Los ThunderCats
Los Famosos ThunderCats tambien se saben divertir. Las primeras experiencias sexuales de Leono...
Leono como todas las noches antes de dormir en el confort del cubil, tomaba su Espada del Augurio y le daba la ultima revisada al territorio y ver que todo este en orden.
"Espada del augurio, quiero ver mas allá de lo evidente..."
y la espada comenzaba a mostrarle todo lo que el deseara ver. Saber si es que " Munrra " o los " Lunatacs " estaban en el lado oscuro del tercer planeta. O simplemente ver donde es que estaban los demás " ThunderCats ".
Como amo de los ThunderCats, su misión era proteger la tierra. Y sobre todo proteger a lo que quedaba de la raza extinta de los estos felinos extraterrestres.
Desde que ellos llegaron al tercer planeta, luego de un viaje que duro muchos años. Leono llego hecho un "joven Gato", junto con " Chitara ", " Pantro ", " Tigro ", " Felino y Felina " (estos últimos los mas pequeños del grupo). Acompañados por el fiel servidor " Snarff ", Leono heredo el mando de los felinos por casta, ya que descendía de la familia real. La hecatombe que destruyo su planeta los hizo huir, sin rumbo, sin saber que al llegar a ese planeta desconocido e inhóspito, sus cualidades serian magnificadas, conociendo alli a todos los habitantes, muchas tribus, que vivían en comunidad y armonía, sabiéndose defender de los peligros que esta tierra tenia.
Chitara, Pantro y Tigro, al ser los mayores del grupo debían de enseñar y cuidar al joven rey, y a los pequeños hermanos (los felinos). Estos tres fueron los que hicieron que el " cubil " este terminado pronto, con su orden, pulcritud y trabajo en equipo lograban grandes cosas.
No tardaron mucho en conocer al mas grande enemigo que pensaron tener. Munrra, una especie de momia. Que obtenía sus poderes de esfinges malignas. Ellas le ordenaban mantener a los habitantes de la tierra bajo su yugo. Un yugo de temor, de culto.
Munrra al enterarse por sus pocos aliados, de la llegada de extraños decidió darles una visita y hacerles saber quien era él, cuales eran las reglas.
Desde el comienzo los felinos le dieron batalla a Munrra, al saber que no eran hueso de facil roer, juro que la guerra estaba declarada.
Pantro, como enfrentaremos a ese demonio?? dijo Leono.
Ten fe en la "Espada del Augurio" y siempre que necesites ayuda. Invoca a los poderes de los antiguos felinos...
Si, los ThunderCat´s siempre estamos para ayudarnos y respaldarnos. Le dijo Chitara
Leono tenia la confianza que da la amistad y el apoyo de sus amigos.
Muchas luchas tuvieron que enfrentar, hicieron frente a Munrra y a sus secuaces. Ayudaron a los habitantes de los alrededores. Pero sentía que no tenían una comunidad tan grande como la de las "Amazonas", la de "Hombres de las Nieves". Ellos eran pocos. Solo se tenían a ellos, por esos sus lazos de cariño y confraternidad eran mas grandes.
Con cada primavera toda la planicie se dedicaba a aparearse. Se veían de dos en dos, todas
las especies. Leono en plena efervescencia, la primavera también sentía la necesidad de tener una pareja, pero donde encontrarla. Lamentablemente ninguna "hembra" felina había sobrevivido de la destruccion. Solo Chitara, quien representaba el lado materno del cubil.
Los días de la primavera llegaban a su punto de éxtasis total. Ya ningún animal en época de apareamiento estaban solos.
Pantro, nunca podremos reproducirnos como los otros animales?? le pregunto inocentemente Leono, un día que fueron de vigilia en el Tanque Felino
Claro que si, solo hay que tener esperanza de que encontremos mas sobrevivientes de nuestro planeta, estoy seguro que no somos los únicos de nuestra especie... le decía con un tono lleno de melancolía Pantro, sin dejar de mirar al cielo.
Y como reprimes tu deseo de aparearte?? Esa necesidad que se siente en las entrañas, que arde en mi cerebro... no puedo dormir...!!! Confeso Leono con su cara colorada
Autocontrol... Leono, solo el autocontrol hará que de tus peores batallas salgas bien librado.
Es lo mismo que me dice Snarff... dijo Leono en un tono de clara resignación.
