Los XV Años de Alethia III

La fiesta de XV Años en donde Bere y Alethia terminan en la cama...

Finalizo con la fiesta de XV Años, espero que, al igual que en mis relatos anteriores, termine gustandoles este, gracias infinitas por sus comentarios y por tomarse la molestia de leer mis relatos.

Los nervios crecian a cada rato, encerrada en el cuarto de mi hermana, caminando en circulos, no dejaba de pensar en lo que me esperaba, y aunque trataba de disimular o de pensar en otra cosa, me daba mucho miedo de que Bere haya invitado a alguien mas, ¿que pasaria si me reconocen?, o si Bere les dijo que me encontro vestida durmiendo en mi cuarto, ¿y si me engaño con que iba a ir de compras y ahi aprovecho para decirles a todos nuestros amigos lo que iba a pasar en mi casa?. Una y mi cosas daban vueltas en mi cabeza, me negaba a pensar en que Bere podia haberme engañado, pero no dejaba de pensar en lo contrario. Pasaron los minutos, que se me hicieron horas de angustiosa espera, hasta que por fin oigo el grito de Bere: ¡Ya estoy lista amor, ya puedes bajar nena!.

Los nervios crecieron mas, impedian que me moviera, que diera un paso, a cada respiracion mis pechos se inflamaban por el corset que parecia se me saldrian de el. Respire profundamente y dirigiendome a la puerta, la abri, y sali al pasillo, rumbo a las escaleras. En la sala se escuchaba un vals, y al llegar a las escaleras, fije mi vista en la sala, solo esta ella esperandome, sonriendome, mandandome besos. Bere se vei preciosa en un vestido negro de tela brillosa que se ceñia muy bien a su cuerpo, dejando ver sus formas, me quede un rato parada a la orilla de las escaleras viendola a ella, enamorandome mas de ella, sonriendole, la abertura de su vestido asomaba uno de los muslos de sus piernas, brilloso por las pantimedias que usaba, exquisitamente frondoso. Baje la mirada y por un segundo pense: ¿como voy a bajar estas escaleras con las zapatillas de tacon alto?. Instintivamente me ladee un poco, y agarrandome del barandal, empece a bajar, escalon por escalon, hasta llegar a la sala, en donde Bere me esperaba, abrazandome, besandome, diciendome: ¡Estas bellisima, que linda te veias bajando las escaleras, lo hiciste muy bien, como toda una dama!

Me tomo de las manos y me llevo al centro de la sala, Bere habia movido los muebles dejando espacio para una pequeña pista de baile, me tomo de la cintura, yo puse una de mis manos en su hombro, y toandome de la otra mano, comenzamos a bailar. El momento era magico, increible, esta bailando con la mujer de mi vida, riendonos, besandonos, dandome vueltas para que el imaginario publico viera como Alethia estaba siendo presentada en sociedad, sonreia hacia los sillones, saludando, mandando besos. Las horas fueron pasando y Bere y yo no dejabamos de reir, de besarnos, cenamos de lo que encontramos en la cocina, abrimos una botella de vino tinto de la cava de papa, y brindamos, por mi, por ella, por nuestra felicidad, salimos al balcon, y esa luna y las estrellas que habian sido testigos del crecimiento de Alethia, ahora se volvian en testigos de presentacion como mujer, y del amor entre ella y Bere, era la mujer mas feliz en ese momento.

El vino fue haciendo efecto en las dos, empezabamos a decir incoherencias y a balbucear, a cada cosa soltabamos la risa, y el calor tambien empezo a subir en nuestros cuerpos, cada beso era mas apasionado, mis manos llegaban a levantar el vestido de Bere cada vez que acariciaba su espalda, yo vibraba cada que sentia las manos de Bere pasar por los amarres del corset. Bere me tomo de la mano, y llevandome hacia adentro de la casa, nos dirijimos a mi cuarto. Vaya sorpresa la mia, Bere ya habia preparado la escena, “amor, en estos momentos vas a ser mia, mi mujer”, me dijo. En el cuarto habia dos dildos sobre la cama, pero el alcohol ya habia dominado mi mente, asi que me deje llevar, Bere toma uno de los dildos y me dice: “Amor, te voy a enseñar como mama una mujer”. Tomando el dildo, Bere empieza sacando la punta de su lengua la cual va pasando por la punta del dildo, lengüeteandola, saboreandola como si fuera una paleta, metiendose la punta en la boca sin dejar de chuparla, comienza lentamente a bajar por ese dildo, hasta llegar a lo que serian los testiculos, y comenzo a chupar, de arriba a abajo, lento, lento, sacandolo de su boca, se dirije a mi preguntandome: ¿has visto como se hace nena?; si, le dije; ahora te tocara a ti.

