Lucía, mi tia, la mujer que siempre fue mi deseo

Durante mucho tiempo mi madre me estuvo diciendo que tenía que echarme una novia como mi tía Lucía, la novia de mi tío Marcos, muchos años escuchándolo y pensando que si así fuese sería muy afortunado pues Lucía siempre me había parecido de lejos la mujer más guapa de la familia. Rubia, de pelo riz

Durante mucho tiempo mi madre me estuvo diciendo que tenía que echarme una novia como mi tía Lucía, la novia de mi tío Marcos, muchos años escuchándolo y pensando que si así fuese sería muy afortunado pues Lucía siempre me había parecido de lejos la mujer más guapa de la familia.

Rubia, de pelo rizado, preciosa, delgada, pero con unas formas sugerentes.

Mi exnovia Marta se le asemejaba mucho, creo que por eso me fijé en ella, pero no llegaba a ser lo mismo, creo que siempre he deseado a mi tía, creo que siempre deseé robársela a mi tío, pero claro, yo era un enano por decirlo de alguna forma ya que me lleva unos 10 u 11 años y yo tendría 9 u 10 cuando empezaron a salir.

Cuando conocí a Marta y se la presenté a mi hermana ésta le dijo a mi madre que me había buscado una chica como Lucía y alguna que otra vez mientras la follaba creo que que pensé en ello y eso hacía que me excitase aún más.

Sin más preámbulos os contaré como conseguí unos de mis sueños más morbosos.

Fue durante una navidades, Clara (mi prima) y yo seguíamos teniendo nuestros escarceos sexuales y no podíamos perder la ocasión de celebrar una nochebuena como dios manda por lo que celebrándolo en casa de ella toda la familia conseguimos escaparnos hacia su habitación, como todos sabían que solíamos salir de juerga juntos y nos llevábamos muy bien nadie se extrañó de nuestra ausencia, imaginaron que habríamos salido a dar una vuelta para hablar de nuestras cosas.

Una vez en la habitación Clara no se demoró en tonterías, directamente cerró la puerta y poniéndome contra ella me bajó los pantalones y sacó mi verga para lamerla como solo ella sabía, era delicioso sentir su lengua recorriendo mi miembro en toda su plenitud para posteriormente meterselo en la boca mientras su mano acariciaba los huevos. Se lo sacaba de la boca y chupaba mis testículos de tal forma que no sabía si sentía dolor o un intenso placer a la vez que me masturbaba. Luego volvía a meterselo en su boquita y lo succionaba como si su propio coño se tratase. No pude aguantar semejante mamada, se había esmerado demasiado como para no regalarle una buena corrida en su boca así que me dejé llevar e inundé su paladar de mi espesa leche. Ella aguantó mi corrida como una campeona sin dejar escapar nada, tragó y me sonrió de una forma que solo dejaba claro que se había quedado con ganas de más.

La tumbé sobre la cama para devolverle el favor, levanté su vestido y empecé a lamer sus muslos acercándome a su sexo poco a poco, conforme me acercaba ella suspiraba más fuerte, me acariciaba la cabeza y si me acercaba mucho agarraba para no que no me alejase. Finalmente le aparté un poco el tanguita y metiendo un dedo en su coñito empecé a lamer su clitoris, luego metí un dedo más y empecé a moverlos de forma independiente provocando su primer orgasmo en poco tiempo, pero no paré, quería que me suplicase tener mi polla dentro de ella. Cuando estaba a punto de tener un segundo orgasmo casi consecutivo empezó a hacerlo...

Le quité el tanga del todo y abriendo sus piernas metí el miembro en su agujero bien lubricado, como la había dejado casi a punto de correrse tardó muy poco en hacerlo descargando sus jugos en mi polla que empezaba a crecer aún más dentro de ella. Puso su piernas en mis hombros dejando si obstáculo alguno para que mi miembro entrase en toda su plenitud en su lubricado coñito, empecé a empujar con todas mis ganas mientras escuchaba sus gemidos que aunque intentaba controlar para que nadie nos escuchase no dejaba de soltar, tener a casi toda nuestra familia abajo mientras follaba a mi prima me ponía a mil y verme en aquella postura en el espejo del armario más aún pues la tenía a mi merced y aunque no estaba totalmente desnuda para observar aquel maravilloso cuerpecito conocía cada recoveco del mismo.

