Los vecinos II

Nos vuelven a visitar nuestros vecinos, y se nos unen otros amigos a la fiesta, incluso tenemos alguna que otra sorpresa.

El lunes por la mañana Raquel se fue temprano a trabajar, como siempre. Mientras yo me levanté e hice un poco la casa, ya que a media mañana iba a venir María a pasar el día a nuestra casa, ya que durante el fin de semana les contamos la fiestecita que nos montamos con nuestros vecinos, y quería venir a conocerlos. Yo por mi parte estaba encantado de recibirla, ya que no me cansaba de follar con María, y si encima se daba la posibilidad de follar con ella y Marina en un mismo día el aliciente era mucho mayor.

Mientras yo hacía la casa, y ordenaba todo un poco, esto es lo que me contó Javier que pasó en su casa hasta que se vinieron a la nuestra.

Javier estaba deseando que llegase el lunes, para venir a nuestra casa y seguir experimentando cosas con nosotros, por lo que la noche del domingo al lunes la pasó un poco mal, durmiendo a trozos, y en cuanto oyó que sus padres se levantaban se terminó de desvelar del todo, y estuvo despierto hasta que se fueron, a Marina la debió de pasar algo parecido, ya que, a los cinco minutos de oírse la puerta de casa cuando sus padres salían, Marina se levantó, y se dirigió a la cocina para desayunar. Javier al oírla decidió hacer lo mismo, y se levantó, pero decidió quitarse toda la ropa, e ir desnudo por la casa, por lo que me dijo le había encantado el ir desnudo, y quería hacerlo siempre que pudiese, además esperaba que su hermana hubiese hecho lo mismo, ya que le apetecía verla desnuda, debido al cuerpazo impresionante que tiene.

Después de desnudarse salió de la habitación, y se dirigió a la cocina donde se encontraba su hermana haciendo café y sacando unos bollos y unas galletas para desayunar. Marina no se había desnudado, sino que llevaba un pijama de verano, compuesto por una camiseta de tirantes y un pantaloncito corto tipo culote en blanco y rosa pálido, y muy ajustados ambas piezas a su cuerpo. Al oír llegar a su hermano a la cocina, se giró y se encontró a Javier completamente desnudo entrando en la cocina.

“Joder Javier ponte algo, que estamos tú y yo solos” – dijo Marina.

“Con lo a gusto que se está así, además tú ya viste todo lo que tenía que enseñar, así que no esperes que me ponga algo” – contestó Javier a su hermana con una sonrisa.

“Haz lo que quieras” – le dijo Marina sonriendo.

“¿Estás haciendo café suficiente para los dos?” – la preguntó Javier.

“Si, ya me esperaba que te levantases pronto tú también, por lo que preparé la cafetera para que hubiese suficiente para los dos” – le contestó Marina.

“Muchas gracias hermanita” – la dijo Javier que se había acercado al fogón justo detrás de ella, y mientras la decía esto la dio un azote en el culo.

“Oye tú, no te pases, que nos viésemos desnudos el otro día, tampoco quiere decir que puedas tocar a tu antojo” – le regañó un poco Marina.

“Joder tía, que solo ha sido un gesto cariñoso” – trató de justificarse Javier sonriendo.

Se sentaron a desayunar una vez estuvo hecho el café, y empezaron a planear un poco la mañana.

“Deberíamos limpiar la casa un poco, así Mamá nos deja el resto de la semana tranquilos, y encima nos lo quitamos de encima” – dijo Marina, mirando a su hermano y sabiendo que las tareas del hogar le resultaban un auténtico tostón.

“No me fastidies Marina, que yo tenía pensado otros planes para hoy, y esperaba que tú me acompañases” – dijo Javier quejándose.

“Para tu información tus planes se van a ver un poco alterados, porque seguro que no te acuerdas que Raquel trabaja hoy” – le dijo Marina a su hermano.

“Mierda, es verdad, no me acordaba, con las ganas que tenía de ir a su casa, a tratar de follar con ella otra vez” – dijo Javier, que se le notaba bastante fastidiado.

“Por eso es mejor pasar la mañana haciendo esto, y cuando terminemos, nos vamos con Jorge a esperar a que vuelva Raquel, de esa forma se te pasará más rápido la espera” – le dijo Marina a Javier tratando de convencerlo.

“Joder ya podrías haber pensado en otra cosa, que limpiar no me gusta nada, es un auténtico coñazo” – dijo Javier.

“Ya lo sé, pero de momento es lo que hay” – contestó Marina a su hermano con una sonrisa burlona.

Terminaron de desayunar y recogieron la cocina, una vez tuvieron todo ordenado, guardado y limpio, Marina sacó los trapos del polvo para empezar a limpiar la casa, lo que terminó por desesperar a Javier.

“Venga vamos deja de quejarte, y hagámoslo, de esta forma no tenemos que hacerlo el resto de la semana, y encima Mamá y Papá más contentos que unas castañuelas” – le trató de animar Marina.

“Vale, ya me tienes convencido, pero que sepas que no deja de ser un auténtico coñazo tener que limpiar, si al menos tuviese algún aliciente” – dijo Javier con una sonrisa.

“¿Qué quieres? ¿Qué me desnude yo también para limpiar?” – le preguntó Marina a su hermano.

“Eso sería un gran aliciente” – dijo Javier.

“Tu estas enfermo, que soy tu hermana tío” – le dijo Marina, un poco alucinada por la insinuación de su hermano.

“Sí, ya sé que eres mi hermana, pero también eres una mujer con un cuerpazo de infarto, y la verdad el verte pasearte desnuda mientras limpiamos, me ayudaría a pasar el trago de mejor manera” – la dijo.

“Pues de momento quítatelo de la cabeza” – contestó Marina, con una sonrisa tras las palabras de su hermano.

“Venga tía si el otro día ya nos vimos desnudos, además tú bien que has aprovechado a mirarme la polla, que me he dado cuenta que un par de veces se te han ido los ojos” – la dijo Javier, tratando de convencerla.

“Yo no te he mirado nada, has sido tú el que ha aparecido en la cocina con todo al aire” – le dijo Marina a su hermano.

“Bueno, si he sido yo el que ha aparecido desnudo, pero no me niegues que me has mirado la polla” – la dijo Javier.

“No haber aparecido desnudo, y no te hubiese mirado nada. De todas formas, cuando lo he hecho ha sido un acto reflejo” – se justificó Marina.

“Lo que tú digas, pero me has mirado la polla, y lo único que digo, es que a mí me gustaría verte desnuda también, además después de lo del otro día seguro que opinas lo mismo que yo. Que sin ropa, se está mucho más cómodo” – seguía insistiendo Javier.

“Tío eres un pesado, tu a las tías te las follas por pelma. Seguro que las das tanto la brasa, que, con tal de que las dejes tranquilas se acuestan contigo” – dijo Marina riéndose de su hermano y un poco desesperada por la insistencia de este.

“Pues ahora que lo dices, me parece que en más de una ocasión ha sido eso mismo lo que ha pasado” – dijo Javier, y se empezó a reír a carcajada limpia recordando alguna de aquellas situaciones. Marina al ver a su hermano riéndose se empezó a reír también con él.

Mientras Javier seguía riéndose, la dijo a su hermana entre risas.

“Joder no me había parado a pensarlo nunca, pero ahora me han venido un par de ocasiones en que yo creo, que fue eso lo que ocurrió”, y siguió riéndose “por lo que si fuera tú, iría cediendo ya, porque sabes perfectamente que no voy a parar hasta conseguirlo” – terminó por decirla.

Marina seguía riéndose, y empezó a decirle.

“Eres un cabrón, al final siempre te sales con la tuya” – y se empezó a quitar el pijama, empezó por quitarse la parte de arriba, enseñándole sus preciosas tetas, y luego se quitó el pantalón dándole la espalda y enseñándole el culo mientras se lo quitaba lentamente. Cuando estuvo desnuda del todo se giró hacia su hermano.

“¿Contento?” – le dijo.

“Mucho” – contestó Javier.

“Te iba a preguntar que si te gustaban las vistas, pero ya veo que si” – dijo Marina señalando la polla empalmada de su hermano.

“Joder Marina, es que tienes un cuerpo de la ostia, estás buenísima. No me extraña que todas las vecinitas, estén celosas de ti” – la contestó Javier, y empezó a agarrarse la polla.

“Venga no te emociones demasiado y vamos a limpiar, ahora en serio que cuanto antes nos lo quitemos de encima, mejor y más tiempo libre tendremos después” – dijo Marina.

“Tienes razón, vamos a ello” y se fueron a limpiar la casa, entre miradas de ambos a sus respectivos cuerpos desnudos.

Estuvieron limpiando la casa, sin llegar a más hasta que terminaron, y decidieron ducharse para venir a mi casa a hacerme compañía hasta que llegara Raquel. Lo que ellos dos no sabían era la sorpresita que les tenía preparada para hoy.

Yo por mi parte, también estuve organizando la casa un poco antes de que llegase María con la que había quedado sobre las 11:30 de la mañana. Cuando estaba terminando de hacer nuestra habitación llegó María, la abrí la puerta, venía con un top blanco y un pantalón corto negro ajustado, la imagen era espectacular.

“Hola, preciosa” – la dije nada más verla. Yo todavía llevaba puesto un pantalón corto de estar por casa, y sin camiseta ya que hacía mucho calor.

“Hola” – me dijo dándome un beso, y entrando en la casa. “¿Qué, todavía estas solo?”

“Sí, todavía no ha venido nadie, sino vienen en 1 hora les llamamos para que se vengan” – la dije guiñándola un ojo.

“¿Por qué esperar tanto?” – me dijo ella sonriendo.

“Porque todavía tengo que terminar de hacer la cama, y ducharme, que me has pillado a medio terminar de limpiar un poquito la casa” – la contesté yo.

“Para que quieres hacer la cama, si te va a durar una siesta hecha” – me dijo riéndose un poco de mí.

“Joder, porque esté un poco recogida la casa, pero vamos, ¿si quieres, empezamos a utilizarla, y así me ahorro el esfuerzo de tener que hacerla?” – la insinué dirigiéndome a la habitación a terminar de hacer la cama. María me siguió a la habitación.

Cuando llegamos a la habitación, yo estaba empezando a hacer la cama, María se puso al otro lado de la cama, yo pensaba que me iba a ayudar, pero se empezó a desabrochar el pantaloncito que llevaba y se lo quitó, dejándome ver las braguitas que llevaba, yo al verla hacer eso, os podéis imaginar lo que tardé en quitarme el pantalón que llevaba, y acto seguido me tumbé boca arriba en la cama. María se quitó el top, y quedándose en sujetador y bragas se subió a la cama y empezó a chuparme la polla que ya estaba apuntando al techo de la habitación.

“UUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMM, que bien sabe, me encanta comértela” – me dijo María sonriendo.

“Y a mí, me encanta que me la comas, pero déjame que te quite las braguitas para que me coma ese coñito, que a mí también me encanta comértelo MACIZA” – la dije a María. Nos incorporamos un poco los dos y empecé a quitarla las bragas, y el sujetador, cuando le quité el sujetador aproveché para chuparla bien las tetas, luego me volví a tumbar boca arriba y ella se puso encima de mí, empezando a hacer un 69. Me apetecía comerla el coño, tan bien como me estaba chupando ella a mí la polla.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que bien la chupas María, si lo llego a saber, te hubiese cogido en la oficina y te hubiese puesto a chupármela, a la más mínima oportunidad” – la dije, mientras volvía a comerme su coño.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFF, y si yo llegó a saber lo bien que comes el coño hubiese hecho lo mismo” – me contestó ella, volviéndose a meter mi polla en la boca, “joder, que calentón traía en el coche, desde el crucero voy caliente a todos sitios tío, menudo verano llevo, además me encanta follar contigo, me pone muy cachonda” – me siguió diciendo María.

“A mí me pasa exactamente lo mismo, desde el crucero, a la más mínima me empalmo como un quinceañero, y follarte es una delicia, me pones a mil María, tu no sabes la de veces que me imaginaba metiéndote la polla” – la contesté. Seguimos con el 69 un buen rato más, después se levantó y me dijo.

“Vamos fóllame ya, que no aguanto más, necesito sentir tu polla dentro de mí”.

“Venga ponte a lo perrito, que te la meto desde atrás” – la contesté. Ella se puso como la dije, y se la empecé a meter por le coño, agarrándome a su culo, que es una auténtica maravilla. Empecé a follarla bien duro, ya que me había puesto muy cachondo.

“AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero qué coño tienes María, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, me encanta follarte” – la dije, mientras me inclinaba sobre ella para besarla en el cuello, y agarrarme a sus tetas. Ella giró la cabeza y me beso en la boca, y llevando una de sus manos a su coño, y a mis pelotas empezó a acariciármelas mientras me la follaba.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame, vamos dame duro, no pares, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, UUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMM” – me dijo. Yo me volví a levantar, y volviendo a agarrarme a su culo, seguí follándomela bien duro, los golpes de mi cadera chocando con sus nalgas eran una pasada. En esa posición estábamos cuando me empecé a fijar en su agujerito trasero, por lo que empecé a meterla un dedo en su culo, que pronto empezaron a ser dos dedos.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, méteme los dedos por el culo, vamos prepáramelo, que me voy a sentar sobre tu polla metiéndomela por el culo” – me dijo, por lo que seguí metiéndola mis dedos en su culito, que ya estaba muy dilatado.

“Venga vamos a ver cómo te metes mi polla por el culo” – la dije sacándosela y tumbándome otra vez boca arriba junto a ella. María se puso encima de mí, y se empezó a sentar sobre mi polla, metiéndosela por el culo, tal y como había dicho. No la costó nada metérsela por lo dilatado que la había dejado el culo.

“UUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFF, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que culazo que tienes tía, como me gusta metértela por el culo, como me aprisiona la polla, AAAAAAAAAHHHHHHHH” – la dije a María.

“AAAAAAAHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIII, como me gusta que me folléis el culo, no me lo puedo creer, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que vicio he cogido al sexo anal” – me comentó ella, mientras empezaba a saltar metiéndose y sacándose mi polla del culo.

Cuando estábamos en esta postura sonó el timbre de la casa.

“Estos deben de ser los vecinos, ¿les hacemos esperar o les dejamos entrar?” – la pregunté a María.

“Abre la puerta, que por lo que me dijo Raquel ayer, el chico tiene una polla alucinante, y tengo ganas de verla y follar con él, además por lo visto, también está muy bueno” – me dijo María sacándose mi polla del culo y levantándose. Yo me empecé a reír.

“Voy a tener que hablar con Raquel, no vaya a ser que le coja demasiado gusto al vecinito” – la dije riéndome, y poniéndome un pantalón para ir a abrir la puerta.

Fui a abrirles, y tras asegurarme de que eran ellos mirando por la mirilla de la puerta, les abrí para que pasaran. Tras cerrar la puerta, pude comprobar lo calentitos que venían por la mirada que pegó Marina a mi polla y el comentario que hizo a continuación.

“Joder como vas Jorgito” – me dijo Marina guiñándome un ojo.

“Si tú supieras” – la contesté yo.

“Bueno, habíamos pensado en bajar a tomar el sol hasta la hora de comer ¿te apuntas?, y luego cuando vuelva Raquel comemos todos juntos y nos montamos una fiestecita como la del otro día” – dijo Javier.

“Pues yo tengo una idea mejor” – les dije al mismo tiempo que María aparecía por el salón, se había puesto el top y el pantalón de nuevo, “esta es María, una amiga que trabajaba conmigo, y que lo va a hacer de nuevo a partir del jueves. Su marido vendrá con Raquel, cuando terminen de trabajar, para la hora de comer”.

“Hola encantada de conoceros” – les dijo María acercándose a ellos, y dándoles un beso.

“Hola” – dijeron sorprendidos los hermanos.

“Me parece que os hemos pillado en plena faena, quizá os deberíamos dejar solos” – dijo Marina, un poco cortada por la aparición de María.

“Estás de broma, pero si os estábamos esperando. A María ya la hemos hablado de vosotros, y estaba loca por conoceros” – les dije empezando a quitarme el pantalón, y quedándome en pelotas delante de todos.

“Yo me apunto” – dijo Javier, desnudándose también, no tardó ni medio minuto en quedarse en pelotas quitándose el bañador que llevaba y la camiseta que traía.

“Que lanzado, y menuda pedazo de polla chiquillo, mira que Raquel me había avisado, pero no me imaginaba que fuera tan grande” - dijo María al ver la polla empalmada de Javier, que venía con un calentón impresionante.

María le siguió y empezó a quitarse otra vez la ropa, dejándonos ver su maravilloso cuerpo y ese pedazo de culo que me acababa de follar.

“Joder tía pero que buena estas” – dijo Javier, agarrándose la polla. María se acercó a él, y se agachó para empezar a comerle la polla allí mismo, delante de todos.

“Esto se está desmadrando un poco” – dijo Marina un poco cortada, al ver cómo le hacían una mamada a su hermano delante de ella.

“No te preocupes, si quieres tú y yo nos vamos a otra habitación” – la dije a Marina, acercándome a ella y empezando a quitarla el vestido para bajar a la piscina que traía, cuando el vestido llegó al suelo, me dejo ver el bikini blanco que llevaba y la quedaba de maravilla.

Cuando creía que nos íbamos a ir la habitación, me sorprendió agachándose delante de mi polla.

“A la mierda, esto es solo sexo” – dijo Marina, y me empezó a chupar la polla, tan bien como lo había hecho unas noches antes.

“Joder, que sorpresa, tu disfruta todo lo que quieras cariño” – la dije animándola a seguir, ya que me daba mucho morbo que me la chupara delante de su hermano.

“Esta polla sabe un poquito raro, ¿Dónde ha estado metida?” – me pregunto Marina, mirándome a la cara y riéndose.

