Los vecinos de atrás

Otra historia de amor con otros vecinos

Era un verano muy caluroso, cerca de 40º C, mis padres se habían ido a un viaje de negocios y yo era demasiado joven para ir con ellos, aún tenía 18 años, por lo que decidieron dejarme con unos vecinos ucranianos, por lo general me dejaban con un anciano inglés, pero este se habían vuelto a Inglaterra por lo que recuerrieron a otros vecinos, la pareja con la que me habían dejado no era joven, el marido tenía 37, era alto y de cuerpo bronceado, antes había tenido tableta, pero ahora estaba medio fofa, sus ojos azules y su cabello castaño claro. Su mujer era una señora de 34 años, cabello corto como un niño, únicamente un lado se lo dejaba largo, que le caía hasta la barbilla, era de un rubio muy claro, pero era teñido, en realidad era moreno, tenía las tetas bien grandes y unas caderas que soportaban un culazo

La primera noche que me quedé allí no pasó nada, aunque los escuché discutir, fue a la mañana siguiente cuando empezaron los problemas, yo bajé a desayunar y entré en la pequeña cocina, allí estaba ella vestida únicamente con unas bragas y una camiseta larga que le tapaba el culo, tenía el ceño fruncido

-Buenos días, ¿qué quieres desayunar?-preguntó con un marcado acento ucraniano

-Tostadas con mantequilla y mermelada-respondió yo

-¿Cómo has pasado noche?-preguntó ella

-Bien, bien, muy comfortable la cama-respondí yo

Ella se acercó y me rozó, sin querer, a mí se me puso la polla dura, creo que ella lo notó, pero no dijo nada y siguió sirviendo el desayuno, yo desayuné lo más rápido posible y me metí en el baño, bajé mi bañador (sí, vestía bañador, si voy por casa suelo vestirlo en verano) y me saqué la polla, esta no era muy grande, apenas 10 cm empinada, pero me valía para cogerla y machacármela en aquel baño pequeño, si estiraba mis brazos se quedaban flexionados, mi mente volaba a aquella diosa ucraniana, iba a terminar, ya estaba acabando, se abrió la puerta y ella entró

-Llevas mucho rato dentro- no llegó a acabar la frase, mi corrida le llenó la camiseta y el dorso de la mano

-Ups-dije yo parando de masturbarme

-¿Qué es esto?-preguntó ella

-¿Jabón?-pregunté yo irónicamente

-Te has corrido, te has corrido en mí-dijo ella

-No...-dije yo tratando de ocultar mi erección

-¿Cómo puede ser que te corras tanto con 11 años?-preguntó ella, tomó mi mano e intentó apartarla

-No sé, me excito mucho-dije yo mostrándole mi polla, que seguía dura

-Vaya, es grande para tu edad-dijo ella tomándola con la mano

La acarició y pasó el dedo por los huevos sin pelo, subió por la parte baja del pene y se detuvo sobre el prepucio

-Hay que retirarlo-dijo ella

Se puso de rodillas hasta quedar delante de mi polla, retiró el prepucio y descubrió el glande, rojo y húmedo.

-Mmmm-dijo ella posando su dedo índice sobre el glande, donde se había formado una gota de semen, abrió la boca y se metió toda mi polla en su boca

-Ahhh-exhalé yo mientras agarraba sus cabellos rubios y la empujaba hacia mi polla.

Mientras ella mamaba bajó su marido a desayunar

-Cariño, ¿donde estás?- preguntó

-Se ha marchado-respondí yo mientras ella me seguía chupando la polla

-¿Adónde?-preguntó él a través de lapuerta cerrada

-A comprar churros para el desayuno-respondí yo raudamente

-Bueno, pues cuando vuelva le dices que quiero hablar con ella seriamente, ahora me voy a trabajar, ya desayunaré en el trabajo-dijo él

El marido se marchó y por fin pudimos respirar, aflojé la presión que hacía sobre su cabeza y me senté en el váter

-Aún no te has corrido-dijo ella

-Ya pero tengo que descansar-dije yo

-Cuando te corras, no seas nenaza-dijo ella volviendo a chuparme la polla

Yo no aguanté mucho más y me corrí en toda su boca

-Mmmm-dijo ella pasandose la lengua por el restante de semen que se había quedado en el labio

-¿Te gustó?-pregunté yo

-Mucho, te comería a más no poder, pero yo también necesito un poco de cariño-dijo ella

-Vamos pues-dije yo, había visto muchos porno, sabía como se hacía, aunque no tenía experiencia

-Aquí no, subamos al dormitorio, estaremos más tranquilos-dijo ella

-¿Qué os pasa a tu marido y a ti?-pregunté mientras subíamos

-No me mima en la cama como necesito y yo necesito amor, atención-respondió ella

-Ya-dije yo observando como movía su trasero respingón, cubiero por aquella braga de encaje negra

-Bueno, pues aquí estamos-dijo ella quitándose la camiseta, descubrió unos pechos firmes y grandes que se movían levemente a cada movimiento que daban, se bajó las bragas y vi su vagina, completamente depilada y con los labios húmedos e hinchados.

