Luchas venezolanas: (Capitulo. III)

Un nuevo Valentin Guerrero resurge de entre el abuso y la dominación,cambia arrolladoramente el rumbo de su propia historia.... capitulo decisivo.

Luchas venezolanas: (Capitulo. III)

Caigo un poco más”

“Deja vagar, tu vida en la mía

Pues es mi querer quien te guía

Y caigo un poco más...

Cuando te alejas

Duermo en tu soñar,

Si es que me dejas

Caigo un poco más, en tu palpitar,

Pero en tu ser, quiero renacer”

Cuan difíciles son tomar decisiones, ellas marcan inequívocamente el rumbo de nuestras vidas, para la dicha, o para la desgracia; es en esos instantes cuando debemos afrontar el emergente miedo, el vil enemigo, que nos impulsa negativamente a  proyectar  falsas ideas. Y es solamente cuando le vences, que puedes mirar con mayor claridad tu pensamiento, la libertad te acobija bajo su cálido abrazo. Absolutamente, ninguno podrá entender la complejidad de la mente humana, ella en sí, es un océano de sentimientos, pensamientos, y sin fin de diversas expresiones intrasensoriales que son aun incomprensibles en su totalidad

Por todo ello, jamás digamos que nos conocemos totalmente, durante el tiempo que estemos sobre este mundo, no dejaremos de conocer algo nuevo de nosotros mismos, y de eso se trata la vida, de Metamorfosis continua, de nuevos retos y circunstancias a experimentar; nos sorprendemos en el camino.

8 horas después de la decisión de Valentín:

Desperté, sobre una cama,  una tenue luz de un teléfono móvil, se filtraba a través  de la oscuridad; oía el  moderado respirar de alguien a mi lado; una enorme masa oscura ocupaba un espacio de aquella cama; no  podía recordar este momento; lo único que vagaba en mi mente sobre las horas anteriores, era de mi encuentro con Armando, de su manipulación, del terrible miedo que me producía su persona,  de la amarga decisión que me hizo tomar, y, cuando justo después, me arrepentí de lo que de mi boca había emergido; recuerdo que le dije, que cambiaba de parecer, que no iba a volver con él, que prefería con todo el dolor del mundo, no ver a mi familia si ello implicaba apártame de su terrible presencia, mientras este me quitaba vorazmente la ropa y  no paraba de besar apasionadamente mi cuerpo, pero, de ese momento hasta aquí, quede en blanco, fue como si me desconectara ¿Qué fue lo que paso?

La cabeza me duele moderadamente, estoy desnudo de pies a cabeza en aquella cama, siento mucho pesar entre más intento divagar sobre mi amnesia repentina, necesito irme de allí, necesito alejarme de el

Así que como puedo, tanteo en la oscuridad, buscando mi ropa, he llegado al punto de moverme sigilosamente para salir de la cama; con cuidado y rogando no tropezar con algo, me he dirigido hasta donde se encuentra el escritorio; en su frente delantero, noto formas arrugadas e irregulares que la oscuridad no me permite detallar con claridad, seguro debe estar mi ropa allí, pensé. Tomo la que me parece podría ser mía, y palpo tratando de encontrar mi ropa  interior  o el pantalón castrense, por lo que solo doy con el pantalón, luego tomo lo que se aprecia como una chaqueta, unas botas, para finalmente dirigirme hacia la salida de aquel sitio; miro hacia la oscuridad, al fondo donde se halla el, y me embarga el sentimiento del rencor nuevamente

Emprendo apresuradamente mi camino hacia el lugar donde duermo junto a mis compañeros, aun se me hace difícil reconocer mi lugar asignado; sin embargo, antes de llegar a mi destino, me encuentro cara a cara con un guerrillero que vigila  en el turno de la noche

-hey, hey! ¿ y usted que hace despierto por el campamento a estas horas de la madrugada?- me dice sospechando de mí, él guardia colombiano

-eh…yo…yo.. Fui a orinar… por allá… pero ya regreso a mi carpa, disculpe camarada- estaba muy nervioso

-¿orinando ah, ? , lo noto muy nervioso, ¿me está mintiendo ah veneco? Aquí a los mentirosos no les va bien, ¿Cómo se llama usted?- me dijo el hombre con mucha seriedad

  • ca…ma…rada.. no...no… no estoy mintiendo….soy Valentín… Valentín Guerrero- dije tratando  de mantener la  calma

-¡Valentín Guerrero! ,  ah….pero si es el muchacho que el comandante Tirano iba a partir! Jajaja- dijo ese hombre sorprendido

  • ¿Qué?, ¿pero quién…te ..Dijo…eso?-estaba desconcertado y molesto

  • jajaja entre nosotros no hay secretos…todo se sabe… no le puedo creer-me comenzaba a mirar lascivamente

