Luz en la Oscuridad

Oscuridad…la oscuridad que reinaba la habitación de Larissa al igual que en su corazón una noche más…ya había llegado al fondo del abismo, lloraba desde hacia varios meses por amor…necesitaba amor, la habían dejado tan vacía

Oscuridad…la oscuridad que reinaba la habitación de Larissa al igual que en su corazón una noche más…ya había llegado al fondo del abismo, lloraba desde hacia varios meses por amor…necesitaba amor, la habían dejado tan vacía

Tenia en su mente a la persona la cual había causado todo, odiaba tener esa imagen una y otra vez, quería que se borrara, necesitaba que se fuera ese agujero negro que se había tragado su corazón…y por esta vez la oscuridad reinó una vez más.

Las pesadillas la rodeaban, había veces que no descansaba ni una hora porque tenía que levantarse para respirar…Era la misma pesadilla, ella corriendo mientras unas garras en la oscuridad la perseguían, solo que esta vez cambió, una luz estaba mas adelante en ese laberinto y corrió a alcanzarla.

El sol cayó en sus ojos hinchados y despertó, sin ánimos, y pensando en ese sueño se levantó a cambiarse, era otro día normal, lleno de lo mismo de siempre. Bajó las escaleras y se encontró con la sorpresa de que tendría que irse en autobús dado que su padre tenía un compromiso.

Larissa odiaba que no le dijeran a tiempo esas cosas

  • Mamá ahora voy a llegar tardé- refunfuñó y caminó hacia la parada del autobús con su mochila y molesta.

Llegó a la parada antes de que el autobús se fuera y subió acelerada mientras buscaba un lugar al fondo, se sentó y encendió su mp3 para distraerse de saber que iba a llegar tarde. El autobús iba mas lento que de costumbre y por ser una hora de entrada a la universidad se empezó a llenar hasta que ya no cabía nadie.

Y fue cuando alzó la vista al notar una carpeta con partituras dibujadas, era de color negro y las notas musicales estaban de diferentes colores vivos. Siguió mirando la carpeta intentando descifrar que melodía era cuando el autobús frenó de golpe e hizo que la carpeta cayera al suelo. Fue cuando las botas del dueño la levantaron y con su vista empezó a escanear: botas como de nieve, pantalón negro y deslavado, blusa roja de manga larga con un escote circular que iba a juego con una bufanda negro con rojo…y entonces se dio cuenta de que era dueña. Siguió subiendo mirando el cabello castaño rojizo hasta que al fin miró el rostro: sus ojos en unos lentes rectangulares con armazón negro miraban con desinterés hacia el recorrido, tenía la tez blanca, era una chica normal, pensó. De golpe volvió a frenar el autobús y esta vez tiró la carpeta a los pies de Larissa, ella la tomó antes de que se saliera por la puerta y fue cuando sintió una presencia, miró hacia arriba y ahora que tuvo de cerca a la dueña fijamente notó sus ojos almendrados: eran grandes, estaban llenos de luz, y la miraban fijamente. Ese instante se volvió eterno mientras recorría con mayor detenimiento el rostro: la nariz fina y recta, sus pómulos color crema, y sus labios semigruesos que escondían una sonrisa preciosa que se escapó en ese momento.

  • Gracias por atraparla – dijo Cloe mientras la tomaba y se incorporaba a su lugar.

  • De nada, me…gustó tu melodía…- Larissa lo dijo tan bajo que creyó que como siempre no la habían notado

El autobús llegó a la Universidad y todos se bajaron corriendo para tomar el autobús que recorría los campus. Larissa odiaba el autobús, ella prefería caminar, además el día no tenía tanto sol. Mientras caminaba recordó la mirada de esa chica, llena de luz, con destellos de felicidad y recordó que era esa misma mirada que ella tenía

  • Es del Lago de los Cisnes…- dijo una voz aterciopelada detrás de ella, lo que la hizo voltear por inercia y ver a la misma chica sonreírle.