Cuando estaba casi a punto de regar su cueva con mi leche saqué mi polla y ella entendió perfectamente que quería que volviese a tragar mi corrida por lo que se dispuso rápidamente a recibirla en la boca mientras yo me masturbaba para dárselo todo, ella abrió bien la boca y justo en el momento en que mi leche salía de mi polla la puerta se abrió y entro Lucía que con los ojos como platos veía como casi todo el contenido de mis huevos entraba en la boca de Clara regando el resto su cara que mantenía esa mirada lasciva que tanto me ponía.

Lucía con cara de sorpresa y algo más que no alcancé a saber que era habló:

  • ¿Qué? Perdón, perdón... Yo no sabía...

Cerró la puerta rápidamente y se fue.

Clara y yo nos miramos, nos preocupaba que Lucía dijese algo. Nos había cortado el punto, teníamos que encontrar la manera de hablar con ella antes de que comentase algo pues seguramente le notarían que algo pasaba.

Nos vestimos correctamente e ideamos la manera de bajar sin que nadie notase nada raro, primero bajé yo buscando con la mirada a Lucía que parecía haberse recompuesto y hablaba con mi hermana Irene, aquello me tranquilizó, si llegaba a hablar con Irene de aquello no se iba a liar, ella ya había participado en algunas aventuras conmigo y con Marta anteriormente, aunque no supiese lo de Clara no sería una sorpresa para ella (hasta quizás ayudase y todo por el morbo que situación le podría producir).

Sin vergüenza alguna me metí en su conversación para ver por su actuación hasta que punto Lucía podía llegar a soltar algo, cuando hubieron pasado algunos minutos bajó Clara, Lucía volvió la mirada hacía la escalera y su expresión cambió un poco, cerró como pudo la conversación con Irene y se escabulló para hablar con mi tío Marcos, eso ya podía ser más preocupante pues aún siendo Marcos uno de los más abiertos de mente aquello era algo de lo que no queríamos que mucha se hiciese eco.

Pasó la noche sin que pareciese que Lucía hubiese dicho nada, eso era un alivio. Clara parece que encontró un momento en que Lucía se quedó sola afuera y decidió abordarla, yo observaba desde lejos deseoso de saber de que hablaban mientras charlaba con otro de mis primos, pero cuando este se alejó un momento para echarse algo de beber decidí acercarme para darme cuenta de que ambas hablaban de cosas sin importancia.

Aquello me escamó un poco así que para ver como reaccionaba Lucía decidí coger el culo a Clara.

  • Que buen culo tienes prima, seguro que es el deseo de muchos chicos, ¿Verdad?

  • Tu sabrás.... Tu eres aquí el hombre y sabes lo que os puede gustar...

Lucía se quedó un poco estupefacta ante aquello pues vio que no teníamos reparos en hablar del tema delante de ella, pero se atrevió a terminar la situación con la siguiente frase:

  • Ya he visto como le gustan a Carlos las chicas y a Clara otras cosas, aunque no creo que debáis de dejar que nadie más lo vea, yo me quedaré calladita. Espero que al menos seáis más discretos y os puedan menos las ganas cuando haya tanta gente cerca.

Y se fue...

  • Eh....

  • ¿Como interpretamos eso Carlos?

  • ….

Me quedé un poco impresionado ante aquello, pero lo único que acerté a decir fue:

  • Como me gustaría follarla...

  • ¿Qué?

  • Que llevo años queriendo hacerla mía, pero nunca pude imaginar que tendría alguna oportunidad y ahora creo que se abre una pequeña posibilidad y voy a buscar la manera de conseguirla.

  • ¿No crees que eso sería una putada hacía Marcos?

  • Marcos no sabrá nada y lleva años disfrutando, no pienso tener una relación solo quiero saber lo que es cumplir el sueño de follarme a Lucía, ha sido siempre mi deseo y ahora creo que puedo conseguirlo.

  • Tu verás.... Pero ten mucho cuidado, puedes liarla y joder mucho a la familia

  • Descuida, si consigo de alguna manera follarla ella nunca dirá nada. Lo intuyo.

Terminó la noche y nos fuimos todos a casa.

