Los terribles y sádicos piratas de Berbería (12)

Los eunucos negros reunidos hacen planes para que el Emir esté bien servido de sexo

Los terribles y sádicos piratas de Berbería (12)

Los eunucos negros reunidos hacen planes para que el Emir esté bien servido de sexo

Personajes:

- Ellen Baker , viuda y novia del Coronel Alan Risz.

- Julia , hija de Ellen Baker.

- Nicole Talbot , criada de Ellen Baker.

- Murak , el eunuco jefe del harén del Emir.

- Tanga , jefe eunuco supervisor de equipo azul.

- Batra , joven eunuco asistente de Tanga.

- Naka , eunuco vigilante en dormitorio.

- Tuka , eunuco viejo encargado de las esclavas que deben limpiar el cuerpo del Emir.

En el harem estaba teniendo lugar la siesta en el dormitorio del equipo azul… Previamente las esclavas habían colocado sus colchonetas y almohadas bajo la vigilancia del supervisor del equipo, el eunuco Tanga, y de su joven eunuco asistente, Batra.

Tumbada en una de las colchoneta estaba Ellen, que con los brazos encadenados colocados por encima de su cabeza recordaba que cuando estaba en Londres había sido una mujer muy sensual, que había disfrutado mucho del sexo con sus amantes, como por ejemplo con Rory... Y ahora se encontraba consternada por la pérdida de su clítoris y su incapacidad para poder masturbarse en la intimidad.

Durante cuatro noches seguidas, el Emir sólo había utilizado a sus dos esclavas ingleses Ellen y a su hija Julia, para follar con ellas.

En la primera noche, Julia perdió su virginidad follada por el Emir con la ayuda de su madre… Otra noche, le tocó el turno a Ellen, que con la pequeña y delicada lengua de su hija Julia lamiéndole su coño desde abajo, y horrorizada, había sido testigo de la violación de su madre.

Ambos roles se habían repetido en noches sucesivas… Pero para que ambas estuviesen más dispuestas a participar y entregarse, antes de llevarlas al Emir, el hábil eunuco Tanga las preparaba para ello.

Al estar capadas, la pérdida de su clítoris las había hecho menos sensibles a excitarse siendo necesario tocarles dentro de su coño o follárselas por negros gigantes con sus grandes pollas, cómo bien lo había explicado Abdu Kunk, el mayor tratante de esclavas de Tunez.

Como ellas tenían totalmente prohibido tocarse y mucho menos, masturbarse, debían aprender a excitarse siendo utilizadas por otras persona... Estas eran su Amo o sus jefes eunucos negros.

Con Julia mirando horrorizada, Tanga hacía que su madre Ellen, se arrodillase en el largo taburete, mirando al frente con sus manos esposadas juntas, detrás de su cuello.

Luego le había dicho a su joven asistente negro eunuco, Batra, que jugase con sus pezones mientras él la tocaría entre sus labios vaginales... Al principio, como todas las mujeres capadas, ella estaba seca… Pero como Batra le frotaba y apretaba sus pezones, gradualmente la sintió húmeda y sonrió… Eso era una buena señal.

Tanga insertó su dedo medio y comenzó a acariciarla dentro del coño… Ella comenzó a gemir y pronto su dedo estaba empapado… Entonces él sacó un consolador de marfil de tamaño natural y se lo clavó lentamente en su coño... Ellen comenzó a emitir más gemidos de placer mientras él lentamente deslizaba el consolador dentro y fuera de su coño... Pronto también el consolador estaba cubierto con los signos de su excitación.

Satisfecho con su reacción, retiró el consolador y le ordenó levantarse para intercambiar de lugar con su hija, lo cual la hizo sentir completamente frustrada y avergonzada.

Tanga repitió el mismo proceso con su Julia, la hija de Ellen… Todo igual hasta que su pequeño coño respondió con el mismo efecto.

