Luego de una fiesta aburrida
Lo mejor vino después, en una fiesta de a dos
Aquel día se casaba una amiga mía y yo andaba pensando en que esa sería una buena oportunidad para conocer a alguien, así la fiesta sería más llevadera. La recepción era temprano así que empecé a arreglarme en cuanto pude, por suerte ya tenía pensado en po que usaría. Ese día me había levantado sientiendome muy bien anímicamente, especialmente guapa además. Llegué a la recepción, enconté a algunas amigas y conversamos un buen rato, casi todas iban con sus esposos, ya los conocía a todos y por lo mismo no me cayó muy en gracia la situación. La fiesta iba avanzando y por lo que podía ver no había nada bueno, nadie con quien enganchar, salvo un par de bobos que quisieron pasarse de vivos, pero vamos que no estamos para aguantar esas cosas. Una lástima pensé. Como la noche pintaba aburrida decidí irme, así que pedí un taxi y en cuanto este pasó a recogerme simplemente desaparecí.
Ya en el camino seguía lamentandome por aquella fiesta que pintabamuy bien y resultó lo contrario, iba pensando en lo bien que estaba con ese vestido verde oscuro, satinado, poco más arriba de las rodillas, a juego con esas medias de liga color piel, andaba pensando en eso cuando volví en mí y noté que el conductor de rato en rato me miraba, por suerte era un trayecto corto y no tendría que lidiar mucho con él, pensé. De nuevo en mis divagaciones una llamada me despertó, era un número desconocido,de esos que no suelo atender, siguió timbrando y algo me impulsó a contestar y una voz me dijo no tienes mi número, qué mal... tardé unos segundos en reconocerlo, era él Víctor, a quien había conocido hacía tiempo por mi antiguo trabajo y de quien no supe nada por buen tiempo.
Víctor y yo nos concimos hacía como cinco años, por mi anterior trabajo, en el que dábamos asesoria empresarial y él trabajaba en una de las empresas que asesorábamos; congeniamos bien, se puede decir que nos hicimos amigos y apesar que se sentía la química nunca pasó nada. Luego perdimos contacto y no fue sino hasta un par de meses que por un amigo en común nos encontramos nuevamente, mensajeándonos y quedando para citas que nunca se concretaban.
Me dijo que estaba cerca a mi casa (vamos, no conocía mi casa, eso de cerca era relativo) y si quería ir a tomar algo. Le explique que estabaen camino, que en menos de cinco minutos llegaba y si me esperaba a cambiarme salía con él. Le expliqué como llegar a mi casa y apenas el taxi me dejó corrí para ganar tiempo y tener más tiempo para arreglarme pero fue en vano, Víctor me había ganado, me llamó antes que pudiera entrara a casa, nos saludamos y me preguntó si mi fiesta también resultó trágica... estamos en la misma situación le dije. No se como pero terminó convenciendome de no cambiarme y en menos de lo que pude imaginar estábamos camino a tomar algo.
La ciudad en donde vivo es costera y tiene unos sitios frente al mar muy acogedores, así que fuimos a una barra con vista al mar, la conversación fluyó como antes, las risas iban y venían hasta que de un momento a otro Víctor me preguntó por fin me harás caso ? Eso me dejó helada y sólo atiné a decir pero si nunca intentaste nada... y él respondió me dejarías besarte? Le repliqué esas cosas no se preguntan, tonto... Y en menos de un segundo ya lo tenía sobre mí, besandome con una desesperación guardada por cinco años, instintivamente correspondida. Cuando por fin pudimos despegarnos le dije sigues creyendo que no te haré caso ? Volvió a besarme y me dijo al oido sólo dejare de creerlo cuando te haga mía.
Salimos de ahí y me dijo si estaba bien por mí ir a su casa, le dije que tenía una mejor idea... quedarnos por ahí cerca al mar, aprovechando la oscuridad, al parecer la idea le gustó pues rápidamente buscó donde estacionar y comenzamos nuevamente a besarnos descontroladamente, ya sus manos subían mi falda y apenas sintió que llebaba portaligas me dijo que ni planeado salía mejor, siguió metiendome mano por donde pudo, para suerte suya mi escote era generoso y así lo aprovechó. De pronto lo aparté de mí y le dije vamos atrás, estaremos mas cómodos, y así nos pasamos al asiento trasero.
Ya en el siento trasero me puse sobre Víctor y seguí besándolo, mis caderas empezaban a moverse buscando su pija, sus manos subieron mi falda y rozaban mi cola para luego ir a mis tetas,me sacó el vestido como pudo, yo le saquë la camisa, ataqué su cuello, seguía moviendome, ahora sus manos marcaban el ritmo sobre mis caderas, mi mano buscó su pija y le dije al oido... esto es lo que buscaba , le dije, es tuya me dijo... Como soy obediente hice caso a lo que me dijo, empecé a lamer su pecho, a acariciar sus brazos mientras iba bajando de a pocos, buscando eso que era mío, hasta que por fin lo encontré, encontré esa piija hinchada, venosa, lista para recibir algo de atención, antes de hacer nada lo mire a los ojos y jugando con mi lengua le dije quieres ? En forma de respuesta Víctor agarró mi cabello, lo acarició y guiando mi cabeza me dijo dale bebota que llevo esperándolo mucho tiempo ... Apenas terminó de decir esto mi boca estaba comiendosela completamente, mi le gua lo recorría mientras que mi mano acariciaba sus bolas, él jadeaba de placer... nuestro sudor era mezcla del placer y del calor de esa noche de verano. Mis labios presionaban su pija y cuando me la metí entera sentía como palpitaba en mi boca, continué así hasta que me avisó que se venía, de más está decir que durante su corrida lo miraba con deseo, mientras que descargaba su leche en mi cara.
Lo dejé descansar por un momento y ataqué nuevamente, esta vez por el cuello mientras el me agarraba las tetas y comenzaba a masturbarme suavemente, de lo mojada que andaba no hizo mucho esfuerzo para meterme los dedos, a los pocos minutos me dijo estamos listos... me dijo además que siempre me había querido coger en cuatro, así que como pudimos nos acomodamos, el muy cruel jugó un poco conmigo, me pasaba la pija sin metermela, me estaba volviendo loca, mis caderas lo buscaban, me hacía pedirsela, cuando vio queya no podía más me la metió de golpe, esa fuerza me hizo genir de placer.... Por fin la tenía dentro, mi cola se movía queriendo más, él me agarraba de las tetas, me metia un dedo en la boca, si seguía así me iba a mojar demasiado... y así lo consiguió. Como sintió mi corrida aprovechó para cambiar de posisión y me hizo montarlo, así aprovecho más tus tetas me dijo, las mordía, las besaba, cada nueva lamida era un gemido mío mientras él me decía que bien te mueves, sigue así, sácame la leche ... Yo ya mo podía más, me estaba cogiendo riquísimo, mis caderas se movían solas mientras me dedicaba a su cuello y pude escuchar cuando me avisaba de su corrida... Me bajé y acomodé frente a Víctor, me puse la pija entre las tetas y le dije que me las llene de leche... a los pocos segundos sentí su leche aliente en mi piel, mezclándose cn el sudor.
Esa noche la terminamos en mi cama, a la mañana siguiente luego de compartir un desayuno y ver algo de televisión quedamos en vernos más seguido, ya no estábamos dispuestos a esperar tanto tiempo, más aun sabiendo lo bien que la pasaríamos.