LVDO (68: Cuando quieres eres fantástico)

En su último día de trabajo antes de las vacaciones, Juan tendrá una última reunión con Graham. De vuelta a casa un breve encuentro con Toni que volverá a dejar las cosas como estaban.

  1. CUANDO QUIERES ERES FANTÁSTICO

-Bien, este es tu último informe… ahora ya puedes tomarte un merecido descanso… -ha dicho Ricardo cuando le he entregado el dichoso informe.

-Gracias… la verdad es que me apetecen unos días de calma –he respondido con una sonrisa de oreja a oreja.

-Bueno pues empieza a disfrutar de tu descanso ¿vendrás a la cena de empresa de esta noche?

-Uff, no creo… Carlos ha preparado una cena de bienvenida para Toni. Se mudó ayer al piso

-Lo sé, he hablado con Carlos durante la comida, hoy tenía el día libre y me ha hecho una visita.

-Me alegro de que hayáis recuperado el buen rollo

-Más o menos

-¿Por qué dices más o menos?

-Porque aún no ha tenido que enfrentarse a vernos a Sara y a mí juntos

-Pues queda poco para que ese momento llegue, mañana cenaremos juntos ¿no?

-Sí, Carlos me ha dicho que pensáis dar una cena en vuestra casa, como Rosa y yo no vamos a celebrarlo de forma especial

-Pues algo me ha dicho esta mañana, supongo que hoy le ayudaré a prepararlo. ¿Y tú? Estás preparado para ver a Rosa de nuevo?

-No tengo nada en contra de tu madre

-Ya… -he dicho simplemente- Bueno, te dejo, quiero despedirme de mis compañeros antes de irme

-¡Ah! Juan, se me olvidaba

-Dime

-En dos horas tengo una reunión con el creativo publicitario, tiene lista la nueva imagen corporativa del bufete. El problema está en que yo tengo una reunión extraordinaria con los socios y me es imposible ir

-¿Quieres que vaya yo? –He preguntado intentando disimular mi sonrisa.

-Sí, todos los socios ya la han visto, sólo se trata de firmar el contrato para ratificar la aprobación del bufete. La reunión es en la agencia a las 6.

-Bien, iré yo. No tengo nada más que hacer esta tarde –he mentido yo. Todo sea por ver de nuevo al intrigante Graham Newey.

Tras salir del despacho de mi padre he soltado un suspiro y en mi rostro se ha dibujado una sonrisa inmensa. Me he despedido de mis compañeros más cercanos del bufete, entre ellos Ángel.

-¡Ey! Hemos sobrevivido a nuestro primer contacto con la abogacía… -he gritado al verle.

-Bueno… jejeje, ¿lo dudabas? Ahora a descansar

-A descansar después de las fiestas, porque de momento me espera un duro trabajo para montar la cena de mañana.

-¿Hacéis cena de Nochebuena en vuestra casa?

-Sí, digamos que intentaremos que la tradición familiar no se estropee ahora que Ricardo y Rosa ya no están juntos

-Bien hecho tío.

-¿Qué haces tú mañana?

-Pues no sé, en Navidad volveré a Reus Con mi familia, pero mañana pensaba cenar con Roberto en un restaurante del centro o algo así

-¿Y su familia?

-Uff… la relación de Roberto con sus padres es casi nula, tiene mucho que contarles y como no ha querido hacerlo nunca

-Entiendo… ¿y por qué no venís a cenar a casa? Donde comen diez, comen doce –he dicho guiñándole el ojo.

-No sé… me sabría mal molestar

-¡Nada de eso! Estáis invitados los dos, seguro que Carlos ha comprado pescado para un regimiento. No falléis ¿de acuerdo?

-Jejeje… cuando quieres eres fantástico, Juan. Gracias, se lo diré a Roberto.

-Jejejeje… soy increíble, único en el mundo… afortunadamente

La última parada antes de entrar en el ascensor ha sido otra de las personas que han marcado mi presencia en "Lafarge i Associats".

-¿Vendrás a la cena de mañana?