“No lo quieras saber” – la contesté yo riéndome, y no dejándola que se la volviese a sacar de la boca, ya que la cogí de la cabeza y empecé a marcar el ritmo de la mamada que me estaba haciendo.

“Eso hermanita comete esa polla. Se ve que lo hace bien ¿EH, Jorge?” – me dijo Javier.

“De maravilla, tiene una lengua que es una pasada” – le contesté yo riéndome, “anda que tú, tampoco te quejaras, porque yo sí que sé lo bien que la chupa María”.

“La chupa de la leche, como bien sabes tú” – me dijo poniendo una cara, que no dejaba lugar a dudas de lo bien que se lo estaba pasando con la mamada que le estaba haciendo María.

Yo levanté a Marina, y terminé de desnudarla quitándola el bikini, menudas pedazo de tetas que tiene esta chica, que forma, que tamaño, que peso, y que pezones más espectaculares, son sin lugar a dudas las tetas más espectaculares que he visto en mi vida.

“Joder Marina, pero que pedazo de tetas tienes” – la dije, mientras se las empezaba a chupar y la llevaba al sofá para sentarla abrirla de piernas y arrodillarme delante de ella para empezar a comerla el coño.

“Si vamos, cómeme el coño” – me dijo Marina.

Mientras, Javier había levantado a María y se la había llevado al otro sofá, y tras sentarla hizo lo mismo que estaba haciendo yo con su hermana, abrió de piernas a María y empezó a comerla el coño.

“Joder como estas tía, estas empapada” – la dijo Javier, mientras la chupaba el coño y la metía un dedo por allí, comprobando lo empapada que iba María.

“Y que esperabas con la follada que estábamos pegando Jorge y yo cuando habéis llamado a la puerta” – contestó María y se empezó a reír, “por lo que ya estas tardando en levantarte, y meterme ese pedazo de pollón que te gastas Javier”.

Este no se hizo de rogar, se incorporó y metiéndose entre las piernas de María, le acercó la polla a su coño, y empezó a metérsela allí.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, joder, que pedazo de polla, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero chico menuda maravilla de polla que tienes, vamos fóllame, no pares, dame duro que estoy muy caliente, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH” – le decía María a Javier, mientras este la metía y la sacaba la polla del coño.

Marina, mientras yo la comía el coño, miraba como su hermano se follaba a María, y se acariciaba las tetas, frotándose los pezones que estaban durísimos por lo cachonda que estaba, la cantidad de jugos que estaba soltando así me lo indicaba a mí también, por lo que me levanté y levantándola, la puse a cuatro patas en el sofá y empecé a meterla la polla en su coño, inclinándome hacia adelante y agarrándome a sus preciosas tetas. Empecé a follarla bien duro, ya que, estábamos los dos muy cachondos, mi polla entraba y salía de su coño a gran velocidad, lo que en más de una ocasión provocó que me saliese de su coño, lo que provocaba las quejas de Marina.

“Vuélvela a meter, no la saques joder” – me decía Marina, que estaba muy cachonda. Me terminé por incorporar soltándome de sus tetas muy a mi pesar, me agarré a su culo, y empecé a follarla más cómodamente en esa postura.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que polvazo que tienes María” – decía Javier a nuestra espalda, me giré y pude ver como María se había puesto también a cuatro patas y Javier se la estaba metiendo en el coño.

“SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, vamos dame duro, fóllame, méteme esa pedazo de polla hasta el fondo, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, que bueno” – le contestaba María.

“Vamos junto a ellos” – la dije a Marina, levantándola de donde estábamos y poniéndola junto a María en el mismo sofá y en la misma posición que estaba María. Empecé a metérsela por el coño de nuevo, y aproveché a meter un dedo en su culo, ya que quería volver a probarlo, pronto se convirtieron en dos dedos.

“Joder hermanita como te entran los dedos en el culo, seguro que ya te han dado por culo un montón de veces” – la dijo Javier.

“SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos prepárame el culo, que me encanta que me den por culo, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – me dijo Marina.

“Tú, puedes empezar a darme por culo también Javier, que Jorge ya me lo dejo bien dilatado antes, pero métela con cuidado que tu polla es más grande, y no quiero que me destroces el culito” – le dijo María a Javier.

Este no se hizo de rogar, y se la sacó del coño a María para empezar a follarla por el culo, se la fue metiendo poco a poco, ya que al ser su polla más grande no quería hacerla daño. Una vez se la metió toda en el culo, empezó a meterla y sacarla lentamente, hasta que María se fue acostumbrando al tamaño de su polla.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que pollón, me estás destrozando, que bueno, me encanta” – le dijo María.

Yo al ver como Javier daba por el culo a María, ya no pude aguantar más y se la saqué del coño a Marina y empecé a metérsela por el culo.

“SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, métemela por el culo, que bueno, como me gusta que me des por el culo Jorge, dame fuerte, no pares por favor” – me dijo Marina mientras se la iba metiendo.

“OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, joder, pero que pedazo de culo que tienes Marina, como me gusta follártelo” – la decía yo, empezando un mete y saca a muy buen ritmo.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder que pasada que polvo estamos pegando, SSSSSIIIIIIIIII, que cachondo estoy” – decía Javier, que se lo estaba pasando en grande.

“SSSSSSSIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, me corro, me corro” – empezó a decir María, llevándose una mano a su coño, y empezando a meterse un dedo para ayudarse con la corrida que estaba teniendo.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, yo también me corro” – empezó a decir Javier, sacándosela del culo a María y corriéndose sobre su espalda.

Yo levanté a Marina del sofá me senté donde estaba ella, y Marina se sentó sobre mi polla de espaldas a mí, metiéndose mi polla por el culo. Estuvimos follando de cara a María y Javier, hasta que ya no pudimos más de lo cachondos que estábamos y nos acabamos corriendo.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, me corro, que gozada, AAAAAAAAHHHHHHHH, AAAAAHHHHH” – me dijo Marina mientras se corría. Yo se la saqué del culo y me corrí en su cara.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que corrida joder, vamos Marina trágate mi leche, que seguro que te encanta” – la dije yo a Marina.

“SSSSSSSIIIIIIIIIIII, me encanta córrete en mi boca y en mi cara” – me dijo Marina. Lo que hice sin problemas.

Cuando acabamos todos de corrernos, nos fuimos a duchar, María y Javier se fueron al cuarto de baño, mientras Marina y yo nos fuimos al baño de mi habitación.

Nos duchamos acariciándonos, y metiéndonos mano, lo que provocó que me volviese a empalmar, pero decidimos que era mejor salir, y bajar a la piscina, para descansar un poco y prepararnos para la tarde que nos esperaba.

Salimos desnudos del baño, para vestirnos y nos encontramos a Javier y María que también habían salido del baño. Javier con un empalme considerable.

“Bueno, nos vestimos y bajamos a la piscina, para hacer tiempo hasta que lleguen Raquel y Jesús” – les dije a todos. Estuvieron de acuerdo nos vestimos, María se puso un bikini rojo que la quedaba de miedo y que saco de una bolsa con ropa que había traído. Marina fue al salón a coger su bikini, que estaba tirado por allí, al igual que la ropa de su hermano. Yo me puse un bañador, y una camiseta. Cuando estuvimos todos arreglados, bajamos a la piscina, eran la 13h y estuvimos tomando el sol y hablando de un montón de cosas. Marina y Javier, la estuvieron contando a María que estudiaban y como les iban los estudios. A las 15h subimos a preparar la comida, y a esperar a que llegaran Jesús y Raquel. Esta vez mi mujer se había llevado nuestro coche al trabajo y pasaría a recoger a Jesús, ya que María se había traído el coche de ellos.

En el ascensor aproveché para meterlas mano a las dos chicas, que en la piscina me habían puesto a mil, al igual que Javier, que también aprovechó la ocasión para meter mano a María.

“No os emocionéis que tenemos que preparar la comida, y como os calentéis mucho, nos van a pillar sin tener nada preparado, y encima que vienen de trabajar no les vamos a tener esperando” – dijo María.

“Bueno vale” – dijo Javier, “pero va a ser complicado contenerse, con lo buenas que estáis, ¿verdad Jorge?”

“Desde Luego, va a ser un martirio tener que contenerse” – le contesté guiñándole un ojo y riéndome.

Llegamos a mi casa, y nos pusimos a preparar la comida. Hicimos unas ensaladas, gazpacho que teníamos comprado, y unos filetes a la plancha, que hay que mantener la línea. Pusimos la mesa del salón, en la que entrabamos todos sin problema. Acabamos bastante pronto de preparar todo, no eran ni las tres y media cuando estaba todo listo. Ellos se fueron al salón, y yo me quedé ordenando la cocina, para que cuando terminásemos de comer solo tuviésemos que meter los platos en el lavavajillas. A los cinco minutos, volví y estaban sentados en el sofá viendo el telediario con los bikinis y el bañador puestos.

“¿Pero, qué es esto? Que formalitos estáis todos” – les dije, y me empecé a quitar el bañador, ya que se está mucho más cómodo sin él, y dejándoles ver lo morcillona que tenía la polla.

“Tienes razón, se está mucho más cómodo desnudo” – dijo Javier levantándose e imitándome.

“UUUFFF, pues yo estoy genial así, ¿y tú Marina?” – le dijo María guiñándola un ojo y riéndose.

“Si la verdad, es que yo también estoy genial así” – dijo Marina riéndose también.

“Que cabronas sois” – las dije acercándome al sofá donde estaban sentadas, y agachándome hacia Marina, empecé a intentar quitarla la parte de arriba del bikini, a lo que se resistió entre risas.

“No, por favor, JEJEJEJE” – me decía Marina. Mientras María trataba de ayudarla a zafarse de mí, pero llegó Javier por detrás y agarrando la braguita del bikini de María se lo quitó de un tirón, dejándola con el culo al aire. Por fin, pudimos con ellas y las dejamos desnudas, yo cuando conseguí mi objetivo, me agarré a las tetas de Marina y las di un beso a cada una de ellas. Javier hizo lo mismo con las tetas de María y terminó llevando una mano a su coño.

Nos sentamos Marina y yo en un sofá, mientras María y Javier se sentaban en el otro. Nos agarraron nuestras pollas y empezaron a masturbarnos muy lentamente, mientras nosotros dos las acariciábamos el culo y las tetas. No llevábamos ni dos minutos sentados cuando sonó la puerta de entrada, y aparecieron en el salón Jesús y Raquel.

“Que te he dicho yo Jesús, que estos dos no se iban a poder contener, y seguro que las estaban metiendo mano” – le dijo mi mujer riéndose y guiñándole un ojo. Pero Jesús estaba absorto mirando a Marina.

Les presentamos al marido de Maria, y Jesús le dijo a Marina:

“Joder Marina, ya me había avisado Jorge que estabas buenísima pero no me esperaba esto, menudas pedazo de tetas y que culito más apetitoso”.

“Pues tú, tampoco estas nada mal, y además este bultito promete bastante” – le contesto Marina, agarrándole la polla por encima del pantalón, y totalmente desinhibida.

“Bueno, tranquilizaros un poquito, vamos a desnudarnos Jesús, y a comer, luego tenéis toda la tarde para conoceros más a fondo” – dijo Raquel, riéndose.

“Si vamos a desnudarnos” – dijo Jesús, siguiendo a mi mujer, que se había metido para las habitaciones.

Se quitaron la ropa y aparecieron como dios les trajo al mundo en el salón, Jesús con la polla apuntando al techo, y mi mujer con los pezones como dos puntas de flecha. Ambos venían bastante calentitos. Nos sentamos a comer, y durante la comida estuvieron conociéndose un poco mejor las otras dos parejas, haciéndose preguntas constantemente, de cómo empezaron a hacer intercambio de parejas, o a participar en orgías, etc. Terminamos de comer, y nos levantamos para empezar a recoger los platos, enseñándolas a las chicas las empalmadas que llevábamos las pollas.

“Joder como vais, vamos a tener que recoger rapidito” – dijo María riéndose de nosotros.

Yo me quedé en la cocina metiendo en el lavavajillas todo lo que me traían, el primer viaje si que vinieron todos a dejarme cosas, pero en el segundo la única que apareció por la cocina fue María.

“¿Qué pasa, que no han podido aguantar más?” – la pregunte a María sonriendo.

“Parece ser que no, Raquel y Jesús iban que no podían aguantar más, me parece a mí que si les hubiésemos propuesto saltarnos la comida, hubiesen aceptado sin problemas” – me contestó María con cara picarona.

Tras dos viajes más, ya me había traído todo y volvió al salón mientras yo terminaba de guardar todo en el lavavajillas. Cuando terminé me dirigí al salón abriendo camino con mi polla, al llegar allí el panorama que me encontré fue a Jesús y Javier sentados en el sofá de tres plazas mientras Raquel y Marina arrodilladas delante de ellos les chupaban las pollas, y María se había sentado en el otro sofá y abierta de piernas se estaba masturbando viendo el espectáculo. Yo me acerqué a donde estaba María me subí al sofá y poniéndome delante de ella, la puse la polla delante de la boca y se la empecé a meter en ella. María llevó su mano derecha a mis pelotas mientras me seguía chupando la polla.

“AAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que bien la chupas Marina, sigue no pares, AAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIII” – decía Jesús.

“UUUUUUUMMMMMM, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, que lengua, SSSSSSIIIIIIIIIII, AAAAAAAAHHHHHHHHHH, Raquel” – decía Javier.

A las chicas solo se las oía succionar nuestras pollas, yo terminé por sacar la polla de la boca de María, me bajé del sofá, ya que la postura tampoco es que fuera muy cómoda, me arrodillé delante de ella, y abriéndola de piernas la empecé a comer el coño.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, cómeme el coño Jorge, joder que bien lo haces, UUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMM, eso méteme un dedo mientras me comes el coño, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII” – decía María mientras yo estaba pegado a su coño, disfrutando de los jugos que salían de él.

“Ven aquí súbete encima de mí que te la tengo que meter ya” – dijo Jesús a Marina, que se levantó, y sentándose de cara a él se empezó a dejar caer metiéndose la polla de Jesús en el coño.

“OOOOOOOHHHHHHHHHHH, Jesús pero que dura tienes la polla, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, métemela, como la siento dentro” – le decía Marina a Jesús, empezando a subir y bajar metiéndose la polla de Jesús lo más profundo que podía.

“SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, pero qué coño más mojadito tienes, vamos muévete Marina, AAAAAAAAAHHHHHHHHH, AAAAAAAHHHHHHHH” – la contestó Jesús a Marina.

“¿Cómo te estas poniendo, cariño? ¿Esta buena la niña?” – le dijo María a su marido, mientras yo seguía comiéndola el coño.

“Tú tampoco te puedes quejar, que seguro que esta mañana te has follado a Javier en condiciones” – la contestó Jesús a María.

“Tú lo has dicho, me ha metido ese pollón por todos sitios” – acabó diciendo María.

“Pues ahora, este pollón me va a follar a mí” – dijo Raquel levantándose y sentándose sobre Javier en la misma posición que estaba Marina, se empezó a dejar caer metiéndose la polla del vecinito por el coño, cuando la tuvo toda dentro del coño, empezó a subir y bajar sobre la polla de Javier.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes chaval, y encima está durísima, como me está partiendo en dos, SSSSSSSIIIIIIIIIII, AAAAAAHHHHHHH” – dijo Raquel, cuando estaba empezando a follarse a Javier.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHH, SSSSSIIIIIIIIII, pero que bien follas Raquel, voy a venir todos los días a follarte, que me encanta como follas tía, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, joder, como me aprietas la polla con el coño, AAAAAAAAAAAHHHHHHHH” – la decía Javier a mi mujer.

Yo dejé de comerme el coño de María y me levanté poniendo mi polla en la entrada de su coño, empecé a pasar mi polla por toda la longitud de su coño, metiéndola un poco el capullo y sacándoselo, volviendo a hacer lo mismo.

“Vamos fóllame de una vez, que lo estoy deseando que me folles desde que esta mañana estos dos nos dejaron a medias Jorgito” – me dijo María con una cara de vicio impresionante.

“¿Quieres que sigamos donde lo dejamos esta mañana?” – la pregunté a María, sonriéndola.

“Si vamos métemela por el culo, dame por culo, cabroncete, que lo estás deseando” – me dijo María. Yo no la hice esperar mucho, la puse la polla en la entrada del culo, y se la empecé a meter en él, con la follada que la había pegado Javier esa mañana, el culo ya lo tenía bastante dilatado, por lo que no me costó nada meterla. Se la metí de un solo empujón hasta el fondo, y empecé a meterla y sacarla disfrutando de como su culo me apretaba la polla.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que culo tienes, como me gusta follártelo, es una auténtica pasada darte por culo María, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, AAAAAAAHHHHHHHH” – la decía a María mientras me la follaba.

“SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, como me gusta que me enculéis cabrones, AAAAAAAHHHHHHHH, cada vez me gusta más, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH” – me dijo María mirándome a los ojos y sacándome la lengua en plan lascivo, yo seguí metiendo y sacando mi polla de su culo y me agarré bien a sus tetas, pellizcándola los pezones.

“¿Te la puedo meter por el culo, Marina?¿Qué me encantaría metértela por ese pedazo de culo que tienes?” – preguntó Jesús a Marina.

“Claro que puedes, es más, deberías” – le contestó levantándose y sacándose la polla del coño.

Jesús se levantó de donde estaba sentado, y dejó su sitio a Marina que poniéndose en la posición del perrito con las rodillas sobre el sofá y las manos apoyadas en el respaldo del mismo, le ofreció su culo a Jesús poniéndolo en pompa. Este se agachó y empezó a chuparle el culo, metiendo un dedo y luego dos en el culo de Marina, imaginándose que lo tendría que preparar mucho más.

“Te lo han tenido que follar esta mañana muy bien, porque lo tienes bien abierto” – la dijo Jesús a Marina. Y sin esperar mucho más se incorporó le acercó la polla al culo y se la empezó a meter allí.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, dame por culo, métemela, dame fuerte que me encanta que me la metan fuerte en el culo” – le dijo Marina a Jesús, que haciéndola caso, empezó a metérsela en plan salvaje.

