Luisa, la amiga de mi madre

Luisa la amiga de mi madre

Soy Carlos tengo 19 años, mido 1'85 y peso 80 kg. Estudio Derecho  y vivo con mis padres en  un piso bastante grande junto a mi hermana, Elena. Mi padre es propietario de un bufete de Abogados y mi madre ejerce de ama d casa, tiene 39 años, aunque aparenta menos, tiene un cuerpo de gimnasio y una cara preciosa, siendo la envidia de todos mis amigos.

Mi madre tiene una amiga inseparable, Luisa,  dos años mayor que ella, es la esposa de un alto cargo politico y van de aquí para allá, todo el día juntas. También tiene un cuerpo escultural, pero con unas tetas y un culo más prominentes que los de mi madre.

Sonó el timbre de la puerta y apareció Luisa que venía a recoger a mi madre, habían quedado para ir a un evento esa misma tarde.

Mi madre le dijo, voy retrasada, tendrás que esperar un ratito a que me duche y me arregle.

• No te preocupes Carmen llegue antes para tomarme un café contigo, pero tendré que tomarlo sola a no ser que Carlos, quiera acompañarme.

Mi madre me llama y acudo al salón donde está con Luisa.

• Carlos acompaña a Luisa para tomar café y dile a Sofía que lo prepare, mientras yo me ducho y me arreglo para ir con Luisa.

Luisa iba vestida con vestido de color rosa

Y una chaqueta tipo americana de color blanco y bolso y zapatos a juego.

Le dije que iba a la cocina para pedir que nos prepararán el café y ella se quedó sentada en el sofá.

Pase por delante de la habitación de mis padres y la puerta estaba entreabierta y estaba toda la ropa que se había quitado encima de la cama. Entre sigilosamente en la habitación, se oía caer el agua de la ducha y aproveche la circunstancia que más deseaba, oler las bragas de mi madre recién quitadas.....me las lleve a la nariz y ese olor a coño fresco hizo que sacará la polla y empezará a masturbarme. El ruido del agua me daba total seguridad de no pillarme in fraganti.

Estaba con los ojos cerrados oliendo y lamiendo esa mancha con todavía flujo que quedaba en la zona de la entrepierna de las bragas. De pronto oí el ruido de la puerta abrirse, era Luisa con los ojos abiertos como platos quién me había pillado.

• Pero qué haces Carlos....

Yo metí mi polla dentro del pantalón y tire las bragas encima de la cama y salí de la habitación.

Luisa salió detrás de mí como justificándose por haber entrado en la habitación.

• Fui a buscarte a tu habitación y como no te encontré pensé que estarías con tu madre....

• Carlos, a tu edad es normal tener las hormonas alteradas con lo guapa y joven que es tu madre es normal que te hayas fijado en ella para tus fantasías sexuales.

Si te da vergüenza hablarlo con tu madre quieres que hablemos tu y yo de hombre a mujer estoy preparada, sabes que soy psicóloga.

-  Luisa, te agradezco tu ofrecimiento y no lo descarto, pero ahora mismo estoy un poco en shock y lo único que te pido es que me guardes el secreto y te prometo tener una charla más tranquila sobre los sucedido.

Y sin mediar más palabras me metí en mi habitación.

Al cabo de un buen rato, entro mi madre en la habitación y cerró la puerta. Pensé que Luisa se lo habría contado todo y iría a caer una buena bronca.

Se sentó en la cama a mí lado y me pregunto si estaba bien, no conteste nada, pero asentí con la cabeza, me dio un beso y me dijo que se iba con Luisa y que volvería para la hora de cenar. Levante la cabeza y vi que llevaba una falda corta de color amarillo y medias negras, imaginando que debajo llevaría un conjunto de lencería negro con liguero.

Me pasé toda la tarde jugando con la play y pensando que tendría que hablar con Luisa y no sabía por dónde empezar, pero estaba convencido de que necesitaba ayuda psicológica, lo que hacía, reconozco que no estaba bien y tenía que modificar ese comportamiento para no caer algo mucho más grave que me marcará durante toda mi vida.

Aquella noche cenamos todos en familia, incluso mi padre, que siempre tenía compromisos para cenar. Fue una cena distendida, mi madre me miraba y yo no le aguantaba la mirada, tenía muchas dudas de que Luisa me hubiera guardado el secreto. Pero decidí que  llamaría mañana a Luisa y dejaría que ella me aconsejará para reconducir mi problema. Me despedí de todos hasta mañana y a mí madre le di un beso en la mejilla como si quisiera pedirle perdón y me fui hacia mi habitación.

Por la mañana baje a desayunar, mi padre ya se había ido y mi hermana peleaba con mi madre por la ropa que llevaba. Le di la razón a mi madre y ella me correspondió con una sonrisa y mi hermana con un,.   Idiota!!!

