LVDO (74: La vida es puta)

Año nuevo, vida... ¿nueva? La vuelta al trabajo, con alguna sorpresa, la vuelta a la realidad, etc. Y al final el día, Carlos le anunciará a su hermanito sus planes laborales a corto plazo...

  1. LA VIDA ES PUTA

Después del día 6 de enero, día de Reyes, te das cuenta que finalmente has superado una vez más las maratonianas festividades navideñas. Personalmente, a día de hoy dudo seriamente que la Iglesia Católica fijase estas festividades, me huele a que un ancestral Carrefour allá por el año 0 decretó que los últimos días del viejo año y los primeros del nuevo serían días consagrados al consumismo más atroz y salvaje. A lo largo de la historia se le unirían grandes personajes como Ikea, El Corte Inglés o Toys’R’Us. La nueva religión… la del ocio y el despilfarro, menos solidaria y que ni siquiera te hace más libre. Cuando esta mañana he pasado por delante de El Corte Inglés de Plaça Catalunya, un enrome cartel de abominables letras rezaba: REBAJAS, recordándome que la pesadilla consumista no ha hecho más que empezar… un año más: ¡Feliz Mastercard!

He llegado al bufete sobre las 8,30 de una soleada mañana en mi discreto Mercedes Sportcoupe (no es fácil llamar la atención cuando a tu izquierda aparca un BMW de la Serie 7 y a tu derecha reposa el flamante XJ8 de Roberto). Al entrar en mi despacho, Valeria no había llegado aún. Me he conectado a Internet y he ido de cabeza a la página web de Intermon-Oxfam. Con la tarjeta en una mano y mi conciencia en otra he donado una jugosa cifra. Al terminar la operación me he sentido algo menos culpable. Es curioso, hoy en día hasta tu conciencia tiene precio.

-Buenos días Señor Lafarchhhhhhhh

-¿Y Valeria? –He preguntado confundido al ver entrar en mi despacho a una chica de unos 30 y tantos años, de estatura media, pelo corto y rubio, cadera ancha, pechos voluminosos y una gran sonrisa.

-Disculpe, pensé que le habían puesto al corriente del cambio

-¿Cambio?

-¡Siiii! Verá, Valeria ha pedido el traslado por motivos personales… sí, sí… muy personales pero los conoce todo el bufete. Y resulta que me han nombrado a mí su nueva secretaria… soy Mers, mucho gusto… -y sin darme tiempo a reaccionar me ha cogido la mano y me la ha apretado con fuerza.

-¡Ey! Un momento… yo no he autorizado ningún cambio, ¿y cuáles son esos motivos que conoce todo el mundo acerca de la marcha de Valeria?

-El cambio lo ha autorizado el Señor Larache

-Lafarge

-Eso, su padre. Y en cuanto a los motivos… pues a mí no me gusta contar lo que oigo pero

-Al grano

-Pues eso, que todo el mundo sabe que Valeria está liada con su hermano y que usted no se lleva bien con ella porque se ha fijado en su hermano y no en usted

-Jajajaja… -no he podido reprimir una carcajada. La situación era surrealista-. ¿Enfadado yo? ¿Por qué no se ha fijado en mí?

-No, yo tampoco me lo creo… -ha dicho ella en un ataque de fidelidad a su nuevo jefe.

-Bueno Mers, puedes dejar el correo aquí, luego intentaré averiguar más detalles de lo que ha sucedido

-Tranquilo Señor Lafarxe, seguro que usted es más guapo que su hermano

Cuando Mers ha salido de mi despacho casi muero de un ataque de risa. Con mi poca vida social en el bufete, lo cierto es que estaba bastante al margen de los comentarios que se hacían sobre mí. Bien, si la gente piensa que me siento rechazado por Valeria… que lo sigan pensando.

Sobre las doce Mers me ha anunciado la inminente reunión en la sala de juntas para supervisar la campaña del nuevo servicio de asesoría jurídica para automovilistas que empezará a prestar el bufete al margen de su actividad principal. Cuando he entrado en la sala de juntas, aún estaban por llegar varios socios, entre ellos Ricardo y Roberto. Ángel conversaba con una de las socias, una arpía de cuarenta y tantos vestida con un traje de Armani rigurosamente negro, les he saludado sin detenerme. Graham preparaba en el portátil la animación en PowerPoint.

-Hola

-Hola, Juan. ¿Todo bien? –Ha preguntado él con una sonrisa.

-Sí bueno… intentando recuperar el ritmo y adaptándome a los cambios que ha traído el año –respuesta de lo más estúpida.

-Me alegro

-¿Y tú qué tal?

-Muy bien, estoy convencido de que la campaña será un éxito.

-Ya… si lo es, podríamos salir a celebrarlo… -he murmurado sin estar seguro de mis palabras.