“Sí, pues yo no voy a ser menos, AAAAAAAHHHHHHHHHH” – dijo mi mujer, levantándose y sacándose la polla de Javier, se giró y volviéndose a sentar sobre él, pero esta vez dándole la espalda, se empezó a meter el pollón de Javier por el culo.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH, pero que culo más impresionante tienes Raquel, vamos métete mi polla por ese lindo agujerito, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bueno” – la dijo Javier, cuando mi mujer empezó a meterse la polla de este por el culo.

Estuvimos un buen rato follando, los gritos y gemidos se repetían por todo el salón, así como comentarios de todo tipo, en relación a la orgía que teníamos montada. En un momento dado, mi mujer me dijo:

“Cariño, no aguanto más, por favor, méteme tu polla por el coño, que necesito sentiros a los dos al mismo tiempo, luego te los dejo a ti María”.

Se la saqué del culo a María, me levanté y me dirigí a donde se encontraba mi mujer, siendo enculada por Javier, me metí entre sus piernas y haciéndome un hueco empecé a meterla mi polla por el coño a mi mujer.

“¿Cómo te los estas disfrutando, ¡eh, cariño!? – la dije a Raquel, mientras terminaba de meterla mi polla por el coño, sintiendo como el pollón de Javier entraba y salía al mismo tiempo de su culo.

“Una barbaridad, no te lo puedes ni imaginar. Este es el mejor verano de nuestras vidas, te lo puedo asegurar. AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, joder, follarme los dos, darme duro” – nos decía Raquel, mientras empezábamos a follárnosla entre los dos muy acompasadamente.

María que se había quedado sola, empezó a masturbarse viendo la escenita que la estábamos dando.

“Vamos follárosla rápido, que se corra pronto, darla duro, que yo también necesito sentiros a los dos follándome a la vez” – dijo María, “Marina, si no has probado la doble penetración nunca, tienes que probarla tú también”.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, yo pruebo lo que vosotras me digáis, que con lo bien que me lo estoy pasando, cualquier cosa que me digáis seguro que me encanta” – respondió Marina a María, mientras Jesús seguía follándosela por el culo.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, que pasada, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, follarme así de fuerte, que me corro, AAAAAAAHHHHHHHHHH” – dijo Raquel corriéndose y empapando el sofá con sus jugos vaginales.

Yo se la saqué del coño, y me levanté, para que Raquel dejara su sitio a María, la cual se sentó en la misma posición que estaba Raquel, metiéndose la polla de Javier por el culo, y dejándome el coñito para mí.

“AAAAAAHHHHHHH, pero que pedazo de polla tienes Javier, como me abre el culo” – decía María, mientras se metía la polla de Javier por el culo. Yo me acerqué a ella y empecé a meterla mi polla por el coño. Al igual que hicimos con Raquel, nos la empezamos a follar lo más fuerte que nuestras fuerzas nos permitían.

“SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, María pero como me gusta follarte, que pedazo de polvo tienes tía” – la decía yo agarrándome a sus tetas, mientras se la metía y sacaba del coño, notando como la polla de Javier hacía lo mismo con su culo.

Seguimos follándonos a María durante un buen rato, mientras Marina y Jesús seguían a lo suyo junto a nosotros en el mismo sofá, y Raquel trataba de recuperarse de su corrida en el otro sofá, viendo la escenita que estábamos protagonizando.

“AAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUFFFFFFFFFFF, me corro, me corro” – empezó a decir María, me agarraba y empezaba a besarme. Se la saqué, ya que veía que yo también me iba a correr, y antes quería ayudar a Marina a que probara una doble penetración.

“Bueno Marinita, ya me tienes también a tu entera disposición, ¿quieres que te la metamos los dos a la vez?” – la dije a Marina, para ver si en realidad quería hacer la doble penetración.

“Claro que sí, viendo cómo se han corrido estas dos, yo quiero probarlo también” – dijo Marina.

Javier se levantó y se sentó en el otro sofá, mientras Raquel y María empezaron a chuparle la polla, para hacerle correr.

“Pero que dura tienes la polla Javier, no me explico cómo todavía no te has corrido. Al final va a resultar que eres todo un campeón. Me parece que me voy a venir todos los días a follar con vosotros hasta que empecemos a trabajar” – dijo María sonriéndole y chupándole los huevos, ya que su polla estaba siendo engullida por la boca de Raquel.

Yo me senté donde había estado sentado Javier, Marina a la que Jesús había sacado su polla del culo, se sentó de frente a mí, empezándose a meter mi polla por el coño. Yo en esa posición tenía sus tetas a la altura de mi cara, por lo que aproveché a comerme esas tetas que tanto me gustaban. Jesús se acercó por detrás a Marina, y apuntando su polla a la entrada de su culo, se la empezó a meter en él, mientras mi polla ya estaba entrando y saliendo del coño de Marina.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, JJJJJJJJJOOOOODDDDDDDEEEEEEEERRRRRRRRR, que pasada, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, no paréis de follarme cabrones, que gozada, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH, como os estoy sintiendo a los dos, moveros no paréis” – empezó a decir Marina cuando tuvo nuestras pollas ensartadas en sus agujeritos, la estaba encantando la follada que la estábamos dando. Empezamos a follárnosla bien duro, tal y como lo habíamos hecho Javier y yo, con Raquel y María.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, pero que culo tienes Marina, me voy a correr enseguida, pero que pedazo de polvo” – dijo Jesús.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, si yo también me corro Jesús, vamos córrete conmigo, lléname el culo con tu leche” – le dijo Marina, ya fuera de sí por culpa del orgasmo que estaba teniendo. Jesús al oírla se empezó a correr dentro de su culo, llenándoselo de leche. Jesús terminó por sacársela del culo, y Marina se levantó sacándose mi polla del coño.

“AAAAAAHHHHHHHH, joder necesito un respiro” – dijo Marina, dejándome con la polla mirando al techo, y con unas ganas de correrme que no podía más. Al dejarme libre, me dejaron a la vista el maravilloso culo de María que estaba a cuatro patas delante de mí, chupándosela a Javier junto con Raquel. Yo al ver aquella imagen me levanté, me fui hacia donde estaban, y colocando mi polla en el culo de María se la volví a meter en él.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, cabrón me has pillado desprevenida” – me dijo María.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, tranquila si no voy a aguantar ya mucho, que me tenéis a cien entre todas” – la dije, mientras empezaba a metérsela y sacársela del culo, dando azotes a su trasero.

Raquel se subió encima de Javier, y dándole la espalda se sentó metiéndose su polla por el culo también, dejando sitio a María para que se comiera las pelotas de Javier, y su coño. Yo al ver la escenita de mi mujer, metiéndose el pollón de Javier por el culo mientras María le chupaba las pelotas, no pude aguantar más y me corrí, llenándola el culo con mi leche a María.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, me corro, OOOOOOOOHHHHHHH, OOOOOOHHHHHHHH, me corro” – la decía mientras descargaba mis pelotas en su culo.

“Eso vamos córrete, lléname el culo de leche, que calentita está como la siento” – dijo María al recibir mi leche en su culo.

Javier al oírnos con la follada que le estaba pegando Raquel tampoco pudo aguantar mucho más y se corrió también dentro del culo de mi mujer.

“UUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFF, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, Raquel, me corro, pero como me estas follando tía” – dijo Javier, corriéndose.

“Si vamos campeón lléname el culo de leche, llénamelo” – dijo Raquel, saltando todavía sobre la polla del vecinito, cuando este terminó de correrse se levantó sacándose la polla de Javier del culo.

Nos levantamos todos y nos sentamos en los dos sofás un poco apretaditos a descansar del pedazo de orgía que nos habíamos montado aquella tarde. Yo entre el fin de semana que habíamos tenido y los dos polvos de ese día, necesitaba descansar tranquilamente, y me imagino que a Jesús, María y Raquel, les pasaba más o menos lo mismo.

“Joder como nos habéis dejado los culos, mirar no paran de manar leche” – dijo Marina, al ver cómo estaban poniendo los cojines, ya que a las tres no paraban de salirse nuestra leche de sus culos, al habernos corrido los tres en sus traseros.

“Es verdad, mierda cariño, ahora vamos a tener que lavar las fundas de los cojines” – dijo Raquel, mirándome.

“Que se le va hacer, pero sinceramente creo que ha merecido la pena, menuda orgía que nos hemos montado, ha sido genial, he disfrutado muchísimo ¿y vosotros?” – les pregunté a todos ellos.

“Igual” – me dijeron todos más o menos al mismo tiempo.

Eran casi las 18h, cuando miramos el reloj, nos levantamos a beber agua, y a reponer energías, sacamos algunos refrescos y nos fuimos para el salón. Decidimos ir pasando por turnos a los baños, para lavarnos y refrescarnos un poquito. Cuando volví al salón de mi turno del baño, ya que había sido el último junto con Javier, me encontré que María y Raquel habían quitado las fundas de los cojines y habían puesto una lavadora, con ellos.

“Los hemos lavado ya, así esta noche se terminan de secar, que con el calor que hace, no creo que tarden mucho en hacerlo” – me dijo mi mujer. Extendimos unas sábanas viejas por el sofá, para que fuera más cómodo el sentarse, y nos sentamos a descansar un poco más.

Estuvimos viendo la televisión y hablando un poco de todo, nos lo estábamos pasando genial, las risas se sucedían entre todos. Cuando estaban dando las 19h, Marina se puso de pie, y nos dijo a todos:

“Buenos nosotros deberíamos irnos, muy a nuestro pesar, que nuestros padres van a llegar y se van a quedar alucinados si no nos ven en casa, o en la piscina”.

“No me digas, que ya te vas, con las ganas que tenía de volver a follar contigo” – dijo Jesús.

“Lo siento cariño, si queréis mañana repetimos pero ahora nos tenemos que ir” – volvió a repetir Marina.

“¿No nos da tiempo ni a uno rapidito, hermanita?” – dijo Javier, que también le apetecía quedarse para seguir un poco más con la fiesta.

“Mira mañana, a las 9 de la mañana podemos estar aquí, ya que Papá y Mamá se van a trabajar a las 8 y media de la mañana, y aprovechamos mejor la mañana” – dijo Marina.

“Si pero mañana nosotros no estaremos” – dijo Jesús poniendo cara de triste.

“Os podéis quedar a dormir, si queréis” – les dije, “te dejo ropa limpia para ir a trabajar, y luego venís a comer aquí otra vez, además así Raquel y tú os vais juntos a trabajar”.

“Por mí encantada” – dijo María.

“De acuerdo, nos quedaremos a dormir, así esta tarde me doy un homenaje contigo Raquel, que me has dejado abandonado” – dijo Jesús sonriendo a mi mujer.

“Tendrás morro, si desde que has entrado y has visto a Marina, no has tenido ojos para nosotras dos, lo único que tenías en mente, era follarte a Marina” – dijo mi mujer riéndose del morro que tenía Jesús.

“Joder que envidia me dais cabrones” – dijo Javier levantándose del sofá y siguiendo a su hermana. Se empezaron a vestir, y cogieron las toallas de baño que habían traído para irse a su casa.

“Bueno, entonces mañana a eso de las 9 de la mañana os esperamos” – les dije a nuestros vecinos.

“Sí, a las 9 en punto nos venimos para aquí. Tú estate preparada María, que vendré con un calentón que ni te cuento, y te vas a enterar” – dijo Javier sonriéndola.

“Aquí estaré esperando picha brava” – le dijo María, pasándose una mano por sus tetas y otra por su coño a modo de provocación para el chaval, que ya se iba bastante jodido.

“Joder, de buena gana me quedaría” – dijo Javier, siguiendo a su hermana hasta la salida de nuestra casa. Yo les acompañé hasta la puerta para lo que me había puesto el bañador, allí nos despedimos hasta el día siguiente. Volví al salón y me senté, en el sofá junto a Raquel. María y Jesús estaban en el otro sofá.

“¿Qué, a qué son majos los chicos?” – les preguntó Raquel.

“Sí, son geniales, además son muy guapos los dos” – dijo María, “y no se Marina, pero os puedo asegurar que Javier folla de maravilla”.

“Ya te lo había dicho María, que tiene un pollón increíble, y además sabe cómo usarlo” – confirmó Raquel.

“Sí pues Marina tampoco le anda atrás, folla de maravilla y está buenísima, no me explico cómo no tiene novio” – dijo Jesús, “yo si fuera compañero suyo de clase, estaría todos los días dándola palique, para ver si me la follaba”.

“Lo dejó hace poco con el novio, que por cierto era un gilipollas que no sabía lo que tenía, seguro que se arrepiente el resto de su vida el muy imbécil” – le comentó Raquel a Jesús.

“Me puedo imaginar que hay que ser muy gilipollas para dejar a semejante tía, y encima tan simpática” – dijo Jesús, a lo que yo estuve totalmente de acuerdo.

Seguimos hablando y viendo la tele, hasta la hora de cenar cuando nos levantamos a preparar algo de comer, y nos sentamos a cenar. La cena fue muy amena, nos estuvimos riendo de todas las situaciones que se nos habían dado desde el crucero, y además estuvimos hablando de la suerte que habíamos tenido María y yo de encontrar trabajo tan pronto, según están las cosas.

“Bueno, ahora si empezáis a trabajar juntos otra vez, no os pongáis a follar a la más mínima oportunidad” – nos dijo Raquel, burlándose de nosotros, “al menos avisarnos por si nos queremos pasar a follar con vosotros”.

“Uf, pues con el morbo seguro que alguna vez nos lanzamos a la aventura” – dijo María, respondiendo también burlona a mi mujer, “¿verdad, Jorge?”

“Desde luego, a la más mínima oportunidad que tenga te follaré en la sala de reuniones que solo imaginármelo me está poniendo a cien” – les dije a todos, “lo siento Jesús, pero imaginarme a tu mujer con alguno de los vestiditos que llevaba a trabajar, y poder quitárselo y follármela allí mismo, es una de mis fantasías” – le terminé de comentar riéndome.

“Tu tranquilo, pero como dice Raquel, avisarnos y lo mismo ella y yo también nos damos un homenaje, no vais a ser vosotros los únicos que se lo pasen en grande” – me respondió Jesús.

Terminamos de cenar, recogimos la mesa y la cocina, y nos sentamos a ver una película en la televisión. Mi mujer y yo en un sofá, y María y Jesús en el otro. Cuando acabó la película eran las 11 y media de la noche, por lo que decidimos que era hora de irse a dormir.

“Al final, te vas sin que te folle el culito Raquel” – la dijo Jesús, cuando nos dirigíamos a las habitaciones para dormir.

“Pues porque no quieres, si queréis cambiamos de parejas esta noche, que estos han estado follando todo el día, y nosotros sólo hemos echado un polvo” – le contestó Raquel a Jesús.

“Por mí genial, si estos están de acuerdo” – dijo Jesús en respuesta a mi mujer.

“Por mí no hay problema” – dije yo.

“Por mí tampoco, además así no nos despertáis cuando os vayáis a trabajar, y nos podemos quedar durmiendo hasta que lleguen Marina y Javier” – dijo María también. Así lo hicimos, Raquel y Jesús se fueron a nuestra habitación, mientras María y yo nos íbamos a la habitación de invitados por llamarla de alguna forma. Jesús empezó a tocar el culo de mi mujer según se metía en nuestra habitación, y yo hice lo propio con el de María cuando nos dirigíamos a la otra, lo que provocó que me empalmase de nuevo.

“¿Pero no íbamos a dormir?, que mañana tenemos un día bastante durito” – me dijo María, al ver mi polla como apuntaba al techo, cuando me tumbaba en la cama boca arriba.

“Pero tenemos toda la noche para dormir y recuperarnos” – la dije sonriendo, “anda chúpame un poquito la polla, y trae aquí tu coñito que te voy a hacer un trabajito interesante”. No se hizo de rogar mucho, se puso encima de mí en la posición del 69, y poniéndome el coño en la boca para que se lo chupara, se agachó y se metió mi polla en la boca, empezando un 69 espectacular. María iba bastante caliente también, porque al empezar a comerme su coño, pude comprobar lo cachonda que estaba.

Me estaba comiendo la polla de maravilla, apretaba sus labios contra mi polla, mientras me pasaba su lengua por toda la longitud de mi polla. Yo por mi parte, la estaba pasando la lengua por todo su coño, y deteniéndome en su clítoris, donde succionaba para su deleite.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOHHHHH” – eran todos los sonidos que salían de nuestras bocas. Estuvimos un buen rato en esa postura, disfrutando del trabajito que nos estábamos haciendo mutuamente.

“Déjame que te folle” – la dije a María, esta se quitó de encima de mí se tumbó boca arriba y se abrió de piernas, esperando que me situara para metérsela en su coño. Yo me puse encima de ella, apunté mi polla a su coño y empecé a metérsela, me incliné hacia ella y estuvimos follando salvajemente mientras nos besábamos.

“AAAAAAHHHHHHHH, sigue, no pares, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos fóllame duro” – me decía María.

“Joder, pero como me pones tía, me encanta tu coño, SSSSSIIIIIIIIIIIIII, UUUUUUUFFFFFFF” – la contestaba yo. Seguimos follando en aquella postura lo que a mí me pareció bastante tiempo, a veces íbamos más rápido, a veces bajábamos el ritmo, pero la intensidad del polvo que estábamos echando era increíble.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, mierda, UUUUUFFFFFFF” – dije incorporándome y sacándosela, ya que preveía que me iba a correr en breve, y antes quería volver a metérsela por el culo, que me encantaba hacerlo. Apunté mi polla, a la entrada de su culo y empecé a meterla el capullo en él lentamente.

“¿Te encanta darme por culo, ¡eh, Jorgito!?” – me dijo María sonriendo cuando ya llevaba la mitad de polla ensartada en su culo.