Abrazandome, empieza a desatarme el corset del vestido, mientras me besaba apasionadamente, calentandome mas, excitandome mas, me despojo del corset y despues de la falda del vestido, dejandome en lenceria, sin quitarme las zapatillas. Asi quedate amor, me dijo, mientras ella se dirigia al baño de mi cuarto. Al salir la libido elevo mas mis sensaciones, se veia bellisima, se habia cambiado las pantimedias, colocandose un liguero negro de encaje y unas medias brillosas de likra, se habia despojado del bra y lo habia sustituido por un body transparente con encaje en los pechos, iba a avalanzarme hacia ella, pero me detuvo, abrazandome, besandome mientras me empujaba hacia mi cama, hasta sentarme en la orilla, me recosto de espaldas en la cama, incandose frente a mi, empezo a besar mis piernas, subiendo lentamente hasta llegar a mi entrepierna, estaba muy excitada, soltaba pequeños gemidos a cada beso mientras iba pidiendole que no parara, que siguiera, hasta que llego a mi tanga, la cual hizo a un lado para liberar mi pene, el cual fue creciendo de inmediato, estaba mil, mi corazon latia tan rapido, que senti que me desmayaria. Bere tomo mi pene con su mano, masajeandolo de forma delicada, mientras que con su otra mano iba hacia mis nalgas, metiendo dos de sus dedos entre ellas, hasta llegar a mi ano, senti algo frio, me estaba embarrando una especia de crema dilatadora, despues me enteraria, mientras con sus dedos frotaba alrededor de mi ano, mi cuerpo estaba descubriendo sensaciones increibles, la crema empezo a hacer su efecto ya que senti como mi ano empezaba a relajarse, note cuando Bere ya me habia metido un dedo mientras seguia masajeando mi pene, instintivamente mi cuerpo empezo a moverse, los dedos de Bere provocaban un cotoneo de mis caderas, como si quisieran recibir mas, mis gemidos eran mas femeninos, pidiendole a Bere que siguiera, que no parara, que queria mas, que me hiciera suya.

Bere se levanto, dejandome acostada, tomo el otro dildo, y un arnes que no habia visto, y se lo coloco en su cintura, amarrandolo y sujetando el dildo entre el arnes. Mi instinto fue el de abrir mas mis piernas. Bere mo coloco un cojin en mi espalda, a la altura de la cintura, sin mas, tomo el otro dildo, y acercandose, me tomo de los muslos, colocando la punta del dildo en mi ano, me quito la virginidad de un empujon, Mi ano estaba mas que listo, no opuso resistencia, el dildo entro por completo y yo solte un grito, entre placer y dolor, Bere se detuvo un momento y acercandome el otro dildo me dijo: Come amor, mama, demuestrame que te enseñe bien.

Tomando el dildo, empece dandole pequeñas mordidas en la punta, eso excito a Bere, que empezo a bombearme el culo, lentamente, de afuera hacia adentro, mientras yo comenzaba a mamar el dildo, metiendolo a mi boca, y chupandolo para dejarlo salir, hundiendo mis mejillas al sacarlo, el dolor en mi ano empieza a aminorar y empieza a convertirse en algo placentero, mientras sigo mamando el dildo, muevo mis caderas intentando ser mas penetrada, ¿Te gusta amor?, si, le contesto, me encanta, quiero que me sigas cojiendo, quiero ser tuya, quiero ser tu mujer. Bere empieza a acelerar el ritmo, ella empieza a jadear, empieza a sentir, mientras yo empiezo a gemir mas, mas, estaba a punto de explotar, gritaba mas de placer, mas amor, mas, cojeme mas, quiero mas fuerte, no dejes de hacerlo.

Bere empezo a darme de nalgadas y eso me excito mas, haciendome gritar mas de placer, ¡asi, asi, tratame como a una puta, hazme sentir quien manda, cojeme!, Bere acelero mas el ritmo, estaba llegando y yo estaba a punto de explotar de placer, mi cuerpo libero una gran cantidad de adrenalina, todo en mi era excitacion, empece a jadear, a gritar, jamas habia sentido un orgasmo, era mi primer orgasmo e, que me hacia gritar y gemir como una zorra, de mi pene salio un chorro de semen, habia acabado sin que me lo hubieran tocado, Bere se avalanzo hacia mi, abrazandome, besandome, mientras yo trataba de recuperar el aliento.

¡Que increible amor, eres mia y de nadie mas!, y seras mia cada que nos quedemos solas, porque quiero seguir cojiendote, quiero seguir escuchando como gime mi putita.

¡Si amor!, soy tuya, hare lo que tu me pidas, jamas dejes de cogerme, le respondi.

Y nos fundimos en un abrazo, en un beso, y nos quedamos dormidas, asi, abrazadas, hasta el amanecer.