Este procedimiento lo repitió muchas veces para tenerlas muy calientes antes de llevarlas a la alcoba del Emir, donde serían folladas.

El Emir estaba encantado con el efecto de este tratamiento, pero luego decidió usar y humillar a las esclavas ingleses de una manera más tradicional… Ellas se dieron cuenta, horrorizadas, que el objeto de los deseos de su Amo era ahora sus orificios anales.

Esposadas y con collar, y arrodillada a cuatro patas, una al lado de la otra en la cama del Emir, fueron colocadas para ofrecer su ahora lavado y bien engrasado orificio anal a la gran polla de su cruel Amo, el Emir.

Un eunuco negro estaba parado junto al lado de la cama sosteniendo un largo bastón de bambú, listo para corregir el más mínimo signo de vacilación… ¡¡Qué avergonzadas se sintieron de tener que hacer esto!!

Las otras esclavas del ‘Equipo Azul’ estaban celosas… Sin embargo, estaban orgullosas de que su Amo estaba teniendo mucho placer con otras esclavas del Equipo azul... Su equipo estaba muy por delante en el tablero del harén que mostraba las marcas de cada equipo en la competencia mensual para los favores del Amo.

Cada mes habría un premio especial para el capataz del equipo ganador… Al menos Tanga ahora no estaría enfadado por no haber ganado más puntos y ganaba más dinero para él y su asistente.

En el dormitorio, cada esclava estaba cubierta por una bonita colcha de seda con la cresta del emir estampada en ella como un recordatorio constante para que ellas supieran siempre quien era su dueño.

Al costado de cada colchoneta, las esclavas ponían sus pantalones, bolero a juego y gorra pequeña con borlas, doblado cuidadosamente... A Tanga le gusta mantener la limpieza y el orden en las chicas de su equipo.

Cada chica estaba desnuda bajo la colcha de seda, pero siempre manteniendo sus manos esposadas visibles arriba para que puedan ser vistos por el eunuco que las vigila desde un pequeño púlpito elevado en un lado de la habitación.

El castigo para una chica atrapada tratando de poner la mano debajo de su ropa de cama, o las de otra chica, era de inmediato seis golpes en el culo con la caña.

Para ayudar al eunuco a vigilar a las chicas, se mantenía una luz encendida durante toda la noche desde el frente del púlpito.

Ellen y Julia yacían sobre esteras en lados opuestos del dormitorio… Tanga las había puesto deliberadamente separadas, desde la primera vez que fueron traídas al harén desde el dormitorio de su Amo, tambaleándose, llorando y con los ojos desorbitados.

Ellas habían anhelado consolarse, pero el astuto Tanga, aconsejado por Murak, había impedido esto y de hecho todavía estaba asegurándose de que se mantuvieran separadas para no permitirles hablar la una con la otra.

En cambio, cada una estaría pasando por su mente, como Tanga sabían que lo harían, las escenas de vergüenza en las que ellas habían participado… Y también, el recuerdo de la sensación que experimentaron cuando su Amo las penetró.

La pérdida de sus clítoris las había dejado sintiéndose aparentemente asexuadas, pero la virilidad que su Amo cambió todo eso... Ahora las dos eran muy conscientes del placer que sentían cuando se excitaban internamente por la virilidad de su Amo, pero sólo cuando eran penetradas.

Como resultado, ambas estaban horrorizadas de tener esos pensamientos de la virilidad de su Amo que ahora dominaba sus mentes de día y sus sueños de noche.

Vigiladas por los eunucos negros que les impedía poder masturbarse y poder tener cualquier cosa que pudiera ser utilizada como un sustituto de un consolador, como un plátano o un pepino, que siempre fueron cortados en trozos pequeños antes de ser permitidos su entrada en el harén, Ellen y Julia fueron cada vez más conscientes de que la virilidad de su Amo era de hecho ahora su única fuente de placer, incluso, vergonzosamente, en sus anos.

