Luz y Alberto
Primer encuentro
Luz ha salido con su amiga Renata, es sábado por la noche, primero una buena cena acompañada de una buena copa de vino, esta noche el vino elegido es el Lambrusco que bien fresquito consiga llevarlas al punto justo de risas y excitación para comenzar una noche que ambas esperan sea distinta a las demás.
Han entrado en su primer bar de copas de la noche, Luz viste un vaquero negro ajustado y una camiseta negra con tres tonos diferentes justo en la parte de sus pechos que hace que éstos se vean más grandes, también lleva el hombro derecho al descubierto, para Luz es mas excitante insinuar que provocar. Renata luce una minifalda gris con una camisita negra, el conjunto de Renata deja imaginar lo que debajo de el atuendo esconde, puesto que es ajustado y deja entrever unas curvas maravillosas y una figura sensual.
Tomando su primer cubata de la noche, han comenzado a bailar, las risas entre ellas son habituales, siempre ríen por cualquier cosa, esto a los ojos de la gente las hace más atractivas puesto que la mayoría de los chicos que se fijan en ellas lo hacen por el aire que se respira entre ambas.
Ha entrado por la puerta, es alto, moreno y lleva un pendiente en la oreja, parece de aspecto mayor pero tiene una mirada que lo hace parecer muy seductor. Lentamente te ha colocado justo al lado de las dos y se ha dirigido a ambas con una conversación bastante respetuosa Luz, Renata y Alberto han comenzado a hablar mientras toman una cerveza. Renata ha quedado con un amigo que todavía no ha llegado. Con lo cual los tres toman una cerveza, mientras hablan de temas sin sentido. Luz no puede dejar de mirar a Alberto. Alberto no puede dejar de recorrer el cuerpo de Luz con su mirada, ambos se insinúan con las miradas, se insinúan con los gestos. Y van dejando correr las horas del reloj de la noche. Renata se ha marchado al baño, no ha pasado ni un segundo cuando Alberto y Luz se han empezado a besar de una forma apasionada, excitante, ambos se desean. Renata ha vuelto pero aún seguían besándose en la boca de una manera que ha puesto en guardia a Renata. Han decidido cambiar de bar, pero Renata viendo la situación ha decidido abandonar a sus compañeros en el transcurso de la noche. Situados en la puerta del baño del bar, Luz y Alberto han comenzado a besarse nuevamente, sus respiraciones son agitadas, las manos de Luz se deslizan por la espalda de Alberto, mientras que las manos de Alberto, ayudadas por la pasión de Luz, le han pedido que las situé en uno de sus pechos. Alberto respira profundo, esta acelerado Luz esta deseosa de placer y este pensamiento es advertido por Alberto, puesto que Luz en un intento desesperado de sentir placer a puesto su mano en la zona más intima de Alberto a través del vaquero, Luz puede percibir como la polla de Alberto esta preparada y ansiosa del deseo que ella quiere proporcionarle. El momento, la excitación, las caricias los han puesto demasiado extasiados, teniendo en cuenta que se encuentran en un bar lleno de gente. Alberto ha dicho, ¡joder ! Bruscamente, para a continuación decir ¡Vamonos Luz! ella ha accedido están completamente seguros de que quieren darse placer el uno al otro.
Han llegado a casa de Alberto, este parece cortado, no sabe como reaccionar ante el cuerpo de Luz acostado en la cama, que no para de insinuarle ¡cómeme!.
Alberto se ha acercado a Luz ha empezado a besarla mientras esta se contornea con la intención de ponerlo todavía mas cachondo, lentamente él le ha quitado la camiseta y ha comenzado a acariciar sus pechos, mientras Luz lo rodea con sus piernas, a la vez que acaricia su espalda, el tacto de la piel de Alberto tan fino a puesto a Luz muy fogosa, desea sus manos, desea sentir el calor de las mismas en sus pechos. Alberto tiene la respiración agitada, ha desnudado completamente a Luz, y lentamente a comenzado a comer del exquisito manjar que luz guardaba bajo su tanga negro. Alberto juega con su lengua, haciendo pequeños círculos en el clítoris de Luz, mientras introduce uno de sus dedos. Luz esta muy excitada, pide en silencio a Alberto que llegue al final de la tortura.
Alberto sigue con su juego, no piensa poner fin al placer que esta sintiendo, los jadeos de Luz, acompañados por gritos de placer, ponen a Alberto muy cachondo, desea penetrarla pero debe contenerse, no quiere acabar aún. Luz ansiosa por sentir placer ha gritado ¡Fóllame, niño! Hazlo ya, necesito que lo hagas, Alberto ha introducido su polla dentro de Luz mientras ella extasiada no deja de moverse, mientras le grita que la folle y le pide que la bese, los movimientos de Alberto son cada vez más rápidos, no quiere correrse, pero es Luz quien se ha hecho con el control, pide y pide más y Alberto se ve en la obligación de llegar al final.
Ambos han conseguido llegar al orgasmo a la vez, pero Luz necesita más y comienza a acariciarse el coño delante de Alberto, éste la mira confundido, sin saber que es lo que pasará a continuación, cuando Luz le dice: ¡Ayúdame!, y coloca la mano de Alberto en su coño
Ambas manos intentan llevar a luz al placer del orgasmo, Luz sigue moviendo su mano de arriba abajo, mientras le pide a Alberto que introduzca uno de sus dedos, seguidamente Luz le dice ahora dos, y el hace inmediatamente introduce el segundo dedo dentro de Luz. Luz ha conseguido correrse de nuevo.
Extasiados por la rapidez , el momento, y la pasión ambos se han quedado dormidos poniendo fin a una noche de locura.