  • con tu permiso- y me iba molesto, pero el me agarro de la mano bruscamente

  • hey ya va, ya va… espera… no se vaya así cara bonita, faltan unas horas para que amanezca.. ¿No le gustaría divertirse un rato? Ah, perrita?- me miraba lujuriosamente mientras con la otra mano se tocaba su miembro por encima del uniforme

-jodete…. Yo no soy ningún puto!- y me zafe de su agarre y me fui hirviendo de rabia, mientras el guerrillero colombiano se reía y me decía palabras ofensivas

Entre en la carpa con mucha ira recorriendo mi cuerpo; me tomaban como un despreciable prostituto gay; además, ya sabían mi asunto con Armando, o tal vez les dijo lo que le convenía, ¡que despreciable es !

Me lance en la cama, apretando y golpeando la improvisada almohada con mucha fuerza; prácticamente, pase en vela toda esas horas que faltaban para las 5am, la hora asignada para que se levantaran los nuevos soldados. Nos preparamos para iniciar la jornada de entrenamiento diario; los muchachos del grupo me miraron con sorpresa, imagino que hubieron escuchado los rumores, referente a mi ausencia nocturna. Frelser y Juan me rodearon junto a un grupo de  mis otros compañeros, y empezaron a preguntarme que me había ocurrido.

-¿Qué ha pasado Valentín? ¿Qué te hicieron? ¿Pensamos lo peor?- dijo un meditativo y recién levantado Frelser

-Sí, creímos que te habían castigado y hecho daño- dijo otro de mis compañeros al fondo

  • es verdad, ¿cuéntanos pues?- dijo Juan

Yo los miraba a todos, veía a Frelser y a Juan, y no hallaba manera de explicar semejante aprieto, ¿Cómo le iba a decir que pase la noche teniendo sexo  con el comandante? Y si lo tuve o no, no lo recuerdo, ¡qué situación!

-chamos… eh… yo… .bueno…. ayer… me castigaron, me tuve quedar… ah… patrullando.....

  • ¿patrullando?- dijo Juan confundido

-¿ pero qué extraño? Eso no fue lo que escuchamos– dijo Frelser mirándome sin expresión

  • ah sí, fue… algo que ni yo mismo preví… ¿pero, que fue lo que escucharon?- les dije tratando de conocer los rumores

  • Bueno… nos dijeron... que…tú y el… comand… - Juan fue interrumpido

  • ¡Soldados que es lo que ##$$$%%% están haciendo!, salgan ya al campo o habrá castigo!- Soltó irritado uno de los entrenadores, viendo nuestro retraso

Todos salieron apresuradamente, temerosos por la advertencia del guerrillero, Frelser me dirigió una de esas miradas extrañas, como sabiendo algo de mí,  sin yo poderlo conocer, yo le mire y me acorde de lo duro que fui con el anoche, así que le volví a pedir perdón, el asintió, y me dijo que todo estaba bien, que me entendía, luego volteo, diciendo que me apurara, y se fue, me dejo con preguntas en la mente

Me estaba colocando las botas para ir también, pero la voz del entrenador me distrajo:

-Soldado Guerrero, ¿Qué hace usted aquí?, ¿no debería estar en la comandancia?, ¿el coronel le dio permiso?- dijo el colombiano seriamente

  • señor… vine a continuar el entrenamiento- dije sin saber que más decir

  • eso no responde la pregunta, ¿el coronel Tirano le dio autorización o está aquí en desobediencia?- dijo tajantemente

  • señor, yo… me vine en la madrugada… él no lo sabe- dije temeroso y luego baje el rostro

  • pero que rebelde es usted. ¡Tiene que regresar ahora mismo!, tiene la primera jornada libre! Camaradas!, Vengan acá!- dijo llamando a dos guerrilleros vigilantes en la cercanía

-¿si señor?- respondieron ellos protocolarmente al llegar y estar frente a el

  • escolten a este desobediente soldado a la comandancia, el coronel sabrá qué hacer con él, apúrense en esto – dijo el hombre escuetamente

  • ¡no!, no voy a volver allá- grite yo

  • ¿Qué dice soldado?- elevo la voz el entrenador

-¡que no voy  volver allá, Señor!- dije decidido

  • ¡ah que no lo va a hacer!, camaradas arrastren a este rebelde, no quedaras con más ganas de faltarle el respeto a tus superiores, ¡marica!, acaso no sé porque te mando  a llamar anoche el comandante, aquí no hay secretos-dijo el guerrillero despectiva y amenazadoramente