Esta fue, por supuesto, la razón por la cual la Casa de Hassan siempre circuncidaba a una mujer blanca antes de venderlas… También fue la razón por la cual las chicas de la Casa de Hassan, llevaban discretamente marcado en el muslo su distintivo con un pequeño tatuaje de un diamante… Estas mujeres así marcadas se vendían muy bien y tenía gran reputación entre los propietarios de harén más exigentes.

Ahora, al igual que las otras mujeres, tanto Ellen como Julia no pudo evitar mirar nerviosamente a Naka, el mayor eunuco que estaba sentado en el púlpito, con su látigo en la mano… Sus astutos y viejos ojos miraban constantemente abajo para asegurarse de que no pasase nada desapercibido. Normalmente estaba de guardia durante la noche, pero ahora había sido llamado para proporcionar cobertura para un reunión especial de los eunucos del equipo.

Detrás de él había un pasadizo abierto que conducía a los cómodos cuartos de los supervisores del equipo.

Esto era un sistema inteligente que permitía a los eunucos llegar rápida y silenciosamente al púlpito y así sorprende a cualquier chica que podría aprovechar la ausencia temporal del eunuco para portarse mal mientras se refrescaba en el cuarto de descanso de los eunucos supervisores.

A través del pasadizo abierto se podía escuchar alto las voces agudas de los eunucos... Tanga estaba teniendo esta reunión para discutir sobre las nuevas esclavas europeas en el Equipo azul.

En la reunión estaba Batra, el joven eunuco había sido puesto a cargo directo de la madre e hija, Ellen y Julia. También estaba presente Tuka, el anciano eunuco a cargo de las esclavas de la limpieza del cuerpo del Emir, entre las que estaba Nicole.

El eunuco Naka estaba de servicio en el púlpito, pero podía escuchar lo que se decía allí dentro.

El jefe eunuco supervisor de equipo azul, Tanga, estaba sentado escuchando todo lo que se decía que debía hacerse con estas esclavas blancas en una fecha posterior... Él tenía unas pastillas africanas para evitar la fertilidad de las esclavas que follaba el Emir y que nunca fallaban siempre que se lo dejara a él decidir el día en que la esclava iba a ser montada.

De hecho, los eunucos de los otros equipos siempre sintieron un gran interés por aprender sus secretos, porque también era un experto en poner de manifiesto los instintos maternos latentes de las chicas que estaban a cargo y de asegurar que una vez la angustiada joven había sido preñada, no le daba oportunidad para de deshacerse de lo que ahora lleva en su vientre.

Pero eso no era todo, porque Tanga también tenía otro secreto… Eran unas pastillas para aumentar el tamaño los pechos de la madre antes de que se produjera el parto… Y cuando esto se producía, de inmediato se le retiraba su descendencia sin siquiera verla… Ella estaría lista para producir gran cantidad de leche para el sustento de su Amo, que era lo más importante y por eso se las preñaba.

Otras pastillas aseguraban que la joven madre permaneciese produciendo leche por un largo periodo de tiempo… De hecho, era raro que él no ganara el Premio especial mensual de Emir para la joven que da la mayor cantidad de leche.

A Tanga le gustaba estirar los pezones de sus chicas productoras de leche… Era un reconocido experto en controlar los jóvenes cuerpos de estas mujeres, por varias razones… Por una parte, para que sea más fácil ordeñarlas y para que el Amo tome su diario sustento mamando de ellos… Por otra parte como un signo altamente visible de su condición de criadas de leche del Amo… Y por otra parte porque sentía que las chicas con pezones anormalmente largos daban más leche.

Precisamente por este motivo, todos los días Tanga tiraba y estiraba hábilmente los pezones de las chicas… Y luego se los ataba con hilo de seda para mantenerlos en su antinaturalmente forma larga y parecida a un animal.

