Luna de Miel
Fue una noche única, y sé que él jamás olvidara MI REGALO DE BODA.
Luna de miel
Mi reciente marido y yo hemos decidido ir a Tailandia de luna de miel. Tailandia es famosa por sus playas, masajes baratos, comida… pero sobretodo su vida nocturna.
Mi marido no sabía nada pero le tenía planeado el mayor regalo de boda. El nunca podría imaginarse lo que le iba a regalar.
Una noche en la capital de Tailandia le dije que se me apetecía salir de marcha, conocer el ambiente del país, tomarme unas copas….pues así fue, fuimos de discoteca en discoteca estábamos bastantes contentos y mientras bailábamos en la pista de una de las discotecas más grande de la zona me acerque a él y le dije que le tenía una sorpresita, un regalo de boda. El sonrió con una cara de asombr. La pista estaba llena, había tanta gente que estábamos prácticamente pegados el uno con el otro, le acaricie su pollita mientras le susurraba al oído: la sorpresa es ’cumplir uno de tus sueños’.
Yo estaba muy cachonda y le dije que eligiera a la chica tailandesa que más le gustara de la pista. El no se lo creía, pero vio mi cara de cachonda y me siguió el rollo. Eligio una jovencita perfecta, tenía una tetas grandes y se le podía ver los pezones tras la camisa, tenía un culo de infarto… la verdad que hasta mi me pareció la tía mas morbosa que había en la pista.
Fui hacia ella, y empecé a bailar a su lado, sin que se diera cuenta me rozaba con ella siempre que podía, mi marido estaba a cien…después de un rato ella se dio cuenta de que yo estaba a su lado, y sorprendentemente me siguió el rollo. Entre tanta gente empecé a tocarle el culito, y rozaba sus pezones con los míos. Llame a mi marido que se uniera a nuestro baile. Estuvimos unas canciones bailando los tres y metiéndonos manos a más no poder. Yo estaba muy muy mojada no aguantaba más necesitaba que me follara YA. Se lo dije a mi marido y nos fuimos al hotel.
Cuando llegamos a la habitación el entro al baño y cuando salió se llevó la esperada sorpresa, no estaba yo sola también había venido las jovencita de la pista.
Estábamos encima de la cama desnudas mientras nos comíamos la boca. Él nos miraba, se puso de pie mientras se manoseaba su polla, nunca le había visto esa cara a mi marido, estaba en las nubes, solo con verlo así yo me ponía cada vez mas cachonda.
Nos pusimos en el suelo de rodillas delante de él, y le dije: AQUÍ VA TU REGALO, dejamos a nosotras hacer el trabajo…..Empezamos a lambiarle la polla, cada una por un lado. La tenía más dura que nunca, le notaba como le temblaban las piernas. Entre las dos le estábamos dando la mamada perfecta, yo le chupaba los huevos, ella la puntita…yo me la metía hasta el fondo de la boca y ella después nos peleábamos por chupar su gran polla, mientras chupábamos su polla entre nosotras nos tocábamos el coño, estaba empapado, notaba que mi marido iba a explotar, y vi su cara que ya iba a llevar. Nos pusimos las dos mirándolo con la boca abierta para que nos pusiera toda la lechita dentro y asi poder comérmelo todo. Fue la corrida más grande que había tenido nos mancho toda la cara y nos lleno la boca. Yo me lo traje todo y luego entre la dos terminamos limpiando su polla con nuestra boca.
La jovencita se fue, y el al verme a mí que aun estaba a cien termino conmigo en un segundo, solo faltaba que me metiera los dedos como solo él sabe hacer.
Fue una noche única, y sé que él jamás olvidara MI REGALO DE BODA.