Luisa y Laura
Lo que llega a pasar cuando unas gemelas se encuentran en una bodega con 8 hombres.
Laura y Luisa se encontraban en un lugar oscuro, no sabían dónde estaban. Asustadas y temerosas de lo que podía pasarles, solo miraban a su alrededor, viendo que estaban en una especie de calabozo, amarradas y sin ropa. Laura y Luisa eran gemelas, siempre habían sido muy unidas. Hijas de una buena familia e impresionantemente hermosas. Eran altas, blancas, con un hermoso cabello rojo que llegaba hasta su espalda. Tenían un cuerpo envidiable por todas y deseado por todos. Una cinturita pequeña, una cola paradita, y unos senos hermosos, ya que eran algo grandes sin ser exagerados, paraditos, y con pezones claros.
Ambas estaban muy asustadas, no sabían que les podría pasar ahí, o siquiera cual era la razón de que estuvieran ahí. De repente entro un hombre, solo se veía su silueta ya que estaba a contra luz, era alto y se veía muy fornido. Ambas se pusieron mas juntas al ver a este hombre entrar al cuarto en el que estaban encerradas. "Hola preciosas, que lindas se ven así sin ropa, jaja, aunque se verán mejor cuando las estemos culiando". Ahora Luisa y Laura ya sabían lo que les esperaba en ese horrible lugar.
El hombre las sacó del cuarto, y las llevo a una especia de bodega, muy grande, de la que colgaban cadenas, había como una especie de caballete, y había muy poca luz. Poco a poco fueron saliendo hombres, en total había 8 hombres mirándolas con ojos de lujuria. Todos estaban desnudos, algunos eran blancos, otros negros, pero todos tenían unos penes enormes, y se los meneaban mientras las miraban.
"Hola lindas, espero que se diviertan mucho en estos días, porque sé que nosotros si nos vamos a divertir con ustedes." El hombre las cogió y las puso en el centro de la bodega, aun amarradas. "Bueno muñecas, aquí estamos nosotros para divertirnos con ustedes, van a ser nuestras perritas. Les recomiendo que empiecen a disfrutarlo lo más rápido posible, sino pues será más duro para ustedes. Van a hacernos caso en todo lo que les digamos, son nuestras esclavas y deben obedecer, si no les gusta lo que les mandamos a hacer, pues se lo aguantan." Todos las miraban con ojos de deseo mientras ellas les devolvían miradas llenas de lágrimas. "Y pues para empezar porque no se dan un besito a ver si se quieren tanto" dijo uno de los hombres que estaba ahí con una enorme sonrisa en sus labios. "¿Están locos? ¡Somos hermanas!" "¡Pues es que así es más interesante! Jajaja" El tipo que primero les había hablado se acerco a ellas de forma amenazantes, por lo que lentamente ellas se acercaron y empezaron a besarse de una manera muy lenta y tímida, casi sin tocarse. Además era muy difícil debido a que estaban amarradas así que cualquier movimiento podían caerse de una manera bastante vergonzosa.
El hombre las cogió y las puso de una manera como un 69 mientras estaban aun amarradas así que no había manera de que ellas se soltaras. "Bueno, ahora que ya entraron en confianza pues vamos a ir aumentando, una de ustedes va a ser una perrita completa, tenemos unas pastillas, la que las tome, pues va a ser una puta, va a tener tantas ganas de que la follen que nos va a estar rogando, y pues la que no, estará como sea que este, la verdad no nos importa si les gusta o no. Pero pues para decidir cuál de las dos es la que va a tomar las pastillas, vamos a hacer una cosa, tienen 5min cada una para chuparle el coño a su hermana, y pues la primera que haga llegar a la otra, puede elegir si quiere la pastilla o no. Cada 5min vamos a parar, pero si nos toca ir aumentando cada vez 5min mas, pues vamos introduciendo cositas a ver si agilizan el paso, porque pues tal vez con algo en su culito la cosa funcione mejor."
Ambas al escuchar esto quedaron paralizadas, como así que tendrían que chupar a su hermana, y más aun, que si no la hacía llegar pues irían introduciendo cosas. Pero pues la primera que debía chupar era Luisa, ella empezó a chupar el coño de su hermana muy tímida al principio, hasta que se dio cuenta que entre más rápido la hiciera llegar pues sería mejor, primero porque no tendría que introducir nada, segundo porque tal vez con las pastillas la situación no sería tan mala. Así que decidió que iba a hacer llegar a su hermana con su lengua, la iba a hacer llegar en su boca para beber todo el líquido que salía de ella, pero antes que se diera cuenta se habían acabado sus 5min. "jajaja, creo que no lo lograste chiquita, pero no te preocupes, tal vez tu hermana deliciosa si pueda hacer que llegues en su lengua de puta." Laura empezó a chupar a Luisa de una manera casi desesperada, se había dado cuenta que Luisa si había intentado hacerla llegar en su boca. Laura pasaba toda la lengua en el coño de Luisa, mordía un poco su clítoris y volvía a meterlo en su boca chupándolo todo, metía la lengua en su agujero y la follaba con su lengua. Luisa intentaba no llegar, y finalmente también se acabaron los 5min. Todos los hombres las miraban atontados, con sus enormes penes en sus manos, sabiendo que estaban deseando meterlos por todos sus agujeros. Ahora el hombre movió a Laura, y puso su mejilla contra el piso, dejando su culo levantadito, y le dijo a Luisa que comiera el culo de su hermana. Luisa empezó a chupas y a comer el culo de Laura, ella ya empezaba a gemir un poco, Luisa metía toda su lengua dentro del culo de Laura, y aunque había un poco de sabor a mierda y Luisa se sentía completamente humillada al tener que chuparle el culo a su hermana, esto estaba empezando a exitarla, pero se acabaron los 5min y fue el turno de Luisa para estar con el culo arriba. Luisa se sentía completamente humillada por estar en esta posición, su hermana metía toda su lengua en su culo pero sus 5min también pasaron.