Los días pasaron, y el no dejaba de preocuparse de las batallas que tenia que librar con sus enemigos, y de las constantes noches sin dormir pensando en esa necesidad de algo que el no conocia, pero sabia que necesitaba. Su instinto animal, le decía que estaba listo, que era el momento en el que él como su cuerpo estaban en el punto mas alto de su desarrollo y vigor.
Una noche cuando estaba terminando de hacer su revisión con la Espada del Augurio, y viendo en donde es que estaban sus compañeros. Su vista por fin se fijo en Chitara, que estaba en un estanque cercano del cubil, dándose un baño.
Su piel estampada de lunares desnuda, tonificada, tersa, a la luz de la luna hicieron que Leono no despegue la vista de la espada y le permita seguir viendo la escena. Chitara chapoteaba con el agua, mojaba su pelo rubio, cayendo por sus pechos pequeños, con sus manos jugaba con ellos, no dejaba de masajearlos. Leono al ver ese espectáculo sintió que debajo de su cintura, en su entrepierna algo estaba que tomaba un tamaño considerable, la sensación era nueva, se sentía excitado de ver a Chitara, desnuda, tan sola.
Con una mano en la espada, y con una en el paquete que estaba que se ponía erguido creando una carpa en su pequeño short... El no dejaba de clavar sus ojos en el horizonte, en ese horizonte que le ofrecía ver a la primera criatura desnuda, Chitara aun seguía jugando con su cuerpo, se había sentado en la orilla del estanque con su piernas abiertas, y con sus manos entre ellas, jugaba con su piel, definitivamente no solo Leono estaba necesitado de aparearse.
Su guevo de Leono ya estaba entre sus manos, masajeaba con fuerza, la espada seguía aferrada a su mano, y su mirada fija en la imagen que tenia de Chitara. Los movimientos de su mano se aceleraron y fue cuando por primera vez se vino, y lo hizo en su mano...
Cuando el placer había casi pasado, la mirada de Chitara se vio cruzarse con la de él, a pesar de estar lejos, los poderes telepáticos de Chitara le hicieron percibir que era observada, y pudo dar con quien fue que lo hacia.
Ambos al darse cuenta de eso, Leono desde su habitación, y Chitara desde el estanque. Se pusieron colorados con la cara que les ardia.
Chitara salio del agua, se vistio y con esa velocidad... llego al cubil lo antes que pudo, y se encerro en su habitacion.
Leono, no dejaba de pensar en la imagen de su compañera, y las sensaciones que habia tenido al verla asi, era la primera vez que la veia como una hembra, con la cual podia aparearse. La noche paso, larga para ambos. Cada uno en su habitacion.
La mañana llego, Chitara y Leono no se vieron las caras en todo el dia, ninguno de los dos quiso verse, quizas por vergüenza por enfrentar las sensaciones que ambos sintieron al verse asi... de otra forma que no sea en un ambiente de camaraderia...
Ya por la noche, Leono hizo la rutina de todos los dias. Ver si todo estaba en orden.
Cuando quiso enforcarse en Chitara no lo pudo hacer, los poderes telequinesicos de la felina, habian bloqueado la vista de la espada, cuando Leono seguia insistiendo en verla, escucha el sonido de la puerta de su habitacion. Y por fin pudo enfocar a la felina. Parada en la puerta de su habitacion, tocando la puerta...
Que es lo que estabas haciendo, Leono?? Le interrogo Chitara.
Haciendo la ronda... - dijo Leono, con la cara sintiendo arder.
Estabas fisgoneando?? Sabias que la espada solo se usa para vigilar... que es lo que pensarian los demas al saberlo??
No, no, Chitara, lo que vi ayer fue solo de casualidad, no volvera a pasar...
Eso espero, tu sabras que yo se me cuidar, no necesito que tu... un muchacho me cuide
Por que lo dices??... es la primera vez que me hablas de esa manera
Y no sera la ultima, ah... dejame decirte algo, si querias verme solo tenias que pedirme, te aseguro que lo hubiera hecho...
Yo... yoo... yo... no se que es lo que pasa conmigo, me siento extraño, solo eso
Fue alli que Chitara se acerca a él, y lo planta un beso. Leono no dejo de besarla, otra vez sintio que su paquete crecia... sus manos soltaron la espada y cayo al piso, junto a ellos. Chitara no dejaba de besarlo, con sus manos jugaba con la melena. El hacia lo mismo, todo era tan nuevo para él.