Gracias a mi experiencia con los porno supe qué hacer, la tumbé en la cama y le pedí que abriera las piernas, ella se encontraba maravillada y le gustaba obedecer mis órdenes, se tumbó en la cama y abrió las piernas mostrándome su coño depilado, con dos dedos abrió sus labios mayores y vi como de su interior salían unas gotitas que descendían por la cara interna de su muslo hasta la misma sábana, donde se perdía, metí mi cabeza entre sus piernas y mi lengua en su coño, lamí las gotitas que escapaban de su interior y la metí en su cueva del tesoro.

-Así-dijo ella cogiendo uno de sus pechos y pellizcando el pezón

Mientras ella se estimulaba los pechos, yo me entretenía lamiendo su interior hasta llegar al clítoris, que al descubrirlo me puse a lamer como un condenado mientras ella gemía y llegaba al orgasmo

-Me vengo, me vengo-susurró

Yo chupé con más fricción y conseguí que se corriera en mi boca. Tras tragármelo subí por su cuerpo hasta sus pechos y los chupé, tiré de los pezones , masajeé y mordí suavemente. Volví a subir por los hombros, la clavícula, el cuello, la barbilla y el labio finalmente, ella se dejó llevar y no se opuso al beso

-¿Ahora qué?-pregunté

-Me la metes hasta correrte-dijo ella

-Pues vamos al lío-dije yo

Volvi a descender hasta sus caderas y pasé mi polla por la apertura mojada de su vagina, metí la punta y después despacio metí el resto, era mi primera penetración y quería tomármelo con calma, ella se mantuvo paciente mietnras yo se la metía y cuando ya no hubo más polla que meter expiró, su interior estaba trabajado, no era grande pero tampoco era estrecho, por la amplitud de su vagina, debían de metersela unas 3 veces por semana, la saqué y la volví a meter de nuevo, la tumbé lateralmente, le subí una pierna por en cima de mi cabeza y se la metí por detrás, bombeaba su coño con fuerza mientras ella se aferraba al borde la cama y emitía sonidos gimientes, yo jadeaba del esfuerzo que aquello me causaba y no podía más, pero tenía que mostrar fuerza así que seguí bombeando mientras mi polla se iba llenando de semen, estaba próximo a descargar, la saqué del coño y le dije que se pusiera en el suelo de rodillas, yo me subí a la cama y cuando ella abrió la boca me corrí en toda su cara manchándola con mi semen

-Delicioso, pero aún se puede rascar más-dijo ella

Se acercó a mi polla y me la volvió a mamar, mi polla ya estaba flácida, ella se limitó a meterla en su boca y limpiarla de semen

-¿Me la meterías ahora por el culo?-preguntó ella con voz seductora

-Imposible, no se me levanta-dije yo

-Eso se arregla-dijo ella

Voví a cogerme la polla y me la chupó, estuvo así 5 minutos, pero ni por esas

-Nada-dije yo

-Hay otra manera-dijo ella

Se dirigió a la mesita de noche y sacó un consolador rosa

-No-dije yo al averiguar sus intenciones

-Solo un poquito, para estimular la próstata-dijo ella

-Bueno, pero luego lo quitas-dije yo

-Prometido-dijo ella

Me puse de espaldas y ella se acercó a mi culo, lo lamió y lo abrió, luego, con cuidado metió el consolador por el culo

-Joder, joder-dije yo

Pero dio resultados, cuando el consolador llegó a la próstata, se me puso dura de nuevo y entonces la volteé, le abrí el culo y sin contemplaciones se la metí con rudeza, mientras tanto saqué aquel instrumento del diablo de mi ano y lo mandé a tomar por culo, bombeé su culo cogiendo sus cachetes y dando nalgadas a diestro y siniestro mientras ella gritaba, la cogí del cabello y eché su cabeza hacia atrás arqueando su cuerpo

-Oh sí, sí, sííííiii-gritó ella mientras tenía un brutal orgasmo

-Espérate, que ahora vengo yo-dije yo

Descargué mi arsenal en su culo explotando y me tumbé sobre su espalda, estaba K.O

-Ahora volveré a comerte la polla hasta dejarte sequito de semen, voy a exprimirte como una vaca-dijo ella cogiendo mi rabo, yo me dormí por el cansancio entre mamada y mamada.

Desperté en mi habitación, ella se había encargado de limpiarme la polla y de vestirme, ahora hacía la comida mientras su marido aparcaba el coche

-Tenemos que hablar-dijo él

Aproveché para llevarme la comida al salón y ver la televisión mientras ellos conversaban, con voces subidas de tono, el resto del fin de semana estuvieron de morros el uno con el otro, el domingo por la tarde volví a mi casa y no volví a verlos discutir, pasó un tiempo y supe que el marido se había largado, entonces volví a la casa a consolar a la mujer, pero ella no estaba desconsolada en absoluto, nada más verme entrar se echó sobre mí y me cogió la polla.

Así estuvimos hasta que tuvo que marchar de la casa, un divorcio donde el marido ganó y se quedó con la casa, entonces ella se marchó a vivir a otra de las casas que se alquilaban en la misma urbanización, si su objetivo era joder a su exmarido lo había conseguido, el caso es que seguimos follando durante muchos años hasta que tuvimos una sorpresita, pero esa es otra historia.