Lo que me dio pie a tomarme un café y marcharme.

Eran ya las 9 de la mañana y de camino a la universidad llame a Luisa, para decirle si le iba bien aquella misma tarde, citándome en su consulta a las 4 de la tarde.

Como en una hamburguesería, con unos compañeros de clase y a la hora convenida, estaba en la puerta de la consulta.

Me abrió la puerta Luisa, tras saludarnos con dos besos en la recepción me hizo un gesto invitándome a pasar a la consulta, tenía una mesa de despacho dos sillas y un sofá Chaiselongue de piel blanca, nos sentamos allí y me dijo que íbamos a empezar con una serie de preguntas y que quería que fuera sincero, sino no serviría de nada y tras un diagnóstico me propondría una terapia.

L : Desde cuando empezaste a masturbarte?

C: - A los 8 años descubrí las primeras erecciones y el placer que sentía al masturbarme.

L: Cuando tuviste sexo por primera vez?

C: -Debo reconocer que soy virgen, por tu cara pareces sorprendida.

L: Si lo estoy, debo reconocer que no esperaba esa respuesta, pero bueno sigamos..... Te gustan los hombres?

C: - Jajaja, no por supuesto que no.

L: Y como es que no has tenido ninguna relación con alguna amiga o compañera, con lo guapo que eres?

C: - Ocasiones he tenido, pero soy un poco tímido en el último momento y suelo huir por la tangente.

L: Has estado enamorado alguna vez?

C: - Me enamoré platónicamente de una chica de mi edad, pero un compañero de mi clase se me adelantó y lo pasé bastante mal.

L: Y no ha habido nadie más ?

C: - Bueno.........

L: Cuéntamelo, si no, no podré aconsejarte bien

C: - Mi madre.

L: Ahora explaya te y cuéntame cómo empezó todo.

C:  todo empezó después de mi primer desengaño amoroso con Silvia, mi amor platónico, a la que nunca llegue a dar un beso. Por casualidad vi a mi madre desnuda mientras se bañaba un día que dejó abierta la puerta de su baño, me quedé delante de la puerta y me masturbe y llegué a tener un orgasmo muy intenso y fue mi primera eyaculación a chorros mojando todo el suelo y la puerta del baño, lo limpie como pude y salí corriendo hacia mí habitación. A partir de ahí, la espiaba, olía sus bragas, la miraba los pechos o las bragas cuándo se sentaba en el sofá, llegó a ser algo obsesivo, ahora ya no tanto, pero debo de reconocer que siento más atracción por las mujeres mayores que por las chicas de mi edad.

L: Y has tenido alguna relación con alguna mujer mayor o te gusta alguna especialmente?

C: - Bueno, una vez me bese con la madre de Óscar, un amigo mío desde la infancia. Pero solo fueron besos y tocamientos, pero llegó Óscar y tuvimos que dejarlo para mejor momento y yo procure que no he viera otra ocasión, por respeto a su familia.

L: Pero si hubierais estado solos y ella te hubiera propuesto ir a la cama?

C: En aquel momento me la habría follado sin dudarlo..

Note como Luisa se pudo algo nerviosa con mi respuesta, pensé que era por el vocabulario empleado, disculpándome al instante, aparte la mirada dejando de mirarle la cara,  bajando mi mirada hacia abajo, viendo claramente de que llevaba abierta la bata y no llevaba falda, viéndose un tanga de color negro transparente, viéndose claramente de que el flujo estaba mojando el tanga.

Sentí una erección instantánea, percatándose ella al momento.

Estuvimos ambos callados sin saber que decir ni qué hacer......

L: Si te parece lo dejaremos aquí hasta la próxima sesión, te vendría bien mañana ?

C: perfectamente, pero tendrá que ser más pronto tengo entreno a las 5 y la piscina queda lejos de aquí.

L: Te parece que comamos juntos, algo informal?

C: Te apetece que vayamos a la pizzería de al lado de la piscina?

L:  Perfecto, a las 2:30 iría bien?

C: genial.

Llegue con mi bolsa de deportes colgada al hombro, Luisa estaba sentada en una mesa aislada al fondo del comedor, era un sitio discreto para poder hablar tranquilamente.

La di dos besos y le agradecí que hubiera venido, estaba muy juvenil mente vestida, unos vaqueros desgastados y rotos y una camiseta de color celeste muy ajustada, donde se podían ver sus hermosas tetas y hasta adivinar la protuberancia de sus pezones.

C: Que guapa te veo hoy Luisa, pareces una chica mucho más joven.

L: Muchas gracias, cariño, a mí edad estos halagos hace que me ruborice y más viniendo de un hombre tan guapo como tú.

Note una sonrisa en su cara y también la rojez que subió en aquel momento. Llegó el camarero y pedimos unas pizzas y en cuanto se fue ella fue directa al grano.

