Los Vikingos en América

Los españoles no fueron los primeros en colonizar América.

LOS VIKINGOS EN AMÉRICA

Hola amigos de TODORELATOS. En este relato quiero demostrar, una vez más, que los españoles no fuimos los primeros en llegar a América. Siempre se había sospechado que polinesios, fenicios e incluso romanos ya lo habían hecho, pero no había ninguna prueba. También se sospechaba de los vikingos, pero con una diferencia: aquí si hay pruebas.

¿QUIÉNES ERAN LOS VIKINGOS?

Los vikingos eran (son) los pobladores de las penínsulas escandinava y Jutlandia. Se dividían en tres grandes tribus: daneses, suecos y noruegos. Los daneses ocupaban la península de Jutlandia, así como todas las islas que separaban el mar Báltico del mar del Norte. Los suecos ocupaban la parte central y oriental de la península escandinava, mientras que los noruegos debían de conformarse con la zona norte de Escandinavia.

Los daneses tenían una posición privilegiada, puesto que controlaban todo el tráfico marítimo entre los dos anteriormente citados mares, los suecos extendieron sus ‘garras’ por lo que en la actualidad es Rusia, mientras que los noruegos conocían el mar del Norte como la palma de su mano.

Mencionar a los vikingos era peor que mencionar al demonio en la Europa medieval. Imagínense: unos tipos altos, de pelo rubio y largo, con largas barbas, ataviados con pieles de foca y armados hasta los dientes –puñales, espadas, hachas, escudos…- y su famoso casco con cuernos, claro. Arrasaron Europa –especialmente los noruegos- desde el siglo VIII, hasta el siglo XI. No tenían ningún problema en asaltar, asesinar, robar, destruir y profanar todo lo que se pusiera a su paso. A la hora de asesinar no hacían distinciones: hombres, mujeres, niños, ancianos, aldeanos, caballeros, militares, curas y monjas. Todo aquel que les molestaba lo eliminaban sin parpadear. Era decir ‘vikingo’ y la gente, literalmente, se cagaba de miedo.

La primera incursión vikinga de la que se tiene noticia fue en el año 793, cuando, súbitamente, los noruegos arrasaron y destruyeron el monasterio de Lindisfarne en la actual Escocia, matando a todos los monjes.

El final de la época vikinga sobrevino cuando el rey Harald III ‘el despiadado’, último cabecilla rebelde vikingo fue muerto en la batalla de Stamford Bridge en el año de 1066 a manos de los normandos.

Entre estas dos fechas, prácticamente ninguna importante ciudad europea escapó de sus asaltos: Londres, Paris, Nantes, Roma, Lisboa, Sevilla, Marsella, Constantinopla… Alcanzaron tal extremo sus asaltos en Francia que el rey Carlos ‘el simple’ donó un territorio en el norte del país a los vikingos daneses en 911 para evitar sus saqueos. Estos vikingos colonizaron la zona, se mezclaron con la población nativa, aprendieron francés y dieron lugar a uno de los pueblos más batalladores de la edad media: los normandos.

LOS VIKINGOS, COLONIZADORES

Y es que no todo era negativo en los vikingos. Una de sus facetas más constructiva era la colonización. Allí donde había un territorio susceptible de ser colonizado se ponían manos a la obra. Por lo que respecta a los noruegos, primero las islas Shetland y las Orcadas, poco después del año 800, las islas Feroe, en torno al año 870, Islandia. Groenlandia hacia el año 980 y, finalmente, Vinlandia hacia el año 1000. Esta expansión viene producida por dos factores: el primero de ello es las perspectivas de riqueza que había en esos territorios desabitados y fértiles. Por otro lado una creciente presión demográfica en Noruega, fruto de la buena marcha de la economía.

VINLANDIA

En el año 979, una lucha intestina entre dos jefes de tribu en Islandia, supuso la unificación definitiva del territorio. El ganador se quedó con el honor de dirigir toda la isla, el perdedor fue condenado al destierro. Este perdedor fue el legendario vikingo Erik ‘el rojo’. Él, su familia y sus hombres más cercanos fueron ‘invitados amablemente’ a fundar una nueva colonia en la hasta entonces desabitada Groenlandia.

En el año 980 se fundó el asentamiento oriental de Narsarsuaq y, cinco años después, el asentamiento occidental de Godthab. Aquello era un lugar inhóspito. El clima era frío, no había árboles aunque si mucho pasto para el ganado –los vikingos se consideraban a sí mismos como ganaderos- También importante: faltaban fuentes accesibles de hierro. El hierro era fundamental para esta gente. La madera era necesaria para fabricar carbón vegetal y con él fundir el hierro. Pero no había ni madera ni hierro.

Pero en las cercanas Islas de Baffin y Costa del Labrador sí se podían obtener estas materias primas. El jefe Erik ‘el rojo’ organizó una expedición y puso al frente a su propio hijo Leif Eriksson. Según las sagas (género literario vikingo parecido a nuestros cantos épicos), Eriksson fundo los enclaves de Straumfjord y Helluland en la costa este de la isla de Baffin y la de Markland en la costa de Labrador. De estos enclaves, en la actualidad, nada se sabe. Leif, posteriormente, continuó hacia el sur hasta el golfo de San Lorenzo, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia.

De repente se dio cuenta de un pequeño detalle: en esos momentos se encontraba a más de mil millas marinas de Godthab, lo que suponía casi un mes de viaje y el invierno se aproximaba. No llegaría a tiempo a casa. Con buen criterio decidió fundar el enclave de Leifbundir (Terranova) Nos encontramos alrededor del año 1000 y esa es la primera comunidad extranjera que se fundó en América.

El enclave de Leifbundir fue descubierto en el año 1961, en la localidad de L’Anse aux Meadows, en el extremo norte de la isla de Terranova. Constaba de ocho edificios, entre los cuales había tres dormitorios, con capacidad para ochenta personas, una carpintería y una forja con tecnología para la extracción de hierro. Sin embargo no se encontró ningún objeto de uso cotidiano, lo que hace pensar que el lugar fue abandonado de forma ordenada apenas una década después de que fuese construido.

¿POR QUÉ SE ABANDONÓ VINLANDIA?

Volvamos a recurrir a las sagas.

Según éstas, un buen día se presentaron en el campamento un grupo de nueve nativos –skraelings ‘hombres feos’ que les llamaban- No se sabe porqué pero los vikingos acabaron con ocho de ellos, mientras que el noveno huyó. Al poco rato se presentó un nutrido grupo de indios con ganas de pelea. En la refriega perdieron la vida varias personas, entre ellas Thorvald Eriksson, el hermano de Leif Eriksson.

Pese a este mal comienzo los vikingos y los nativos entablaron relaciones comerciales –los noruegos cambiaban pieles de foca por leche-

Un día un indio intentó robar un arma y fue asesinado, lo que provocó una nueva oleada de violencia en el enclave. Leif Eriksson se dio cuenta que la vida en Vinlandia iba a ser difícil sin la protección de un nutrido grupo de guerreros a los cuales ellos no tenían acceso. Dolorosamente decidió abandonar Vinlandia para siempre. Dolorosamente porque los vikingos de aquel enclave consideraban aquello poco menos que el paraíso terrenal.

No obstante los noruegos continuaron visitando América del Norte, concretamente el enclave de Markland en la costa de Labrador hasta el año 1347, fecha de la última visita de la que se tiene noticia. De allí continuaban extrayendo madera y hierro para Groenlandia.