Lulu y su ultima virginidad
Lourdes era una compañera de trabajo, con unas nalgas y piernas muy bien formadas. Les cuento como la convenci que me permitiera desvirgarle su culito.
Lourdes era una compañera de un trabajo que tuve en guadalajara, con quien siempre habia tenido muy buena quimica. Es morena, un poco llenita en general pero con unas nalgas y piernas muy bien formadas, que gustaba de lucir mediante faldas cortas y pantalones entallados. No era una diosa, pero si hacia voltera a los hombres en la calle. Se habia casado muy joven, aunque todavia no tenia hijos. Ya habiamos convivido un poco en las fiestas de la compañia, durante el fin de año.
Poco tiempo despues de que la tranfirieron a mi area, nos mando llamar nuestro jefe. Nos comento que debiamos ir a la ciudad de mexico, y luego al suroeste para hacer presentaciones de los productos de la compañia. Como yo soy del df, se me encomendo la tarea de "liderear" a Lulu, para que despues cada uno hiciera su gira por su cuenta.
El primer dia todo marcho como esperaba, aunque note que ella me miraba fijamente en ocasiones. Han de saber que de hecho soy feo, pero que destaco en cualquier habitacion. No le di mucha importancia, pensando que tal vez estaba estudiando mi estilo con los clientes. ja.
Como estabamos hospedados cerca del centro, hice de guia de turistas y la saque a pasear por la noche. Fuimos a Bellas Artes, La Alameda y a un par de bares tradicionales como "La Opera" y el "Cafe Tacuba", donde estuvimos platicando entre bebidas. Al dia siguiente, despues de enfrentarnos con un prospecto que nos hizo ver nuestra suerte y aparentemente nos habia echado a perder el dia, a peticion de ella fuimos a bailar a un salon tropical. Yo soy malo para esto del baile, parece que tengo dos pies izquierdos, pero ella no le dio importancia, tal vez por las bebidas que habiamos tomado. Con todo el acercamiento que existia, note que ella intencionalmente empujaba sus caderas o sus pechos contra mi.
Asi que aprovechando que era tarde y comenzaron a poner musica mas "lenta" y romantica, empece un discreto toqueteo con ella. Se me acelero el pulso al ver su mirada. Asi que para dejar atras cualquier duda, me incline para besarla. Asi estuvimos hasta la 1 de la mañana, que fue cuando regresamos al hotel.
Lourdes acepto compartir la cama conmigo esa noche, sabiendo que era probablemente la única ocasión que tendría para experimentar el sexo en esos días. Conociendome un poco me dijo que no era tan mal individuo para ser chilango, con la intencion de picarme. Si hubiera sabido como iba a acabar la noche, estoy seguro que no se hubiera burlado de mi. En fin, subimos a mi habitacion agarrados de la mano como si fueramos adolescentes. A estas alturas los dos estabamos cansados, pero realmente ninguno estaba mas que "alegre" o desinhibidos, no borrachos, porque las copas disminuyeron su efecto con el baile .
Mientras ella fue al baño, aproveche para ver mi "maletin de viaje": tengo condones y lubricante (hay que practicar "sexo seguro") que puse bajo la almohada. Me desvesti quedandome en trusa y busque en la tele algun canal "erotico", por no decir porno. Lulu salio del baño y comenzamos a besarnos de nuevo, al mismo tiempo que comenzaba a acariciar su cuerpo con suavidad. No es por nada, pero varias me han dicho que les encantan mis manos. Senti como se iba prendiendo entre mis brazos, asi que comence a desvestirla. Al quitarle el sosten, aproveche para rendirle homenaje a sus pechos y a sus pezoncitos cafes, cosa que me agradecio con sus suspiros. Mis manos no estaban quietas, le acariciaba las caderas y las piernas y poco a poco las fui acercando a su vagina.
Lulu me acariciaba la nuca, no digo que el cabello porque lo traigo extremadamente corto. Fui bajando mis labios por su abdomen, y aproveche para besar sus piernas. Ella solo se retorcia, hasta el momento de la verdad en que le quite sus pantaletas. Ahi me detuvo, como dandose cuenta que estaba a punto de serle infiel a su marido. Pero un par de caricias en su panocha sirvieron para hacer de lado cualquier reserva que pudiera tener.
Comence a lamer con la punta de la lengua los pliegues de su puchita, me dio de lleno en la nariz su aroma almizclero. No lo debi hacer mal por su reaccion. Lo mejor fue cuando busque su clitoris y se lo chupe delicadamente, casi me arranca los pocos pelos que me quedan!!. Asi estuve un buen rato, ella ya pedia que se la metiera, pero a yo traia la idea de calentarla a morir.