-Sí, tu hermano me ha invitado… ¿algo que objetar? -No me ha gustado su tono chulesco.

-No, no… siempre eres bien recibida en nuestra casa, Valeria.

-Claro

-Hasta mañana pues

Y nada más. Desde que tuvimos nuestro primer encuentro tenso el día después a que se tirara a mi hermano, entre Valeria y yo las cosas no han mejorado. De hecho estoy considerando seriamente su traslado. Por si no hubiera suficiente con que la tenga que aguantar después de saber que se ha tirado a Carlos, ahora resulta que debo aguantar su arrogancia. Está claro que como hermano protector deseo algo mejor para Carlos que este zorrón de altura que juega a Barbies y a Kents con él. Quizás me equivoque, quizás, pero de momento Valeria ya puede andarse con mucho ojo.

Con las manos sujetando el volante de cuero de mi querido Sportcoupé (una de las pocas cosas en esta vida que me resultan imprescindibles), he pisado el acelerador y he salido del aparcamiento. En el reproductor de cd’s ha empezado a sonar Push The Feeling On de Night Crawlers. Entonces la imagen de Toni ha vuelto a mi memoria. Después de nuestro polvo de ayer, mi compañero de piso tuvo un inesperado ataque de arrepentimiento por faltar a la fidelidad que le prometió a Paul. Personalmente no he tenido tiempo de valorar lo sucedido. Con Toni me lo paso bien, especialmente en lo referente al sexo. Me gustó volver a sentirle. De Toni cualquiera podría enamorarse, pero ahora siento que necesito vivir mi vida. Y mi nueva vida empieza en Graham

Antes de las 6 cruzaba la puerta de la agencia de Graham, donde una servicial secretaria ha anunciado mi llegada. Minutos después entraba en el despacho de esa especie de dios terrenal del deseo.

-Hola –ha dicho con una sonrisa mientras encajaba mi mano-. Esperaba al Señor Lafarge

-Yo también soy el Señor Lafarge

-Ya… pero yo esperaba al otro

-Ricardo me envía para darte la aprobación del bufete al rediseño de su imagen corporativa. Los socios ya la han visto y están encantados. Como esto era un mero trámite me han enviado a mí

-Bien, de todas formas ¿quieres verla antes de tomar una decisión?

-¿Verla?

-Sí… la nueva imagen –ha aclarado él.

-Claro… -he respondido con una sonrisa.

-Acompáñame… -ha dicho mientras abría unas puertas de madera a la izquierda de su escritorio.

Hemos entrado en una especie de sala de juntas amueblada con muebles de diseño y presidida por una enrome pantalla de plasma. Cuando la presentación en PowerPoint se ha mostrado en la pantalla, Graham ha empezado con sus explicaciones.

No se puede decir que haya estado muy pendiente de las infografías, ni los gráficos, ni los esquemas, ni nada de lo que Graham me estaba contando, más bien mi atención se ha centrado en él. Cuando parecía que había terminado

-Fantástica… -he dicho sin vacilar.

-Perfecto entonces. El día 2 nos pondremos a trabajar para adaptar los cambios al bufete. Aún nos queda mucho trabajo por hacer

-Cierto… -le he mirado fijamente.

-Tengo la ligera impresión de que por tu parte podríamos empezar a adelantar trabajo esta misma tarde

-¿Tú crees?

Graham se ha acercado a mi silla, tenía su entrepierna a pocos centímetros de mi boca. Ha inclinado la cabeza hasta que sus labios han rozado los míos.

-Lo creo

Electrizado, me he puesto de pie y nuestras lenguas se han enredado en un morreo desesperado. Mientras sus dientes y su lengua libraban una especial batalla en mi cuello, mis manos han empezado a desbrochar el cierre de sus pantalones. Segundos después caía rendido de nuevo en la silla. Con su polla a la altura de mi boca, la gran mamada no se ha hecho esperar. Me había tirado a Toni la noche anterior, pero tener aquella polla, de aquel impresionante ejemplar heterogay, me han hecho sentir un deseo insaciable.

