Lujuria en la oficina 07 Juegos lésbicos en...

Dos compañeras muy bien compenetradas...

CAPÍTULO 7º

JUEGOS LÉSBICOS EN EL BAÑO DE SEÑORAS

-Lo tengo decidido, chica –Asunción clava sus enormes y preciosos ojos castaños en Julita, su compañera auxiliar y añade muy segura de sí misma-: Me voy a divorciar de mi marido.

-¡No jodas, Asun! –Su compañera más joven abre unos ojos como platos y luego sigue retocándose el rimel frente al espejo del lavabo de señoras-. ¿Y tus hijos?

-El mayor tiene ya veintidós años y vive con su novia. Y la pequeña se queda conmigo, eso lo tengo más que claro.

Durante unos instantes, ninguna de las dos voluptuosas mujeres dice nada. Pasado un tiempo es Asunción la que vuelve a hablar con una misteriosa sonrisa en los sensuales labios pintados de rojo pasión.

-Más de una vez he pensado en pasarme a la acera de enfrente y hacerme bollera como tú, Julita. ¿No te sabe mal que te llame así, bollera, verdad?

-Oh, no, tranquila –Julia ríe divertida y luego añade-. Cosas peores me han llamado.

La siguiente pregunta de su madura compañera la deja algo más descolocada.

-¿Cómo te gustan a ti las tías?

-Mmm… No sé… Quizás como tú, con un buen par de… -Estira su mano y acaricia suavemente una de las grandes mamellas de su colega, que nota como un estremecimiento de puro placer recorre su cuerpo.

-Tú tampoco estás mal dotada… -Susurra Asunción acercándose a Julita y besándola en los labios al tiempo que también acaricia sus nada despreciables tetas talla 110, notando como sus pezones se ponen duros contra las palmas de sus manos.

-MMM… PEDAZO GUARRA… -Gime Julia desabrochándose la blusa y dejando a la vista sus tetas, sujetas por un lindo y sugerente sujetador de encaje blanco, que a duras penas cubre sus mamellas-. ME HAS PUESTO MUUUY CACHONDA…

-Y TÚ A MÍ… -Jadea también Asunción, desprendiéndose de su jersey de lana, mostrando sus tetones talla 130 de pezones rosados y grandes, aprisionadas por un escueto sostén de color negro. Tetones que su compañera más joven se lanza a lamer y a sobar con fruición y desenfreno, llenándose pronto el baño de señoras con los jadeos y gemidos de ambas hembras en celo.

En pocos minutos, las dos voluptuosas y calientes mujeres se desprenden de sus ropas, quedando tan sólo en bragas y sujetador una y en tanga y sujetador la otra.

-¡DIOS! ¡ME ENCANTAN TUS MAMELLAS! –Chilla Julita aferrándose a las tremendas tetazas de Asunción como un bebé de pecho a las ubres de su madre-. ¡SON TAN GRANDES!

-MMM… ¡COMÉTELAS, PUES, QUERIDA NIÑA! –Gime Asunción sintiéndose en la Gloria más absoluta con las caricias y sobeteos que su joven compañera propina a sus enormes tetas mientras ella se masturba frenética, con una mano bajo las bragas, empapadas en fluidos vaginales.

-TENGO EL COÑO CHORREANDO –Jadea Julita metiéndose también los dedos dentro del tanga y poniéndolos luego en los labios de su colega más madura, que los lame como si de un dulce manjar se tratase, relamiéndose luego mientras lanza una divertida y excitada carcajada.

-NI EL IDIOTA DE MI MARIDO ME HABÍA PUESTO JAMÁS TAN JODIDAMENTE CACHONDA –Gime Asunción mientras obliga a su compañera a apoyarse en el lavabo y le baja el tanga, hundiendo luego la cabeza entre los calientes muslos de Julia, metiendo su lengua en su húmeda rajita, sorbiendo los cálidos y dulces jugos de su joven chochito-. MMM… TU COÑO SABE MUY RICO, CARIÑO…

-OH, SÍÍÍ… CÓMEME BIEN EL CHUMINO, ZORRAAA –Suspira la joven y bonita auxiliar mientras aferra los teñidos cabellos de su colega con una mano y con la otra se pellizca los oscuros y duros pezones, presa del éxtasis sexual más absoluto.

-MMM… ERES TAN DULCE, MI NIÑA –Gime Asunción metiendo cuatro de sus dedos en la mojada gruta de Julia para masturbarla a conciencia, provocándole, uno tras otro, hasta cuatro orgasmos seguidos, que hacen estremecer el voluptuoso cuerpo de la joven auxiliar de notaría.

-¡AHORA YO, AHORA YO! –Exclama de repente Julita mientras rebusca en su bolso hasta dar con un objeto de plástico de forma cilíndrica, y terminado en punta redondeada de unos quince centímetros, que muestra orgullosa a su compañera.

-¿Es un consolador? –Pregunta la madura y caliente Asunción tomando el aparato y pasándolo por sus erectos y duros pezones, y por sus enormes mamas.

Julita no responde, sólo ríe y se acuclilla frente al peludo conejo de su compañera de más edad, comenzando a pasar el artilugio sexual por los labios de su coño, haciendo que Asunción se muerda los labios para ahogar el grito de puro placer que pugna por escapar de su garganta.

-¿TE GUSTA ESTO, GUARRA? –Susurra la más joven de las dos auxiliares mientras, muy lentamente, va introduciendo el vibrador en la raja de su compañera, que se retuerce y se estruja las tetazas, elevando una y luego otra hasta su boca para besar y lamer sus propios pezones.

-¡OH, SÍÍÍ, JULITA! –Gime Asunción fuera de sí mientras Julia le acaricia el clítoris con el consolador-. ¡ME CORROOO, CACHO PUTA, ME CORROOO! –Chilla mientras de su coño empieza a manar un espeso chorro de fluidos vaginales que Julita se apresta a lamer con su lengua.

Tras esto, ambas mujeres se visten y salen del lavabo de señoras como si nada hubiera sucedido.