El hombre ahora llego con un vibrador y se lo metió de una a Laura, la cual dio un pequeño grito al sentirlo dentro de ella, y Luisa empezó a chuparla desesperadamente, rozaba toda su lengua contra su clítoris, lo mordía y lo chupaba como una loca, pero aun no hacía llegar a Laura. Finalmente fue turno de cambiar, y de meter el vibrador en Luisa, el hombre lo metió en seco, haciendo que Luisa gimiera, y su hermana empezó a chuparla, su clítoris estaba completamente dominado por su hermana, lo chupaba u lo acariciaba con su lengua, Luisa empezó a gemir aunque intentaba no llegar en la boca de su hermana, pero hubo un momento en que no pudo mas, y empezó a gemir y a gritar como una perra mientras su hermana la chupaba, hasta que finalmente llego en la boca de su hermana, haciendo que ella bebiera todo su liquido. Luisa estaba exhausta, pero más que todo humillada. Laura tomo las pastillas mientras Luisa seguía tirada en el piso intentando recuperar el aire.
Cuando Luisa volvió a abrir sus ojos y busco a su hermana, la vio chupando el pene de dos hombres a la vez, mientras otros dos se meneaban el pene a cada lado de su cara. Cada hombre la cogía del pelo y se follaban su cara, hacían que ella metiera sus enormes penes hasta la garganta hasta que Laura sintiera arcadas. Tenía ya la boca escurriendo de babas, hilos de líquido que bajaban por sus labios y su barbilla, pero ella seguía chupando como si fuera un caramelo, y se los iba turnando a los 4 para comerse sus pollas.
Cuando Luisa se dio cuenta, los otros 4 hombres se dirigían hacia ella, aun amarrada no había nada que pudiera hacer. El primer hombre sin decirle nada la puso boca arriba y empezó a follarle las tetas, ella sentía como cada vez que el hombre se movía su pene iba acercándose a ella. Los otros empezaron a examinarla, empezaron metiéndole un dedo en el coño y a moverlos rápido dentro y fuera de ella. Otro de los hombres se acerco a ella y la obligo a que le chupara la polla, era muy larga, sentía como si se ahogara cada vez que el hombre la metía hasta su garganta, pero Luisa no podía soltarse porque el hombre estaba casi sentado en su cara. Sentía todo su pene hasta el fondo, sentía como su nariz ya tocaba su cuerpo, mientras el otro follaba sus tetas y el otro metía sus dedos en su coño.
"Hey, Luisita, a ti ya te han metido una buena polla por ese culito delicioso?" Le pregunto el líder que estaba inspeccionando su culito al verlo tan apretado. Luisa respondió que no, que aun era virgen por ahí. "pues muy bien, ya no vas a ser mas virgen de culo, no te preocupes, porque tu solita te lo vas a romper, conmigo obviamente." El hombre se fue a una silla, y abrió sus piernas, "Ven aquí Luisita, quiero que tu solita te lo metas en el culito, tu solita para que después no digas que te dolió por mi culpa" Luisa fue, aun amarrada, e intento hacer lo que el hombre le mandaba. Ella se sentía completamente humillada, y su culo era muy apretado, le dolía muchísimo, pero intentaba meterse esa larga y gruesa polla por su culo. Laura la miraba y parecía que esto la excitaba mas, así que intentaba meterse dos pollas a la vez, chupándolas y metiéndolas hasta el fondo de su garganta, mientras miraba fijamente a su hermana que tenía los ojos llenos de lagrimas intentando empalar con esa enorme polla. Luisa sentía como su ano se abría completamente, hasta llego a sentarse completamente, ya lo tenía hasta el fondo. El hombre llamo a los otros y les dijo que la sostuvieran, por lo que su culo quedo completamente abierto al hombre que la tenia empalada. Le saco la polla, pero 5seg después, se la volvió a meter en seco, haciendo que Luisa diera un grito de dolor, y en ese momento empezó a meterla y a sacarla del culo recién abierto de Luisa, lo movía a un ritmo casi frenético mientras los hombres la tenían alzada impidiendo cualquier movimiento de Luisa para soltarse. El hombre finalmente llego en su culo, dejándolo lleno y goteando de leche, mientras su hermana totalmente escurriendo de leche en la cara. Ambas fueron llevadas otra vez al cuarto, si dejar que siquiera se lavar, para que sintieran su cuerpo lleno de leche como las putas que eran.