Los XV Años de Alethia I

Muchas gracias de nuevo a todos y todas las que se han tomado la molestia de leer mis dos relatos anteriores, y muchas gracias a las que han dejado un comentario, me hace feliz el saber que mis relatos les han gustado, y mas feliz saber que se han identificado con ellos.

Estaba tan entusiasmada con mi crecimiento, que no me percate del paso de las horas, deje el cuarto de mi hermana y me diriji al mio, al que en las noches es de Alethia, fui hacia el caminando feliz, el pasillo se habia convertido en una pasarela en donde Alethia era la estrella, la modelo, a cada paso mis piernas se volvian mas femeninas, mi cadera se contoneaba al ritmo que imponian las zapatillas, y daba vueltas para que la falda de mi vestido se levantara, el roce de mis muslos cubiertos por la seda de las pantimedias me excitaba mas y mas, y al llegar a mi cuarto seguia viendome al espejo, no me cansaba de hacerlo, de verme, de modelar frente a el, y me recoste en mi cama, y el sueño termino por vencerme, me quede dormida.

Berenice es hija de un socio de mi padre al cual considera como de la familia, estudiaron juntos en la Universidad y formaron juntos su negocio. Berenice y yo crecimos juntos, hemos ido a las mismas escuelas aunque en diferentes salones, creo que tanto mis padres como los de ella esperan que nos convirtamos en novios en algun momento, no niego que nunca la vi como amiga o hermana, siempre senti atraccion por ella, pero Berenice pensaba diferente, siempre me vio como amigo, y aunque los papas de cada uno se ponian felices al vernos salir o platicar juntos, ella solo queria mi compañia para cubrirla y que pudiera salir con los que si le gustaban. Jamas me paso por la cabeza que mi madre le pudo haber dicho a Berenice que fuera a mi casa para vigilarme el fin de semana.

Dormi tan placenteramente esa noche, que nunca me percate de que habia amanecido, ya era de dia y Alethia seguia dominandome, me habia quedado dormida con la ropa puesta, mi sueño fue interrumpido por un: ¿Hola, quien eres?...

Aun somnolienta fui abriendo los ojos, al entreabrirlos vi a la persona que jamas pense ver en ese momento, era Berenice, que me veia entre intrigada y curiosa, mi primera reaccion fue saltar de la cama sorprendida, descubriendome mas al preguntar: ¡Berenice!, ¡¿que haces aqui?!...

¿Berenice, como sabes mi nombre?, ¿quien eres tu?, ¿donde esta Joshua?, fueron las preguntas que me formulo ella, quien al acercarse mas parecio reconocerme, y para comprobarlo, me tomo de las manos, revisandolas, buscando la señal que le confirmara y esclareciera todas sus dudas... y la encontro. Pero... ¿eres?... ¡¿Eres Joshua?!, o Joshi, ¿o como debo llamarte?, ¡¿pero, que haces vestido asi?!... Soy Alethia, intente decirle con la voz mas femenina que pude hacer, pero los nervios me traicionaron, no pude convencerla de que joshua me habia dejado dormir en su cuarto y que el se habia ido quien sabe a donde, pero fue inutil, a cada titubeo Berenice comprobaba mas quien era yo, y por mas justificaciones que diera, no habia forma de convencerla. Asi que Berenice tomo la silla, y se sento al lado mio, como si fuera a terapearme. ¿Desde cuando te vistes de nena?, me pregunto, ya no tenia mas salida, asi que empece a explicarle todo, desde el primer dia que me puse la ropa de mi hermana menor, hasta hoy, tuve que detallarle todo lo que hice la noche anterior, las sensaciones que tenia y el como me sentia, me pregunto que si tenia atraccion por los chicos, de tajo le dije que no, aunque interiormente dude, ya que anoche en el cuarto de mi hermana, hablaba con los chicos de los posters como si me gustaran, como si sintiera atraccion por ellos, les decia que me gustaria salir con ellos, charlar con ellos, caminar por el parque tomados de las manos como dos enamorados, realmente empece a dudar si sentia atraccion por los chicos. Berenice me veia entre sorprendida y emocionada a cada explicacion que le daba, sonreia y de su boca le salia una exclamacion de asombro: ¡¡es que no lo puedo creer!!.