Larissa se quedó de piedra mientras aquella chica se acercaba más hacia ella

-Hola niña clásica, digo, no me refiero que seas clásica, sino porque pues, te gusta esa música y pues por eso y…ahm me llamo Cloe -la voz de Cloe sonaba nerviosa y con ese mismo nerviosismo le dio la mano a Larissa

-Mucho gusto, Larissa-Al momento de tomar la mano de Cloe una corriente eléctrica le llegó a ambas pero no era una sensación mala sino todo lo contrario, era cálida, era de encontrarse

-Y vas a la facultad de música?- dijo Cloe mientras la miraba a los ojos pensando porque eran tan negros y sin vida

-No, estudio diseño gráfico pero voy a la orquesta-dijo Larissa sonriéndole ampliamente

-Ah!! Que genial ¿y que tocas? Yo toco el piano en mis tiempos libres- Cloe hizo como si tocara en el aire

-Toco el violín y si sabia q tocabas el piano por tus partituras-

-OH, muy observadora la señorita y ¿tienes clases ahora? Digo que pregunta tan estúpida, sino no estarías bueno ¿tienes clases?

-De hecho no, voy a imprimir y después tengo clases y salgo hasta las 2- Larissa no entendía como podía estarle hablando así a aquella desconocida, seria tal vez que su manera de expresarse le causaba ternura, calidez y le parecía como si la conociera de más tiempo

-Larissa ¿no te interesaría escuchar un poco de buena música saliendo de clases? Siempre voy sola, no se si te pase pero la mayoría de la gente que conozco no aprecia esa música y por lo que veo tu…bueno solo si quieres…ir conmigo-Larissa miró a Cloe mientras ella movía los pies con algo de ansiedad

-Pues la verdad tenia un trabajo en equipo y…-Cloe se acercó más a ella y puso una mirada juguetona

-¿Nunca has huido de tus compromisos verdad? Pues, siempre hay una primera vez, si decides ir conmigo-Cloe sacó una diminuta hoja color aguamarina y escribió su numero de celular-Si decides ir llámame, y ahora tengo q irme, me dio gusto de conocerte Larissa, espero tu llamada-

-Igualmente y veré si puedo zafarme y no ir, ya depende de que diga mi conciencia jiji, nos vemos Cloe, gusto en conocerte-le dio la mano y Cloe se marchó mientras miraba como aquella chica que acababa de conocer le daba tantos impulsos extraños

Las clases pasaron con una impaciencia extraña, Larissa no podía prestar atención solo pensaba en esos ojos, en todo lo que había pasado, había sido tan rápido y tan sencillo el poder hablarle a alguien a quien miraba que todo eso le causaba una opresión en el pecho pero no era dolor, era algo que le causaba paz. Intentaba no pensarlo y no quería que las clases pasaran rápido porque aún no tenía respuesta a la invitación. Tenía obligaciones pero ¿Quién no se ha escapado de ellas? Creyó que como siempre su mente sería un partido de ping pong donde la pelotita sería la idea en turno, pero esta vez ambas partes dijeron "solo hazlo". Al escuchar eso tomó el celular y empezó a escribir un msj muy rápidamente.

Decidido, me escapo del trabajo J

¿A q hora nos vemos?

Mandó el msj y al minuto contestaron

Espérame en la parada de tu facultad a las 3 J

Las siguientes horas fueron casi eternas, no sabía lo que iba a pasar y el no saber con exactitud las cosas hacia q sintiera un vacío pero mezclado con inquietud y excitación. Salió huyendo de sus amigas alegando una complicación y dejando al mando del trabajo a alguien mas se dirigió a la parada. Su respiración se entrecorto mientras la veía ahora con la luz de la tarde: es realmente hermosa pensó, no solamente físicamente sino que Cloe emanaba una vibra tan mística y perfecta. La miró mientras avanzaba leyendo unas partituras, concentrada fue cuando sus ojos se clavaron con los de Larissa.

  • Mira! Me has tomado de nerd leyendo jaja- se levantó y mientras tomaba sus cosas miró a Larisa

  • ¿Qué pasa? – Larissa señaló las partituras

-¿Es Nocturne in C Minor de Chopin?- Cloe le entregó las partituras a Larissa mientras miraba sus manos delgadas y maravillosas, aptas para el violín

-¡Siiii! Es de mi melodía favorita, me alegra que la conozcas-dijo ella sonriendo, ambas se miraron unos segundos los cuales se rompieron al momento en que

-Es que es tan…- Larissa buscaba una palabra en su mente

  • ¡Perfecta!-dijeron ambas al unísono, lo cual hizo que ambas se rieran

-¿Nos vamos señorita? ¡No quiero que te pierdas nada!- Cloe la miró y sus ojos brillaron mas con el impacto del sol mientras esa sonrisa le llenaba de calor el pecho a Larissa

-No, créeme que no quiero perderme de nada- dijo Larissa devolviéndole una sonrisa diferente a Cloe.