Al igual que sus píldoras para garantizar una buena primera concepción y un buen flujo de leche, alargar los pezones de una joven madre era una técnica de lo cual estaba particularmente orgulloso.

Tanga jugó un papel clave en mantener el equipo azul por delante de los otros equipos… De hecho, el Emir nunca parecía estar cansado de sus inspecciones diarias de las chicas jóvenes del equipo azul de Tanga con sus preciosas barrigas curvas o pechos hinchados y fascinantemente pezones estirados.

Tanga podría no tener el tiempo necesario para supervisar al completo equipo azul, pero era considerado como muy experto en este campo y su joven ayudante, le ayudaba a completar el trabajo.

Él sabía que la llegada de estas mujeres europeas era una gran oportunidad y no iba a dejarla pasar… Era obvio que estaba deleitando a su Amo, el Emir, disfrutando de sus mujeres.

Echó un vistazo hacia la esquina de la habitación donde Murak, su jefe eunuco negro del Emir, estaba sentado, asintiendo… Tanga era para Murak, el mejor supervisor de equipo, pero quería escuchar todo lo que se hablase en la reunión para asegurarse de que Tanga lo tenía todo bajo control.

  • “El Amo nos ha recompensado a todos… Fue una confianza grande la que depositó en mí para darme libertad y poder comprarle estas mujeres” dijo Murak.

  • “Y nosotros te estamos muy estamos muy agradecidos a ti por habérnoslas asignándolos a nuestro Equipo Azul… Ahora somos nosotros los que debemos hacer planes para explotar su presencia en nuestro equipo y sacar de ellas lo mejor”, respondió Tanga.

Todos sus presentes asintieron, porque la codicia era una característica común de los eunucos.

  • “No necesito recordar a los miembros de mi equipo que cada noche y cada siesta que nuestro ilustre Amo pasa en los brazos de una puta de otro equipo, como lo está haciendo en este mismo momento, nos lastima los bolsillos”, dijo de nuevo Tanga.

Hubo expresiones de enojo al recordar que para la siesta de hoy la elección del Emir había recaído sobre las mujeres del Equipo Naranja… Era una ira que sería calmada golpeando en el culo a las chicas del azul Equipo por no haber puesto todo su interés.

  • “Obviamente no podemos esperar que nuestro Amo elija siempre para su placer a las mujeres del Equipo Azul, pero ya sea a través del miedo a nuestros látigos, o a través de nuestro mejor entrenamiento, debemos asegurarnos de que cada vez que nuestro Amo elija a las mujeres del Equipo Azul, él quede mejor satisfecho que eligiendo a las mujeres de otros equipos… y esto incluye a las nuevas esclavas blancas… De hecho, debemos usarlas para volver a ganar el premio del próximo mes y si no es así, van a sentir mi bastón!”, dijo enfadado el supervisor Tanga.

Murak sonrió... Su técnica de crear celos entre los superintendentes de los equipos eunucos competidores, le estaba dando buenos resultados.

El miedo a los inevitables golpes que supervisores, dispuestos a ganar el premio, daban a las mujeres de sus equipos, para estimularlas a entregarse totalmente, jugó un papel clave para garantizar que constantemente todas las mujeres hacían todo lo posible para tratar de llamar la atención del Amo y se esforzasen por complacerlo, sin importar cuan degradante cosa tenían que hacer.

  • “Creo que podemos estar de acuerdo en que la madre y la hija en las dos primeras llamadas a la cama de nuestro Amo se comportaron muy bien, gracias a la discreta supervisión del joven Batra… Y también sus siguientes entregas."

Este último comentario fue recibido con una cruel risa por parte de todos los eunucos allí reunidos.

  • "Hermanos, esta primera sodomización de la madre y la hija, dada por nuestro ilustre Amo fue realmente un gran éxito… Y nos ha enriquecido a todos porque nos lo ha agradecido muy bien", dijo Tanga.