“Y a ti, te encanta que te lo folle, ¿o no?” – la contesté yo, agarrándome a sus tetas y acercándome a besarla de nuevo.

“Claro que me encanta que me deis por culo, le he cogido un vicio increíble” – me confirmó ella, ya con mi polla metida hasta los huevos en su culo. Empecé el mete y saca, en esa maravilla de trasero, con la esperanza de aguantar el tiempo suficiente para que ella también se corriese.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, joder, no voy a aguantar mucho más” – la dije, notando que mi corrida era inminente.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, vamos que yo también me estoy corriendo, sigue, AAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH” – dijo ella corriéndose, al mismo tiempo que yo descargaba toda mi leche en su culo, dando unas embestidas impresionantes al final, y dejándola mi polla dentro de su culo, hasta que alcanzó su tamaño normal, y se salió por si sola.

“UF, ha sido genial como siempre, si empezamos a trabajar juntos, no sé si voy a poder controlarme sin llevarte al baño a follarte todas las mañanas” – la dije sonriendo.

“Pues tendremos que hacer algo, porque yo tampoco sé si podré aguantarme sin que me folles” – me dijo María sonriendo y guiñándome un ojo. Nos tumbamos en la cama y nos quedamos dormidos.

En la otra habitación, nada más meterse en ella Jesús agarró a mi mujer, la sentó en la cama, y la metió su polla dura como un mástil en la boca, cogiéndola de la cabeza y marcando el ritmo sin dejarla sacarse la polla de la boca.

“Vamos cómeme la polla, mira como me tienes, que llevo toda la tarde mirándote el culo, y con unas ganas de follármelo impresionantes, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIII, pásame la lengua por toda mi polla, pero que bien lo haces Raquel” – la decía Jesús a mi mujer, de la que los únicos sonidos que salían de su boca eran chupetones y  lametones que estaba dando a la polla de Jesús.

“AAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bueno, vamos tumbémonos en la cama, deja que me coma ese coñito, mientras que te preparo el culo para follártelo en condiciones” – la dijo Jesús a mi mujer.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, prepárame el culito, que quiero que me lo folles, necesito sentir tu polla entrando en él, centímetro a centímetro” – le dijo Raquel a Jesús tratando de ponerle más cachondo si eso era posible.

Se tumbaron, y empezaron a hacer un 69, mientras mi mujer le seguía comiendo la polla, Jesús empezó a chuparle el coño, y la fue metiendo un par de dedos por el culo, lo que le hizo comprobar que no iba a necesitar preparárselo mucho.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos chúpame el coño, y méteme los dedos por el culo, así vamos no pares, joder que cachonda estoy” – decía Raquel sacándose la polla de la boca.

“Dios como te ha dejado el culo Javier, lo tienes como un vaso de tubo tía, ven aquí que te lo voy a follar ya” – la dijo Jesús, “vamos ponte a cuatro patas”.

Raquel se levantó, se puso a cuatro patas sobre la cama, y Jesús se puso detrás de ella, y apuntando su polla a la entrada de su culo, se la empezó a meter en él. Se la metió de un solo golpe de lo cachondo que estaba.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, pero que culo tienes, no me canso de follártelo, desde que te he visto en el coche esta tarde tenía ganas de follártelo, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que maravilla” – decía Jesús, follándose el culo de Raquel a un ritmo espectacular, en cada embestida se la metía hasta las pelotas, no dejaba ni medio centímetro de su polla fuera del culo de mi mujer.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIII, vamos fóllame lo más duro que puedas, AAAAAAAAAAAHHHHHHH, vamos dame duro, más duro, métemela todo lo que puedas, mira que culo tengo, y es todo para ti, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que pasada, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – le animaba mi mujer a follársela más duro. Jesús con lo cachondo que estaba no pudo aguantar más y empezó a correrse.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, joder, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, ¿Dónde quieres mi leche?” – la preguntó Jesús a mi mujer.

“En la boca, quiero saborear tu leche en mi boca” – dijo Raquel, deseando recibir la corrida de Jesús en su boca. Jesús se la sacó del culo y metiéndosela en la boca a mi mujer allí se corrió.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que corrida joder, toma mi leche tía buena, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que gozada” – dijo Jesús, corriéndose dentro de la boca de mi mujer.

“UUUUUUUMMMMMMMMM, OOOOOOOHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUMMMMMMMMM, que corrida más rica” – dijo mi mujer tragándose toda la leche de Jesús. Jesús se sentó junto a Raquel, viendo como está se terminaba de tragar su leche, la miró y dándose cuenta de que ella todavía no se había corrido, la dijo:

“Ven aquí que te coma el coño, que yo también quiero comerme tus jugos”. La cogió de las piernas, tumbándola y abriéndola de piernas, se metió entre ellas y empezó a comerla el coño, metiéndola la lengua en su coño, y pasándola por su clítoris, lo que provocaba los espasmos de mi mujer, que llevando una mano a su coño, empezó a frotárselo, mientras Jesús seguía comiéndoselo.

“AAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, me voy a correr, que bien me estas comiendo el coño Jesús, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, que bien, chúpame el clítoris, vamos por ahí SSSSSSSSIIIIIIIIIIII” – le dijo Raquel a Jesús, mientras se corría.

“UUUUUUUMMMMMMMMM, que bueno” – dijo Jesús refiriéndose a los jugos de mi mujer. Se tumbaron, uno junto al otro relajándose después de la corrida.

“UUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFF, que ganas tenía de follar contigo Raquel, me encanta tu culo, es una aspiradora, como se traga las pollas, es increíble” – la dijo Jesús.

“Y dar gracias, que a mí me encanta que me lo folléis, que sí no lo ibais a pasar muy mal” – le contestó ella riéndose, “bueno vamos a dormir, que mañana hay que trabajar”.

“No jorobes, yo que pensaba darme otro homenaje” – dijo Jesús.

“Mañana antes de irnos te lo das, así nos vamos relajaditos a trabajar, pero ahora vamos a descansar un poco, que si no nos vamos a pasar toda la noche follando y no vamos a dar la talla en el trabajo” – le dijo mi mujer, convenciéndole para dormir.

Se quedaron dormidos, hasta las seis y media de la mañana en que sonó su despertador para irse a trabajar.

“Buenos días” – le dijo Raquel a Jesús, “habrá que levantarse para desayunar”.

“Buenos días, con las pocas ganas que tengo de ir a trabajar, joder menuda faena” – contestó Jesús. Se levantaron y se fueron a la cocina para desayunar. Mi mujer, empezó a preparar todo, saco galletas y algo de bollería, y puso la cafetera en el fuego. Jesús la fue ayudando, cuando estaban esperando a que se hiciese el café, Jesús llegó por detrás y empezó a restregarla su polla ya dura, en el culo a mi mujer.

“Como vamos a primera hora de la mañana” – le dijo mi mujer, llevando una mano a su polla y agarrándosela.

“Y que esperabas, ayer me prometiste un homenaje antes de irnos al curro” – contestó Jesús, agarrándola las tetas desde atrás.

“Si, y voy a cumplir mi promesa” – dijo mi mujer, abriéndose un poco de piernas, y agarrando la polla de Jesús, la llevó a la entrada de su coño, donde Jesús con un pequeño empujón se la metió. Estuvo metiendo y sacando su polla, hasta que el café estuvo hecho, entonces se sentaron a desayunar, cuando terminaron recogieron la mesa y se fueron para el baño.

Nada más entrar en el baño Raquel se sentó en la taza del wáter y agarrándole la polla a Jesús, se la llevó a la boca, empezando a hacerle una mamada a un ritmo espectacular, y acariciándole las pelotas. Jesús se agachaba lo que podía para agarrarla las tetas  y pellizcarla los pezones.

“Joder Raquel, pero que bien la chupas, es impresionante, AAAAAAHHHHHHH, sigue así, no pares” – la decía Jesús a Raquel. Mientras mi mujer seguía chupándole la polla, y pasando su lengua por toda la longitud de la polla de Jesús. Después de estar un buen rato comiéndose la polla de Jesús, mi mujer ya estaba muy cachonda, por lo que se llevó una mano a su coño, y empezó a masturbarse. Esto empezó de terminar de calentarla, por lo que se sacó la polla de Jesús de la boca y se levantó.

“Vamos fóllame de una vez, que estoy muy cachonda y necesito que me metas la polla” – le dijo Raquel a Jesús, apoyándose en el lavabo y sacando el culo para que Jesús se acercase por detrás a ella, y se la metiese en el coño. Se la fue metiendo poco a poco en el coño, disfrutando de la penetración que la estaba haciendo y agarrándose a sus tetas.

“Pero que tetitas más cojonudas tienes, que pezones más duros” – la decía Jesús mientras empezaba a meter y sacar su polla del coño de Raquel.

“Sí pellízcame los pezones, que me encanta, pero que cachonda estoy, AAAAAAHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIII, fóllame, dame duro, OOOOOOHHHHHHHHHHH” – decía Raquel que seguía recibiendo las embestidas de Jesús.

“AAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta follar contigo Raquel, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH” – la decía Jesús incorporándose un poco y agarrándose a su culo, “menudo pedazo de culo, es una pasada, te lo voy a tener que follar otra vez”.

“Eso venga, métemela por el culo, que me encanta, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSIIIIIIII, vamos fóllame” – le decía Raquel.

Jesús sacó su polla del coño de Raquel, y apuntando a la entrada de su culo se la empezó a meter allí mismo. Muy lentamente, disfrutando de la penetración.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder, pero que culo, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, esto es una aspiradora, no me jodas, OOOOOOOOHHHHHHHHHH, como me aprietas la polla cabrona” – decía Jesús.

“¿Te gusta, como mi culo se traga tu polla? Mira cómo me la trago, AAAAAAAAAHHHHHHH, vamos, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, más adentro, hasta el último centímetro” – le provocaba Raquel a Jesús, por lo que este empezó a follársela más fuerte, entrando y saliendo de su culo a un ritmo impresionantemente rápido, lo que terminó por provocar la corrida de Raquel que se había llevado una mano a su coño para masturbarse mientras la daba por el culo.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOHHHHHHH, me corro, me corro, si vamos dame duro” – le dijo Raquel a Jesús, que tras sentir los espasmos de la corrida de esta termino por correrse también.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, yo también me corro, me corro, joder que culazo tienes cabrona, Jorge no sabe lo afortunado que es, UUUUUFFFFF” – la dijo Jesús terminado de correrse en su culo.

Se metieron en la ducha, y se empezaron a enjabonar, con los magreos al enjabonarse, a Jesús se le puso la polla dura otra vez.

“Vaya, pues no podemos dejar que te vayas a trabajar así” – le dijo Raquel riéndose, y se agachó para volver a chuparle la polla.

“Me parece que vamos a llegar tarde a currar” – dijo Jesús.

“Bueno tampoco es que tengamos mucho trabajo” – contestó esta y levantándose le volvió a ofrecer el culo, “vamos dame por culo otra vez, que yo también necesito correrme otra vez antes de irnos”.

Jesús no la hizo esperar ni medio segundo, se acercó a ella y se la volvió a meter en su dilatado agujerito.

“Estaría con mi polla metida en tu culo 24h si fuera posible, me encanta sentir como me aprietas la polla con tu culo” – la decía a Raquel.

“Y a mí me encanta que me lo folléis, por lo que siempre que queráis podéis venir a metérmela por el culo” – le dijo Raquel, muy solicita ella. Volvieron a concentrarse en el polvo que estaban echando, al mismo ritmo que lo habían hecho unos minutos antes, y no tardaron en correrse los dos.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHH, me corro otra vez, pero que cachonda que estoy hoy” – decía Raquel corriéndose de nuevo.

“SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, yo también me voy a correr, vamos trágate toda mi leche, que me apetece verte la cara con mi esperma” – la dijo Jesús, mi mujer se sacó la polla del culo tras correrse, y se agachó para chuparle la polla y masturbarle hasta que Jesús se corrió en su cara.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero como me gusta verte con mi lefa por toda la cara” – la dijo Jesús a Raquel, tras correrse y dejarla toda la cara llena de su leche.

Después de esta segunda sesión se levantaron y terminaron de ducharse, se fueron a vestir y salieron corriendo, ya que iban a llegar muy justitos al trabajo. Antes de salir, se pasaron por nuestra habitación a despertarnos.

“Despertaros ya, que van a venir los jovenzuelos, y os van a pillar dormidos todavía y antes necesitaréis recuperar fuerzas” – nos dijo Raquel riéndose y saliendo de la habitación. Jesús la seguía riéndose del comentario.

“Que cabrones sois, nos podíais dejar dormir un poquito más” – dije yo desperezándome.

Mientras María se giraba y desperezaba, ellos se fueron riéndose saliendo de la casa, yo como de costumbre tenía la erección matutina de rigor, y el ver a María tumbada junto a mí, no hizo más que incrementar la dureza de mi polla. Por lo que, acercándome a María me agarré a sus tetas y empecé a comérselas, tenía los pezones durísimos, y se la notaba muy cachonda, ya que empezó a gemir un poco, pero para mi sorpresa me paró en seco.

“Para Jorge, para no sigas, vamos a desayunar, y esperamos a que vengan Marina y Javier, que si no vamos a estar agotados cuando lleguen” – me dijo sonriendo, y muy a mi pesar y con mi polla increíblemente dura la hice caso, me aparté de ella, y me levanté de la cama. María hizo lo mismo y nos dirigimos a la cocina para desayunar. Preparamos café, y unas tostadas con unas magdalenas, María se cortó un poco de queso de burgos con las tostadas, y estuvimos desayunando durante un buen rato. Al terminar de desayunar, recogimos la cocina y nos fuimos a duchar.

“¿nos duchamos juntos?” – la propuse.

“Vale pero tenemos que contenernos sin follar, así cuando lleguen estamos con un calentón impresionante, al igual que ellos” – me contestó María.

“Estoy de acuerdo” – la dije yo.

Nos metimos en la ducha, y nos estuvimos magreando en condiciones el uno al otro, yo la agarraba de las tetas y la metía mis manos en el coño y en el culo. Ella hacía lo propio, agarrando mi polla, y sobándome el culo, incluso llegó a agacharse y se metió mi polla en la boca, dándome un par de chupaditas. Decidimos salir de la ducha, porque si seguíamos así acabaríamos follando. Nos secamos el uno al otro, y nos fuimos al salón a esperarles, pusimos la tele y nos sentamos en el sofá. A los cinco minutos de estar allí, llamaron a la puerta por lo que fui a abrir, pregunté quién era ya que iba en pelotas, y no era plan de abrir la puerta y encontrarme a la cartera. Me respondieron Marina y Javier, y les abrí la puerta.

Marina llevaba el mismo traje pero un bikini rojo distinto al que había traído el día anterior que la quedaba de maravilla, y Javier traía el mismo bañador y otra camiseta. Al verme desnudo y tras cerrar la puerta, Marina se quedó mirando mi polla totalmente erecta.

“Que bien, menudo recibimiento Jorge, me imagino que ese empalme que llevas quiere decir que me vas a follar ya mismo” – me dijo Marina.

“Ni que fueras adivina” – la dije sonriendo, Javier se empezó a descojonar pero se veía que iba igual de empalmado que yo, pasamos al salón donde nos esperaba María, y nada más entrar, no deje a Marina que se acercase a saludar a María, la empecé a quitar el vestido, y con el bikini puesto la llevé al sofá, la puse a cuatro patas, y apartando la braguita del bikini la metí la polla hasta el fondo en su coño.

Javier mientras se acercó a María desnudándose y cuando estuvo delante de ella, la cogió la cabeza dirigiéndola a su polla, para que se la empezase a chupar, cosa que María hizo encantada, abriendo su boca y tragándose todo lo que podía del pedazo de pollón de Javier.

“Joder que cachondo estaba, no podía esperar más a meter la polla en un coñito calentito, y el tuyo es perfecto, AAAAHHHHH” – la dije a Marina, empezando a meter y sacar mi polla de su coño.

“OOOOOOOHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, yo también estoy cachondísima, necesitaba recibir una polla cuanto antes, mira que mojada estoy” -  dijo Marina, contestándome.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, chúpame la polla María, así que bien, JJJJJJJJJOOOOOOOOOOOODDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRR, que lengua tienes, que maravilla” – decía Javier, con la mamada que estaba recibiendo por parte de María, de la cual solo se oían los chupetones y gemidos que salían de su boca, y que se había llevado una mano a su coño, empezando a meter y sacar un par de dedos de él.

Yo por mi parte, con el calentón que llevaba en aquella postura no creía que fuese a aguantar mucho sin correrme, por lo que se la saqué del coño a Marina y me senté junto a donde estaba ella, que se levantó se terminó de quitar el bikini, y se sentó sobre mi polla.

“Eso cógeme la polla y métetela hasta el fondo vecinita. ¿Te gusta sentirla dentro?” – la pregunté a Marina, mientras se dejaba caer metiéndose mi polla hasta lo más profundo de su coño.

“Me encanta sentir como me penetra, AAAAAAAHHHHHHHH, que dura y caliente la tienes, me está partiendo en dos, como la siento, OOOOOOOOHHHHHHHHH” – me contestó Marina, de cuyo coño no paraban de salir jugos vaginales. Cuando la tuvo toda dentro, empezó a subir y bajar sobre mi polla, subió los pies al sofá y en esa postura un poco incómoda para ella me estuvo follando a un ritmo impresionante, y dejándome ese maravilloso par de tetas, a la altura de la cara para que me comiese sus durísimos y rosaditos pezones.

“Joder, no aguanto más, necesito que me folles ya mismo” – le dijo María a Javier, sacándose la polla de este de la boca, y levantándose de donde estaba se subió al sofá de nuevo, y poniéndose a cuatro patas, le ofreció su maravilloso coño y su culito, para que se los follase a su antojo.