Me tomaron bruscamente aquellos dos guerrilleros y me forzaron a tomar marcha hacia donde se hallaba Armando, el entrenador nos seguía. Estaba siendo obligado a ir a donde no quería, maldecía el momento en que decidí estúpidamente ponerme en las manos de la guerrilla sin saberlo. Pronto, llegamos a la entrada de aquella alta carpa de color blanco; el entrenador allí presente, llamo respetuosamente al comandante desde la entrada, la luz el interior iluminado, se escurría por los bordes lineales de aquel material plástico. Una voz, la de Armando, le dio el permiso para ingresar dentro. Ingresamos todos, y  nos encontramos con la figura del teniente coronel semidesnudo, sentado en el escritorio fumando, mientras observaba unos papeles

-Comandante Tirano, discúlpenos que le interrumpamos a estas horas, pero hemos traído a este desobediente soldado, ha violado las ordenes personales que usted  le había dado, además, se ha revelado y  desobedecido las ordenes que le di para  cumplir; aquí le dejo en sus manos, es un muchacho rebelde, le hace falta mayor disciplina, quien mejor que usted para decidir la mejor sanción- dijo el guerrillero mientras  le miraba seriamente

-¡De acuerdo Cabo Sánchez ¡ descanse, me encargare de disciplinarlo como es debido, debe aprender a someterse a la autoridad, pueden retirarse – contesto Armando

Los dos guerrilleros que me tenían agarrado, me soltaron y emprendieron el rumbo junto al entrenador, no sin antes este último, echarme una mirada inquisidora

-¿Por qué se fue?, Desperté y usted no estaba- dijo Armando relajado

  • ¿Qué fue lo que me hiciste? , se me fue la memoria – dije molesto

  • (rio) ¿Qué fue lo que le hice? Muchas cosas…sabrosas… vea… Usted disfruto…Yo también, nos amamos, solo eso- dijo divertido

-  me hiciste algo Armando… creo que lo último que te dije, fue que me arrepentía de decirte que sí, con tal de no tener nada cont…- el interrumpió

  • no, ¡no!.. Así no fue, usted se entregó a mí, estuvo más que dispuesto a retomar lo nuestro, no trate de cambiar la decisión, ya la tomo, no hay vuelta atrás- dijo imponiendo su autoridad

  • no sucedió así, me niego…. ¿me pusiste algo en el brandy, verdad? ¿Me drogaste Armando? – dije alterado

-¡Valentín! Deje de inventarse cosas que no son, ¡yo jamás lo drogaría para intentar obligarlo a algo que no quiere!, quizá le sentó fuerte la bebida….¿ está acostumbrado a tomar licor con frecuencia?

  • puhhh(suspiro agitado) pues… ¡no!, pero esto no debió pasar Armando, jamás debí acostarme contigo, ¡no te hagas ilusiones ¡- dije impotente

Levanto su potente y vigoroso cuerpo semidesnudo del escritorio, y decidido, se fue acercando a mí, me tomo a la fuerza, forcejeamos,  y por ser más fuerte, termino tirándome de frente, encima del escritorio, mientras estaba encima de mí, en mi espalda.

-tendré que domarle a la fuerza, eso es lo que le gusta ah cachorrito, que su macho le dome! ¿así quiere que sean las cosas, por las malas?

-¡suéltame Armando! Yo jamás voy a volver a ser tuyo, antes muerto que siendo tu amante, ¡déjame!- dije dispuesto a dar lucha

-¿ ah sí? Pues vamos a ver…

Seguía intentando hacer fuerza para desatarme de su agarre pero era inútil, era un militar entrenado en todo lo terrible que eso significaba; di un sorpresivo cabezazo, y parece que le di en el rostro, el terrible hombre gimió. Comenzó a sacar algo del bolsillo de su pantalón militar, sonaba como a algo metálico

  • jaja (risa irónica) ¡me tiene ahora muy excitado Valentín!, la doma siempre es difícil para el semental, pero siempre consigue dominar y disfrutar de su yegua- dijo lascivamente mi atacante

  • ¡basta, eres un depravado Armando!, no ves que te odio, lo último que sentía de aprecio por ti, en este momento se está desapareciendo, eres un ¡mounstro!- estaba entrando en la ansiedad de una víctima acorralada

-  pues usted tiene la culpa Valentín, las cosas se hubieran arreglado entre nosotros si usted hubiera actuado distinto, aún estoy dispuesto a hacerlo- me dijo mientras colocaba lo que parecía ser unas esposas en las muñecas de mis dos manos no lo podía creer

  • ¿qué me vas hacer Armando?, quítame esas malditas cadenas de mi manos!