No puedo creer que la persona con la que creci me este diciendo que le gusta vestirse de mujer, ¡que le encanta vestirse de mujer!, aunque (Berenice voltea a verme), dudo que no sientas atraccion por los chicos. Berenice se acerco a mi, quedamos frente a frente, su mirada no cambiaba de direccion, se mantenia fija en mis ojos, yo estaba demasiado nerviosa, no sabia que hacer, hasta que, sorpresivamente, ella se avalanzo hacia mi, dandome un fuerte y largo beso en la boca. No sabia que hacer, ese beso lo habia esperado por tantos años, lo deseaba tanto. Ella se separo de mis labios, mi corazon latia a mil, no se como explicar la sensacion del lipstick de sus labios mezclandose con el de los mios, es algo indescriptible, solo atine a preguntarle: ¿porque te tardaste tanto?.

¿Porque me tarde tanto?, no -respondia Berenice-, ¿porque nunca te diste cuenta tu?, ¿porque no entendiste los mensajes?... antes de que dijera nada, ahora fui yo el que tomo la iniciativa y me avalance hacia ella, besandola, jalandola hacia la cama, abrazandola, fundiendome en un beso tan apasionado, mi cuerpo se enredaba en un mar de sensaciones al sentir el roce de mis ropas con las de ellas, mis simulados senos se presionaban con los de ella, sus manos recorrian mi espalda, levantandome el vestido, acariciando mis nalgas, mis piernas, al separarnos para tomar aire, veo en el rostro de Berenice una mirada completamente diferente, la forma en la que me veia habia cambiado, y ella solo pregunto de forma picara: ¿esto me convierte en una especie de lesbiana?. Las dos nos soltamos a reir como quien acababa de cometer una travesura.

• Tengo hambre nena-, me dijo Berenice, a lo que yo respondi: ¿ya somos novios?, -claro-, dijo Berenice, -somos novios-, ¿entonces no te importa que me vista de mujer, le diras a mis padres?, le pregunte, -no me importa, al contrario, me gusta, me excita, y no, no les dire a tus papas, mantendre tu secreto y cuando estemos solas te tratare como Alethia, mi novia, y en publico seras Joshua, mi novio, ¿te parece?, si- le respondi, -bueno, entonces bajemos a desayunar amor, pero antes, esperame aqui-, salio de mi cuarto y minutos despues regreso con un short de encaje, una playera y unas sandalias, de mi hermana, por cierto, -toma, cambiate nena, para que bajemos a desayunar-, tome el short y la playera, las sandalias las dejo en el suelo y empece a desvestirme delante de ella, me senti apenada de que me viera en ropa interior, me le quede viendo, y ella interpreto mi mirada.

¡Ay amor!, ¿que te pasa?, mirate, tienes mejor cuerpo que el mio, y esos senos que te hiciste te quedan perfectos, hasta se me antojan, y mira que nalgas las tuyas, sorpresivamente me solto una nalgada que me hizo soltar una especie de gemido, ¿te gusto amor?, me pregunto Bere, y yo solo me pude poner mas roja, rapidamente me puse el short que se ajusto a mis piernas y mis nalgas, abultando un poco los muslos y la playerita era algo holgada y dejaba al descubierto mi ombligo. ¡Ay cariño!, exclamo Bere, pero que cuerpo el tuyo, quien lo diria, te me estas antojando mucho. Y asi, al bajar hacia la cocina sono el telefono de la sala, las dos nos quedamos quietas, dubitativas, descolgue el telefono y respondi, al otro lado de la linea se escucho la voz de mi mama, para preguntarme que como estaba y que la visita se iba a alargar, regresarian hasta el Lunes en la noche, y que me cuidara y que si necesitaba algo tomara dinero de donde yo ya sabia, y colgue, y Bere solto un grito de felicidad. ¡WOW!, tenemos hoy y mañana completamente libres para nosotras... Bere se me quedo viendo de forma picara y se fue acercando hacia mi, yo empece a ponerme nerviosa, ¿que estaba pasando por la mente de Bere?, me preguntaba. Bere se acerco tanto a mi, dandome un pequeño beso, me pregunto: amor, ¿y si hoy celebramos tus años?...

Continuara...