“Si vamos que te voy a follar como nunca te han follado, tía buena, que llevo toda la noche empalmado pensando en follarte de nuevo” – la contestó Javier, acercándose a ella, y apuntando su polla a la entrada de su coño.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, como me penetra, como la siento, que grande la tienes chaval, me está partiendo en dos, como me gusta que me folles, AAAAAAAHHHHHHH, vamos dame duro, no te cortes, azótame mientras me follas, AAAAAAAHHHHHHHHH” – le decía María a Javier, según la estaba metiendo este la polla. Javier muy solicito el, empezó a darla azotes en el culo, por cada embestida que la pegaba, lo que hacía que se la moviesen las nalgas de un lado a otro, era una vista espectacular.

Mientras yo seguía comiendo las maravillosas tetas de Marina y dejándome follar por ella, en estas estábamos todos enzarzados en la follada que estábamos  pegando, cuando sonó el timbre de la puerta, lo que nos hizo parar en seco a todos y callarnos. Marina se levantó de encima de mí, yo me puse unos pantalones que tenía por allí, y me dirigí a la puerta, cerrando la puerta del pasillo, para que no se viese el numerito que teníamos montado allí, y tratando de que se me bajase el empalme que llevaba lo más rápido posible. Llegué a la puerta y mire por la mirilla para ver quién era. Se trataba de la vecina de arriba, por lo que tratando de disimular todo lo que pude con el pantalón el empalme que llevaba me dispuse a abrir la puerta.

“Hola Virginia, ¿Qué puedo hacer por ti?” – la pregunté. Virginia es una mujer de 33 años, que no es un bellezón pero que es atractiva, bajita ya que apenas llegará al 1,60m, pelo castaño, unos ojos rasgados negros muy bonitos, y unas curvas interesantes, no es una mujer delgada, pero las curvas que tiene la quedan muy bien, el culo un poquito ancho pero bien duro, unas tetas bien proporcionadas con su cuerpo. Venía con una bata de verano cortita abrochada por delante, de color rojo. Está casada con Manuel un chico de 35 años, moreno  con los ojos marrones y con una tripa cervecera en constante crecimiento desde que nos mudamos nosotros a la urbanización, y que era un auténtico chulo. No me cae nada bien.

“Hola Jorge, bajaba para ver si me podías dar unas bragas que se me han caído en vuestro tendedero” – me dijo ella.

“Si como no” – la contesté y me giré para meterme en la cocina, e ir al tendedero para recoger lo que me había dicho. Ella se metió en la casa, y cerró la puerta siguiéndome por la cocina hasta el tendedero. Cuando llegué al tendedero, vi un tanga negro muy sugestivo atrapado allí, lo agarré, y pude notar que estaba la parte interna húmeda pero el resto no, lo que ya me dejo extrañado.

“Aquí tienes” – la dije a Virginia, dándome la vuelta para entregarla su prenda íntima.

“¿Qué te gusta?” – me preguntó, para mi sorpresa y con una media sonrisa en la cara, incluso se la notaba algo nerviosa.

“Sí, no está mal” – la dije, tras reponerme de la sorpresa de su pregunta.

“¿y esto, tampoco está mal?” – me dijo ella desabrochándose la bata, y quedándose desnuda delante de mí, para mí sorpresa.

“Pero que haces chica, vuelve a ponerte eso” – la dije completamente alucinado.

“¿Qué pasa, que no te gusta lo que ves?, porque a mí me encantan las vistas, y con las fiestecitas que os estáis montando estos días me tenéis a mil” – me dijo dejándome completamente alucinado.

“¿Perdona?” – traté de hacer tiempo para recuperarme de la sorpresa y responderla.

“Mira llevo escuchando las fiestecitas que os habéis pegado estas dos últimas semanas, y me tenéis más cachonda que a una gata en celo. Y ya no aguanto más, necesito unirme a la fiesta, si no os importa claro esta” – me dijo Virginia, que me estaba dejando sin palabras, “vamos di algo Jorge, que estoy como un flan de nerviosa”.

“Sinceramente no sé qué decir, me acabas de dejar alucinado” – la dije, haciéndola un gesto con la mano para que me dejara un segundo más para pensar, “mira, no te voy a negar las fiestas que nos montamos, porque eso sería una gilipollez, pero sí te voy a decir, que todos los que participamos en ellas, lo hacemos con el consentimiento de nuestras parejas, y sinceramente, dudo que Manuel esté de acuerdo con esto”.

“Antes de casarme” – me dijo interrumpiéndome, “yo era muy activa sexualmente, pero me enamoré de Manuel y me casé con él dejando atrás todo aquello, pero el oíros estas dos semanas montaros orgía tras orgía, ha despertado algo en mí que ya parecía olvidado, y necesito desahogarme sexualmente, ya que Manuel es demasiado tradicional”.

“Además de ser muy tradicional, es muy moro, por lo que si alguna vez se enterase de algo de esto, todos nosotros íbamos a pasarlo mal” – la dije.

“La que lo iba a pasar mal iba a ser yo, por lo que la única que arriesga soy yo” – trató de convencerme Virginia.

“Mira no sé que decirte, me has dejado en fuera de juego totalmente” – la dije yo.

“Únete a la fiesta estaría bien” – me contestó ella, lo que provoco una sonrisa por mi parte, y tras mirarla allí de pie desnuda, me di cuenta de lo atractiva que era, y que no me importaría ser el que le pusiese los cuernos al cabrón de su marido.

“Bueno espera aquí, voy a preguntar a las otras parejas, si les importa que te unas a nosotros” – la dije, y me dirigí al salón a preguntarles al resto, sobre todo los que me preocupaban eran los dos hermanos, ya que me imaginaba que no querían que toda la urbanización acabase sabiendo que estaban follando uno delante del otro.

Cuando abrí la puerta del salón, me los encontré sentados y vestidos, ellas con los bikinis y Javier con el bañador.

“¿Quién es?” – me preguntó Javier, y en las caras de las chicas también se veía la impaciencia por conocer la respuesta a dicha pregunta.

“Es Virginia la vecina de arriba” – les dije.

“Mierda” – dijeron Raquel y Javier, y en su cara se vio la preocupación.

“Mirar, me ha dicho que nos ha estado oyendo estos días y que se ha puesto muy cachonda y que quería participar en la fiesta, que a pesar de que pueda parecer muy recatada, antes de casarse era muy activa sexualmente, y que bueno más o menos lo echa de menos” – les dije resumiendo.

“Pero su marido es un gilipollas, y jamás dejaré que me ponga la mano encima, que seguro que luego lo va contando por ahí” – dijo Marina.

“Su marido no tiene que enterarse, ella no quiere que lo sepa, mirar si queréis la digo que pase y os lo cuente ella misma, lo único es que va a flipar cuando os vea a vosotros dos” – les dije a Javier  y Marina, María estaba un poco a la expectativa.

“Por mí no hay problema sois vosotros dos” – dijo María.

“A mí no me importaría tampoco, la verdad es que tiene mucho morbo” – dijo Javier con una sonrisa en la boca, “lo único que tendremos que asegurarnos de alguna forma que no se vaya de la lengua con lo que pasa aquí”.

“UUUUUUUFFFFFFFFFFF, no sé, tendremos que pensar algo, para que no se vaya de la lengua, porque su marido es un auténtico gilipollas machista” – dijo Marina, “déjame que piense”.

“Mirar si queréis la hago pasar ya, y luego vemos de qué forma lo hacemos” – les dije a todos.

“Espera, ¿tienes cámara de video?” – me preguntó María.

“Sí” – contesté yo.

“Ya está, para que no se vaya nunca de la lengua tiene que dejar que la grabemos follando con vosotros dos, y si alguna vez se va de la lengua colgamos el video en internet, editándolo de tal modo que ni a ti ni a Javier se os vea la cara” – dijo María.

“No sé si aceptará eso” – la dije.

“Créeme, si va tan cachonda como para bajar y proponerte unirse a la fiesta, lo aceptará” – me dijo María. Javier y Marina sonrieron y dijeron que por ellos esa era una buena idea.

Me dirigí de nuevo a la cocina, y al entrar me encontré a Virginia sentada en una silla con la bata entreabierta y con una mano en su coño, del cual entraban y salían alguno de sus dedos.

“Joder que espectáculo Virginia” – la dije sobresaltándola un poco.

“¿Qué te han dicho?” – me dijo impaciente.

“Mira dos de las personas te conocen y conocen a tu marido, y bajo ningún concepto quieren que este llegue a enterarse nunca, ya que la chica piensa que es un poco machista, y no la gustaría que se enterase” – la empecé a decir.

“Entonces han dicho que no” – dijo Virginia decepcionada.

“Espera, han dicho que sí, pero con una condición” – la dije.

“Dime cual” – me dijo interrumpiendo de nuevo ella, y con otro semblante en la cara.

“Mira tienes que dejar que el otro chico y yo te follemos grabándolo en video, y si alguna vez te vas de la lengua, o se lo cuentas a alguien que nosotros no queramos que lo sepa, colgaremos dicho video en internet, y mandaremos un correo a todos los vecinos con el enlace al video, el cual habremos editado eliminando mi cara y la del otro chico, ¿estás de acuerdo, con estas condiciones?” – la dije.

“Como ya te dije, soy la que más pierdo si mi marido se entera, pero sí, estoy de acuerdo, lo único es que me tienes que prometer que tú serás el único que tenga dicho video, y que no se lo enseñaras a nadie, salvo que yo me vaya de la lengua” – me dijo.

“Sí eso creo que es lo que íbamos a hacer” – la contesté.

“¿Entonces vamos?” – me dijo.

“Vamos, eso sí no te sorprendas demasiado cuando veas quienes están en el salón” – la dije, ayudándola a levantarse, cuando estuvo de pie la deje pasar delante de mí, y agarrándola el culo desde atrás, llevé mi mano hasta su coño, lo que la sorprendió un poco, “pues sí, está húmedo”.

Ella se empezó a reír, y nos dirigimos al salón.

Nada más entrar en el salón se quedó parada, y completamente alucinada al ver a Marina y a Javier allí. Me miró a la cara, y yo la hice un gesto como diciéndola que se lo advertí.

“Pero, pero, vosotros dos sois hermanos…, pero …, como….” – decía Virginia.

“Ya te advertí que no te sorprendieras” – la dije, y terminé de quitarla la bata que llevaba dejándola desnuda delante de todos.

“Si pero esto me lo tenéis que explicar” – dijo completamente alucinada.

“Mira, nosotros no follamos entre nosotros, sino que participamos en las orgías por separado, no nos importa vernos follar con otras personas” – dijo Marina sonriéndola, “y no te creas que eres la única sorprendida, porque imagina la cara que se nos ha quedado a nosotros, cuando nos ha dicho Jorge que te querías unir a la fiesta”.

“Eso” – dijo Javier, “que con la imagen que vas dando por ahí de niña buena, cualquiera se pensaba que te gustara la jarana de esta forma”.

“¡UY! Hay muchas cosas que no sabéis de mí” – dijo más relajada, y suelta Virginia, “bueno que os gusta lo que veis, porque a mí también me gustaría ver algo”.

“Bueno antes de continuar, esta es María una compañera de trabajo. Su marido Jesús se unirá a la fiesta después junto con Raquel cuando vuelvan de trabajar” – las presenté, María se acercó a darla dos besos.

“Encantada de conocerte” – dijo María, “tienes un cuerpo muy atractivo”.

“Encantada y gracias, pero ya me gustaría ser tan guapa como tú” – contestó ella.

“Bueno iros desnudando si queréis, mientras cojo la cámara de video” – les dije a todos, quitándome el bañador que me había puesto cuando fui a abrir la puerta, y dejando libre el empalme que llevaba. Todos empezaron a hacer lo mismo, las chicas se sacaron los bikinis y Javier el bañador.

“Vaya pedazo de polla te gastas chico” – oí decir a Virginia cuando estaba entrando a la habitación para coger la cámara, “como me lo voy a pasar con semejante trasto”.

“Oye, que el mío no está nada mal tampoco” – dije desde la habitación, provocando las risas de todos en el salón. Cogí la cámara de video y me dirigí al salón con ella.

Al llegar allí, estaban todos sentados hablando.

“Perdona que te hagamos grabar el video, pero no queremos tener problemas de ningún tipo, y se nos ha ocurrido, que esta es la mejor forma de que ni siquiera se te ocurra decírselo jamás a tu marido, que con todos mis respetos, me parece un capullo” – dijo Marina.

“No te preocupes, no me importa, lo único es que solo exista una copia del video y que la tenga Jorge, porque yo tampoco quiero que se empiecen a multiplicar las copias del mismo, a mí tampoco me interesa que esto se sepa” – la contestó Virginia, “y en cuanto a mi marido, es menos capullo de lo que parece en realidad, pero sí que es muy tradicional, y jamás entendería esto, por lo que yo tampoco quiero que lo sepa nunca”.

“Bueno entonces ¿cómo lo hacemos?” – dijo Javier, agarrándose la polla, “que estoy con un calentón que no me tengo”.

“Os explico cómo funciona la cámara” – las dije a María y Marina, “y tu Javier me ayudas a quitar la mesa de en medio”.

Les explique a las chicas cómo funcionaba la cámara de video. María se encargaría de grabarlo todo. Javier y yo apartamos la mesa, y nos pusimos de pie en el centro del salón.

“Bueno Virginia, que tal si te arrodillas delante de nosotros y te empiezas a comer nuestras pollas” – la dije, “que mira como nos tienes”.

“¿Estas grabando ya?” – la preguntó Virginia a María, que asintió con un gesto de la cabeza. Virginia se acercó a donde estábamos, y se agachó delante nuestro, nos agarró las pollas una con cada mano, y se empezó a tragar el pollón de Javier. Yo mientras Virginia me masturbaba, me agaché para tocarla las tetas, que las tenía bien duras.

“OOOOOHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bien la chupas Virginia, sigue así” – decía Javier, disfrutando de la mamada que le estaba haciendo. Virginia se sacó de la boca la polla de Javier, y se metió la mía en ella.

“UUUUUUFFFFFFFFFFF, que razón tenías Javier, que bien la chupa, AAAAAAHHHHHHHH, vamos Virginia, así, así, pásame la lengua por toda la polla” – la decía yo, animándola a meterse mi polla entera en su boca.

“UUUUUUUMMMMMMMMMMM, y que bien saben vuestras pollas, como necesitaba un desahogo de estos” – decía Virginia volviéndose a meter mi polla en la boca.

“Vamos al sofá” – dijo Javier, sentándose en él, Virginia se sacó mi polla de la boca  y poniéndose en la posición del perrito con las rodillas apoyadas en el suelo acercándose a donde estaba Javier, se volvió a meter la polla de Javier en la boca, lo que me dejó su culo y su coño a mi entera disposición. Yo me agaché y empecé a comerme su coño y su culo, se notaba que estaba muy cachonda porque no paraba de soltar jugos por su coño, por lo que aproveche para meterla dos dedos en su coño y uno por el culo.

Cuando ya no podía aguantar más me levanté y apuntando mi polla a la entrada de su coño, se la empecé a meter por allí. María que estaba grabando la escena se acercó para ver como la penetraba y así poder hacer un primer plano de la penetración de polla en el coño de Virginia. Yo al tener tan cerca a María, alargué mi mano y empecé a sobarla el coño, que estaba increíblemente mojado, la sonreí al ver la cara de vicio que ponía.

Marina por su parte, estaba sentada en una silla del comedor observando toda la escena, y con tres dedos metidos en el coño. Se ve que las estaba gustando a las dos el espectáculo que las estábamos dando.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame, fóllame, no pares por favor, no pares” – decía Virginia, que estaba fuera de sí con el polvo que la estaba dando.

Después de estar un buen rato así, se la saqué del coño, he hice que se levantase sentándola después sobre la polla de Javier, la cual entró en el coño de Virginia sin ningún tipo de problema, yo por mi parte me puse de pie en el sofá, y volví a meter mi polla en la boca de Virginia, aunque ya apenas podía mamármela, debido al orgasmo que estaba teniendo con la polla de Javier en el coño.

“AAAAAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, que bueno, me corro, me corro, que cabrones sois menuda corrida me estoy pegando” – decía Virginia, y sin darla tiempo a recuperarse, me baje del sofá, y me puse detrás de ella, apunté mi polla a la entrada de su culo, y se la metí de un golpe.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, dejarme recuperarme cabrones, que me estáis matando de placer, menuda corrida” – decía de nuevo Virginia que parecía que se estaba volviendo a correr. Empezamos a follárnosla los dos al mismo tiempo.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que culo más estrechito tienes. No querías follar, pues aquí tienes dos pollas, para que te corras todas las veces que quieras calentorra” – la decía yo a Virginia, empezando a darla por culo realmente fuerte.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos follarme, follarme, cuanto tiempo sin recibir una buena ración de polla, seguir no paréis, AAAAAAAAAHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH” – decía Virginia.

“¿Jorge, déjame que se la meta yo por el culo ahora?” – me pidió Javier. Se la saqué del culo a Virginia, y la dejé sitio para que se levantasen los dos, entonces me senté donde había estado sentado Javier, y Virginia se sentó encima de mí metiéndose mi polla por el coño, lo que me dejó sus tetas a mi entera disposición. Por si no lo he comentado nunca antes, me encanta chupar los pezones y las tetas de las tías, por lo que empecé a comerme sus tetas.

“Eso chúpame las tetas, que eso me pone más cachonda todavía” – me decía Virginia, y según me lo estaba diciendo llegó Javier por detrás y empezó a meterla su enorme polla por el culo.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes cabrón, me parte en dos, AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que polvo me estáis pegando los dos” – decía Virginia, con las dos pollas metidas en sus agujeritos y con nosotros bombeándolas en ellos, lo que provocó el probablemente tercer orgasmo de Virginia.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, me vuelvo a correr, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH” – decía corriéndose de nuevo.

