Los sueños se vuelven realidad

Cuando el sueño de violar a tu antigua novia se vuelve realidad.

LOS SUEÑOS SE VUELVEN REALIDAD

Hay a veces que los sueños se vuelven realidad. Y algunos tenemos suerte ya que gracias al azar ponemos disfrutar de una de las fantasías sexuales mas deseada por un tío. Hacía que lo había dejado con María con dos años más o menos. Nuestro relación iba viento en popa pero dudas de ella nos llevó a dejarlo. Fue una época bastante mala para mi. Nos vimos alguna vez después de dejarlo y intentamos seguir de amigos pero eso era imposible. De esto ya hace bastante tiempo y creo que ya está superado.

El amor por ella se ha convertido en meros recuerdos sexuales ya que con ella descubrí todo lo referente a este tema. Desde nuestra ruptura yo sólo he tenido encuentros esporádicos con otras mujeres ( pagando y sin pagar) en los que mi técnicas y atrevimientos en materia sexual se han incrementado considerablemente. En mis sueños muchas veces pensaba lo bien que nos lo pasaríamos ahora María y yo con estas mejoras aprendidas. El azar es caprichoso y a veces el diablo juega de tu lado y hace que tengas una oportunidad única para satisfacer tus fantasías.

Una noche en mi casa estaba revisando mi mail y vi uno gracioso de un amigo de hace tiempo. Entre la lista de destinatarios vi la dirección de ella ( típica de Hotmail) y por mi mente pasó una idea malvada y perversa. " Seguro que su contraseña es una palabra que yo la puedo adivinar". Me metí en la website de Hotmail e hice un par de intentos fallidos. Pensé que lo que estaba haciendo es una tontería pero al hacer el tercer intento hice bingo y accedí a su correo personal.

Por mi espalda corrió un escalofrío: la verdad es que fue una sensación como si la prenetrara analmente ( cosa por cierto que no había hecho nunca con ella de novios, por respeto a ella, no por falta de ganas mías). Teniendo cuidado de dejar los mensajes que leía igual, fui chequeando sus mail en especial los que se cruza con su amiga Ana. En ellos descubrí que no estaba con nadie ahora y que todavía no me había olvidado. En un mail contaba a Ana un sueño que había tenido en el que yo la violaba brutalmente. En el mail ella ponía pelos y señales sobre su sueños y yo mientras lo leía sufrí una erección muy fuerte que hizo que tuviera que cambiar mi posición en la silla. Leer que ella tenía fantasías sexuales conmigo y que se arrepentía cada día de haberlo dejado hizo que mi excitación creciera por momentos.

Ella como bien decía a Ana en un mail no deseaba un larga relación conmigo ( yo ahora tampoco ya que hay muchas cosas que nos separan) sino simplemente un encuentro esporádico donde follemos sin ningún tipo de pudor ni vergüenza. Mi mente maquinó rapido y esa misma noche, con la excusa de devolverla unos CDs que tenía suyos por casa, la propuse quedar a tomar algo y saber el uno del otro. Al día siguiente ella ya me había contestado quedando para el viernes por la noche para tomar una copa en un pub cercano a su casa. Tengo que reconocer que esa noche busqué fotos suyas que tenía guardadas en un cajón y me pajeé pensando en ella y en la cosas que la iba a hacer el viernes. Tenía que ser valiente ya que no tenía nada que perder.

El viernes yo llegué antes al pub, suelo ser bastante puntual, y me entretuve viendo jugar a dos quinceañeros a los dardos. Ella llegó bastante pronto para su estilo y simplemente con verla la ropa que llegaba supuse enseguida que esa noche quería guerra. María no tenía en especial buen tipo pero sabía explotar su mejor atributo con habilidad: tenía dos tetas como dos soles.

Ese día llevaba una blusa de gasa marrón que dejaba entrever claramente su sujetador negro. Un pantalón de vestir marrón y unas botas de tacón complementaban su atuendo y tuve que controlar mis miradas para que ella no me pillara mirandola. Maquillada ligeramente más de lo normal y con las uñas pintadas de vino Burdeos se acercó sonriendo y nos dimos un par de besos en la mejilla. La conversación en el pub había sido la típica de estos casos: absurda sobre los estudios, trabajos y si sabíamos algo de algún amigo en común.

