Lucia
Una flaquita con unos pies encantadores.
Lucia.
Hace poco fui a visitar a un amigo que vive por un bachilleres, y como me llamó al celular para que lo esperara pues no había nadie en su casa, pues decidí ver a las niñas que por ahí están.
Había de todo, parecía un cardumen, solo me hacía falta aventar la red y sacar los bellos ejemplares!!!, es increíble lo que se ve en época de calor, niñas en minifalda, zapatos abiertos y uñas en diferentes colores, al natural, tobillos bien moldeados, de piel hermosa, morenas, trigueñas, blancas, flacas, medio llenitas, y una que otra gorda de nalgas portentosas y de buen ver.
Sentado estaba afuera de una tienda tomándome un refresco, cuando vi que unos pies se acercaban a donde yo estaba, eran de dedos gorditos, uñas al natural, recortadas, limpias, piel blanca, y tenía un anillo con una piedra azul en el segundo dedo del pie izquiero, en el derecho el dedo pequeño tenía un anillo plano, usaba zapatillas abiertas, de tiras negras, su tobillo derecho portaba una cadenita de oro.
-Qué bonitos pies - dije en voz alta. -Ay, gracias - Contestó la chica.
Me percaté que pensé en voz alta y dirigí la mirada hacia la cara de la poseedora de los pies, era una chica alta, flaca con curvas, de cara afilada y sonrisa agradable.
-De verdad, que bonitos pies tienes amiga. -Nadie me lo dice aunque me los arregle, y me llamo Lucia. -Hola, soy Allan. -¿Te gustan los pies de las personas? -Si, hay pies que son bonitos, ¿A ti te gustan? -Algunos, pero más mis pies. -¿Te los han tocado alguna vez? -Solamente cuando me hacen pedicure, y yo sola. -¿Nadie más? -Alguna vez le pedí a un exnovio que lo hiciera y me dijo que le daba asco, por eso no lo pedí a nadie más. -A mi no me da asco.
Lucia me vio, no dijo nada se puso roja, y de pronto.
-Es extraño ni te conozco y estamos hablando de esto. -Nos acabamos de presentar, ¿o no? -jajaja, es cierto, dime, ¿Tú tocarías mis pies? -También los besaría. -mmmhh, entonces acompáñame, vivo a 10 minutos. -Bueno. En el camino, intercambiamos varias ideas, sobre muchas cosas, y principalmente de los pies.
Llegamos a su departamento, no había nadie, ahí me mostró varios modelos de zapatillas, sandalias, tines, los cuales me modeló.
-¿Puedo tocar tus pies? -Claro!!! Se sentó en el sofá a un lado mío, colocó sus pies sobre mis muslos, y ahí comencé a acariciarlos, me llevé un pie a la boca y lo besé poco a poco, de arriba a abajo, lamí la planta, entre los dedos, e hice lo mismo con el otro. Lucia gemia y gemia, y se frotaba la vulva por debajo del pantalón.
Saqué mi pene, y lo coloqué en medio de las lubricadas plantas, ella subía y bajaba diestramente sus pies, de pronto llevó uno de sus pies a sus boca y lo comenzó a lamer y a chupar sus dedos.
-mmmhhhhh, siempre me he besado los pies, pero esto es rico, mi pie sobando un pene, lo chupas, y yo chupo el otro. -Besé con ella su pie, mientras con el otro me masturbaba. -Quiero,mmmhhh, que te vengas en mis pies mientras los chupo. -Chupa un poco mi verga. -esta bien. Se agachó a chupar mi pene, lo hacía diestramente, lo engullía hasta la raíz...muy rico. Ya viene. Se acostó, levantó sus pies a su boca abierta, dejé que mi semen cayera sobre sus pies y su boca, ella lo lamió cachondamente, yo hice lo mismo y le di con mi lengua lo que restaba. Nos besamos con ese sabor metálico que es propio del semen, lamimos sus pies, chupamos sus dedos...
Y me regaló sus anillos.
Dedicado a la flaquita que fue mi inspiración y que vestía pantalón negro, blusa negra, zapatos abiertos y anillos en los dedos que estaba cerca del bachilleres.