Los viejos tiempos con mi hermana

Tan solo ver a mi hermana, se me vienen a la mente los juegos sucios que hacíamos de pequeños.

Mis padres se fueron ese día por trabajo, dejándonos solos, a mí y a mi hermana. Ella se encontraba hablando con su novio, por celular, en su cuarto. Tenía un vestido de tela fina color gris, con sus trenzas con las que jugaba, y sin llevar ropa interior.

La vi desde el pasadizo, tenía la puerta abierta. Me asomé un poco para saludarla desde lejos, saludo que contestó con gracia. Entré a su cuarto en silencio para evitar que su novio, con el que está por teléfono, escuche lo que le iba a proponer.

Me acerqué a ella tocando su pierna con delicadeza, desde la punta del pulgar hasta llegar a sus muslos. Ignoró eso, por lo que tuve que subir mi mano, pasando por el bajo estómago, pasar por en medio de sus tetas, hasta llegar a la cara. Ahí, la cogí del mentón para hacer que me mirar.

-Espera un rato amor – le dijo a su novio mientras ponía su teléfono sobre la cama - ¡¿Qué es lo que quieres?! – me pregunta un poco enojada.

-Solo quería saber si querías recordar viejos tiempos – le digo mientras sobaba el mentón.

-¡Estoy hablando por teléfono!

-Él no va a escuchar, además… papá y mamá no están. Creo que deberíamos de aprovechar.

Un pequeño silencio y una mirada dudosa era suficiente para saber que también quería.

-¡Aishhhh! ¿seguro que no están?

-Completamente, estamos solos – digo mientras voy bajando mi mano.

Solo me mira con cierta molestia, se acerca el teléfono al oído y sigue hablando con su novio.

Con la última pregunta supe que ya me había dado el paso, así que bajé mi mano hacia sus piernas otra vez, subí un poco su vestido, y empecé a masajear su coño.

Al principio estaba un poco quieta, pero después de unos segundos, abrió las piernas para sentir mejor mis dedos. Empezó a mover en círculos su pelvis, ayudando con el movimiento de dedos. Veía como sus tetas se empezaban a endurecer a través del vestido, esta chica no le gusta andar con ropa interior por la casa.

-Oh si cariño, claro que saldremos este fin de semana – le decía a su novio.

Mientras seguía tocando su coño, pude ver como arqueaba su cuerpo un poco, señal de excitación. En ese momento aprovecho y me bajo el short, acercándome a su cara para que me la mame. Al acercarme, vi su cara de excitación, esa cara en donde frunces el ceño un poco y miras con atención el cuerpo de tu pareja.

Se mordió los labios al ver mi pene erecto, acercándose a su boca, listo para ser chupado. Al tenerlo en frente, abrió la boca, sacando la lengua, se lo metió, completo. Con la mano que tenía libre, lo agarraba del tranco para hacer una paja a la vez que me lo mamaba. Yo no paraba de tocarle el coño. Mis dedos circulaban en sus labios, empapándose mucho por lo calienta que mi hermana se ponía es estas situaciones.

Ella chupaba mi pene con esmero y pasión, succionando toda la baba y sacándola de su boca con “ploc” de sonido. Luego comenzaba a chuparme las bolas mientras me hacía una paja, llenando de baba la palma de su mano.

-Amor no, estoy sola, es la televisión la que escuchas – dice mientras me mira la cara y hace un gesto de desdén hacia su novio.

Después de dejar bien mojadas mis bolas, volvía a chuparme el pene, esta ves atragantándose en silencio, llevándolo hasta la garganta. Me hacía arcadas silenciosas, pero aun así no podía evitar gemir un poco por mis dedos en su vagina. Era tanta la excitación, que hasta sonaba cuando movía mis dedos en círculos sobre su coño, por la gran cantidad flujo que ella botaba.

-Amor… si, me atrapaste, estoy viendo porno en mi tv – le dijo al novio mientras tenía mi pene en su boca.

Le saqué el pene de golpe y me posicioné entre sus piernas para comenzar a penetrarla. La tomé de los tobillos, haciendo que sus piernas se flexionen por llevarlos arriba. Lo hacía para que abra las piernas, y así poder ver cómo me la cojo.

-Estaba pensando en ti y en tu verga – le dice al novio – hace mucho que no lo hacemos, extraño como me coges bebé.

Suelto uno de sus tobillos para coger mi verga, pasando la punta de este contra su coño húmedo. Estoy así unos segundos, jugando con su vagina, haciendo que lo desee con cada pasada.

-¡Métela ya! – me susurra

Y sin perder el tiempo, empujo mi verga para que penetre su vagina, haciendo que inhale con la boca abierta en silencio. Comienzo a bombearla mientras ella habla con su novio acostada. Intentaba no gemir, pero no podía resistir.

Empiezo a ver como mi verga se empapa de su flujo, haciendo que resbale dentro de su vagina. Eso me da libertad para ir más rápido con la embestida. Subo mi mano hacia sus pechos, los toco por encima de su vestido, sintiendo su pezón ya durito. Agarro su escote y lo bajo, dejando ver sus pechos excitados. No pierdo el tiempo en acercarme y empezar a chuparlos, son tan deliciosos. Se que le gusta que haga esto pues su gemir aumenta.

-No amor, no podemos vernos ahora, solo quiero escuchar tu voz mientras me toco – le miente.

En ese momento, sin dejar de bombearla, me le acerco al oído y le susurro:

-Cuélgale.

-¡No! – responde con otro susurro.

-¿Por qué? Te quiero disfrutar mejor.

-¡No quiero que sospeche que estoy con alguien! – en ese momento eleva la voz - ¡Si amor! Tócate, me encanta cuando lo haces pensando en mí.

En ese momento, la cojo del mentón y le volteo la cara para darle un morreo. Ella me sigue el juego, metiendo su lengua en mi boca y bajando su mano por mi espalda hasta llevar a mi trasero.

-Que rico me coger hermanito – me susurra.

-Y te cogería más rico si no estuvieras hablando con él.

Comienzo a bombearla más duro, intensificando su gemir, para hacer que su novio la escuche. Sin embargo, ella es muy lista, sabe que excusa ponerle para hacer que no sospeche.

continuará...