-Estaría bien… -y cuando estaba a punto de sonreír- ya me contarás como ha ido la celebración

Tocado y hundido, como cazador huyendo de una presa que ha demostrado ser más fuerte que él, me he retirado y me he sentado junto a Ángel.

-Te lo dije

-¿El qué? –He preguntado.

-Que Newey no era para ti… Graham es un born to be wild.

-Ya… -he respondido resignado.

-Bueno, al menos no os habéis liado

-Demasiado tarde

-Jajajaja… eres la hostia Juan ¿cuándo?

-La primera vez hace unas dos semanas y la última fue la noche de fin de año.

-Jajajaja… alucinante –le he mirado con cara de ‘o dejas de reír o te parto las piernas’-. Bueno, si has tenido sexo con él… perfecto ¿es lo que querías, no?

-Ya no sé lo que quiero… -he respondido confuso.

-Mmmm… eso suena a un interés más allá de lo sexual

-¿Y qué? El hijo de la gran puta pasa olímpicamente de mí… me resulta tan familiar… joder, siempre voy a topar con los más cabrones

-Rechazas a los que van de buena fe, es normal que topes con los más cabrones

-¿Te refieres a ti? –He preguntado con una sonrisa irónica.

-No, a tu amiguito Toni –ha respondido Ángel devolviéndome la sonrisa.

-Joder, hablando de Toni –he dicho yo reconduciendo la conversación-. Tengo que preguntarle a Carlos si sabe algo de él. Se largó la noche de fin de año al pueblo de su novio… y hoy empezaba las clases, debería haber vuelto ya.

Antes de que pudiese añadir algo más, los RR han entrado en la sala y Graham ha comenzado su exposición. Es curioso como puedes seguir estando interesado en alguien que te echa de su casa el día después de haberte follado y te rehuye una semana después. Es curioso que después de todo le siga mirando y piense en su sonrisa, en sus caricias, en la noche de fin de año… en sus besos delante de todos en la fiesta

Tras la reunión, Graham se ha largado sin decir nada… algo que por otro lado no debería sorprenderme, Graham es así, ya me lo advirtió Carlos. Intentando recuperar la normalidad, me he reunido con dos clientes antes del almuerzo. Después he tenido el tiempo justo para devorar un plato de pasta con Roberto y Ángel… amor correspondido… hacen tan buena pareja, y pensar que no amo y me siento amado desde que corté con Ana… Ana ¿qué debe ser de ella?

Por la tarde, mientras redactaba un pesado informe, Mers ha interrumpido mi concentración con una de sus triunfales entradas.

-Señor Lamar

-¿¡Qué?! –He respondido intentando controlar mis nervios.

-Tiene una visita

-No, no tengo más citas anotadas para esta tarde.

-Lo sé, soy su secretaria… pero insiste en verle

-¿Quién es?

-Un chico de unos 18 años… dice que es su sobrino

-¿Sobrino? Yo no tengo sobri… -no he terminado la frase, Mers ha sonreído y me ha guiñado el ojo-. Hazle pasar… -he dicho yo temiéndome quien estaba esperando fuera.

Esos ojitos azules, esa cresta rubia, ese cuerpo de futbolista adolescente… demasiado familiar para equivocarme.

-Hola, Juan

-Más te vale que tengas una buena razón para estar aquí

-Hace más de una semana que hablamos y me dijiste que me llamarías. Te he enviado varios sms e incluso te llamé ayer, pero no me lo cogiste

-Me pasé el día durmiendo, pensaba devolverte la llamada. Pero venir aquí ha sido una mala idea. Mi nueva secretaria creo que ha pillado algo y es una bocazas… ¡joder!

-Pero si he dicho que era tu sobrino, ¿qué tiene de raro?

-Mi hermano no tiene hijos

-Bueno, pues ahora sí –ha respondido él con una sonrisa mientras rodeaba la mesa y se sentaba sobre ella muy cerca de mí.

Cuando sus manos han acariciado mi corbata y ha colocado una de sus zapatillas sobre la silla justo entre mis piernas, Marc ha terminando de convencerme. Necesitaba algo así para animarme el día.

-Pensaba que tenías miedo a que nos viesen juntos

-Y lo tengo, pero tengo miedo de mis compañeros de instituto, no de la gente de tu bufete. Si se imaginan que he venido a comerte la polla seguro que se les pone dura a más de la mitad de ellos

-Ya, pero da la casualidad de que yo no quiero que la gente comente que me lío con adolescentes buscones en mi despacho

-¿Buscones? –Marc ha sonreído-. ¿Y qué voy a encontrar si busco por aquí?

Sus manos han empezado a sobarme la polla sobre los pantalones del traje. Le he acariciado la nuca acercándole hacia mí y nos hemos besado. Cabrón cada día besa mejor.