Tanto Javier como yo, que estábamos muy cachondos y con ganas de corrernos desde primera hora de la mañana, le sacamos las pollas, la tumbamos en el suelo en el centro del salón, y arrodillándonos delante de su cara, nos empezamos a masturbar allí delante de ella, hasta que nos corrimos en su cara, dejándola llena de nuestra leche. La cara de Virginia era todo un poema. Después de corrernos nos levantamos y nos sentamos en el sofá dejando a Virginia completamente exhausta en el suelo tumbada y con toda nuestra corrida por la cara.

María seguía grabando un primer plano de la cara de Virginia con toda nuestra corrida repartida por ella.

“¿Te lo has pasado bien Virginia?” – la preguntó María.

“Ha sido increíble, menudo polvo, hacía al menos diez años que no me pegaba un homenaje como este” – la contestó Virginia, lanzando un beso a la cámara, y empezando a recoger nuestra leche para llevársela a la boca y tragársela mirando a la cámara.

“Bueno, yo creo que ya está, que ahora os podéis ir recuperando rapidito que Marina y yo estamos a cien” – dijo María.

“Eso” – contestó Marina desde el comedor.

“Darnos cinco minutos” – dijimos Javier y yo.

“¿Me puedo ir a lavar un poco?” – me preguntó Virginia.

“Sí como no, ves a cualquiera de los dos baños, tú eliges” – la contesté.

“Joder como me habéis puesto” – dijo Virginia riéndose y levantándose para ir al baño. Nosotros nos empezamos a reír también. Cuando nos quedamos solos los cuatro Marina nos preguntó:

“¿Qué, folla bien la vecinita?”

“La verdad es que sí, quien iba a pensar que fuera tan calentorra” – dijo Javier, “podríamos ver la grabación, para ver que tal ha quedado”.

“Es una buena idea, así nos da tiempo a recuperarnos” – dije yo, apoyando la propuesta de Javier, ya que me apetecía ver lo que se había grabado.

“Vale, de acuerdo” – dijeron Marina, y María un poco resignadas, ya que se las veía bastante cachondas, por la escenita que les habíamos montado. Me levanté y me fui a por los cables para conectar la cámara a la televisión. Preparamos todo y en el mismo momento que estábamos empezando a ver la cinta, apareció Virginia de nuevo por el salón.

“¿Qué hacéis?” – nos preguntó a todos.

“Viendo como comes polla” – la contestó Marina riéndose.

“Que cabronas que sois, habéis puesto la cinta” – dijo Virginia riéndose, y acercándose para verse a sí misma en la pantalla de la televisión comiéndose nuestras pollas, “¡anda! pues la verdad es que no lo hago nada mal”.

Nos empezamos a reír por su comentario, mientras veíamos como seguía la escena. Si os digo la verdad el vernos en la televisión follando, me puso a mil, menudo morbo verse follando en una orgía en la televisión. Me empecé a empalmar de nuevo viendo la escena. A Javier le debía de estar pasando lo mismo que a mí, porque también se empalmó enseguida. Yo al estar sentado con Marina, empecé a meterla mano, con la clara intención de calentarla y que me empezase a chupar la polla, y Javier hacía lo mismo con Virginia y María entre las que estaba sentado.

“Ahora os esperáis, no queríais ver la grabación” – me dijo Marina, con la clara intención de calentarme lo máximo posible.

“Pero si podemos seguir viéndola mientras me comes la polla” – la dije sonriendo.

“Tendrás morro” – me dijo ella, “échate más para allí y déjame hueco, que yo también quiero ver el resto de la grabación”.

Me puse en el borde del sofá, y la dejé todo el sitio posible, Marina se tumbó de lado mirando a la televisión y acercando su cabeza a mi polla se la metió un poco en la boca sin perder detalle de lo que ocurría en la pantalla.

En el otro sofá, pasó exactamente lo mismo Virginia y María se tumbaron una a cada lado de Javier, y se turnaban para meterse su polla en la boca, sin perderse detalle de lo que pasaba en la pantalla de la televisión.

Que delicia sentir la boca y la lengua de Marina chupándome la polla, mientras en la pantalla aparecía mi polla penetrando el culito de Virginia, la sensación es difícil de explicar. Cuando terminó la grabación, estaba más cachondo que a primera hora de la mañana si eso era posible, y a Marina, la debía de pasar lo mismo, porque nada más acabar, se sacó mi polla de la boca, y sentándose sobre mí dándome la espalda, se empezó a meter mi polla en el coño, bien abierta de piernas para que los demás lo viesen.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que coñazo que tienes Marina, como me gusta follar contigo tía” – la dije mientras empezaba a botar sobre mi polla, y estirando mis brazos, los llevé hasta sus tetas, a las que me agarré y empecé a sobar, tenía los pezones más duros que nunca.

“SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que cachonda estoy, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, que ganas de sentir una polla dentro tenía, no podía aguantar más, OOOOOHHHHHH” – decía Marina, mientras me follaba.

“Joder yo tampoco puedo esperar más” – dijo María, se levantó y sentó sobre la polla de Javier, dándole la espalda a este. Virginia se levantó una pierna para apoyarla sobre el respaldo del sofá, quedando su coño a la altura de la boca de Javier, que empezó a comérselo, mientras María se lo follaba, dando botes como una desesperada.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, pero que pedazo de polla tienes tío, no me lo puedo creer, como me gusta follarte” – decía María subiendo y bajando sobre la polla de Javier.

“UUUUUUFFFFFFFFFF, vosotros sí que sabéis montaros fiestas que gozada de mañana” – dijo Virginia, mientras Javier seguía comiéndola el coño.

Yo al tener la visión del culo de Marina subiendo y bajando, me entraron unas ganas locas de follárselo.

“Marina levanta un poquito” – la dije, y al sacarse mi polla del coño, apunté a la entrada de su culo, “ahora déjate caer”.

“Que cabrón eres Jorgito” – me dijo ella, pero no hizo ninguna intención de retirarse, sino todo lo contrario, se dejó caer metiéndose hasta el último centímetro de polla por el culo, y empezando a subir y bajar de nuevo. Yo llevé una de mis manos a su coño y empecé a frotarla el clítoris.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos dame por culo cabrón, ¿te gusta metérmela por el culo?” – me preguntó Marina.

“Sabes perfectamente que sí, AAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que prieto lo tienes, que maravilla, OOOOOOOHHHHHHHHHHH, que gozada” – la decía yo mientras veía como mi polla entraba y salía de su culo.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, no puedo aguantar más” – dijo Marina, dejándose caer sobre mi pecho, y clavándose mi polla hasta lo más profundo de su agujerito.

“Déjame levantarme, que os voy dar por culo a las tres, que me tenéis loco perdido esta mañana” – la dije a Marina. Esta se levantó a duras penas sacándose mi polla del culo, yo me levanté y me fui al otro sofá, hice bajar a Virginia de donde estaba.

“Ven aquí Virginia, que te voy a follar otra vez ese pedazo de culo que te gastas” – la dije, ayudándola a bajar del sofá.

“Es todo tuyo” – me contestó ella.

“Vamos Marina ábrete de piernas, que Virginia te va a comer el coño, mientras yo la doy por culo de nuevo” – la dije a Marina.

“Eso déjame comerme ese pedazo de coño, que todos los tíos de la urbanización están deseando follarse” – la dijo Virginia, Marina se abrió de piernas en el sofá, Virginia se arrodilló delante de ella y empezó a comerse el coño de Marina, yo me puse detrás de Virginia, y apuntando mi polla a la entrada de su culo se la volví a meter allí, de un solo empujón.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, joder pero que pedazo de culazo que tienes tía, que nalgas, como me gusta agarrarme a ellas” – la decía a Virginia, y la empecé a dar azotes en él.

“SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos métemela hasta el fondo, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que pasada, ya no me acordaba lo que es que me dieran por el culo, como me gusta, no sé como he podido estar sin que lo follasen a diario” – decía Virginia, mientras yo me la follaba.

Javier mientras tanto levantó a María, la puso al lado nuestro en la misma posición y junto a Virginia, y empezó a metérsela por el culo.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pedazo de polla, me parte en dos, vamos no pares Javier fóllame el culo” – decía María mientras Javier la penetraba hasta que sus pelotas chocaban con sus nalgas.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que pedazo de culo que tienes tía, que pedazo de polvo, te estaría follando sin parar toda la vida. Jesús no sabe la suerte que tiene, AAAAAAAAHHHHHHHHHH” – contestaba Javier a los comentarios de María.

“¿Te los estas pasando bien, hermanita?” – la preguntó Javier a Marina, que estaba enfrente suyo, con las piernas completamente abiertas y recibiendo la comida de coño por parte de Virginia, la cual no debía de estar haciéndolo muy mal, por las caras que ponía Marina.

“Me lo estoy pasando genial, y yo que pensaba que después de cortar con el capullo de mi novio, iba a ser un verano de mierda. Que pasada, nos vamos a hartar de follar Javier” – le dijo Marina a su hermano.

Nos empezamos a reír todos con el comentario de Marina. Yo al ver a María a mi lado recibiendo en su culo la polla de Javier, no me pude aguantar más las ganas de volver a follar con mi compañera de trabajo.

“¿Te apetece cambiar?” – le pregunté a Javier.

“Si claro” – me contestó este levantándose y dejándome su sitio. Yo le saque la polla del culo a Virginia, y me puse detrás de María, empezando a meterla mi polla en el culo.

“AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que abierto lo tienes, como se nota que te lo acaba de follar el pollón de Javier” – la dije a María, “¿sientes mi polla?” – la pregunté dudando de que la respuesta fuese afirmativa.

“Menos que al otro pollón, pero la tuya tampoco está nada mal. AAAAAHHHHHHHHHHH, vamos muévete, méteme esa polla hasta el fondo, vamos dame caña, que la necesito” – me decía María.

Javier mientras tanto se puso detrás de Virginia y empezó a metérsela por el coño, y a las tres o cuatro embestidas se la sacó y se la metía por el culo.

“Vamos dime que te gusta mi polla Virginia, ¿Te gusta cómo te follo tus dos agujeritos?” – le preguntaba Javier.

“SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta tu polla, me encanta que me folles, no os podéis imaginar cómo he echado de menos fiestas de este tipo”, le contestó Virginia.

Javier al oírla empezó a follársela más duro todavía, entrando y saliendo de su culo de una manera salvaje, y dándola azotes, mientras Virginia seguía comiéndose el coño de su hermanita. La visión de ver como la tía que se estaba follando, le estaba comiendo el coño a su hermana, debió de ser demasiado para Javier, que no pudo aguantar más y se empezó a correr.

“AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, mierda me corro, me corro, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, tomar mi leche las dos, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH” – dijo Javier sacándosela del culo a Virginia y corriéndose en la espalda de ella, pero los lechazos que soltó llegaron hasta el vientre de su hermana.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, yo también me corro, me corro” – empezó a decir de nuevo Virginia, que se estaba masturbando mientras Javier se corría. Virginia terminó por correrse, “menuda mañanita, quien me lo iba a decir a mí, como me lo estoy pasando”.

“Joder Javier, ten cuidado cuando te corras, que me has manchado a mí” – le dijo Marina a su hermano.

“Perdona pero no lo he podido controlar, el ver cómo te comía el coño mientras yo la follaba me ha puesto a cien, y me he corrido como nunca ha sido una pasada” – le contestó Javier a su hermana, mientras se recostaba en el otro sofá. Virginia le siguió sentándose junto a él.

Mientras yo seguía dando por culo a María, y no creía que pudiese aguantar mucho más. Marina al ver que todavía seguíamos follando, me dijo:

“Métemela un poquito a mí también Jorge, que necesito volver a correrme”.

“Espera que me estoy corriendo ya” – dijo María, “AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, vamos no pares ahora, sigue, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII”.

Cuando María se terminó de correr se la saqué del culo y me puse detrás de Marina, y delante de todos, se la empecé a meter por el culo de nuevo.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, encúlame, que lo estaba deseando, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, pero que polla más cojonuda tienes” – me decía Marina animándome, pero yo no estaba para muchos trotes más después de dar a las tres chicas por el culo.

“No voy a aguantar más Marina, vamos correte conmigo, vamos, AAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, que gozada pero que culo tienes” – la dije y sacándosela del culo me levanté y se la metí en la boca para correrme dentro de ella. Al ver que ella no se había corrido todavía, después de que me limpiase bien la polla, la senté en el sofá y empecé a comerme ese apetitoso coño, hasta que se corrió.

“SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, gracias, gracias, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH” – dijo Marina corriéndose y llenándome la boca y el sofá con su corrida.

Nos sentamos todos en los sofás a descansar, y cuando recuperamos el resuello un poco todos, les dije:

“No ha estado mal para empezar el día, ha sido genial, menudo morbo el que apareciera Virginia y grabar como nos la follábamos en video me ha puesto a mil”.

“Si ha sido una pasada, si lo sé bajo ayer cuando os empecé a oír por la mañana” – dijo Virginia sonriendo, “como necesitaba que alguien me follara en condiciones, y sobre todo, que me volviese a abrir el culo, que lo tenía con telarañas”.

Nos empezamos a reír todos, y nos levantamos para ir a la cocina a beber agua, y comer algo para reponer un poco las fuerzas.

“Bueno Virginia, hasta que hora te puedes quedar, porque me juego el cuello a que Jesús estaría encantado de follarse ese culito” – le dijo María a Virginia.

“Mi marido vuelve a las 8 de la tarde de trabajar, gracias a dios no tiene horario de verano, pero tampoco quiero ajustarlo demasiado” – contestó Virginia.

“Genial, porque Raquel y Jesús llegarán sobre las 15:30 y seguro que se llevan una buena sorpresa” – dije yo, pensando en la cara que pondría mi mujer al ver a Virginia en pelotas en nuestra casa.

“Bueno que hacemos el resto del día” – dijo Javier, “bajamos a la piscina a tomar el sol y a bañarnos”.

“No es mala idea” – dijimos Marina, María y yo.

“Yo mejor me voy a mi casa y luego me vuelvo a unir a vosotros cuando subáis a comer, o mejor aún voy preparando la comida en mi casa y luego la bajo cuando vosotros subáis” – nos dijo Virginia.

“Como tú quieras, pero si no quieres hacer la comida no la hagas” – la dije yo.

“No en serio, cuando subáis pasaros por mi casa recogemos la comida y nos la bajamos aquí toda” – volvió a insistir Virginia.

“Muy bien” – dije, “como ya te he dicho, tú decides”.

Nos fuimos al baño a lavarnos un poquito todos, y nos pusimos los bikinis y bañadores para bajar a la piscina, y tomar el sol. Allí estuvimos hasta las tres de la tarde, que volvimos a subir para comer, paramos primero en casa de Virginia que tenía ya todo preparado en varias bandejas, y bajamos a nuestra casa.

Una vez dentro de nuestra casa empezamos a poner la mesa, cosa que entre los cinco tardamos muy poco en hacer, y nos quedaban 20 minutos por delante hasta que llegasen Jesús y Raquel de trabajar.

Como buen anfitrión decidí dar un buen ejemplo, y como todos seguían vestidos, me quité el bañador quedándome desnudo, y acercándome a Virginia la ayudé a quitarse el vestido de verano que se había puesto.

“Así se está mucho más cómodo” – dijo Javier quitándose también el bañador, y las chicas lo siguieron sin demora. En menos de un minuto estábamos todos desnudos de nuevo, y nuestros mejores amigos con ganas de entrar en batalla.

Nos sentamos en el sofá, yo con Virginia y Marina en el más grande, y Javier con María en el otro, pusimos la televisión, pero yo no tengo ni idea de que pusimos siquiera porque estaba más atento a meter mano a las dos chicas que a la televisión. A Javier le estaba pasando lo mismo.

“¿Esperamos como ayer a que lleguen estos o nos liamos ya?” – dijo María, con una sonrisa picarona en la cara.

“Que cojones, seguro que vendrán con un calentón de impresión. Virginia ponte a cuatro patas mirando a la puerta de entrada del salón, así cuando Jesús entre que vea el culazo que se va a follar” – la dije sonriendo, ella se rió pero me hizo caso y se puso en la posición que la dije mientras me empezaba a chupar la polla. Marina por su parte hizo lo propio en el otro lado del sofá y me empezaron a hacer una mamada a dúo entre las dos.

María por su parte, se empezó a comer la polla de Javier. Empezaron a chuparnos las pollas muy lentamente, dándose tiempo, recorriendo nuestras pollas en toda su longitud, sin prisas, despacito, haciendo que nuestras pollas alcanzasen su máxima longitud y dureza sin prisas con tiempo. Prácticamente a las 15:30 en punto, se oyó la puerta de entrada y a los dos que esperábamos riéndose, abrieron la puerta del salón, y se quedaron parados mirándonos.

“Joder, esto sí que es una sorpresa Virginia, pero ¿Qué haces tú aquí?” – la preguntó Raquel a nuestra vecina de arriba nada más verla.

“Ya ves, que con tanta fiestecita, me teníais a cien, y al final he decidido por unirme a la fiesta” – la contestó esta, “¿no te importa, verdad?”

“Supongo que no” – dijo mi mujer mirándome con cara de –esto me lo tienes que explicar- a lo que yo la hice un gesto con la mano, que luego se lo contábamos.

“Tú debes de ser Jesús, el marido de María” – dijo Virginia a modo de saludo.

“Si soy Jesús, encantado de conocerte, nunca mejor dicho” – contestó Jesús sonriendo y empezando a quitarse la ropa.

“Qué demonios” – dijo Raquel, y empezó a quitarse allí mismo la ropa, quedándose desnuda en menos de un minuto al igual que Jesús, el cual llevaba una erección considerable. Se acercaron a donde estábamos, Raquel se fue al otro sofá, y pidiéndola permiso a María se empezó a sentar sobre la polla de Javier.

