Luz frente al espejo ...

Chica que se levanta y decide darse placer ella misma.

LUZ

Ha entrado en la habitación dispuesta a dar rienda suelta a su imaginación.

Luz es una chica de 18 años, pero al igual que cada uno esconde dentro de sí misma un terrible secreto, que la atormenta cada día. Puesto que sabe que es una viciosa del sexo, del placer, la lujuria y el deseo.

Cada mañana al levantarse contempla su cuerpo en el espejo con una mirada deseosa de darse placer ella misma. Recorre lascivamente cada una de sus curvas con su propios dedos, se contornea frente al espejo, mueve sus caderas al compás de la música de fondo, que suena desde un viejo equipo de música situado en frente de su cómoda.

Luz tiene la libido a flor de piel, siente como cada uno de sus poros despiertan mientras ella acaricia cada uno de ellos con la yema de sus dedos.

Su cabello largo y lacio se desliza sobre sus mejillas, acariciando su cara. Sus dedos se han puesto a recorrer sus labios carnosos, rosados deseosos de ser besados. Recorren el labio inferior con mucha dulzura y suavidad, con la intención de introducir ese dedo en la boca, y poder saborearlo con su lengua, con pequeños círculos. Sus labios se han cerrado como una nuez con el dedo dentro de la boca, Luz está sintiendo una gran excitación, imaginando que haría ahora mismo con algo que no fuera su dedo en la boca. Los pechos de Luz dejan ver a simple vista en el espejo lo excitada que ella esta, sus pezones están firmes y duros.

Ansiosa por sentir placer, ha decidido probar con algo más. Ha encendido un pequeño ventilador y lo ha dispuesto justo hacia su pelo, el ventilador provoca escalofríos placenteros sobre el cuerpo de Luz.

Ansiosa por alcanzar lo que desea ha introducido sus mano derecha dentro de sus bragas negras, sigue mirándose al espejo mientras estas recorren despacito toda su zona hasta que uno de sus dedos se ha introducido dentro de su zona más intima. Luz comienza a hacer girar su dedo dentro de ella, con pequeños círculos. Ha llegado el momento se dice a sí misma dos de sus dedos de la mano derecha se han introducido dentro y comienzan a entrar y salir, con calma, despacio, los jadeos de Luz frente al espejo la ponen todavía más cachonda, escucharse le provoca excitación. ¡ Ummmmmmmm! Que placer, grita: mientras sus dedos cada vez se introducen de forma más rápida, su respiración se agita, sus jadeos cada vez menos distanciados entre sí, Luz esta a punto de culminar su misión, extasiada frente al espejo alcanza el orgasmo mientras su mano izquierda se apoya en el espejo y su cuerpo se quiebra hacia delante, para poner fin al primer orgasmo de la mañana.