Estuve durante varios días pensando en como hacerlo hasta que al final decidí que iría a la tienda donde trabajaba con alguna excusa, muy cerca de la hora del cierre para poder quedarme con ella a solas y empezar a sembrar la semilla que haría que mi deseo se hiciese realidad. Ella trabajaba en un centro comercial, en una tienda de regalos por lo que decidí que la excusa era encontrar algo para mi chica. En ese momento no tenía novia, pero ella no lo sabía y eso haría que el tema de lo mio con Clara saliese a la luz.

Me presenté allí un cuarto de hora antes del cierre, me puse a cotillear por la tienda mientras ella despachaba a una clienta que iba a buscar algo para un familiar. Ella me vio y la saludé desde lejos, ese día iba con el uniforme de la tienda que consistía en una falda hasta las rodillas azul y una camisa naranja (si, un poco feo y vistoso, pero en ella se veía muy bien porque a pesar de sus 41 añitos seguía teniendo un cuerpo esplendido, a buen seguro gracias a la práctica del deporte, pese a haber pasado ya por dos embarazos.

Cuando terminó de cobrar a la clienta se acercó a mi, nos dimos dos besos y le conté lo planeado, me enseñó varias cosas que solían llevarse mucho los chicos para sus parejas, pero tenía un tono entre burlón y curioso.

  • Esto es lo que más se llevan, pero... ¿Seguro que no es para Clara?

  • Que no... Yo estoy con una chavala, no es nada serio, pero me gustaría hacerle algún regalo por reyes, un detallito.

  • A ver, que yo me entere, estás con una chica, pero tienes sexo con tu prima...

  • Con Clara llevo así unos años, digamos que es algo difícil de dejar algo así, las chicas con las que he estado en este tiempo lo hacían muy bien, pero no puedo resistirme a Clara y creo que a ella le pasa algo parecido.

  • Hmmmm....

  • Todo empezó cuando se mudaron a la casa nueva, Clara empezó a salir con mi grupo y.... (véase “Una noche de juerga con Clara”)

Cuando terminé de contárselo todo se quedó aún más pillada, no escatimé en detalles a propósito, incluso con lo de espiar a las chicas por las rendijas de la puerta del baño. Debió de pensar que era un salido, sin embargo me miró de otra forma.

  • Carlos, creo que estás un poco obsesionado con el sexo, eso de mirar a tu prima y a las amigas de tu hermana es un poco... Bueno, supongo que son cosas de chavales, en esas edades las hormonas están muy revueltas.

  • Ya hace muchísimo que no lo hago Lucía, en esa época como tu dices estaba deseoso de conocer el cuerpo de las chicas, de explorar lo que pudiera para que el día que tuviese la oportunidad de acostarme con alguna saber que hacer.

  • Ya...

  • Pero la verdad es que siempre tuve una en mente.

  • ¿Si? ¿La conseguiste?

  • No, después de todo este tiempo aún no la he conseguido y no sé si será posible ya.

  • Vaya. ¿Sigues intentándolo?

  • Nunca la consideré posible, es ahora cuando creo que he visto una mínima oportunidad y voy a probar. Si lo consigo habré conseguido hacer realidad mi mayor deseo en ese sentido. He estado con muchas chicas y alguna hasta se le parecía, espero que todas esas experiencias al menos sirvan para que si consigo a esa chica estar a la altura.

  • Bueno, espero que lo consigas, eres un buen chico y lo mereces. Además... por lo que he visto... Estás muy bien dotado...

Se puso roja como un tomate al decir esto, se llevó las manos a la boca, creo que no quiso decirlo, lo pensó en voz alta y al escucharse decirlo se arrepintió de ello inmediatamente, su subconsciente pareció haberla delatado.

  • Tu sabrás lo que os gusta a las mujeres, hasta ahora creo que ninguna me ha echado en cara nada en ese aspecto.

Se ruborizó aún más, pero acertó a decir:

  • Clara parecía encantada desde luego, seguro que la chica en cuestión también lo estará.

  • Eso espero. Llevo muchos años pensando en TI. Nos vemos....

  • ¡¡¡¿Como?!!! Carlos......

Me fui....

