Los vidrieros de la Claraboya

Una granizada destruyó las claraboyas de Montevideo en Mayo de este año. Al lado de mi casa vinieron a arreglarlas, inventé un ardid para que un vidriero con un culo espectacular subiera a mi depto.

LOS VIDRIEROS DE LA CLARABOYA Todos los lectores montevideanos o que hayan estado en Montevideo en Mayo recordarán ese viernes cuando a la 1 a.m. una gran granizada de enormes piedras blancas cayó sobre gran parte de la ciudad. Yo no estaba dormido, así que pude levantarme e ir a mirar por las ventanas como todas las calles adyacentes a mi departamento se cubrían de blanco. Al otro día con la luz solar pudímos ver todos los enormes destrozos que habían causado esos trozos de hielo. Vidrios y claraboyas tenían unos agujeros tremendos. Al lado del edificio en donde vivo, hay una escuela de informática, en realidad es uno de los edificios anexos porque la central se encuentra en una esquina que da para la otra calle. Una de mis ventanas da sobre dicha escuela y de allí puedo ver dos enormes claraboyas, creo que para el fondo hay dos más pequeñas, pero yo no las puedo ver desde mi ventana. Casi todos los vidrios quedaron hechos añícos, pero como el tiempo estaba feo las taparon con unos pedazos de nylon. A la semana de los destrozos se aparecieron dos vidrieros a cambiarlos. A pesar del frío ellos estaban muy acalorados, andaban con buzos de algodón de manga corta, soportando el viento terrible que había en esa azotea. Yo los miraba como trabajaban, sacando todos los trozos de vidrio que quedaban adheridos al armazón de hierro de las claraboyas y tirando todo para el interior de la escuela. Trabajaron hasta el mediodía y desaparecieron, como a las 2 de la tarde volvieron con otro operario y siguieron colocando los vidrios. Se hizo la tarde y no pudieron terminar su trabajo de la primera claraboya, la taparon con otro nylon porque con el viento se había volado el que tenía y se fueron. No reparé bien en el aspecto de los vidrieros porque yo estaba muy ocupado y solamente miraba algo al pasar por esa ventana. Al otro día era sábado, vinieron dos, allí si los pude mirar con más lentitud. Los dos eran jóvenes, uno tendría unos 25 años y el otro tendría unos 10 años más, eran delgado, sus cuerpos era normales y sin ningún atractivo especial. El menor era un rubio muy bonito de cara y el otro castaño con un bigotito muy recortado. Ninguno de los dos se enteró de que yo los observaba porque solamente se dedicaban a su trabajo y no andaban mirando para los costados y menos para arriba. Al mediodía dieron por terminada la claraboya, taparon la otra y se fueron para no volver a la tarde. Volvieron el lunes, destaparon la claraboya más chica e hicieron el mismo trabajo de limpieza que le habían hecho a la primera, pero en esta hicieron un trabajo diferente, al tirar los restos de vidrio y masilla para adentro, toda esa basura no cayó dentro de la escuela porque esa claraboya tenía unos vidrios tipo vitreaux que impedían la caída hacia el piso de le escuela, por eso tuvieron que traer una aspiradora y limpiar todo eso, perdiendo mucho tiempo. Yo recién me había bañado y me puse a mirarlos, el mayor se agachó sobre el borde de la claraboya sosteniendo la manguera de la aspiradora con la cual trataba de aspirar el polvo y demás restos de vidrios que habían caído dentro de allí. Agachado así me dio una panorámica maravillosa e dos nalgas muy redondas, altas y separadas. Se me hizo agua la boca y para que negarlo la pija se me empezó a mover dentro de la toalla con la que estaba envuelto. Ellos ni miraban para arriba, y yo no sabía como ponerme en contacto con el dueño de ese orto maravilloso!!! Pero como los años no vienen solos y la experiencia te enseña algunas tretas...Se me ocurrió tirar una toalla por el pozo de aire que de seguro caería cerca de ellos... Así lo hice, a pesar del frío y de estar desnudo porque recién salía del baño, abrí la ventana e hice como que estaba colgando la toalla, la cual se "resbaló" de mis manos. Bueno si hubiese resbalado de mis manos, seguro que el lugar donde caería era en nuestro mismo edificio pero con "ayuda" la hice caer sobre el techo de al lado a muy pocos pasos del hermoso culo que yo estaba disfrutando y apreciando con mis ojos. El otro chico se dio cuenta de que había caído algo, levantó la toalla y miró hacia arriba y me vio. Le hice señas que era del piso séptimo y también con señas me dijo que me la traía. Me apresuré a ponerme una bata y bajé a abrirle y a recoger mi toalla. Le di las disculpas del caso diciéndole que el viento me la había arrancado de las manos, le agradecí y lo invité a tomar un café como agradecimeinto por el favor que me había hecho. Se negó, porque tenía que terminar de colocar los vidrios, al insistirle me dijo que al mediodía paraban para comer y tenían un par de horas libres, que consultaría con su