Sus dedos han acariciado mi pelo mientras guiaban sutilmente el movimiento de mis labios sobre el tronco de su polla dura. Sin dejar de comérsela, he liberado mi polla de su encierro y he empezado a masturbarme. De reojo podía ver la puerta de la sala de juntas, pensar que fuera la gente trabajaba ajena a nuestra escenita me la ha puesto más dura aún.

-Mmmmmm

Su suspiro ha marcado el final de la mamada. Cuando he liberado su polla y he empezado a masturbarle, su esperma ha empezado a caer sobre mi traje. Hubiese matado por retener en mi memoria la cara de placer de Graham en ese instante.

-Uffff… lo necesitaba –ha dicho justo antes de besarme-. Pero esto no se puede quedar así… -ha dicho mientras cogía mi polla y empezaba a masturbarme.

Su mano deslizándose frenéticamente sobre mi polla mientras su lengua recorría cada centímetro de mi boca… brutal. Han bastado 15 segundos para que todo el placer desembocara en un brutal orgasmo.

-¿Estás bien?

-Muy bien… -he dicho con una sonrisa.

-Me alegro de que te haya gustado la presentación

-Genial, dominas el PowerPoint a la perfección.

-Jejejeje… gracias. Ahora tengo que dejarte, tengo otro cliente en menos de 15 minutos.

He limpiado como he podido los desperfectos en mi traje de Zegna y he recogido mi maletín. Graham me ha conducido de nuevo a su despacho.

-Graham –le he dicho antes de salir.

-¿Qué?

-¿Volveremos a vernos?

-Es posible, de momento aún trabajo para tu bufete

-Claro… -he dicho yo algo decepcionado, esperaba otro tipo de respuesta.

-Juan

-¿Qué?

-Me gusta que me llamen Gream

-¿Por qué?

-Porque nadie pronuncia bien mi nombre, así que mejor adaptado fonéticamente al castellano.

-Bien, Gream. Espero verte pronto.

-Recuerdos a Carlos –ha dicho con una pícara sonrisa.

Cuando he cruzado la puerta de casa me sentía perdido en el sutil espacio que separa la alegría de la tristeza. Es curioso, me acababa de enrollar con un tío genial, se la acababa de comer en su despacho y él me había hecho una paja brutal. ¿Entonces? ¿Qué espero entonces? Pues supongo que algo más… Y no es sólo eso, su última frase "Recuerdos a Carlos", ¿qué ha querido decir? Está claro que Graham o Gream es gay, y entonces ¿pasó algo entre Carlos y él? ¿Carlos y él se liaron en el

-Hola ¿ya estás aquí? –Ha dicho Toni al verme.

-Sí, ya estoy oficialmente de vacaciones.

-Mira que bien, yo las empecé el viernes, después de una supercena de clase. Menos mal que ya sólo me queda un curso para terminar, no aguantaría muchas más cenas como esa

-Ya te queda poco –he dicho con una sonrisa mientras entraba en mi habitación para cambiarme de ropa, la prueba del delito.

-Carlos me ha dicho que hacéis una cena de Nochebuena en casa

-Sí, eso es

-Me preguntaba si podría cenar con vosotros yo también… mis padres se han ido a los Estados Unidos a pasar las vacaciones, me pidieron que fuera con ellos, como cada año, pero esta vez no me apetecía

-Claro que puedes cenar con nosotros, eso no tienes ni que preguntarlo. Estas en tu casa

-Gracias –ha respondido con una sonrisa-. Cuando quieres eres fantástico… lástima que quieras ser fantástico tan pocas veces

-Jejejeje… lo hago sin darme cuenta

-¿Cómo ayer?

-Ayer era muy consciente de lo que hacía

-¿Y entonces?

-Entonces nada… estuvo muy bien

-Sólo eso

-Sólo eso… ya lo sabías ¿no?

-Cuando quieres eres fantástico… -repitió Toni con un gesto de decepción en la cara. Nos miramos en silencio. No supe que decirle. Toni se dio la vuelta y salió de mi habitación… Si ser fantástico sólo fuera cuestión de voluntad

Continuará