  • "Reconozco, hermano que tú has sido muy inteligente al organizar estos dos encuentros muy eróticos para el Amo… Tener dos hermosas mujeres rubias europeas encadenadas y sometidas, por las palizas recibidas, para lograr darle placer a la hastiada virilidad del Amo, es motivo para felicitarte por tu su astucia al prepararlo todo… Pero no subestimes el papel que jugó, sin darse cuenta, la inocente sirvienta blanca que, noche tras noche, prepara la virilidad de nuestro Amo para tener su polla tiesa", le conmino el anciano Tuka,

Los otros eunucos asintieron.

  • "Pensar en nuestro querido Amo, siendo atendido íntimamente por una

joven blanca asustada y muy bonita… Eso tiene un considerable efecto en la virilidad de nuestro Amo, como vieron mis ojos”, agregó el viejo eunuco negro Tuka.

  • "Por supuesto, Tuka, tienes toda la razón… Ella es una joven encantadora, con muy buenas pechos y tú le has enseñado a dar gran placer con su lengua, ahora anillada", reconoció Tanga.

  • "Y, con la ayuda continua de mi látigo, nuestra pequeña pelirroja ahora ha vencido la repugnancia natural a sus deberes más íntimos como esclava personal, de limpiar el cuerpo del Amo... Ella ha aprendido que aunque tenga el anillo a través de su lengua, para enmudecerla, puede darle gran placer con ella”, añadió Tuka con orgullo.

Hubo sonrisas al pensar en cómo el latigo de Tuka debe haber jugado un papel clave en enseñar a la joven europea.

  • “Además, hermanos, ella ahora utiliza una excitante técnica sobre nuestro Amo, al usar primero un pecho con su pezón, todo bien enjabonado y luego el otro pecho y su pezón, para complementar su lengua en una rutina cuidadosamente ensayada para limpiar al Amo desde atrás", explicó Tuka.

Hubo una ronda de risas... El viejo Tuka sabía muy bien cómo humillar a una maldita cristiana y hacer que ella le diera al Amo un mayor placer.

  • “Ella está resultando ser una excelente limpiadora corporal, proporcionando servicios de una intimidad que ella nunca soñó que tendría que proporcionar a un hombre, antes de que fuese capturada, esclavizada y traída aquí."

  • "¿Y ella mira la virilidad erguida del Amo?", preguntó Murak con una sonrisa retorcida y tal vez celosa, pensando en el buen trabajo que realizaba el viejo eunuco negro Tuka.

  • "¡Ella no puede quitarle los ojos de encima!", respondió Tuka.

  • "Entonces creo que es hora de involucrarla de otras maneras… Debemos planear nuevas formas de diversión a nuestro Amo, el Emir,

no sólo con esta madre e hija europeas sino también incorporando a la sirvienta”, dijo Tanga.

  • “Debemos recordar que estas perras cristianas que son diferentes de las concubinas bereberes de nuestro Amo… Las tres han perdido sus clítoris porque han sido capadas y ellas están comenzando a darse cuenta de que, en el futuro, la penetración por la virilidad de su Amo es ser su única forma de lograr cualquier alivio o placer… Nos aseguraremos de que nunca pongan sus pequeñas manos en sus coños como sustituto de la virilidad de nuestro Amo.

  • "¡De eso estar seguro que no lo harán cuando estoy de servicio!", dijo con una risita de Naka, el eunuco que vigilaba el sueño de las esclavas que ahora estaba de pie en la puerta que conducía al púlpito.

  • “Tu celo por controlar el sueño de las esclavas es para que nuestro Amo esté orgulloso de ti, pero como te decía debemos idear nuevas formas para que estas esclavas calienten mucho a nuestro Amo... Él ya no es un hombre joven y el placer que obtiene en su harén es nuestra responsabilidad... Hemos de buscar formas para excitarlo y así que siga poseyendo a una esclava cuando le apetezca... Debemos utilizar mucho a las esclavas británicas para conseguir esto”, se rió de forma maligna, Tanga.