compañero y si no me molestaba traerían la comida para no almorzar en la azotea porque con ese viento era muy incómodo y me aceptarían el café. Encantado de la vida le dije que sí. -Mirá por la ventana, si mi compañero acepta te haremos señas. Me hicieron una seña de qe estaba todo bien, me fui a hacer mis cosas y al rato volví a esperarlos. Yo los veía por la ventana como seguían colocando vidrios con una presción asombrosa, hasta que detuvieron su trabajo y desaparecieron de mi vista. A los pocos minutos sonó el timbre y bajé a abrirles. El chico más joven me presentó a su compañero diciendo que se llamaba Rubén y él Ramón, los hice pasar, subimos al ascensor y al llegar a mi piso bajamos y los hice entrar a mi depto. Admiraron el living-comedor diciendo que era muy bonito y soleado. De allí los hice pasar al comedor diario que es de donde se puede admirar la claraboya en la que ellos estaban trabajando. Depositaron su comida sobre la mesa y yo fui en busca de platos y cubiertos, empecé a poner la mesa cuando Rubén me dijo si podía pasar al baño. El se fue al baño mientras yo me quedé con Ramón poniendo la mesa. Ramón tenía un jean muy apretado, se le notaba un lindo "paquete" que al pasar le toqué con el dorso de la mano, él me quedó mirando por lo que tuve que pedirle disculpas. Rubén demoraba y yo no aguantaba más, le dije a Ramón como en broma que me gustaría ver que ocultaba ese "paquete". Sin decirme nada se bajó el cierre, metió una mano y extrajo de entre sus ropas una bella pija rosada que se notaba que era bastante cabezona, pero el forro que la cubría me impedía verla. Con su mano empezó a correr el prepucio hasta que finalmente su cabeza fue totalmente descubierta, la empezó a apretar muy fuerte y pude ver como se lamía los labios con un gesto de placer. -Dale, chupámela, si es lo que querés hacer desde que nos invitaste a venir.... Corrí la cortina para que no nos vieras de otros departamentos, me agaché y me puse a saborear su glande rosado y caliente. Ahhhh!! que bueno que estaba y que sabroso!!!! Lamí el agujero fui bajando en círculos hasta que todo su glande quedó dentro de mi boca, el empujó su pija hacia el interior de mi boca, me pasó las manos por mi nuca y empezò a cogerme la boca con bastante rapidez. Fuímos interrumpidos por la voz de Rubén: -Qué están haciendo? Ni falta hacía preguntarlo, ya que era evidente lo que veía. Me avergoncé un poco y saqué de mi boca esa verga que ya había crecido mucho. -Espero que no te moleste, porque te usé el bidet, me tuve que lavar porque tuve que hacer algo... más en el baño.... Quedamos los tres mirándonos sin decir nada. Rubén rompiò el silencio diciendo que continuaramos tranquilos con lo nuestro que el iba a almorzar. Fue cuando le confesé que a través de la ventana había visto sus nalgas y me habían gustado mucho... -Querés verlas? Ni me dio tiempo a contestar, se desprendió el pantalón, se puso de espaldas se bajó el slip dobló el cuerpo y me mostró las hermosas nalgas que un rato antes me habían hecho morir de ganas de poseerlas. Dejé a Ramón, me acerqué las mordí para finalemnte aspirar el delicioso aroma a jabón de orquídeas con el cual se había lavado en mi baño. No sólo aspiré el perfume sino que aproximé mis labios y besé ese hoyo muy peludo que había entre esas dos montaóas de carne rosada. Al beso lo siguieron, lamidas, succiones y mientras mi lengua luchaba por entrar allí mi mano se deslizó entre sus piernas tanteando hasta encontrar sus bolas, me pareció que no eran muy grandes, las agarré y seguí el camino hacia arriba donde me encontré un tronco duro que apuntaba hacia arriba. -Vamos a una cama? Propuso Ramón. Dejé de hacer todo ese placentero trabajo, miré a Ramón que estaba sin pantalones pajeándose y ofreciéndome su pija para que la chupara nuevamente. Los conduje al dormitorio, donde Rubén se tiró en la cama, apoyó su estómago en una almohada, separó sus piernas y me ofreció nuevamente su culo par que siguiera con el trabajo que había empezado en el comedor diario. Volví a saborear ese hoyo impregnado del aroma de orquídeas. Ramón protestó que a él nadie le prestaba antención y que él no se iba a estar pajeando mientras nosotros la gozábamos. Con Rubén nos pusimos a hacer un 69, quedando el culo y la pija de él sobre mi boca. Podía ver su hoyo como se dilataba al entrarle mis dedos, su pija estaba en mi boca, todo ese panorama no me lo quería perder, mirando todo con avidez. Pero de vez en cuando Ramón lograba apoyar su pija en el culo de Rubén. Estaba tan cerca de mi nariz que su aroma entraba por allí y me fascinaba. Parecía que Ramón quería metérsela a su compañero. Vi como su glande se apoyaba en el culo de Rubén , mis dedos los tocaron y percibieron sus latidos. Me dije tan pronto este quiere acabar la fiesta? Como pude logré sacarme la pija de Rubén de mi boca y empecé a lamer esa barra que se