-¡no!, hoy va a aprender a respetarme, yo soy su hombre, usted es de mi propiedad, ¡mío! Me oyó, quiera o no; de mí, no se va a escapar tan fácilmente… ¿no se acuerda que se lo dije aquel día en el negocio del compadre en Ayacucho?

  • ¡Monstruo!, lo que me intentas hacer no es amor, es dominación, es tiranía… nunca te debí conocer, nunca debí dejar que entraras a mi vida,! soy infeliz, no lo  puedes ver  maldito! – dije mientras las lágrimas empezaban a asomarse en el borde de mis ojos

  • no puedo vivir sin ti amor, mira lo que me haces hacer para mantenerte conmigo, no ¡puedo dejarte ir!, mientras tenga el poder, vas a hacer ser mío,  nadie más te tendrá

  • ¡Nunca Armando!, ¡nunca!, yo no pertenezco a nadie, yo soy libre, nací para vivir mi libertad! ¿Oíste? Inténtalo, pero jamás me vas a dominar, me pertenezco a mí mismo-nunca había sido tan decidido en mis palabras como en ese momento

Esas palabras lo encolerizaron más; empezó a desabrocharme el pantalón súbitamente; lo bajo hasta casi mis tobillos junto con mi ropa interior y dejo mi trasero al descubierto; sus manos lujuriosas empezaron a hurgar en el interior de mi intimidad. Algo en mi mente eclosionaba, mi  propio yo libraba una decisión  que conllevaba una transformación, o me quebraba o tomaba el camino de la superación y fortalecimiento, dicen que las pruebas que te pone la vida, te impulsan a ser un mejor hombre o te degradan, todo depende de cómo tu decidas afrontarla, ¿Qué es lo que debo hacer? ¿Caer un poco más, en mi propio desmoronamiento? ¿Solo un poco más? ¡No!, Decidí renacer

El ruido de un cierre siendo bajado, me indica que me va a penetrar contra mi voluntad; yo ahora estoy decidido a mantenerme digno frente a su abuso, no voy a demostrarle sufrimiento alguno, lo soportare y superare como el hombre que soy

-Usted así lo quiso, pero es mío, siempre mío Valentín, como lo es  también su jodido país, le pertenece a la revolución, y no los vamos a coger  hasta que nos entierren bajo la tierra, ¡me oyó! ¡Siempre! ¡No lo olvide!

Después de estas palabras, él me sodomizo brutalmente, en su mente pensaba que la fuerza bruta, iba a doblegar mi identidad e independencia, pero no, origino en mi un cambio, llevo en mi sangre los genes de un alma libre, una que redescubrió que podía superarlo todo, por muy difíciles y crudas que fueran las circunstancias. El llego al éxtasis, y luego salió de mí; noto mi completo cambio; yo no lo suplique, no llore, si acaso apenas gemí, pero jamás le demostré inferioridad; mi mortal silencio le perturbaba.

-Va...lentin… ¿está bien?... hable… ¡pero que le he hecho!- dijo, mientras me sacudía el cuerpo  y alteraba su voz preocupado

Me tomo  entre sus brazos, acomodo mi ropa interior y pantalón en su lugar, desató mis manos de las esposas, y me cargo hasta la cama  que hace horas atrás había sido testigo de una equivocación de mi viejo yo. En ella, Armando me recostó y luego me  miro sentado en el borde.

-¡Que le he hecho Valentín!, ¡que le he hecho!, hábleme amor, ¡diga algo!- decía arrepentido mientras miraba mi vista ida

Sentía como si estuviera soñando despierto, mi mente viajaba, pero a la vez, estaba allí, le veía claramente a él, y a la vez que sentía tanta paz, no lo podía explicar, sentía el calor de algo desconocido moviéndose profundamente dentro.

Entonces fue cuando volví a mí y  Lo mire directamente a los ojos:

-Soy libre Armando…. ¡Soy libre!, tú no puedes dominarme Tirano, yo soy libre!

Él se quedó totalmente sorprendido; me levante de aquella cama, y bajo su total consternación, emprendí mi salida del sitio, no sin antes decirle:

-no intentes lo que es imposible, esto se acabó, si vuelves a tocarme, estaré preparado, o mueres tu o muero yo. ¡Adiós Armando ¡- y desaparecí de su vista como un nuevo Valentín Guerrero

Y caigo un poco más, en el descubrimiento de quien soy yo, un hombre, una nación, yo lo he de superar, y seré aún  mejor!

Continuara…………………………………….

Gracias a todos los que me han comentado, ha sido grato poder saber sus opiniones. Quiero aclarar, que este breve capítulo fue difícil de escribir, está cargado de mucha filosofía, realidad y sentimiento profundo,  su contenido revela el simbolismo de la historia, espero comprendan eso, y perdonen si le quite gusto al relato.