Lujuria en la oficina 08 La viuda afligida
Una viuda desconsolada es brutalmente follada por dos empleados de la notaría...
CAPÍTULO 8º
LA VIUDA AFLIGIDA
Lunes, 28 de Octubre de 2013. La madura pero aún hermosa vida de Fermín Tejero mira alternativamente a los dos jóvenes que tiene delante, que no son otros que Julián y Pablo, dos de los trabajadores de la notaría a los que don Mariano, el insigne notario, ha dejado encargado se encarguen del papeleo de la afligida mujer.
-¿Y dice usted que su marido le dejó en herencia varias casas y alrededor de doscientos mil euros en su testamento? –Inquiere Julián sin poder apartar la mirada del tremendo busto de la madura hembra, y notando como su verga se pone dura como una roca contra la tela de sus boxers.
-A-así es –responde doña Sofía, viuda de Tejero, notando ella también un agradable calorcillo en la entrepierna al saberse mirada con deseo por tan bellos jóvenes.
-Pero al parecer, los hijos que su difunto marido tuvo con su primera mujer, se niegan a compartir con usted dicha herencia… -Ahora es Pablito, el copista quien habla, mientras se acaricia el abultado paquete sin ningún rubor ni vergüenza.
-E-eso es… -Musita la mujer ahogando un sollozo que hace que sus voluminosos pechos suban y bajen al ritmo de su respiración.
-Usted, lo que necesita ahora es alguien que la asesore sobre temas legales –dice Julián mientras se acerca a la mujer y, sin ningún recato ni pudor, comienza a sobarle las tetazas por encima de la blusa-; y esos podríamos ser nosotros. ¿No te parece, Pablo?
-¿¡Q-qué pretenden!? –Gime doña Sofía, viuda de Tejero, intentando levantarse de la silla, para ser detenida por los dos jóvenes trabajadores de la notaria-. ¡YO SOY UNA MUJER DECENTE!
-Con ese par de melones que tiene… -Se burla Pablito mientras, de un tirón, desabrocha la blanca blusa de la madura hembra, dejando al aire sus colosales tetazas, talla 140, atrapados dentro de un diminuto sujetador de encaje negro.
-¡USTEDES DOS SON UNOS DEGENERADOS! –Chilla la viuda tetona siendo brutalmente abofeteada por Julián, que ya muestra su enorme pollón y la restriega por los labios fuertemente apretados de la mujer al tiempo que murmura mostrando sus blancos dientes en ladina sonrisa.
-Creo que mi amigo tiene razón… Con ese par de tetazas, no creo que sea usted muy decente. Si acaso una vieja estrecha con ganas de rabo.
Luego, y mientras Pablo le soba las mamellas, Julián sigue pasando los casi treinta centímetros de su verga por los labios y la cara de la madura mujer, hasta que por fin…
-¡ESO ES, PUTA TETUDA! –Jadea Julián cuando la viuda de don Fermín Tejero abre la boca y se traga de golpe casi veinte centímetros de su pollón, duro y palpitante.
También Pablo hace lo mismo, y poco después la boca de la mujer se encuentra llena con dos enormes vergas sin poder hacer nada por remediarlo, mientras gruesos lagrimones de pura impotencia resbalan por sus mejillas haciendo que se le corra el rimel, manchando su rostro de oscuro.
-Y ahora –dice Julián sacando su polla de la boca de la viuda tras varios minutos de metesaca oral-. VAMOS A VER EL CHOCHAZO DE ESTE MADURITA COMERABOS.
Dicho esto, y para diversión tanto suya como de su compañero, obligan a la madura hembra a quitarse la falda de tubo que lleva puesta y las bragas, bastante pequeñas por cierto, dejando a la vista su coño, peludo y chorreante, porque, aunque lo niegue, ha llegado varias veces al orgasmo mamando los pollones de los dos empleados de la notaría.
-VAYA… -Ríe Julián metiendo dos dedos en la raja de la clienta-. ¿QUÉ TE PARECE ESTO, PABLITO? ¡LA MUY GUARRA SE HA CORRIDO!
-¡QUIERO FOLLÁRMELA! –Exclama Pablo al tiempo que se agarra el cañón de carne y empieza a acariciar con él los labios del coño de la ya aturdida doña Sofía-. NUNCA ME HE FOLLADO A UNA VIEJA –jadea el copista mientras empuja su enorme capullo dentro del chocho de la cincuentona mujer, que lanza un grito, mezcla de dolor y placer casi infinitos al ser penetrada por semejante tranca.
-¡SILENCIO! –Ordena Julián, mientras vuelve a meter su cipote en la boca de la madura hembra, follándole la boca en tanto su amigo hace otro tanto con su peludo coñazo.
Cinco minutos después, cambian de postura, pero Julián va más lejos, y en vez de por el coño, coloca a la viuda con el culazo en pompa y…
-¡JODER, PABLITO! –Exclama fuera de sí, loco de contento-. ¡LA MUY GUARRA ERA VIRGEN DEL CULO!
La indefensa mujer va a decir algo, quizás protestar, pero es prontamente atajada por Pablo que, con una cruel risotada, vuelve a meterle su tranca en la boca.
-¡ME VOY A CORRER, COLEGA! –Brama Julián sacando su pollón del orto de la cincuentona y acercándolo a sus tetazas, siendo imitado inmediatamente por Pablito que, sin poder aguantar más, comienza a soltar chorros y chorros de semen caliente sobre las mamellas de doña Sofía, viuda de Fermín Tejero, que no puede sino emitir un ahogado sollozo mientras los dos jóvenes sementales eyaculan sobre ella, cubriéndola de lefa espesa y ardiente.
-Ahora puede estar segura de que haremos lo posible por ayudarla –le dice Julián subiéndose los pantalones y saliendo de la habitación seguido por Pablo, y dejando a la mujer desnuda y cubierta de esperma sobre la mesa.