-Bueno, bueno… -he dicho yo separándome de golpe-. Mejor nos vamos, este no es un buen sitio

-Como quieras… pero algún día me follarás en ese sofá… -su comentario se merecía un beso.

Al salir del despacho con Marc, Mers me ha mirado y ha contenido su sonrisa. Se me he ha helado la sangre.

-Ves hacia el ascensor, ahora te alcanzo

-Bien –ha respondido Marc.

-Mers, voy a tomarme el resto de la tarde libre, me ha surgido un imprevisto

-Muy bien –ha dicho sin dejar de sonreír-. Si todos los imprevistos estuvieran tan buenos como este… jejeje.

-¿Cómo?

-No soy tonta Señor Lafarge, las lesbianas tenemos un sexto sentido para estas cosas… que vaya bien la tarde

-Gracias –es lo único que he podido responder. Mers, lesbiana… supongo que su declaración ha sido una especie de pacto de silencio. En cualquier caso, me he ido mucho más tranquilo.

La tarde no ha dado para mucho. Tras tranquilizar a Marc saliendo del centro de Barcelona, hemos terminado en una calle casi desierta en Montjuïc. Eso sí, Marc ha pagado con creces el viaje hasta allí, se ha marcado una mamada de las que hacen historia y yo le he correspondido con otra del mismo calibre, tenía muchas ganas de comérsela. Con la polla descargada, a Marc le han vuelto a entrar sus paranoias y me ha pedido que le dejase en una estación de metro en Paral·lel. Es curioso, lo bien que come pollas y las tonterías que tiene en la cabeza.

Cuando he llegado a casa, Carlos no había llegado aún, así que he aprovechado para darme un baño relajante y navegar un rato por Internet. Un detenido vistazo a las novedades del Salón de Detroit me ha ocupado el resto de la tarde. Debería haber ido al gimnasio, pero mis excursiones con Marc por Montjuïc me han robado demasiado tiempo.

Me había puesto a hacer la cena, una deliciosa fideuá congelada de Magi, cuando Carlos ha cruzado la puerta de entrada. Tras descargar sus cosas en su habitación ha entrado en la cocina.

-Hola.

-Hola ¿qué tal va todo?

-Bien, estoy preparando algo de cenar

-Vaya, que poco propio de ti… -ha respondido Carlos con sorna.

-Mmmmm… me reservo par ocasiones especiales

-Ya… ¿qué tal el día?

-Bien, bueno, normal… el trabajo bien, pero me han cambiado de secretaria… parece ser que Valeria ha pedido el traslado ¿sabias algo de eso?

-Sí, algo me había comentado

-Ya ¿y por qué no me lo ha consultado?

-No sé, eso deberías preguntárselo a ella

-Te lo pregunto a ti, eres su novio ¿no?

-Valeria y yo no hemos formalizado aún nuestra relación

-¿No sois novios?

-No sé… no hemos hablado de ello aún

-Ya veo que Valeria elude hablar de temas importantes

-La juzgas sin conocerla… -ha sentenciado Carlos.

-Estoy seguro de que tú la conoces mucho mejor que yo, seguro que has llegado al fondo de su persona… -he dicho con una sonrisa. Carlos ha sonreído simplemente-. Bueno, cambiando de tema ¿qué sabemos de Toni?

-Vaya, pensé que no lo preguntarías… pues hoy me ha llamado, vuelve en dos días y parece que no vuelve solo

-¿Paul se mudará a esta casa? –He preguntado yo aterrado.

-Es posible

-¡Joder! Eso habrá que hablarlo, no me parece buena idea

-Ya lo hablaremos a su debido tiempo, ahora mismo hay cosas que me preocupan bastante más

-¿Qué cosas? ¿Algo va mal en el trabajo?

-No exactamente… me acaban de nombrar jefe de un proyecto muy importante para un nuevo cliente… -Entonces Carlos ha fruncido el ceño y me he imaginado lo peor.

-¿Dónde?

-En Argentina

-¿Por cuánto tiempo?

-Entre uno y dos meses, depende de lo complejo que sea el desarrollo del proyecto

-¿Vas a irte dos meses a Argentina? –He repetido atónito.

-Seguramente será menos tiempo del previsto… es una gran oportunidad profesional

-¿Cuándo te vas?

-En poco más de una semana

Las palabras de Carlos han rebotado en mi interior y su eco se ha reproducido hasta el infinito. Mi único apoyo en esta vida me dice que va a pasarse dos meses en la otra punta del mundo mientras sigo estúpidamente colgado de Graham y me preparo para convivir con Toni y su recuperado novio Paul. Si en aquel momento me hubiesen arrancado las vísceras y echado sal en las heridas, seguramente no hubiese sentido nada. Carlos lejos de mí, era una de las últimas cosas que podía imaginar que sucediese. La vida es puta, no sabemos lo puta es hasta que no nos desarma y nos desnuda de esa manera.

Continuará