Luz en la Oscuridad (2)

Esa noche Larissa tuvo dos sueños. El primero era el mismo de siempre: ella corriendo mientras unas garras en la oscuridad la perseguían, solo que esta vez al igual que la anterior la luz se apareció esta vez mas cerca y cuando la alcanzó se estremeció al contacto de la claridad.

Esa noche Larissa tuvo dos sueños. El primero era el mismo de siempre: ella corriendo mientras unas garras en la oscuridad la perseguían, solo que esta vez al igual que la anterior la luz se apareció esta vez mas cerca y cuando la alcanzó se estremeció al contacto de la claridad.

Se despertó rápidamente con el sonido de la lluvia y recordó que tenía la ventana abierta. Corrió a salvar sus papeles y cerró la ventana mientras veia la inmensa oscuridad. No se veia su árbol, ni veia las casas vecinas. Miró el reloj y frunció el ceño, eran las 3 am. "La hora mas oscura es justo antes del amanecer" recordar las palabras de su ex pareja hizo que le dieran nauseas. Que podría saber ella de oscuridad o amanecer si ella era todo luz.

Se acostó con desgano e intentó volver a dormir lo poco que quedaba de noche. En su segundo sueño estaba cayendo a un pozo viejo hecho de ladrillos que estaba en medio de la nada e intentaba agarrarse de la orilla pero sus manos estaban mojadas y cuando su yemas no pudieron sostenerse mas una mano agarró con fuerza su muñeca y la jaló hacia afuera. Era una mano delgada y blanca. Se impulsó con las rodillas en los ladrillos y pudo salir, al querer agradecerle a la persona esta se desvaneció. Despertó con la claridad de la mañana y con una ligera sonrisa recordó ese segundo sueño: sabía quien era la persona que la había salvado. Era sábado en la mañana y era dia de ensayar con la orquesta. Se sirvió un pedazo de panqué y mientras tomaba leche con chocolate su celular vibró. Lo tomó deprisa y empezó a leer

-Hey me la pasé super chica clásica :D espero que tengas un buen dia en la orquesta-

Larissa sonrió tiernamente. ¿Cómo una extraña podia recordar algo que dijo sin pensar?

-Gracias. Feliz sábado Cloe :D

Su madre se asomó por la cocina y la miró extrañada

-¿Quien te manda msj a las 9 am que te hace tan feliz?- Larissa quitó la tonta sonrisa que tenía

-Es que hoy empezaremos algo nuevo, por eso jeje- su madre la miró pero pensó ya no hacer mas preguntas, hacia mucho que su hija no sonreia así.

Las prácticas de la orquesta se hacian en un edificio lleno de butacas de color rojo apagado y pisos alfombrados de negro, que parecian remontar a la gente a un cine antiguo por su forma semicircular y la amplitud del escenario. Se acercó con prisa y vió a sus demás compañeros que ya iban a empezar a practicar.

-Llegas tarde Larissita- dijó el maestro, un hombre de pasados los 40, de poco cabello, bajito y algo regordete con una barba larga de candado color plata-pero no para que oigas la nueva noticia: la próxima semana daremos un dueto de violín-piano y dado a que has avanzado y te has esforzado mucho te he elegido a ti para la parte de violin.- Larissa miró a aquel hombre y casi quiso abalanzarse a abrazarlo pero solamente sonrió y le dio las gracias.

La clase pasó rapidamente como suele ocurrir cuando se preparan nuevas piezas. A casi terminar la clase el maestro a se se llevó a Larissa a la parte de atrás donde se encontraba el único piano de el edificio. Rara vez iban a la parte de atrás porque se tenia que pasar por un pasillo muy estrecho y solo podian estar pocas personas.

(http://www.youtube.com/watch?v=X6jR6B6U80M&feature=related esto va en el relato)

Mientras caminaban una hermosa melodia empezó a escucharse y los ojos de Larissa se empañaron, era Nocturne in C Minor de Chopin esa que tanto amaba y en ese momento recordó sus pensamientos sobre ese piano...creia que estaria en malas condiciones y se daba cuenta con cada sonido, cada nota que emanaba, cada golpeteo que estaba vivo y que gritaba en toda la habitación mientras mas se acercaban. En cuanto abrieron la puerta lo primero que miro fue ese cabello rojizo balanceandose y esos ojos de luz que a instantes se apagaban. Era Cloe. Cloe estaba tocando. Le había dicho que tocaba el piano pero no pensó que ella estaría aquí y menos que era tan talentosa.Y mejor aún, Cloe estaba tocando la melodia que ambas creian perfecta. Se acercó para mirarla más de cerca y respiró su perfume. Era suave y delicado pero embriagador. Cloe miró de reojo mientras tocaba a una mujer esbelta de piel color chocolate con leche, cabello negro y ojos intensos con un violín a su lado, cuando miró mas de cerca se dio cuenta de que era Larissa. Dejó la melodía de golpe y el maestro aplaudio extasiado mientras se acercaba al piano.