Luna Azul era una local que estaba pegado abajo al desolado Vips Madero, estaba pequeño pero acogedor con una tarima que iluminaba los instrumentos musicales. Cloe le indicó a Larissa que la siguiera y mientras ella se deleitaba con mirar algo novedoso y que creyó que solo existía en sus sueños, Cloe siguió caminando hasta donde un letrero indicaba "Acceso Restringido" junto a un gran candado.

Larissa se detuvo mientras Cloe sacaba la llave y abría

  • Soy VIP aquí jajaja- la chica de castaño rojizo se inclinó como si fuera servidumbre- Por aquí Madame- le indicó hacia un pequeño balcón en donde se veía muy bien desde abajo.

  • Este lugar es maravilloso- Larissa se sentó y observó a los que ensayaban rigurosamente mientras Cloe se sentó a su lado

-Aquí vengo cuando me siento sola…la música siempre me ha aliviado mis pesares- los ojos de Cloe se bajaron de luminosidad igual que cuando la vio en el autobús

Larissa la observo detenidamente mientras su respiración se hacia lenta…sus ojos ahora en un tono menor tenían mucha tristeza, sus labios hacían un puchero que solo había visto en sus muñecas de porcelana y fue cuando la idea le llego a la mente: Cloe era una muñeca de porcelana, la más bella que había visto, sus facciones eran tan perfectas. Los ojos de Cloe se encontraron con los de Larissa y la miraron fijamente.

  • Larissa… ¿tu sabes que es amar?, no te asustes es solo una pregunta, lo que pasa es que…yo no se que es eso…y solamente siento algo parecido cuando toco el piano.

Cloe movió la silla y se acercó más a Larissa quien tenía una mirada serena mientras pensaba las palabras adecuadas.

-Amar es de lo mas bello que hay en el mundo Cloe…El problema es que al igual que la música es algo adictivo y cuando te lo quitan pues…-la mirada de Larissa se bajo hacia el espectáculo donde empezaron a tocar una melodía triste.

En ese momento ambas miraron hacia abajo y escuchaban la música con los ojos cerrados dejándose llevar por la música. En ese momento Larissa no podía creer que ese ser tan maravilloso nunca hubiera disfrutado del amor de esa manera. Pensó en todos los hombres que pudieron haberla cortejado, en como se podría haber sentido, tal vez es que Cloe era como ella…tal vez tampoco podía amar porque eso requiere tiempo y en esta época lo que menos le importa a todos es eso. Toda la gente quiere cosas banales y rápidas.

En ese momento unas manos tocaron su rostro y le pusieron unos audífonos. Era Cloe quien estaba detrás de ella la que le había puesto eso.

  • Escúchala mejor con esto. Yo me la se de memoria miles de veces, pero quiero que tu la sientas con amplificadores – las manos de Cloe no soltaron los audífonos y las yemas de sus dedos rozaban el rostro de Larissa. Un estremecimiento le daba en su estómago al sentir esa piel tan suave en sus manos, era casi igual que la sensación que tenia cada vez que tocaba una nueva melodía, era algo nuevo, refrescante y le llenaba de paz. No entendía como una desconocida podía darle esos sentimientos tan puros y hermosos con sólo tocar su rostro. Larissa seguía intentando concentrarse en la música pero esas manos no la dejaban, quería sentir esas manos mas cerca, quería que la melodía nunca acabaran y estuviera así para siempre. Siguió concentrándose en las manos de la pianista tan finas y ahora en su rostro, sentía como sus poros querían absorberla por completo. Larissa sintió que la melodía terminaría por arreglos y fue cuando sintió calor en su cuerpo. Un abrazo la invadió y fue tan lleno que la quemaba.

  • Larissa…- Cloe solo alcanzó a decir eso, sus ojos miraban fijamente a la chica de cabello negro y mirada penetrante

– Gracias por acompañarme…- Larissa la miró y se dio cuenta que esos ojos habían cambiado…ahora tenían luz.

Continuará....