  • "La excitación del Amo es aún mayor cuando ve a una mujer joven aparearse para su diversión y luego hacerla desfilar para que inspeccione el hinchazón de su vientre... Eso también le da al Amo sentido de propiedad y poder”, comentó, Tuka.

  • "Sí... Pero no debemos olvidar por qué mi Amo me envió a comprar a estas mujeres inglesas... Para que sean preñadas y se pongan a criar para que su leche pueda alimentar a nuestro Amo el próximo año en el viaje a La Meca y proporcionarle una fuente de ingresos muy altos en cuando quiera venderlas en los mercados de esclavos de El Cairo y otras ciudades de Arabia", interrumpió Murak.

Los otros eunucos sonrieron.

  • "Y como supervisor ​​de todas las esclavas del emir, tanto en su harén, como en la granja de cría, debo velar por lograr una cepa nueva y mejorada de descendientes, con sangre europea, entonces, por supuesto mucho mejor... Pronto será hora de preñarlas.”

“Tú, Batra, debes comenzar inmediatamente a mantener registros precisos de sus ciclos mensuales, para que mis pequeñas píldoras puedan proporcionar una fertilización exitosa que tendrá lugar en su primera monta por los sementales gigantes elegidos por el Amo."

Batra asintió con la cabeza... Estaba acostumbrado a mantener esos registros al hacer las inspecciones íntimas diarias a las esclavas.

  • “Será más divertido para nuestro Amo, el Emir, si las tres mujeres pueden ser preñadas exitosamente durante un espectáculo especial que organizaré para él… Hay que hacer que las tres estén listas para la concepción el mismo día… Pensar en las bonitas recompensas que todos compartiremos cuando las tres queden preñadas al mismo tiempo."

Todos asintieron con entusiasmo.

  • “Creo que deberíamos ahora comenzar a alargar los pezones de la joven hija para que ella tenga unos pezones realmente bonitos para darle bien la leche al Amo”, continuó hablando Murak.

"Mientras tanto debemos recordar que aunque el Amo disfrutó mucho, tomando un papel activo al follar a estas dos mujeres por delante y por detrás, él prefiere recostarse y dejar que sus concubinas hagan todo el trabajo”, dijo el viejo eunuco Tanga.

Los otros eunucos asintieron de acuerdo.

  • “No debemos olvidar que las dos características clave de un harén exitoso es la frustración y los celos... Yo he doblegado a la joven pelirroja, frustrándola, para que prepare la virilidad de su Amo para que la use en otras mujeres y no en ella... Ahora debemos crear celos entre la madre y la hija para ver quien de las dos sirve mejor a nuestro Amo... Todos sabemos que la competencia traerá castigo y el bastón puede jugar un papel efectivo aquí", aclaró el viejo eunuco negro Tanga.

Hubo otra ronda de risas, porque todos sabían lo que Tanga tenía en mente... Crear una lucha desesperada entre madre e hija para dar el mayor placer a su Amo y así evitar la paliza que le espera a la que, según el Amo, le dio menos placer… Tal competencia, impulsada por el miedo al bastón, a veces puede ser injusto, pero como todos sabían, podría ser muy efectivo para alejar a las mujeres del otro equipos lejos de la cama del Amo, y por lo tanto su propia recompensa financiera sería mayor.

  • "Me ocuparé de que estén tan bien entrenadas y tan celosas la una de la otra que las mujeres de los otros equipos apenas serán requeridas por el Amo”, dijo Batra, hablando por primera vez en la presencia de estos mayores y más experimentados eunucos.

Todos estuvieron de acuerdo que este plan era muy bueno porque podría ser largo y, mientras tanto, controlar los ciclos menstruales para que coincidan en el momento de ser apareadas.

Continuará….