“Perdona María pero llevo toda la mañana pensando en meterme el pollón del niño” – la dijo Raquel a María, y se dejó caer sobre la polla de Javier metiéndosela en el coño.

Jesús por su parte se acercó a donde estaba yo con Virginia y Marina, y las dijo:

“Bueno mi general os está saludando, cual de vosotras le da la bienvenida”.

“Pues yo misma, que ya puestos a probar, quiero probar todas vuestras pollas” – dijo Virginia, dejando de chuparme la polla y levantándose se arrodillo delante de Jesús y empezó a tragarse su polla.

Marina por su parte se puso encima de mí, y empezó a meterse mi polla por el coño.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos chúpame las tetas, que me encanta como lo haces mientras me metes la polla Jorge” – me dijo Marina, empezando a subir y bajar metiéndose mi polla lentamente, disfrutando de cada centímetro que entraba y salía de su coño.

María se había puesto de pie, y acercándose a su marido, le dio un morreo de bienvenida diciéndole:

“¿Te está comiendo bien la polla, cariño?”

“De maravilla, mira que dura la tengo” – la contestó Jesús. María se arrodilló junto a Virginia y empezaron a chuparle la polla a dúo.

“OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, pero que bien lo hacéis, seguir así, chuparme las pelotas también, así, así, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH” – decía Jesús.

Javier por su parte seguía siendo follado por Raquel, la cual estaba saltando sobre su polla, metiéndosela hasta el último milímetro en su encharcado coño.

“Vamos méteme este pollón que te gastas, que llevó toda la mañana con unas ganas de llegar a casa y follarte bestiales Javier. AAAAAAAHHHHHHHHHHHH, pero que pedazo de polla más dura que tienes, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, sí, vamos” – decía mi mujer todo el tiempo.

Yo mientras tanto seguía siendo follado por Marina, y comiéndome sus tetazas espectaculares, según subían y bajaban delante de mi cara, lo cual me ponía más cachondo, si es que eso era posible.

“Pero que bien follas Marina, y que tetas tienes, no pares de saltar sobre mi polla chiquilla, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, te voy a follar todos los días que pueda, OOOOOHHHHHH” – la decía mientras ella subía y bajaba.

“Pues van a ser todos los que quieras, porque yo me estoy haciendo adicta a vuestras pollas, AAAAAAAHHHHHHHHHH, que verano más cojonudo, nunca mejor dicho, OOOOHHHHHH” – me contestaba Marina, poniendo los ojos en blanco, del placer que estaba sintiendo al meterse mi polla una y otra vez.

A continuación María se tumbó en el centro del salón boca arriba, y se metió entre las piernas de Virginia empezando a comerse su coño, mientras Virginia seguía comiéndose la polla de Jesús. Aquello terminó de calentar a Virginia, que sacándose la polla de Jesús de la boca y poniéndose encima de María haciendo un 69, le dijo a Jesús:

“Vamos Jesús, méteme esa polla por donde quieras que no aguanto más, necesito que alguien me folle”.

Jesús se agachó y acercando su polla a la entrada del culo de Virginia se la empezó a meter por allí.

“Como se nota que estos dos cabrones ya te lo han follado bien esta mañana” – la dijo Jesús, empezando a meter y sacar su polla completamente en el culo de Virginia, mientras que María aprovechaba a comerse el coño de Virginia y a chuparle las pelotas a su marido.

Raquel se sacó la polla de Javier del coño, se levantó y dándose la vuelta empezó a sentarse de nuevo sobre la polla del vecinito pero esta vez metiéndosela por el culo.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, si fóllame el culo, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos Javier, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – decía Raquel, dejándose caer y metiéndose la polla de Javier por el culo hasta el último centímetro.

Marina al escuchar a Raquel, se giró y vio cómo su hermano se la estaba metiendo por el culo a mi mujer, lo que la debió parecer buena idea, porque se levantó quitándome el manjar de sus maravillosas tetas de la boca, y girándose hizo exactamente lo mismo que mi mujer. Se sentó sobre mi polla metiéndosela por el culo.

“Joder, pero que vistas más cojonudas, pero que orgías nos estamos pegando estos días, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, no puedo parar de follar, que cachonda estoy, SSSSSSIIIIIIIIII” – decía Marina, viendo el espectáculo que teníamos montado en el salón todos nosotros.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, dame por culo, Jesús, métemela por el culo, no pares, pero como he podido estar tanto tiempo sin montarme este tipo de fiestas, pero que necesitada de polla estaba” – nos decía Virginia, mientras Jesús seguía follándosela por el culo, y por las caras que estaba poniendo se lo estaba pasando de maravilla, con su polla ensartada en el culito de nuestra vecina.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, pero que bueno, Jorge cariño, por favor, métemela por el coño, necesito que me folléis los dos a la vez” – me dijo Raquel. Yo sacándosela del culo a Marina, me fui a donde estaba mi mujer con la polla de Javier metida en el culo, y empecé a metérsela por el coño.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, no paréis por favor, pero que bueno es esto, que ganas tenía de que me follaseis por mis dos agujeritos” – decía Raquel, con mi polla y la de Javier, entrando y saliendo de su coño y su culo respectivamente.

Mientras, Marina se había puesto de rodillas delante del otro sofá, enseñándole el culo a Jesús con la clara intención de ponerle cachondo y que se la follase por el culo, cosa que hizo Jesús sin hacerla esperar.

“Anda Marinita, prepárate que te voy a follar ese pedazo de culo en condiciones, y vosotras dos poneros a su lado, que os voy a ir follando a las tres” – las dijo Jesús, que se había acercado a Marina y ya se la estaba metiendo por el culo. María se puso junto a Marina, y Virginia al lado de María, y ambas estaban esperando su turno. Después de un minuto de estar follándose a Marina, Jesús se la sacó del culo, y se la empezó a meter a María y después de otro minuto se la sacó y se la empezó a meter a Virginia, y estuvo cambiando de culo follándoselas a las tres.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, me voy a correr, joder, me corro, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, pero que bien me folláis” – decía Raquel corriéndose, y dejando todo perdido con su corrida. Javier y yo seguíamos con nuestras pollas mirando al cielo, por lo que nos volvimos, y mientras Jesús se la tenía metida por el culo a Virginia, nos acercamos a María y a Marina y se las metimos en el culo. Yo a Marina y el a María.

“SSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, joder, con el calentón que llevo toda la mañana, AAAAAAAHHHHHHHHHHHH, pero que corrida más buena” – decía Jesús llenándola el culo a Virginia con su leche, y después de sacársela del culo giró a Virginia tumbándola en el sofá con las piernas abiertas y empezó a comerla el coño para que se corriese también.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, me corro,” - empezó a decir, Marina, “me corro, vamos métemela hasta el fondo y córrete conmigo Jorge” – me decía provocando que me corriese, se la saqué del culo y girando a Marina, la metí mi polla en la boca corriéndome allí, y no dejando escapar ni un poquito de leche fuera de ella.

“Pero que bien sabe, me encanta el sabor de tu leche, y la cantidad de leche que sueltas después de tantos polvos, eres increíble” – me decía Marina, ya más tranquila después de la corrida que nos acabábamos de pegar.

“OOOOOOOOOOHHHHHHHHH, me voy a correr María, me corro, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – decía Javier, con su polla ensartada en el culo de María, que también empezó a correrse con él.

“SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, yo también, pero como me parte en dos tu pollón Javier, me encanta que me encules, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH” – decía María corriéndose con la polla de Javier todavía metida en el culo y recibiendo la leche de este dentro de él.

Virginia por su parte seguía recibiendo las caricias de la lengua de Jesús en su clítoris, y no tardó en correrse al poco tiempo.

Cuando nos terminamos de relajar todos un poco, nos fuimos levantando y nos fuimos a comer, donde les empezamos a contar a Raquel y a Jesús la aparición en escena de Virginia. Mi mujer alucinaba, ya que nunca se había imaginado que Virginia fuese tan fogosa como nosotros. Cuando les contamos la grabación del video, dijeron que lo tenían que ver, que seguro que les ponía mucho.

“Joder, tía, yo creo que nunca me hubiese dejado grabar” – dijo Raquel.

“Eso es porque no llevabas el calentón que llevaba yo, que si no te aseguro que te dejas grabar, y hacer cualquier cosa” – la contestó Virginia a mi mujer, “además, después, cuando hemos visto la grabación me he puesto cachondísima, me ha encantado verme en la televisión follando con estos dos, os recomiendo, que lo probéis seguro que os encanta”.

“No sé, que luego se pierde o nos roban la grabación y la hemos jodido” – contestó mi mujer a Virginia.

“Bueno, que ya es muy tarde, yo me voy a subir a mi casa, no vaya a ser que mi marido vuelva pronto y la jodamos” – dijo Virginia, levantándose de la mesa y empezando a recoger su plato.

“¿Te vas ya?” – la dije yo, “no quieres quedarte un poco más, y follar un poquito más con nosotros”.

“UUUUUFFFFFF, no me tientes que me quedo” – me contestó ella, poniendo una cara de vicio espectacular, y dando a entender que la encantaría quedarse.

Nos empezamos a levantar todos de la mesa, y recogimos los platos, llevándolos a la cocina, cuando acabamos de recoger la cocina nos dirigimos al salón, para sentarnos, y Virginia empezó a recoger su ropa que estaba en una silla.

“Venga quédate un poco más, que nosotros en un ratito también nos tenemos que ir, que no queremos que nuestros padres sospechen nada de esto” – dijo Javier acercándose a Virginia, y tocándola el culo mientras estaba agachada recogiendo la ropa.

“Bueno me quedo un poquito más” – dijo con una sonrisa y dándose la vuelta se puso de rodillas delante de Javier y empezó a chuparle la polla, “pero que sabrosa tienes la polla, y que bien me va a follar ahora mismo”.

“Mírala si parecía tonta, que forma de hacerse con la polla de Javier” – dijo María, mirando como Virginia se comía la polla de Javier.

“Ven aquí tonta que tú también vas a recibir lo tuyo” – la dije yo, acercándome a ella, y pegando mi polla en crecimiento a su hermoso culo. María alargó la mano hacia atrás y me cogió la polla empezando a masturbarme.

“¿Ya estas así Jorge? Pero tío, tu estas salido, no necesitas ni cinco segundos para empalmarte como una bestia” – me dijo María masturbándome y sonriendo.

Marina y Raquel, se acercaron a Jesús y se lo llevaron al sofá, donde lo sentaron. Raquel se arrodilló delante de él, y empezó a chuparle la polla, y Marina se puso de pie en el sofá y abriéndose de piernas delante de Jesús, le puso su coño delante para que se lo empezase a chupar, cosa que Jesús hizo sin hacerla esperar lo más mínimo.

Yo cogí a María y la acerqué al sofá junto a su marido, la puse en la posición del perrito con las rodillas apoyadas en el suelo y allí mismo se la empecé a meter por el culo. Marina que estaba en una posición bastante incómoda, se sentó en frente de María y se abrió de piernas ofreciéndola su coño para que se lo empezase a comer.

“Vamos María cómeme el coño, demuéstrame lo bien que sabes hacerlo” – la dijo Marina a María mientras yo terminaba de meterla mi polla hasta el fondo de su culo. María no tardó ni medio segundo en empezar a comerse el coño de Marina.

“UUUUUUMMMMMMMMMM, pero que sabroso” – decía María.

“Mira como la doy por culo a tu mujercita Jesús, porque en el curro a la más mínima oportunidad es lo que voy a hacerla” – le decía yo a Jesús, mientras el no apartaba la mirada del culo de su mujer, viendo como la metía y la sacaba la polla de él.

“Si fóllaselo bien, que la encanta que la des por culo, al igual que a mí me encanta follarme a tu mujer” – me dijo Jesús, haciendo que Raquel se levantase y se empezase a meter su polla por el coño, sentándose de cara a él, y empezando a botar sobre su polla.

A nuestra espalda, Javier se había llevado a Virginia al otro sofá y se la estaba empezando a follar, la había tumbado boca arriba en él, y abriéndola bien de piernas se la estaba metiendo en el coño.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes Javier, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, si lo llego a saber bajo ayer, y no me espero hasta hoy” – decía Virginia en el mismo momento en que Javier se la terminaba de meter hasta el fondo en el coño.

“AAAAAAAHHHHHHHHHH, pero que zorra estas hecha Virginia, quien lo iba a decir viéndote con todas las mojigatas de nuestras vecinas” – la decía Javier.

“SSSSSSIIIIIIIIIII, soy un zorrón y quiero que me folléis hasta que no pueda más” – le contestaba Virginia.

“Pero que culazo tienes María, como me gusta follártelo” – la decía yo a María, metiendo y sacando mi polla de su culo, “AAAAAAHHHHHHHHHH, UUUUUUUUFFFFFFFFF”.

“Mierda, pero que bien lo comes María, como sigas así me voy a correr enseguida” – la decía Marina a María, recibiendo la comida de coño de esta, “UUUUUFFFFFFFF, OOOOOOOHHHHHHHH”.

“Vamos fóllame Jesús no pares, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, vamos” – le decía Raquel a Jesús, mientras saltaba sobre su polla, “AAAAAAAHHHHHHHHHH, vamos, OOOOOOHHHHHHHH”.

Yo al ver a mi mujer saltando sobre la polla de Jesús, se la saqué a María del culo, me acerqué a mi mujer, y se la metí en el culo a ella, empezando a hacer una doble penetración espectacular.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, cariño, métemela por el culo, pero que bien me conoces, AAAAAAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, no paréis” – nos decía Raquel recibiendo nuestras pollas en sus dos agujeros.

Marina y María se bajaron del sofá y se tumbaron en el centro del salón a hacer un 69 espectacular entre las dos, solo se las oía chupar sus respectivos coños.

Javier por su parte, seguía follándose a Virginia en la misma posición pero se la había sacado del coño y se la estaba empezando a follar por el culo.

“Pero que estrechito tienes el culo Virginia, como se nota que hace tiempo que no te lo follan en condiciones” – la decía Javier.

“Si hace un montón de tiempo, que no recibía una buena ración de polla por mi culito, y está siendo alucinante, AAAAAAAHHHHHHHHHHH, vamos métemela hasta el fondo” – le animaba Virginia que se había llevado una mano a su coño y se estaba masturbando.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, me corro, no aguanto más, me corro, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que corrida más buena, AAAAAAAHHHHHHHHH” – se corrió Raquel quedándose recostada sobre Jesús.

Yo se la saqué del culo, y me acerqué a Marina para empezar a metérsela por el coño, al mismo tiempo que recibía los lametones de María en su clítoris, y mientras seguían haciendo un 69. Javier al verme se la sacó del culo a Virginia y se la metió en el culo a María, lo que provocó la sorpresa de su hermana que seguía comiéndose el coño de María.

“AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, joder, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que culazo que tienes María, que ganas tenía de follártelo” – decía Javier completamente excitado al saber que su hermana tenía un primer plano de su polla entrando y saliendo del culo de María, mientras está seguía comiéndose su coño.

Virginia se levantó y se fue a por Jesús, sentándose encima de él dándole la espalda se empezó a dejar caer, metiéndose su polla por el culo, y mirando como Javier y yo nos follábamos a las otras dos chicas. Raquel que se había sentado en el sofá junto a Jesús y Virginia seguía acariciándose todo su cuerpo.

Marina que estaba muy cachonda viendo como su hermano daba por culo a María a escasos centímetros de su boca, siendo follada por mí, mientras María seguía chupándola el clítoris, se empezó a correr.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, joder pero que cachonda me habéis puesto entre todos, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – decía Marina corriéndose abundantemente.

Yo se la saqué del coño a Marina, y levantándome me fui a por Virginia que seguía con la polla de Jesús en el culo, y se la empecé a meter por el coño.

“Buenas tardes vecinita ¿Qué tal te lo estas pasando?” – la pregunté a Virginia, mientras empezaba a metérsela por el coño.

“Esto es una maravilla, no sé ni cuantos orgasmos he tenido hoy” – me contestó ella, “vamos métemela hasta el fondo, y empezarme a follar los dos a la vez, que me voy a volver a correr enseguida.

Estuvimos follándonosla un buen rato mientras Raquel y Marina nos miraban desde un sofá cada una, y mientras Javier seguía follándose a María por el culo, alternándolo de vez en cuando con su coño.

“AAAAAAAHHHHHHHHHH, me vuelvo a correr, esto no puede ser, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que día más bueno, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH” – nos dijo Virginia mientras se corría con nuestras pollas metidas hasta el fondo.

Yo ya no iba a aguantar mucho más por lo que me levanté, fui al sofá donde estaba Marina y tumbándola boca arriba metí mi polla entre sus tetas empezando a hacerme una cubana espectacular, sin duda una de las mejores que me han hecho en mi vida. Por lo que no tarde en correrme en ellas.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, pero que tetazas tienes Marina, toma mi leche, tómala” – la decía corriéndome entre sus tetas y los lechazos llegaron hasta su cara y su boca.

Jesús por su parte, se había levantado del sofá y estaba junto con Javier follándose a María, Javier se había puesto debajo, María encima de él metiéndose la polla de Javier por el coño, y Jesús se puso detrás de su mujer metiéndosela por el culo.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, follarme los dos, que ganas tenía de hacer una doble penetración hoy” – decía María recibiendo las pollas de los dos. Tras un poco de tiempo de estar follándosela, Jesús no pudo aguantar más y se empezó a correr.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro” – se la sacó del culo a su mujer, y dirigiéndose a donde estaban Virginia y Raquel, las indicó que se juntaran y se empezó a correr en sus caras, dejándoselas perdidas de leche.

“OOOOOHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro yo también, AAAAAAAAHHHHHHHHH, vamos Javier córrete conmigo” – le decía María a Javier.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos que yo también me corro, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, me corro” – la contestó Javier.

María se sacó la polla de Javier del coño, y arrastrándose hacía la polla de Javier, se la empezó a chupar tragándose toda la leche del chaval. Nos quedamos todos tirados realmente cansados del día que llevábamos.