Asi que la acomode en la cama y tomando una nalga en cada mano, la levante. Con eso quedo ante mis ojos su vulva humeda e hinchada y su chiquito. Me fascino y al momento me obsesione por metersela ahi. Era un culito un poco mas moreno que el resto de su piel, muy apretado y con unos pliegues deliciosos. Y lo digo porque lo siguiente que hice fue abrirle mas las nalgas para lamer en circulos alrededor de el. Ella brinco como si le hubiera dado una descarga electrica, y trato de separarse de mi. No se lo permiti, tuve que pegar mas mi cara a su culo y poner directamente mi lengua en su ano. Empece a lamerle suavemente su culito, mientras ella se calmaba. Cuando la vi relativamente quieta, busque su clitoris con mis dedos y comence a frotarselo, mientras le acariciaba su pancita y sus pechos con la otra mano. Luego de un rato de esto la escuche jadear e implorar por verga.
Le pregunte si ya habia cogido analmente, a lo que me respondio que no y que queria seguir virgen de su colita. No hice caso de sus palabras, sino de lo que me decia su cuerpo. Abri el lubricante y puse un poco entre mis dedos, al tiempo que subi mi lengua a su puchita ardiente. Con la punta de mi dedo empece a hacer circulos centrados en su anito, que para ese entonces estaba enmarcado por su empapado vello. Lentamente introduje la punta de mi dedo en su culito, senti en la yema ese calor y presion anales que me vuelven loco.
Con impaciencia Lulu levanto mi cabeza y ahora si me exigio que me dejara de juegos y que se la metiera de una buena vez. Haciendome el inocente le dije que si, y le enterre rapidamente todo el dedo. No pude menos que reirme de la cara y del gemido que solto. De inmediato me insulto, diciendo que se queria verga en su puchita. Comence a rotar mi dedo contra las sedosas paredes de su intestino, y meti tres dedos en su panocha. Los frote suavemente, y le dije nuevamente que queria estrenarla analmente. Por fin, con esto la convenci de que valia la pena que me permitiera abrirle su culito. La excito la perspectiva de tomar el pene de un hombre en su ano, porque el solo pensamiento del sexo anal era muy depravado, aunque todavia me salio con eso de que era "sucio".
Consegui su cooperación quitando las sabanas de la cama de modo que ella pudiera mirar su propia entrega en el espejo de la comoda, que era como de metro y medio de largo. La hice que se acomodara en 4 patas y le puse un par de almohadas para ayudarla. Inmediatamente volteo a verse en el espejo, con la cara vuelta a un lado para no perderse detalle. Lulu se sentía muy caliente por lo degenerado del acto. Ella sentía una gran excitacion y entusiasmo en su panochita, me consta porque mis dedos sentian como sus labios hinchados soltaban sus jugos en toda su entrepierna. Me puse un condon, aprete el tubo de lubricante con fe, y embarre con una gruesa capa mi mastil. Le unte un poco mas de lubricante en su ano, ella brinco al sentir lo fresco del gel, pero quedo lista para la penetracion. Asi que alinee y empuje mi pene suavemente en su engrasado y apretado culo. Me tome mi tiempo para que las punzaditas de dolor fueran más fáciles de aceptar, si me hubiera dado mas tiempo no le hubiera dolido nada. Ella quedo sorprendida que podía concentrarse realmente en mis instrucciones mientras que levantaba y hurgaba entre sus gloriosas nalgas con mi rígida verga. Como siempre, hacer que la cabeza rebase el esfinter es lo mas dificil para ellas, y tambien para mi. El tener que aguantar ese ardorcillo placentero era dificil, pero me contuve para que Lulu pudiera disfrutar la perdidad de su ultima virginidad.
Por fin ambos sentimos, vaya que si, como de lentamente "paso" mi cabecita por su esfinter y entre en sus tripitas. Me quede quieto un momento para disfrutar de esa sensacion de placer y triunfo que uno siente al hacer que alguien conozca algo que no tiene idea. En este caso, el desvirgue anal de mi Lulu. Y lo digo asi porque en ese momento era mia y me brindaba lo que ningun hombre gozo antes de mi. Segui acariciando su clitoris, suavemente y en forma circular. Ella se quejo y le pregunte si le dolia. Lo nego, aunque me dijo que sentia ardor y como si se "fuera a hacer". La calme, era una cosa normal que sintiera eso, pero yo sabia que no iba a tener consecuencias. Tome un poco mas de lubricante y masajee los alrededores de su ardiente ano. Lentamente continue metiendo mi verga, hasta que no quedo nada afuera. Ella pujo cuando sintio mis vello entre sus nalgas, me encanto ver su cara de sorpresa y satisfaccion cuando se dio cuenta que la tenia toda adentro. Y no es que este muy dotado, pero indudablemente era enorme para su chiquito. Se la saque y meti en un bombeo lento y corto, tratando de frotar mi verga hacia abajo.