-La mejor de la clase de la señora Olivia, Larissa es un placer presentarte a la compañera de tu dueto, ella es Cloe-Los ojos de la morena se centraron en aquella muñeca de porcelana que bajaba con delicadeza y se acercaba a ambos.

  • Hola Larissa- Cloe sonrió y el maestro les entregó las partituras para la parte de cada quien mientras miraba la hora y se quitaba el sudor de la frente con una toallita. -Voy a dejarlas solas, tengo que ir por mi hijo a la guardería aparte que ustedes son grandecitas jeje- y se marchó como cualquier hombre apurado e irresponsable.

Cloe y Larissa se miraron y se rieron de aquel espectáculo de impaciencia de hace un momento.

-Que profesional es tu maestro- Larissa dejó de reir y la miró

-¿Porqué no me dijiste que estarias aquí?- Cloe le sonrió y se recargó a un lado del piano

-Porque no lo sabía, hasta hoy en la mañana. Parece ser que estamos destinadas a estar juntas ¿verdad?- y antes de haberse dado cuenta de que habia dicho eso se puso roja y muy avergonzada – quisé decir...bueno...jejeje-En ese momento las mejillas de Larissa se incendiaron e intentó reir para disimular

-Si, claro, el destino jeje, ¿podemos practicar ya?-tomó el violín e intentó no hacerse ilusiones con lo que habia dicho Cloe, bien podrian ser palabras de cartón dichas por cualquiera. La pelirroja la miró extrañada y se sintió mal creyendo que tal vez lo que empezaba a sentir por Larissa era simple admiración y que ella no podria sentir lo mismo.

Empezaron a practicar y mientras mas pasaba el tiempo mas pesado se hacia el ambiente entre ambas, se sentia una barrera que no las dejaba conversar. La hora de práctica habia acabado y con la ausencia del maestro Larissa tomó su violín y se acercó a guardarlo en su estuche

-¿te vas tan pronto?- Cloe intentó acercarse pero cada paso que daba le pesaba y sentía una inseguridad muy grande la cual se multiplico al mirar los ojos frios de su acompañante

  • Tengo cosas que hacer, nos veremos luego- y diciendo esto se alejó corriendo del edificio y llegó a la parada del autobús sintiendose una idiota. Se habia ilusionado de una persona que a su parecer le gustaba jugar. Ella sentía como Cloe podria estar burlandose con sus amigas de la niña boba que le habló de la nada en el autobús y como la había conquistado llevandola al mismo lugar que todas. Sintió ganas de llorar y fue cuando vió a lo lejos el autobús le hizo la parada y se subió encontrandolo vacio para su suerte y corrió a sentarse hasta el fondo lo que era muy recomendable por como sentia. Mas estudiantes comenzaban a sentarse abarcandolo todo, ella solo podia oir los zapatos puesto que llevaba rato mirando el suelo. El autobús comenzó a avanzar y ella miraba como sus lagrimas caian en el violin.

En ese momento alguien se sentó a su lado y jalandola la abrazó fuertemente acomodandola en su pecho. Cloe la había perseguido hasta encontrarla subiendo el autobus y lo abordó rapido y fue cuando mirando a los asientos la encontró al final. Mientras se acercaba notando su fragilidad no logró controlar sus impulsos y corrió a abrazarla como quiso desde la primera vez que la vió y ella le correspondió el abrazo dejando de llorar y solo mirando el horizonte. Fueron 30 minutos de silencio, el cual decia todo. Cloe podia sentir cada fibra de la piel de Larissa y su respiración siendo lenta y tranquila mientras ella sentia como la pelirroja la protegia en sus brazos como el tesoro mas preciado. Cuando llegaron a su destino Cloe se separó lentamente y ambas bajaron sin mirarse a los ojos. Caminaron sin decirse nada y cuando ya iban a llegar a casa de Larissa ella se detuvo y mirando a Cloe a los ojos notó algo más que la luz de antes: había amor, un amor incondicional y puro. La pelirroja se acercó a Larissa y poniendo las manos en su rostro la besó. Fue un beso lento, profundo, que logró hacer que toda aquella oscuridad en Larissa desapareciera, fue una explosión en sus sentidos que la hizo renacer y tomando a Cloe de la cintura le correspondió el beso. Al separarse ambas se miraron y se sintieron como piezas de un rompecabezas que acababan de unirse. Cloe acariciandole el rostro le dijo con timidez

  • Desde la primera vez que te vi no entendia que me pasaba, hasta ahora...por ti se lo que es amar- Larissa la abrazó con mas fuerza y Cloe volvió a besarla sintiendo su corazón como si quisiera reventar de felicidad.

El amor volvió a Larissa que a la vez logró que Cloe resolviera el misterio que por noches no la dejaba sentirse completa. Juntas las cubria una luz incandescente que nunca se iria.