Dos días antes de Reyes me volví a acercar por la tienda sobre la misma hora, esta vez Lucía no me vio, estaba de espaldas cuando llegué atendiendo a un hombre mayor y me mantuve oculto tras unos estantes de perfumería. Ella terminó de atender al hombre que se marchó sin comprar nada al final tras tenerla más de 20 minutos ocupada y pasando la hora del cierre, cerró y se puso a hacer caja.

Cuando terminó de hacer caja entró un momento en la trastienda y yo fui tras ella, me quedé en la puerta observando mientras movía una o dos cajas.

  • ¿Te ayudo en algo?

Se sobresaltó muy asustada, pero al girarse y ver que era yo se tranquilizó un poco.

  • ¡¡¡ Joder Carlos!!! `¿Como has entrado?

  • Entré antes de que cerraras, pero no quería que echases antes del cierre y me escondí un poco. Quería hablar contigo de lo del otro día, quizás no debí decirte nada. Te ha debido sentar mal, lo siento.

  • Verás.... Ya sabes lo que hay Carlos, tu tío...

  • Lo sé, es lo que me ha mantenido siempre lejos, pero el otro día cuando nos viste a Clara y a mi nos miraste de una manera de aunque se notaba que te pudo incomodar la situación no era solo porque nos sorprendiste haciéndolo a unos primos, parecía haber algo más, cuando hablamos contigo entendí que habías sentido.

  • ¿El que?

  • Incomodidad, si, pero también curiosidad y cierto morbo. Si hubieses pensado que era algo malo o peligroso seguro que se lo hubieras dicho a alguien, en cambio te callaste…

  • Verás….

  • No, creo que te gustó lo que viste y no puedes negar que te gustaría formar parte…

  • No Carlos, no, ¿como voy a querer formar parte? ¿Estás tonto o que?

  • El otro día además se te escapó que estaba bien dotado, eso significa que viste bien mi polla y has pensado en ella. Seguro que te gustaría tenerla dentro….

  • …..

Me fui. Quería dejarla pensar sobre aquello, que le diese vueltas, ahora dejaría pasar unos días y el Día de Reyes intentaría volver a hablar con ella para que a la siguiente vez que la asaltase en el almacén me pidiese follarla.

Llegó el día 6 y la familia se reunió en casa de otra de mis tías, Lucía venía con un vestido bastante ceñido que dejaba intuir muy bien su figura, estaba claro porque se había ganado el derecho a ocupar aquel lugar en mi mente, nos saludamos con dos besos como si no hubiera pasado nuca nada y hablamos un rato, Clara estaba un poco más distante, parece que mi acercamiento a Lucía no le agradaba, pero verla con aquella falda corta y la camiseta bien ceñida con un escote bien generoso me puso a cien y no pude evitar aprovechar una ocasión en que todos estaban un poco distraídos para llevármela al baño y una vez cerrada la puerta besarla y acariciar aquellas maravillosas tetas.

  • No tenemos mucho tiempo, te voy a follar

  • No Carlos, no, tu mente no está hoy conmigo. Y tu polla menos...

  • Si, Clara, te voy a meter una buena follada rápida y te va a encantar, ya verás… Mi polla siempre está dispuesta a taladrar tu coñito.

La volteé, subí su falda, bajé su tanga y sacando mi polla en varios movimientos rápidos metí mi polla en su cueva que a pesar de su negativa estaba bien húmeda, le tapé la boca para que no se escuchasen sus gemidos, pero parece que no funcionó nada bien pues la puerta de abrió

Maldición, con la calentura había dejado el cerrojo sin echar y ahora nos habían descubierto.

La puerta solo se abrió lo suficiente para que una persona pudiese entrar de lado y en ese momento apareció Lucía.

  • Sabía que no podrías resistirte Carlos, que no follar a Clara en una reunión familiar sería demasiado para ti, en el momento que todos están más distraídos me he fijado que no estabais y me he puesto a buscar. Solo había que poner un poco el oído y en el momento que he escuchado a Clara ya sabía donde estabais. Por suerte habéis dejado la puerta abierta.

  • ¿Que pretendes Lucía, vas a delatarnos o es que no puedes resistirte más?

  • Clara, sal. Ya hablaremos.

  • ¿Como?

  • Que este baño es demasiado pequeño para los tres y tu ya has tenido bastante. Carlos quiere follarme desde hace mucho y voy a darle la oportunidad de cumplir su deseo, solo una vez, pero merecerá la pena sentir esa polla entre mis muslos.