Cuando le mencione a su esposo, la senti jadear y gemir debajo de mi, aunque no me contesto nada. Quito mi mano de su panocha y empezo a darse dedo. Ya no parecia dolerle nada en absoluto, asi que se la meti más profundo, levantando su cuerpo con cada bombeo en su culito estirado, dejando que el apretón de su estrecho esfinter me ahorcara la base de mi dura verga. Ella admiraba nuestras figuras arrodilladas en el espejo de la pared, yo detrás de ella con mi barra rígida entrando y saliendo implacablemente de su culo. Me hubiera encantado tener cerca una camara para tomarle fotos, pero la verdad estaba mas emocionado por la forma en que su recto masajeaba mi verga, casi besandola, asi que ni se me ocurrio ir por el celular para retratarnos. Senti que ya no podia aguantar mucho. Ella me reclamaba mas verga, me maldecia por no darle mas, estaba fuera de si, me pedia que la nalgueara y que me la cogiera sin piedad.
Empuje profundamente y senti venirme en esta mujer, que estaba hermosa arrodillada en su primera entrega anal. Con un grito se la meti mas rápidamente y me vine en grandes chorros que llenaban el condon, profundamente enterrado en su agujero ya no tan apretado pero siempre delicioso. Para hacerlo todavia mas especial para mi, ella levantó su trasero contra mi ingle revolviendolo y gimió dulcemente. Le pregunte que le habia parecido y me contesto que aunque le dolio un poco y estuvo un poco incomoda al inicio, le habia gustado, pero que no se habia venido.
Eso me pico el orgullo, y aunque ya me habia venido la sorprendi que dejandole la verga enterrada totalmente en su intestino. Me acoste de lado, tirando de ella para que quedara delante de mi, y agarre y aprete sus pechos llenos mientras hablaba con ella, triturándola y exprimiendolas dolorosamente juntas mientras que la tranquilizaba sobre su trabajo, mas que nada para destantearla. Ya sabia que le gustaban las cosas un poco rudas y que la excitaba un poco de dolor. Le pedi que apretara y aflojara su culito: cuando lo apretaba yo sacaba mi verga, para meterla al momento en que ella se relajaba. Con este tratamiento nos volvimos a calentar muy pronto, asi que solte uno de sus pezones para meterle un par de dedos en su pucha. Estaba empapada!!!
Sabiendo su lado masoquista, aparte sus nalgas con la mano y se la enterre hasta el fondo, para luego sacarsela toda de golpe. Me encanto como su culito se contrajo al sentir esto, como para no dejarme escapar. Inmediatemente se quejo, preguntandome si la iba a dejar asi, pero yo tenia que cambiar el condon para evitar riesgos y aparte aumentar la sensacion. Asi que mas rapido que en lo que escribo esto, ya me habia puesto un condon fresco.
La acomode boca arriba, la bese un poco, a lo que ella me contesto con locura, chupando mi lengua. !Estaba totalmente entregada a mi! Me despegue de sus labios y succione sus ricos pezones. Pero ahora no me anduve con rodeos: tome sus tobillos y me los puse en los hombros. Lulu quedo totalmente abierta para satisfacer cualquier capricho que tuviera. Abri los labios de su pucha y se la hundi de un solo golpe, y comence un metisaca profundo pero moderado en ritmo. Note que su respiracion se hacia agitada y que sus pechos enrojecian, sintomas que ahora si la iba a hacer venir. Su panochita recibia mi verga con alegria, mientras ella tomaba sus senos y se pellizcaba los pezones
Queria hacerla venir analmente, asi que haciendo un poco de equilibrio, tome el lubricante y se lo puse directamente contra su culito. Reduje un poco el ritmo, mientras que lubricaba nuevamente su ardiente ano. Saque mi verga y sin mas procedi a metersela en un solo movimiento en sus intestinos, que me dieron la bienvenida con un par de contracciones de su esfinter. La cara de Lulu era un monumento a la cachondez en este momento, sus mejillas estaban enrojecidas, sus ojos entrecerrados y su boca abierta, mientras que coreaba cada movimiento mio con sus gemidos. Su mano derecha frotaba su entrepierna y por fin logro alcanzar su orgasmo entre suspiros. Eso hizo que su culito y su recto se estremecieran, vibraran y contrajeran como con vida propia. Juro que senti como si una mano estuviera ordeñando mi verga. Por supuesto, no pude resistir esa presion, y con la maña que da el conocer, me vine por ultima vez.
Al dia siguiente cada uno tomo su ruta. Yo pense que cuando nos vieramos de nuevo ibamos a reanudar estos encuentros, pero Lulu me dijo que habia sido una aventura especial y que no pensaba serle infiel a su marido con un amante de planta. Respete su decision, a fin de cuentas me habia honrado con algo que nadie mas podria gozar, aunque pense que tal vez con tiempo y suerte habria la oportunidad de estar nuevamente con ella. Sin embargo esto no sucedio, y yo regrese a la cd de mexico sin probar nuevamente las delicias de Lulu. Todavia le hablo en Navidad y año nuevo, quien quita y algun dia nos reunamos nuevamente.