

-No sé, a mí me parece aburrida y pequeña

-Jejejeje… vendes muy mal tu ciudad, y eso que estudias Publicidad

-Bueno… digamos que he vivido en otras ciudades y puedo ser objetiva. Además, cuando me mudé aquí no tenía ganas de irme de donde estaba… Supongo que ahora tengo el corazón dividido.

-¿Y en ese corazón no cabe ningún chico?

-Mmmm… caben muchos chicos, pero últimamente todos gays… jejeje

-Jejeje… debes tener un imán que atrae a chicos problemas de orientación sexual

-Bueno, digamos que no sólo respeto la homosexualidad, si no que además me resulta interesante

-¿Interesante?

-A ver, no me malinterpretes, no quiero ser frívola… no es que lo vea como algo curioso… digamos que lo asumo con total normalidad y me intereso de la misma forma que lo hago por la heterosexualidad

-Creo que entiendo por donde vas… quizás por eso me siento tan bien hablando contigo, porque no sólo escuchas lo que te digo y lo entiendes, sino que además no lo juzgas ni piensas por dentro que te estoy hablando de dos hombres… simplemente hablamos de personas. Poder hablar con alguien, que no sea homosexual claro, con esta tranquilidad y este buen rollo es algo que no me había pasado antes

-Me alegro de que el buen rollo sea muto… -ha respondido Ariadna con una sonrisa de las suyas, magnética.

Al salir del anfiteatro hemos comido en un restaurante en la Plaça del Rei, junto al Museu Nacional d’Arqueologia. Hemos hablado de los exámenes, de mi trabajo, de mi futuro coche, de todo un poco. Ariadna sigue algo triste, sigue sin regalarme una de esas sonrisas sinceras que espero de ella. Cuando ha dicho que sólo ocupan su corazón chicos gays, he deducido que su felicidad incompleta tiene algo que ver con ese tema. Desde luego que si no liga es porque no quiere, o quizás porque ya está enamorada

Después de comer hemos echando un vistazo a las tiendas del centro y hemos vuelto al centro comercial para recoger el coche. Luego la he acompañando a su casa. Cuando nos hemos despedido en su portal la he abrazado

-Muchas gracias por todo… necesitaba soltarlo

-No seas burro, no me des las gracias… estar contigo también me ayuda mucho… necesitaba distraerme después de los exámenes

-Nos vemos pronto en Barcelona ¿de acuerdo?

-Por supuesto, la semana que viene vuelvo a tener clases, o sea que estaré por allí otra vez… pero bueno, hoy hemos cambiado de escenario

-Cierto, a veces va bien cambiar de aires para verlo todo con más claridad… de todas formas tengo que volver a Tarragona algún día, hace siglos que no veo a mi abuela

-Pues ya tienes otro motivo para volver

-Cierto, pero ahora lo que toca es volver a la realidad… a los problemas

-Se positivo hombre

-Ufff… no veo cómo

-Todas las malas rachas acaban… sólo es cuestión de ser paciente y

-¿Tener suerte?

-Poner de nuestra parte

Continuará