  • Clara….. ¡sal! Ya te compensaré, esta vez quiero dedicarme en exclusividad, la ocasión lo merece.

Se subió el tanga, bajo la falda y salió. Seguidamente cerré el cerrojo, nadie podía entrar, esta vez quería llegar al final sin preocuparme.

Me abalancé sobre Lucía, cogí sus brazos, los puse por encima de su cabeza y de espaldas a la pared la besé. Fue un beso húmedo y pasional, nuestras lenguas jugaban casi con violencia, solté sus manos ya que sabía que ya no iba a dejar de besarme y empecé a acariciar sus pechos.

No eran tan grandes y firmes como los de Clara, pero estaban bien firmes y comprobé gracias a que no llevaba sujetador que el pezón ya se erguía mostrando su excitación, pocas mujeres sin operarse podían, con 39 años y dos embarazos, presumir de aquellos pechos. Me entretuve un rato pellizcando aquellos maravillosos pezones a través de la tela del vestido. No podía ni imaginar la razón por la que había salido sin sujetador con ese vestido, solo que ya venía más que dispuesta a atraer mi atención.

Aun así lo que más me sorprendió fue que no estaba dispuesta a ser follada, sino a follar, tras aquel arranque volvió en si y no me dejó seguir llevando el control.

  • Hoy vas a disfrutar de un polvo con experiencia, tu habrás follado con muchas, pero yo con 10 años más que tu he follado con muchos más y durante mucho más tiempo. Te vas a enterar peque…

Me cogió la polla y empezó a masturbarme con destreza, me hizo sentarme en el inodoro, se agachó y mientras me masturbaba empezó a chupar mis huevos dejándome casi sin respiración, tras cosa de un minuto recorrió mi polla con su lengua y metiéndosela en la boca no paró de chuparla llenándola bien de saliva. Su lengua era maravillosa y se metía el miembro casi hasta los testículos. Era una garganta profunda, ni Marta se había metido tan profunda mi polla en su boca. No tardé apenas 3 minutos de aquello en estar a punto de correrme, pero ella lo notó y paró….

  • ¿Que haces?

  • No te vas a correr hasta que YO quiera, aquí mando yo.

Me quedé callado, eso me gustaba, había vivido una sensación parecida hacía uno o dos años y fue genial pues a pesar de quedarme a las puertas del orgasmo varias veces cuando llegué a correrme la sensación era bestial.

Lucía se puso de espaldas a mi, se subió el vestido y poniendo su culo en mi polla empezó a restregarse, agarrando el miembro fue acariciando su coño a través de su tanga, su coño empezaba a estar muy mojado y esa sensación era maravillosa. Intenté por dos veces agarrar sus pechos, pero no me dejó, estaba decidida a mandar y tuve que dejarla hacer si quería que aquello no se acabase.

Cuando por la polla empezó a escapar una pequeña gota paró, yo estaba casi a punto de llenar por completo su entrepierna de mi leche, pero una vez más me dejó con las ganas. Se levantó un poco, lo suficiente para estando inclinada hacía adelante dejar su culo casi en mi cara.

  • Ahora vas a hacer que me corra. A ver como te las arreglas…

Aparté su tanga un poco, metí un dedo en su húmedo coño y empecé a jugar con el mientras con la lengua rodeaba su ano. Si era tan experimentada seguro que podría disfrutar su culo e incluso correrme en el. La sola idea de hacerlo hacía que mi polla palpitase. Tras un rato de salivar bien su culo metí un dedo y ella respondió con un quejido apagado, no podían descubrirnos. Si con Clara se podía armar no podía ni pensar lo que pasaría si nos pillaran follando a Lucía y a mi…

Finalmente bajé su tanga y se lo quité, ahora tenía dos dedos en su coño y uno en su ano, seguí salivando sobre el dedo de su culo para lubricar más esa entrada y conseguí meter dos dedos. Saqué los dedos del coño y mientras la sodomizaba con mis dedos metí mi lengua en su rajita y la lamí de arriba a abajo sin parar.

  • Si, si….. No pares, no pares, mmmmm

  • Parece que si tenía algo de destreza, ¿eh?

