Lucas, Leo y yo
Leo y Juan descubren el placer que da el coito anal de alli buscan u experto: Lucas
Tanto Leo como yo, salimos del hotel Paris, con el culo algo sentido, mas el placer de la enculada que nos dieron, superaba la trascendencia del hecho.
En un bar tomamos unas copas y comentábamos nuestro "inicio".
-Juan nunca creí que me iban a sodomizar, y menos con mi consentimiento, implícito y explicito-
-Al menos yo lo gocé y me comienzo a arrepentir de no haberlo probado antes- Responde Leo.
-Para serte sincero opino lo mismo que vos-
-Lo que sí me preocupa es hacerlo con profesionales, corremos varios y serios riesgos- Le observo a Juan.
-Pensá Leo como solucionar los riesgos que son:
ser extorsionados
las enfermedades
la falta de afecto en el acto
-Juan la solución es hacerlo con gente de nuestro nivel socio-económico y usando profilácticos-
Pienso un rato, evaluando la opinión de Leo
-Leo a vos y a mí nos sodomisaron juntos al mismo tiempo, dijimos ambos que siguieran dándonos por el culo, manifestamos al unísono el placer que nos dio que nos empalmaran ¿por qué no probamos hacerlo entre nosotros dos?-
-Leo, yo tengo un amigo gay, él nos dará instrucciones de cómo hacerlo, es decir como lograr estar tan calientes para hacerlo-
Lo que Leo no sabia, porque no se lo dije, que el gay es mi primo Lucas, al que él conoce, Lucas no es gay es bisexual, casado como nosotros y con familia. Sé de su bisexualidad por que, sin intención de hacerlo lo vi en una reunión de empresarios, en una sala, chupandole la verga a un cadete del salón, como olvidaron cerrar con llave y la puerta no hizo el menor ruido, los vi y me salí, mi única actitud fue decirle que fuera mas precavido y trabara la puerta cuando tenia sexo. Lucas me dio las gracias por mi discreción y me contó que al cadete lo citó luego en un hotel y le dio por el culo tantas veces como solo un adolescente puede hacerlo.
Le extrañó a mi primo que lo citara en u restaurante a almorzar y después de los temas de rigor
-Hola Juan, como anda de salud la tía, tu mujer y tus hijos-
-Hola Lucas, ellos de veraneo en la costa y yo solo aquí ¿los tuyos?-
-La Sara y los niños en Europa, visitando a sus abuelos, seguro aprendiendo a patinar con algún buen maestro-
-No sabia primo que ambos estamos en solitario-
-Lucas tengo algo que decirte es personal y secreto, absolutamente secreto-
-No me alarmes Juan, que ha pasado-
-No Lucas, pasó y quiero, queremos que vuelva a pasar-
-Dale Juan largá sea lo que sea, acá tenés un primo y un amigo-
Mirando el plato le conté lo acontecido en el hotel Paris y lo que nos quedó gustando lo hecho.
Lucas se distendió y me responde
-Enhorabuena que hayan entrado al club de homosexuales casados-
-Lucas lo que no sabemos es como repetirlo, crear el ambiente sin tener que recurrir a extraños-
-Solucionado Juan, esta noche pedimos una cena rápida en casa, con todas las comodidades crearemos el ambiente, vos y yo, con lo que Leo entrará al juego amoroso sin penas ni nervios, aun recuerdo
cuando de adolescentes nos pajeabamos ambos y que cuando yo te la mamé vos me largaste la leche en la boca-
-¿Te gusto Lucas?-
-¿Y a vos Juan?-
Reímos a mas no poder, nos despedimos hasta las 21 hs.
Le avisé a Leo de que Lucas sería nuestro entrenador, le explique lo que debía saber y quedamos en estar a las 21 hs en casa de Lucas.
Por supuesto que Leo no podía creer la afición a los machos de Lucas, me dijo
-Ni en pedo hubiera creído que Lucas es bisexual-
-Y a ves Leo no somos los primeros ni seremos los últimos en experimentar el placer griego-
Me había metido el consolador a efectos de dilatarme la tripa, experimentando sensación similar a la que me dio la verga del travestí. Después supe que Leo también se estuvo dilatando con un elemento similar pero con vibrador.
Llamamos en la casa de Lucas y él nos recibe con unos lindos besos en la boca, nos acomoda en el living, pone un DVD acorde a las circunstancias. Nos da unas copas de wishky con hielo y dice:
-Vean la película y en tanto se vayan calentando, quítense la ropa.
Vemos en la pantalla dos tipos adultos, que toman algo en u bar, conversan un rato, salen y se invita el uno al otro a su departamento, ya en el uno le mira el bulto al otro que al percatarse de ello le toma la mano y se la pone sobre la tela del pantalón justo sobre el bulto, allí comienzan a besarse y no tardan en acariciarse.
Quitándose seguidamente las camisas, ¡qué torsos!, uno le baja el pantalón al otro que mira como su verga es liberada se le pega a su abdomen, el otro la toma en su mano y se la besa. Se detiene se desnuda él y entra a chuparle la pija.
En ese momento noto que todos nos hemos bajado los pantalones y en camisa estamos, con las vergas tiesas. En el sillón estamos, yo, Lucas y Leo. Leo se arrodilla frente a mí e inicia, como me lo ha hecho antes, una mamada que me arranca gemidos. Leo al palo también nos observa, pajeandose. Al verlo le digo
-Leo arrimame tu verga a mi boca-
Se me acerca dé rodillas y me la pone en los labios, comienzo a entrármela, cuando Lucas, un experto, nos invita
-Vamos a la cama los tres-
Del televisor siguen saliendo los sonidos sexuales de 2 machos dándose placer.