Luna de miel con Dinky

Mi mente fantaseaba desordenada con el sexo animal, imaginaba que el perro me comía la concha y solo con pensar me estremecía toda, metí la mano entre mis piernas para tocarme la cuca y mierda, estaba empapada, llena me mocos pegosos. No espere mas y allí mismo me saqué la tanga y le puse en la nariz al perro, él empezó a olfatear y lengüetear los jugos de mi concha que estaban pegados a mi tanga.

Luna de miel con Dinky...

Hola mañosones, ha pasado mucho tiempo desde que Popy me dio como a piñata y por la cola me lleno las tripas con su leche caliente. Desde esa vez, quedé obsesionada con el sexo zoo y convencí a la vieja estúpida de mi mamá para que me regalara un perrito; fui a la veterinaria y después de mirar a varios perros que estaban en las jaulas, me gusto un bóxer como de ocho meses porque no quería esperar mucho para tener marido en mi propio depa y dejar de ir hasta la casa de mis tatas.

Llame al veterinario y le dije que me gustaba el perrito color caramelo que estaba en la jaula blanca, le dije que vivo en una zona malandra y que mayormente estoy sola todo el día porque mamá y su hermano trabajan desde muy temprano y regresan por la noche. Luego le pregunté por las características del animal que había elegido, el doctor me dijo que era muy dócil y obediente, que es excelente compañía para personas que permanecen solas por mucho tiempo. Ufffff qué bravazo dije mentalmente. Me gusta!!!!! Quiero que sea obediente y me acompañe le dije al veterinario y por dentro pensé qué compañía la que me dará cuando estemos solos y se acostumbre a las mañoserías que le enseñaré.

El doctor cogió una cadena y lo saco de la jaula, luego empezó a tocarle la cabeza hasta que el perro respondió lamiéndole la mano. Acércate que es muy dócil me dijo el doctor….. se veía muy robusto y yo con un poco de temor me fui acercando hasta quedar parada junto a los dos, no tengas miedo volvió a repetir el doctor y cogiendo mi mano con la de él, acaricio nuevamente la cabeza del animal. Me temblaron las piernas de nerviosismo y angustia, sudaba inesperadamente por las fantasías que pasaban por mi cabeza cuando miraba al perro……. Me tranquilicé ante la calma del animal, luego comencé a jugar con él y en un tiempo de 10 minutos, ya éramos muy buenos amigos porque el médico nos miraba emocionado. Es justo lo que quiero le dije al veterinario: qué esperas me contestó él…. ¡¡¡¡¡está barato, solo cuesta 200 dólares!!!!! Que bacán volví a repetirme a mi misma, tendré marido para mi solita por tan poco dinero, pensé mirando al doctor y sin dejar de acariciar al animal.

Por la noche conversaré con mi mamá, le dije al doctor, pero él me dijo que podía llevar al perro para que ella lo vea. Sí, me dijo el doctor, lo puedes llevar y si no le gusta lo regresas mañana. Le puso su cadena y mientras caminábamos hasta la casa, muchas ideas morbosas me pasaban por la imaginación. Lo miraba al perro y se veía lindo, disimuladamente le miraba el capuchón cuando se adelantaba y podía ver un bulto grande entre sus patas, imaginaba una pija roja, gorda y larga. Cuando llegamos al depa el perro entro husmeando por todos lados, yo lo controlaba con la cadena hasta que después de unos 10 minutos se tranquilizó, quedando sentado en sus patas traseras frente a mi. Pero gemía nervioso y era normal porque era la primera vez que estaba ahí.

Pasaba el medio día y hacia un calor sofocante, mamá y su hermano regresan de trabajar por la noche, tenía tiempo suficiente para probar si resultaría la compra del perro. Mi mente fantaseaba desordenada con el sexo animal, imaginaba que el perro me comía la concha y solo con pensar me estremecía toda, metí la mano entre mis piernas para tocarme la cuca y mierda, estaba empapada, llena me mocos pegosos. No espere mas y allí mismo me saqué la tanga y le puse en la nariz al perro, él empezó a olfatear y lengüetear los jugos de mi concha que estaban pegados a mi tanga. Uf, qué bacán me dije, resultó y sin esfuerzos. Caminé hacia mi recámara y el perro me perseguía queriendo quitarme el slip, aseguré la puerta por dentro y me senté al borde de la cama con las piernas abiertas, el perro sin esperar que lo llame metió su hocico entre mis piernas y en cinco minutos me tenia desparramada y abierta de piernas revolcándome en la cama, me lamía la concha y tratando de sacar la ultima gota de mis jugos que se chorreaban por la raja de mi culo. Yo le ayudé abriendo las nalgas con las dos manos y cuando su lengua caliente me comió el ano, llegó mi primer orgasmo que sacudió hasta el último rincón de mi cuerpo, fue brutal porque gritaba como una perra en celo y me revolcaba de tanto placer recibido. Fueron tres orgasmos seguidos los que me había regalo el perrito, y eso que recién acaba de llegar a casa. Mamá tiene que comprarlo aunque tenga que matarla, es un decir porque jamás lo haría.

Mamá llego de trabajar a esto de la ocho de la noche y la primera sorpresa del día fue Dinky. Mellyyyyyy, exclamó ella, está hermoso. Por lo menos cuesta 500 dólares y esa es mucha plata hijita. Nooooo mamáaaaa, solo cuesta 200 dólares y el doctor me dijo que lo trajera para que lo vieras. Entonces mañana le llevas la plata y se queda con nosotras, me levanté y llenándola de besos le dije: gracias mamá por regalarme mi perrito. Si Mely me dijo, está muy bonito para que cuide la casa cuando estas sola, a ver si con este perro los malandros quieren robar la casa.