  • Calla y sigue lamiendo cabrón, que ya llega….. Mmmmmmm

Su coño y su culo se apretaron y sus flujos estallaron en mi cara, sabía deliciosa y abundante. Tras aquella corrida usé su propio jugo para terminar de ensanchar su culito y metí un dedo más, con tres dedos casi por completo dentro de su culo mi esperanza de meter mi polla en aquel culo se acrecentaron sobremanera, mi polla estaba ansiosa por penetrarla y ella no se hizo de rogar, se puso frente a mi, se sentó en mi polla la cal entró casi sin guiarla dentro de su magnífico y mojado agujero. Se quitó el vestido por completo y por fin pude ver esos preciosos pechos.

Me besó y empezó a cabalgar mi polla, era tan diestra que no pude aguantar nada y llené su coño de leche, fue una corrida muy abundante, ella se estremeció y volvió a correrse. Me abrazó con fuerza y apretó mi polla en su coño escurriéndola hasta el final.

  • No te preocupes, estoy operada, te puedes correr todo lo que quieras dentro de mi

  • Pues ahora quiero follarte el culo y llenártelo también así que vete preparando.

  • Ya sabía que no podrías dejar de hacerlo, te has empeñado bastante en él y no voy a dejar tu sueño incompleto, ¿no? Pero tendrá que estar muy dura, vamos a resucitarla.

Me sonrió de forma pícara y volvió a moverse suavemente de nuevo, mi polla que había empezado a volver a su estado normal volvió a recuperarse endureciéndose y palpitando de emoción.

Se levantó y yo tras ella, seguidamente la puse contra el inodoro y sujetándose a la cisterna exponiendo su culo hacia mi. Acaricié con la punta la entrada de su coño un poco y con los jugos que rescaté de su rajita la situé en la entrada de su culo y la metí poco a poco.

A pesar de haber metido anteriormente hasta 3 dedos se había vuelto a estrechar y no pude meterla rápido con lo que tardé unos segundos en tener mi polla enterrada por completo en su ano. Lucía sabía como manejarse para acrecentar la sensación de placer y continuamente contraía su culito mientras la sodomizaba. Aquella estrechez no ayudaba a retrasar el orgasmo precisamente y pese a haberme corrido hace apenas unos 10 minutos estaba a punto de correrme así que opté por hacer que se incorporase con mi polla dentro y mientras que con una mano acariciaba su coño con la otra jugaba con esos maravillosos pezones. Ella giró un poco la cabeza y nos fundimos en un húmedo beso.

En aquella posición seguí follando su culo despacio y aumentando poco a poco el ritmo, volví a hacer que se agachase y fui a por todas elevando el ritmo de las embestidas al máximo mientras sujetaba sus caderas hasta que por fin en un orgasmo mutuo llene sus entrañas de semen mientras ella contraía casi al máximo su agujero para exprimir mi leche.

Saqué la polla de su culo y casi de inmediato ella dejó escapar mi corrida de su coño y culo a la vez chorreando por completo sus piernas de nuestros jugos.

Me besó con pasión y me abrazó.

  • Gracias

  • Gracias a ti Lucía, has hecho realidad mis más húmedos deseos de la mejor de las maneras.

  • En verdad yo también llevaba un par de años deseando hacerlo, desde que empecé a intuir lo tuyo con Clara, pero tuve que hacer como que os pillaba y tenía también que estar segura de que no te importaría follar con una pureta como yo.

  • ¿Pureta? Para mi siempre has sido una mujer 10, mi primera paja fue pensando en ti, me eché una novia que se te parecía y todo y más de una vez la follé pensando en ti. De pureta nada, ha sido un polvazo que volvería a repetir a diario si pudiese.

  • Jajaja, eso no podrá ser, pero quien sabe….

Nos arreglamos y salimos del cuarto de baño por turnos, primero ella y cuando no hubo peligro de sospecha salí yo.

Clara se me acercó y me dijo:

  • Sabes que me he quedado con las ganas, espero que cuando te recuperes puedas satisfacerme y compensar el dejarme tirada.

  • Clara…. Sabes que mi polla siempre te tiene en consideración, pero….

  • Una follada rápida y ya me compensarás mañana, vuelve al baño Carlos..

Aquella noche me dejaron para el arrastre, al día siguiente no pude compensar nada, no había quien levantase nada ahí abajo :)