L: Y desde cuándo tienes ese complejo de Edipo?

C: Desde hace tiempo,  empecé a masturbarme y la espiaba cuando se bañaba y olía sus bragas.

L: No pongas esa cara, es lo más normal todos los chicos lo hacen, lo que no es tan normal que sigas haciéndolo ahora con 19, ahora deberías estar tirando te a todas las chicas de tu clase uno haciéndote pajas con las bragas de tu madre.

C: Es normal que no me gusten las chicas de mi edad y me gusten más maduras?

L: Todo tiene una explicación, probablemente te excita mucho más un cuerpo más hecho como el de una mujer madura, caderas culo y tetas mas grandes.

C: si eso me excita mucho ( mirando las tetas de Luisa).

L Has tenido alguna relación con maduras?

C: No, nunca.

L: Cuando te masturbas en que mujeres piensas di sus nombres

C: Mi madre, la Madre de Andrés,Carmen la asistenta que viene a casa

L: Alguna más?

C: Si pero prefiero no decirlo

L: Entiendo. Pero eso por qué?

C: me da vergüenza

L: Si no contestas las preguntas por vergüenza, la terapia no servirá de nada, tienes que abrirte y contarlo sin vergüenza, yo ahora soy una profesional y estoy como un cura bajo secreto de confesión, lo entiendes?

C: Si, me refería a ti, por eso intenté no decirlo.

L: No pasa nada, ahora teniendo en cuenta que estoy aquí profundizaremos en los puntos clave. Que te excita más de mi y si hay varias cosas dilas todas.

C: No hay una cosa en particular, es todo un conjunto de cosas. Me excita verte en lencería más que desnuda, me gusta verte en mi intimidad poniéndote crema o masturbándote.

La cara de Luisa reflejaba una mezcla de excitación y beneplacito, aunque en realidad no debia mostrarle eso, sino todo lo contrario, pero prefirió no interrumpirle y a medida que iba contando ella se iba poniendo más cachonda, notaba como se le empezaban a mojar las bragas.

Carlos siguió hablando y hablando de momentos y escenas, incluso dijo tener un vídeo grabado con una escena lésbica entre su madre y ella y ......... poco a poco fue contando todo el material gráfico de que disponía y que enseño en aquel mismo momento a través de su teléfono móvil.

Luisa lejos de ruborizarse, se puso más cachonda y le pidió ver el vídeo de ella que más le gustaba, Carlos busco en la carpeta videos Luisa y le enseño uno en el cual se veía a ella masturbandose frente a una camara y el siguiente decia "montaje con Luisa" , en que podia verse a Carlos frente al ordenador masturbarse mientras Luisa también se masturbaba en el video, frente a él en la pantalla del ordenador, llegando simultáneamente a un orgasmo, llenando de leche la pantalla del ordenador.

Luisa se sintio acalorada en ese momento y la excitación se notaba a traves de la protuberancia mas que manifiesta en sus tetas, producto de la dureza que habian tomado sus pezones.

El sitio era discreto, pero no tanto como para dejarse llevar por lo que haria en ese momento, asi que le pregunto a Luis a que hora iniciaba el entrenamiento, respondiendole que en breves momentos deberia de entrar la en el polideportivo.

Al levantarse de la silla y recomponerse la falda, se dio cuenta de que estaba mojada, fruto de la excitación de la conversacion y sobre todo de los videos, que para verlos mejor tubo que ponerse al lado de Carlos y al final noto como a este tampoco tambien le hizo efecto, al ver el bulto de sus pantalones en la zona de la bragueta.

Se despidieron alli mismo, ella acerco la cara y el la beso cerca de la comisura de los labios en el primer beso y el segundo mas ortodoxo y cerca de la mejilla.

Luisa, sentada en el coche, camino de su casa y tremendamente excitada por la terapia que estaba llevando con Carlos, oyó los pitidos de los coches al ponerse el semáforo en verde y ella seguir extasiada en su pensamiento. Le paso en varios semáforos en uno de ellos al parar se llevó la mano a la entrepierna y noto lo empapadas que estaban las bragas, llegó a su casa temiendo de que la humedad hubiera calado la falta y se notará la mancha.

Entro y lo primero que hizo fue ir al baño y meterse en la ducha y poniendo el chorro a su máxima intensidad, se lo dirigió a su clítoris provocándole un orgasmo, casi instantáneo.

Salió de la ducha, pero de su mente no salía Carlos, estaba excitada por un lado y muy molesta con ella misma, por un lado lo imaginaba entre sus piernas y por otro lado a su amiga y madre de su presa, esta vez no había seducido a nadie como en otras infidelidades, esta vez sería algo mucho más peligroso y con impredecibles consecuencias.

Espero sus comentarios, sobre todo de aquellos hombres o mujeres que se hayan visto en situación similar.