Al día siguiente muy temprano llevé la plata y le pagué al veterinario, él me dijo que por haber comprado a su engreído, me regalaba dos años de tratamiento gratis cada seis meses para que esté fuerte y cuide bien la casa. Pensé por dentro que los mejores cuidados estaban reservados para mí porque a partir de ese día, él seria mi macho firme y yo su única perra en celo para que la llene de placer y leche caliente por los dos huequitos.

Me despedí del veterinario y fue corriendo a mi depa, cuando abrí la puerta y Dinky me esperaba nervioso por haber quedado solo. Ingrese al depa y le hice unos pucheritos hasta que conseguí calmar al perrito, en cambio yo me puse mas nerviosa que Dinky porque estaba deseosa de sexo y mi cabeza no dejaba de imaginar las fantasías mas morbosas que tendría con el perro. Me levanté para trancar la puerta e ir a mi recámara, Dinky me siguió saltando muy contento y cuando entramos a mi habitación, cerré la puerta con llave y me senté a la orilla de la cama. Mi cuerpo se estremeció de emoción porque el momento para cumplir mis fantasías había llegado, Dinky husmeaba en mi ropa de dormir que había dejado sobre la silla hasta que encontró mi tanga y en el acto comenzó a lamer la parte que cubre mis genitales.

Esa visión me indicó que el perro percibía mis olores e hizo que mi cuerpo explosionara a mil por hora. Abrí las piernas para meter la mano por debajo de la mini jean y separando la tanga palpé mi cuca, ohhhhh diossss, estaba hinchada y pegosa por los jugos vaginales que me bajaban. No espere mas y de inmediato me quité toda la ropa hasta quedar calatita y sentada al filo de la cama llamé a mi lindo perrito quien vino hacia mi muy cariñoso. Lo agarré de las manos para meterlo entre mis piernas, él se dejó levantar y muy cariñoso me lamía la cara con su lengua rasposa y caliente. Yo me dejaba besar a la vez que con una mano le tocaba la verga para excitarlo y como había estado lamiendo mis bragas de la noche anterior, en minutos sentí que la verga se le ponía dura como palo. Deje la verga del perro para tocarme la pepa y mamáaaaaaaaaa, me estremecí toda porque estaba hinchada, caliente y babosa por los flujos que me habían bajado.

No podía esperar mas, había llegado el momento y la verga de Dinky estaba a centímetros de mi pepita caliente. Abrí las piernas y lo jalé hasta sentir la punta de su verga en mi pepita, me estremecí al sentirla caliente y dura. Creo que el perrito también sintió el calor de mi cosa porque en seguida comenzó a mover las caderas con claras intenciones de ensartarme, ufffffffffff, sentí que los labios de mi vagina se abrían para recibir a su invitado de honor, Dinky con fuertes movimientos me clavó la verga hasta las bolas porque lo sentía que rebotaban en mi cola. Todo mi cuerpo se estremecía de placer y mi cosa se ajustaba a la verga de mi perrito que me estaba culeándome como a mi me gusta, ajusté mis brazos a su cuello y mis piernas a sus caderas porque quería sentir su verga enterrada hasta el útero. Ohhhhhh qué rico papacitooooooo, mételoooooo más adentro por favorrrrrrrrrr, noooo lo saques porque así me gusta estar ensartada hasta los huevos. No sé qué tiempo pasó porque tuve un orgasmo brutal que me electrocutó hasta los huesos, me vine como una perra porque la leche de Dinky y los jugos de mi vaceada se escurrían por entre mis nalgas hasta caer al piso.

Pasaron como ocho minutos y yo seguía abrazada a Dinky y por más que la bola ajustaba mi vagina como un tapón, la leche caliente se escapaba y se chorreaba por entre mis nalgas. La verga del perrito empezó a retraerse y yo aflojé los brazos y las piernas para dejar que se escapara, cuando sacó su verga, sentí que otro chorro de leche caliente se escapaba de mi vagina haciendo un plac cuando se estrelló en el piso. Quedé como sonámbula con las piernas apoyadas al piso y tirada de espaldas al filo de la cama. No sé que tiempo pasó porque relajada en mi dormido, la lengua de Dinky me despertó porque estrujaba mi vulva lamiendo el producto de nuestro amor como queriendo borrar el pecado. Para ayudarle me acomodé en la pose a filo de cama como si estuviera haciendo el amor piernas al hombro, la lengua de Dinky me lamía hasta el ano al extremo que me vino otro orgasmo tan igual que el anterior y me quedé dormida tirada de espaldas.

Cuando desperté, eran como las once de la mañana y satisfecha como estaba, salí desnuda y feliz al encuentro de mi adorado perrito, lo encontré dormido y muy relajado en la salita de espera, me agache para darle una mamada de verga para ver si quería más, pero por mucho que lo intenté fue imposible animarlo y no tuve otra que darme una ducha fría y preparar un desayuno reparador de energía porque la luna de miel con Dinky, desde ese día, tenia para rato.

Espero les guste mi historia y si quieren escribirme, solo le contestaré a las chibolas que quieran probar con su mascota. No se arrepentirán!!!