Chitara no dejaba de guiarlo, en los besos, en los roces... con sus manos fue bajando hasta el pequeño short que detenia ese paquete abultado... el temblaba, no dejaba de sentir que desde sus entrañas algo le ardia y le llenaba de placer, sus pequeños espasmos se apoderaban de él. Sus manos temblorosas comenzaron a rozar los pechos turgentes de la felina, que no dejaba que esos roces se alejen de su objetivo, de la boca de Leono, y del paquete, que parecía estallar.
Por fin el short de Leono cayo, y una verga erecta y dura salto, dando un golpe contra su bien tonificado abdomen... La boca de Chitara abandono la boca del muchacho, y fue descendiendo hasta la entrepierna... la boca humeda de ella, hicieron que un pequeño gemido saliera de él. Leono se aferro al cabello de la experimentada Felina, y por inercia hizo que sus manos guiaran el movimiento de su boca, atra vez del largo tallo de su verga. Pequeños mordiscos en la cabeza de su verga, hacían que se contrajera su cuerpo.
Chitara se separo de esa verga, y se desnudo frente al muchacho, su piel se veia mas hermosa de cerca, con todas esas pecas rubias... estampando ese cuerpo perfilado y hermoso.
En el filo de la cama, se sento y abrio sus piernas de par en par... con su mano, guio la mirada de Leono. Justo alli, donde ella queria que el se ocupe. Él como un gatito obediente lo hizo, comenzo a caminar en cuatro patas, su cara se poso en esa entrepierna adornada de una mata de pendejos dorados como el sol... su lengua no dejaba de jugar con esa conchita caliente y humeda
Ahora era ella quien hundia sus garras en la melena del "leoncito" y guiaba sus torpes besos, cuando aprisiono con sus piernas la cabeza de Leono, haciendo que el se ahogue y se llene de la fragancia de su chucha. Ahora ambos estaban gimiendo, el por ese olor embriagante y ella por esa lengua ancha y larga que el tenia.
Ahora una mano de ella, guio su cabeza a levantarse... se puso de pie, y ella no se movio de alli, por fin la verga del leoncito estaba a la altura de la boca nuevamente, ella la beso nuevamente y cuando la humedecio lo suficiente, la guio hacia su entrepierna, justo donde segundos antes habia estado su boca.... pára Leono todo era nuevo,
El se arrodillo y esa verga tiesa, palpitante se fue hundiendo esa Chitara... ella gimio. Y sus garras se hundieron en la espalda de Leono, lo que causo que el gimiera mas fuerte que las otras veces. La chucha caliente de la felina, hacia que la mente del felino se acelere y haga se pierda a traves de esa cogida... el mundo estaba alli, en ese momento, en ver como es que Chitara hundia sus garras en su espalda...y sus piernas aprisionen su cadera con fuerza. Las caderas de la felina se movian circularmente, Leono con sus brazos fuertes la tomo con fuerza y no separo sus entrepiernas al levantarse... la tomo en el aire y con fuerza la tumbo a la cama, todo su cuerpo fornido estaba sobre ella, y las piernas de Chitara se hacinaban a la cintura de Leono, haciendo que su cadera se hunda mas a ella. Ahora Leono se movia ritmicamente de arriba a abajo, haciendo que ambos cuerpos se hunda en la cama.
Ambos cuerpos llenos de sudor, se hicieron uno, los jadeos tambien... todo en ellos se habia sincronizado de tal manera, que ambos estaban que lo gozaban. Era el deseo de tenerse sumado al deseo de aparearse . Luego de largos minutos Leono acelero sus envestidas con mas fuerza, y Chitara hundio sus garras con mas fuerza en la espalda de él. Un largo gemido semejante a un rugido se oyo.
Ambos dejaron de jadear, Chitara poco a poco hacia que la presion de sus garras se hiciera menos en la espalda de Leono. El sentia que su verga volvia a su tamaño normal. Un largo beso le estampo Leono a la felina, que tenia una cara de placer y satisfaccion.
Leono salio de encima de Chitara y se abandono a un lado de la cama. Se adormilo.
Cuando el se volteo a volverla a besar, ya no la encontro, se fue como llego, para Leono sus ideas no estaban claras, podia ser solo un sueño, o es que realmente paso. Solo el mañana puede decirle si fue cierto o no. Pero esa noche fue la primera noche en esa primavera que durmio como un pequeño gatito.