Durante la semana había pensado varias excusas para poder vernos otro día y ahí quizás atacar pero ella me dio muchas más facilidades de las que yo creía y con la excusa de ver una tele de plasma nueva que su padre se había comprado me invitó a subir a tomar la segunda copa a su casa ya que sus padres estaban de ruta turística por Andalucía con unos amigos.

Desde ese momento mientras que íbamos dando un paseo hacía su casa mi mente sólo pensaba en follarmela y mi locura se disparó cuando accidentalmente al entrar en el ascensor ella tropezó y tuvo que cogerse de mi brazo para no caerse. Sentir su el roce por un instante de su pecho derecho en mi mano hizo que saliera mi vena animal que todo hombre llevamos dentro y apenas ella había cerrado la puerta de su casa ya me había abalanzado sobre ella.

Nunca me imaginé que sería capaz de hacer algo tan salvaje como lo de aquella noche pero saber que ella lo deseaba tanto como yo hizo que no esperara más y que fuera un verdadero bestia en la forma en la que la penetré. Voy a describir lo mejor que pueda lo que sucedió esa noche: Como he dicho antes, apenas ella había cerrado su puerta yo la empujé contra una pared mientras sobaba sus pechos con las manos y con mi polla ( ya erecta debajo de mis vaqueros) presionaba su coño contra la pared.

Ella grito pero yo la tapé la boca y la dije que sabía que lo estaba deseando y que no se hiciera la estrecha porque conocía mejor de lo que ella creía sus fantasías sexuales y ésta era que su antiguo novio la violara. Ella a partir de ese momento siguió chillando pero mas bajo por lo que me di cuenta que lo hacía no para intentar pedir socorro sino para excitarme más aun. Su mail a Ana en la que le contaba sus deseos de gritar de miedo mientras la violaba la delataba y con un rápido vistazo comprobé que todas las ventanas estaban cerradas por lo que nadie podía oirla.

Ella ofrecía resistencia por lo que tenía que tratarla con dureza lo que una vez superado el miedo inicial hizo que desde la pared la tumbé en el suelo mientras que su blusa de gasa estaba medio rota y uno de sus pechos se encontraba fuera del sujetador. Al verlo mi boca se dirigió rapidamente al pezón y empezó a chuparlo fuertemente lo que hizo que ella gimiera mitad con dolor y mitad con placer. De un rápido movimiento hice saltar la cremallera lateral de su pantalón y tuve a mi alcance sus braguitas juveniles blancas con florecitas en las cuales meti mi mano para jugar con su clítoris durante unos segundos.

La cara de ella cambió al ver lo que la estaba sucediendo y chilló un "Para, por fav…" que me excito más. Sujetándola ambos brazos con mi mano izquierda con la otra me desabroché los botones del pantalón y saqué mi verga para que ella la viera. A pesar de sus movimentos por intentar soltarse yo acerqué mi polla a su coño y de un golpetazo se la metí por completo.

Su reacción fue espeluznante: su grito fue ensordecedor acompañando después de varios jadeos repetitivos a medida que yo iba metiendo y sacando mi polla y mis huevos rebotaban sobre su pared vaginal. Esta violencia en la penetretación y las rápidas repeticiones que estaba haciendo hizo que se relajara por completo y empezara a balbucear frases sin sentido acompañada de gemidos. En un movimiento, la levante del suelo y sin sacar mi polla la llevé sobre el borde de la mesa de la cocina de la que cayó al suelo unas revistas y el mando de la tele.

Ella se agarraba como podía a los bordes de la mesa mientras que yo empezaba a notar el cansancio. Creo que lo que más me calentababa era la situación en así: ella completamente entregada a mi con la ropa medio rota e intentando levantarse un poco en la mesa para alcanzar una posición mas placentera para ella.

Me pidió que acabara, que tomaba la píldora y que quería que me corriera dentro de ella. Dicho y hecho. En sólo unos segundos me corrí por completo dentro de ella. Su cara mostraba que notaba mi semen dentro y después de dos o tres metida bruscas saqué mi polla y me separé un metro de ella para disfrutar del panorama: sus piernas colgaban por la mesa y la mezcla entre su flujo vaginal y mi semen empezaba a manchar sus pantalones rotos. Ella sólo decía repetitivamente " Gracias, gracias,…"Mientras me subía los pantalones no pudé evitar que una sonrisa apareciera en mi cara...