quería meter dentro del cuerpo de este. Al sentir la humedad de mi saliva, Ramón se detuvo, retrocedió un poco y el frenillo quedó sobre mis labios, lo lamí hasta que retrocedió otro poco apoyó la punta en mi boca y la empezó a introducir con mucha rapidez. Me atravezó la garganta con esa arma!!!! Al mismo tiempo podía sentir la lengua de Rubén sobre mis huevos los estaba lamiendo mientras con una mano me apretaba la pija que recién había expulsado de su boca y con la otra se habría camino entre los pliegues de mi ano metiéndome tres dedos en mi interior. Hhhhmmmmmmm!!!....Ohhhmmmmmm...... Gocé como loco! Ramón me descargó su leche en mi garganta mientras mis dedos estaban metidos en el culo de Rubén, mi pija era pajeada por Rubén al mismo tiempo que mi culo también recibía sus dedos. Le pija de Rubén estaba apoyada entre mi cuello y mi pecho. Nadie se ocupó de ella hasta que nos calmamos un poco y al ir saliendo uno de arriba del otro nos dimos cuenta de su estado. Estaba muy dura y lubricada, no solo por mi saliva sino por sus jugos naturales. Rubén me acomodó en cuatro patas, acomodó su verga en mi entrada posterior y me la metió de un solo golpe. Grité pero ya estaba dentro! La dejó allí sin moverse hasta que sintió que mi esfínter se aflojaba y allí empezó un mete y saca tan delicioso hasta que mi pija se puso dura nuevamente. De su garganta expulsó un enorme alarido, su cuerpo violentamente se separó de mi, su verga con ese movimiento se salió de mis entrañas quedando apoyada entre mis nalgas y allí sus bolas y sus vesículas seminales expulsaron su contenido tan fuertemente que pegaron en mis testículos donde pude sentir ese chorro caliente con infinito gozo. Rubén quedó desfallecido boca abajo sobre la cama, con esos "juegos" había logrado que mi herramienta se pusiese dura y quisiese más guerra. La apoyé en su ano, no me rechazó para nada, se quedó quieto delirando bajito y gozando hasta que entró toda. En eso vi a Ramón que le puso las rodillas a los lados de su cuerpo y se acercó hacia mi ofreciéndome su pija dura par que chupara. Fue fabuloso, meter y sacar del culo de Rubén y al mismo tiempo Ramón me cogía la boca con su verga a toda vela. Sentí que no aguantaba más, tenía los dedos de Ramón en mi culo, la verga de Ramón en mi boca y mi propia verga dentro del culo de Rubén, que más podía pedir!!!! Mi pija empezó a latir muy aceleradamente anunciando una nueva eyaculación, tan rapido como pude la saqué y pude alcanzar a ver los pocos jugos que quedaban en mi interior deslizarse e ir a caer sobre la espalda de Rubén. Al sentir que se aproximaba el climax empujé a Ramón hasta que su pija quedó fuera de mi boca justo en el momento que el tambien estaba por terminar con dos o tres tirones una eyaculación menos abundante apareció y también fue a caer sobre la espalda de Rubén que todavía seguía boca abajo. Le di un beso a la pija de Ramón que empezaba a caer mustia. Rubén se dio vuelta y vimos que tenía una tremenda erección. Se puso de costado, Ramón apretó su pija en ese agujero que todavía seguía abierto por la visita que unos momentos antes lo había abandonado y a pesar de no estar muy dura entró la cabeza y la dejó allí dentro ya que la otra parte estaba flojenado y se negaba a entrar. Como pude me las ingenié para chupársela nuevamente hasta que Rubén empezò a jadear y gemir. Ramón dijo que ese culo estaba vivo, porque había empezado a morderle la pija. Fueron las contracciones de su esfínter producidas por una inminente eyaculación. Me apresuré a succionarla con mayor presión hasta que sentí el líquido agridulce pegar contra mi paladar. Pasado todo, descansamos unos instantes. Al recuperarnos notamos que teníamos semen pegado por varias partes del cuerpo. Nos tuvimos que duchar muy rapido, porque los vidrieros tenían que almorzar y luego seguir colocando los vidrios de la claraboya. Comímos en el comedor diario, con un sol otoñal maravilloso, o yo lo vi maravillos por haber obtenido el culo del vidriero que horas antes me había fascinado al observarlo desde mi ventana. Ellos se fueron, sin decirme si volverían. Después de lavar los platos, ordenar la cocina y poner las sábanas en la lavadora me puse a mirarlos nuevamente. Allí estaban con sus vidrios, su masilla y todas sus herramientas, ni miraron para arriba, seguían concentrados en su trabajo. A las 6 de la tarde volví a casa, miré para la azotea vecina, ellos ya no estaban, las claraboyas tenían todos sus vidrios nuevos en sus lugares respectivos, pero ni rastros de los vidrieros. No se me ocurrió preguntarles, para que vidriería tabajaban, porque cuando se me "rompa" algún vidrio los podía llamar par que lo cambiaran. Sí algún lector conoce a una vidriería que cambió los vidrios de las dos claraboyas de una escuela de informática que me avise cual es, Así los llamo.... OMAR Espero comentarios en omarkiwi@yahho.com