“Vosotros sí que sabéis montaros una fiesta, que manera de correrme, nunca lo había hecho tanto y tan seguido, os lo puedo asegurar” – nos dijo Virginia a todos.

“Nos alegramos de que lo hayas pasado bien” – la dijo Raquel, “y ya sabes dónde encontrarnos cuando necesites desahogarte”.

“Os tomo la palabra” – contestó Virginia a mi mujer, “Joder que tarde es, me voy a lavar, y me subo a mi casa, antes de que vuelva mi marido”.

“Ostras, ya son las 7 de la tarde, nosotros también nos lavamos y nos vamos a nuestra casa corriendo” – dijo Marina mirando a su hermano. Nos fuimos levantando todos y dejamos que ellos se duchasen primero. Cuando salieron del baño empezamos a despedirnos.

“¿Lo repetimos mañana?” – dijo Javier, cuando se dirigía a la puerta.

“No contéis con nosotros, tenemos que irnos a nuestra casa, que tenemos un montón de cosas que hacer mañana” – dijo María mirando a Jesús, que asintió con la cabeza.

“UUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFF, y conmigo yo diría que tampoco, tengo cosas que preparar para el Jueves” – dije yo.

“Que pena con las ganas que tengo de volver a follar contigo” – me dijo Virginia, giñando un ojo a Raquel.

“Oye, no te vuelvas adicta a su polla ahora” – la contestó Raquel riéndose.

“De hacerme adicta a alguna polla sería a la de Javier, menudo trasto chico” – dijo Virginia dirigiéndose a Javier.

“Pues nada, mañana si quieres te pasas por nuestra casa a eso de las 10 de la mañana y te doy una buena ración de polla” – la dijo Javier a Virginia sonriéndola.

“Sí no te jode, y yo mirando cómo te la follas” – se quejó Marina.

“Lo siento hermanita, pero es lo que hay” – dijo Javier. Me consta, porque me lo contaron días después, que Virginia se acabó pasando por casa de los hermanitos al día siguiente a follar con Javier, y que Marina no se quedó precisamente mirando como follaban.

Finalmente, y después de despedirnos todos se fueron a sus respectivas casas, dejándonos a María, Raquel, Jesús y yo solos.

“¿os quedáis a cenar?” – les dijo Raquel.

“Sí, porque no” – dijeron ambos.

Nos dirigimos a los baños para ducharnos, cuando estábamos llegando a las habitaciones Jesús me miró con una media sonrisa en la cara, que sabía exactamente lo que quería decir. Cuando María se metió en el baño principal de la casa para ducharse yo la seguí, mientras que Jesús empezó a seguir a Raquel a nuestra habitación. Ellas al ver lo que estábamos haciendo se empezaron a reír, y nos dijeron:

“Pero que hacéis, si solo vamos a ducharnos”.

“Y nosotros también” – las contestamos sonriendo, “solo vamos a frotaros la espalda, que seguro que necesitáis ayuda”.

“Porque estamos muy cachondas que sino os quedabais con las ganas” – nos dijo Raquel, sonriéndonos y mirando a María, la cual también estaba sonriendo.

Nos terminamos de meter cada pareja en su baño, y yo nada más entrar me agarré a las tetas de María desde atrás.

“Joder, no sé si voy a poder aguantar el Jueves en la oficina todo el día sin follarte, después del verano que llevamos” – la dije a María.

“UUUUUUFFFFFFFFFFFF, a mí me va a pasar lo mismo” – me contestó ella, “pero tendremos que contenernos como sea”.

Nos metimos en la ducha, y nos empezamos a refrescar un poco, cuando ya nos habíamos dado un agua y nos estábamos metiendo mano a conciencia, mi polla ya miraba al techo completamente empalmada, María se agachó y se empezó a comer mi polla por enésima vez en lo que iba de verano.

“UUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMM, pero que bien la chupas María, que bien usas la lengua, el cabrón de Jesús te enseñó bien a hacerlo” – la dije yo.

“Una que tiene sus habilidades” – me contestó ella mirándome y levantándose me dio un morreo, “vamos fóllame, que me has vuelto a poner muy cachonda”.

“¿Quieres polla?, pues polla te voy a dar” – la dije girándola y agachándola un poco hice que se apoyase en la pared por lo que su culo me quedó a mi entera disposición. Me agarré a su culo y dirigiendo ella misma mi polla, la cual había agarrado, y se la empezó a meter en el coño.

“AAAAAAAHHHHHHHHHHH, UUUUUUMMMMMMMMMMM, si fóllame” – me dijo María, cuando mi polla empezó a perforar su coño.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIII, toma polla, métetela hasta el fondo” – la dije yo, agarrándola del culo y haciendo que se echara para atrás para que se terminase de meter mi polla hasta el fondo. Empezamos a follar tranquilamente, sin prisas disfrutando de cada embestida que la daba, y llevando de vez en cuando una de mis manos a sus tetas, que tenían los pezones como piedras de lo cachonda que estaba.

“SSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, fóllame así despacito, que quiero sentir cada milímetro de tu polla entrando y saliendo de mi coño” – me decía María.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, joder María me encanta follarte, que coño más jugoso tienes, como me gusta clavártela hasta el fondo” – la decía yo.

Estuvimos un buen rato así, y con la vista de mi polla entrando y saliendo de su coño, y a escasos centímetros su culo bien dilatado, me entraron unas ganas enormes de volver a follárselo.

“Te la voy a meter por el culo, que con la vista que tengo desde aquí, no me aguanto más sin metértela por ese lindo agujerito” – la dije riéndome.

“Es todo tuyo, ya lo sabes” – me contestó María.

Se la saqué del coño, y apunté mi polla a la entrada de su culo donde se la metí hasta el fondo sin ningún problema, debido a lo dilatado que lo tenía con tanta follada que estaba recibiendo.

“AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta darte por culo María, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHH” – la decía yo.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, métemela hasta el fondo, no pares que estoy muy cachonda, AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – me contestaba ella, llevándose una mano a su coño y empezando a masturbarse al mismo tiempo que yo la daba por culo.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, me voy a correr, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro” – la dije a María sin poder aguantar más tiempo de lo cachondo que me había puesto metérsela por el culo.

Se la saqué del culo y empecé a correrme en su espalda llenándosela completamente con mi leche.

“Joder que corrida” – la dije, “como me pones María, es increíble, te estaría follando horas y horas”.

“Pues vuelve a metérmela que yo necesito correrme también y estoy a punto” – me dijo ella. Como mi polla seguía bastante dura, la obedecí y empecé a metérsela de nuevo por el culo, y tras 4 o 5 embestidas más fue ella la que se empezó a correr.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, ya me corro, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, que pasada de corrida” – me decía ella, que hasta se la empezaron a doblar las piernas al tener el orgasmo. Se la saqué del culo, y nos empezamos a duchar tranquilamente y sin prisas, lavándonos bien.

Cuando terminamos de ducharnos, nos dirigimos al salón y fuimos preparando la mesa para la cena, mientras que Raquel y Jesús seguían metidos en el baño.

Estos dos por su parte, nada más meterse en el baño, Raquel le dijo a Jesús:

“Vamos dentro de la ducha, que me limpie un poco, y ahora te dejo que me hagas todo lo que quieras”.

“Eso espero, aunque me imagino que te imaginaras lo que quiero” – la dijo Jesús, mirándola el culo a Raquel, ella se empezó a reír y se dio un azote en el culo.

“Tranquilo que ahora dejo que me des por culo a tu antojo, semental” – le dijo Raquel riéndose y metiéndose en la ducha guiñándole un ojo.

Jesús la siguió dentro de la ducha agarrándose la polla ya completamente empalmado.

“Prepárate Raquelita que te la voy a meter con todas mis ganas que mira como me tienes” – la dijo Jesús agarrándose la polla y enseñándosela a Raquel.

Empezaron a ducharse un poco, para quitarse los restos de la follada anterior con nuestros vecinitos, cuando terminaron de lavarse un poco Jesús la cogió y la dijo:

“Agáchate un poquito, y déjame que te la meta ya que no aguanto más”.

Raquel le hizo caso, se acercó a la pared y se agachó apoyándose en la pared, Jesús llegó por detrás y agarrándose al trasero y apuntando a la entrada de su culo, se la empezó a meter por allí.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder Raquel pero que culo tienes, es perfecto, como me gusta follártelo” – la decía Jesús cuando se la metió toda dentro del culo a mi mujer.

“SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos dame por culo, dame fuerte, métemela hasta el fondo” – le dijo Raquel a Jesús, que empezó a follársela bien duro.

“Toma polla, vamos, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, joder que bueno” – la decía Jesús.

Estuvieron un buen rato follando en esta postura, hasta que Jesús ya no pudo más y se corrió.

“Joder, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, me corro, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, joder pero que culo como me pone, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, toma leche, vamos Raquel trágatela toda” – la dijo Jesús a Raquel que se la había sacado del culo y arrodillándose delante de la polla de Jesús se la empezó a chupar mientras este se corría dentro de su boca.

“Pero que bien sabe tu leche, me encanta que te corras en mi boca, AAAAAHHHHHHH” – le incitaba Raquel a Jesús mientras este termina de correrse dentro de la boca de mi mujer, cuando terminó de hacerlo Raquel se levantó y se lavó un poco los restos de la leche de Jesús que tenía por la cara.

“Vamos a la cama, que necesito que me folles en condiciones otra vez, que tengo unas ganas de correrme impresionantes” – le dijo Raquel a Jesús, saliendo de la ducha y secándose un poco al igual que Jesús. Cuando terminaron de secarse se fueron a la cama, donde Raquel se tumbó boca arriba, y se abrió de piernas ofreciéndole su coño a Jesús.

“Cómeme el coño anda” – le dijo Raquel a Jesús, el cual no se hizo rogar, se metió entre las piernas de Raquel, y se empezó a comer el coño de mi mujer, metiendo la lengua en su coño, y chupándola el clítoris tratando de hacerla disfrutar lo máximo posible.

“AAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, sigue así, AAAAAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, que bien lo estás haciendo Jesús” – le decía Raquel agarrándole de la cabeza y apretándole contra su coño. Jesús siguió esmerándose mucho en la comida de coño que la estaba haciendo, lo que terminó por provocar el orgasmo de Raquel.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHH, me corro, pero que bien Jesús, que lengua tienes cabrón, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH” – le dijo Raquel a Jesús terminando de correrse.

Cuando se relajó después del orgasmo, Raquel se encontró que Jesús volvía a estar empalmado, por lo que le dijo:

“Ven aquí que te la chupe un poco”.

Jesús se tumbó boca arriba en la cama con su polla mirando al techo, y Raquel se la empezó a chupar.

“OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, si chúpamela, vamos pónmela al máximo de nuevo, que te voy a volver a follar, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAHHHHHHHH”  - la decía Jesús a Raquel. Esta seguía comiéndole la polla mirándole a la cara, pasando la lengua por toda la longitud de la polla de Jesús.

“Ven aquí que te coma otra vez el coño, que me tienes a cien” – la dijo Jesús a Raquel. Mi mujer se giró y poniéndose encima de Jesús empezaron a hacer un 69, estuvieron en esa postura un buen rato hasta que Raquel le dijo:

“Joder, que cachonda estoy, necesito que me folles otra vez”.

Y dándose la vuelta se sentó de cara a él, se empezó a meter su polla por el coño. Jesús en esa postura empezó a comerse las tetas de Raquel.

“SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, cómeme las tetas mientras me follas” – le decía Raquel a Jesús, mientras esta empezaba a saltar sobre la polla de Jesús, metiéndosela y sacándosela del coño.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que polvo, OOOOOOHHHHHHHH, que bien follas Raquel, que suerte tiene el cabrón de Jorge, de follar contigo siempre que quiera, y sobre todo de follarse ese impresionante culo que me tiene loco, OOOOOOOOHHHHHHHHHH” – le decía Jesús.

“Sí, Jorge es un cabrón afortunado, aunque últimamente es con el que menos estoy follando” – le contestó Raquel, y empezó a reírse, mientras seguía subiendo y bajando sobre su polla, “¿quieres volver a darme por culo? Y disfrutar de este impresionante culo, como tú dices”.

“Desde luego, vamos ponte a cuatro patas” – la contestó Jesús sacándosela del coño y levantándola para que Raquel se pusiese a cuatro patas. Cuando estaba en esa posición, se acercó por detrás a ella, y se la empezó a meter por el culo de nuevo.

“AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos dame por culo” – le animaba Raquel. En esa postura estaban cuando aparecimos María y yo por la habitación.

“¿Pero, todavía seguís así?” – les dije yo, “daros prisa que ya tenemos la mesa preparada para la cena, o, ¿necesitáis ayuda?”

Ellos se empezaron a reír al vernos allí, yo me acerqué a la cama seguido de María, y con el espectáculo que nos estaban dando mi polla empezó a recuperarse.

“Lo que necesitan es una demostración” – me dijo María, arrodillándose delante de mí, y chupándome la polla delante de ellos, lo que provocó que mi general se recuperara del todo.

“SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, María pero que bien la chupas, ven vamos a enseñarles a follar” – la dije a María levantándola y poniendo a cuatro patas de frente a mi mujer, me acerqué por detrás y se la empecé a meter por el culo.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, vamos fóllame el culo, dame fuerte Jorge” – me decía María mirando a su marido, “mira como me follan el culo cariño, espero que tú se lo estés follando igual a Raquel, dala fuerte”.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, cariño, me la estoy follando todo lo duro que puedo por el culo, pero luego te voy a follar a ti también” – la dijo Jesús a su mujer.

“¿y porque esperar tanto?¿Qué tal si cambiamos un poquito?” – le dije a Jesús.

“De acuerdo” – me dijo él, sacándosela del culo a mi mujer, mientras yo hacía lo mismo sacándosela del culo a María. Nos bajamos de la cama y rodeándola cada uno de nosotros nos pusimos detrás de nuestras respectivas, y nos las empezamos a follar por el culo.

“Pero que culito más impresionante tienes cariño, y como te gusta que te lo follen, mira como te lo han dejado de abierto” – la dije a Raquel, cuando se la empezaba a meter en él.

“Pues aquí la Mary, le ha cogido un gusto impresionante a que la den por culo, porque madre mía que abierto lo tiene también” – me dijo Jesús riéndose.

“¿Te han dado por culo durante todo el día Jorge y Javier, verdad cariño?” – la preguntó Jesús dándola un azote en las nalgas.

“Si me lo han estado follando entre los dos durante todo el día, y me ha encantado, espero poder repetirlo muchas veces” – le contestó María.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que rico volver a sentir tu polla dándome por culo cariño, cuanto tiempo desde la última vez” – me dijo Raquel riéndose y guiñándome un ojo. No es por nada pero soy un cabrón con suerte, menudo pedazo de culo que tiene mi señora.

Estuvimos dándolas por culo durante un buen rato, hasta que la calentona de mi mujer ya no pudo más y nos dijo:

“Por favor, follarme los dos al mismo tiempo” – nos dijo Raquel, “que estoy a punto de correrme y quiero hacerlo con vosotros dos dentro de mí”.

Jesús se la sacó del culo a María, se tumbó boca arriba en la cama, Raquel se puso encima de él dándole a probar sus tetas de nuevo, y se empezó a meter la polla de Jesús por el coño, mientras yo me puse detrás de ella y como conozco muy bien a mi mujer, en lugar de metérsela por el culo, se la empecé a meter por el coño junto con la polla de Jesús.

“AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que bien me conoces cariño, como sabía yo, que tú me ibas a entender a la perfección, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, María tienes que probar esto, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro” – nos dijo Raquel, que cuando apenas se la habíamos metido en el coño empezó a correrse, como si fuera una auténtica fuente.

“Ahora es mi turno” – reclamó su lugar María.

Dejamos que Raquel se saliese de la posición en la que estaba, y dejándola su sitio a María, esta se puso en la misma posición, metiéndose la polla de Jesús por el coño, y yo llegando desde atrás se la empecé a meter junto con la de Jesús también por el coño.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, es una pasada, pero que gustazo, SSSSSSIIIIIIIIII, seguir no paréis, que me vais a hacer correr enseguida” – nos decía María, que parecía estar aguantando un poco más nuestras embestidas en su coño.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, mierda el que se va correr soy yo, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, quitaros de encima que me voy a correr” – nos dijo Jesús.

Nos apartamos corriendo, y cuando se empezaba a correr llegó Raquel y se la empezó a chupar tragándose toda la leche de Jesús.

“Me encanta tu leche” – le dijo Raquel a Jesús cuando este terminó de correrse en su boca.

Mientras yo había cogido a María y tumbándola boca abajo en la cama, me puse encima de ella, y se la volví a meter por el culo, dándola bien fuerte.

“SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, cabrón pero como me estas follando, pero que bien, me corro, AAAAAHHHHHHHH” – me dijo María, que terminó por calentarme del todo provocando que yo también me corriese.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, me corro, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, pero que culo tienes, me encanta follártelo” – la dije a María, sacándosela del culo se la puse en la boca y allí me corrí mientras ella me la chupaba, al igual que había hecho Raquel con la polla de Jesús.

Cuando nos relajamos todos, nos fuimos a lavar poco a poco, y nos fuimos a cenar, la cena transcurrió de la forma más normal posible, después se vistieron y se fueron a su casa, dejándonos solos a Raquel y a mí, que no tardamos mucho en irnos a dormir.

Cuando nos estábamos metiendo en la cama, Raquel me preguntó:

“¿Entonces mañana tienes el día libre?”

“Sí, quiero dejar todo recogido un poco, que esta la casa hecha una mierda con tanta orgía, y luego iré al supermercado a hacer la compra, así el fin de semana lo tenemos despejado” – la dije a Raquel.

Los primeros días de trabajo fueron un poco raros, pero esa es otra historia que ya os iré contando…

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