Los soldaditos y yo

Fuí a visitar un museo de la armada y conocí a dos soldaditos. a uno se la chupe, ese se cogió al otro,...

LOS SOLDADITOS Y YO Les voy a contar algo que me sucedió hace poco. Hace muchos años que paso por un lugar que hay una escuela de estudios superiores de la armada. El año pasado, había un chico en la esquina, allí hay una garita (no sé como le llaman en tu país), es un lugar cuadrado, cerrado, solo con vidrios altos para vigilancia. Yo pasaba y ese soldadito estaba allí, sólo le veía la cabeza. Unos ojos muy brillantes y pícaros. Yo al pasar casi todos los días no le quitaba la vista de encima. El empezñ a darse cuenta y no sé si se ruborizaba o le daba verguenza porque me miraba, con una mirada indefinida. Un día pasé y la cabina estaba vacía. Se ve que no precisaban mas vigilancia. Un día lo vi asomado en la ventana y otra vez en la vereda. No era lindo, tendría unos 22 años, me pareció muy jovencito. Feo, una mezcla rara de pardo, negro, mulato, etc. Creo que sería de Artigas una ciudad fronteriza con el Brasil porque ese tipo de raza se da en esos lugares. No lo vi más. A veces veía la ventana abierta, pero a él no. Veía a otros soldados con el uniforme verde, pero seguía mi camino. No vi más movimiento en esa casa. Siempre la puerta cerrada. La arreglaron, unos albañíles trabajaron muchos meses, pero a mi soldadito no lo vi más. Esa casona es en una esquina. Ahora descubrí que al lado de la puerta que da a la calle que yo no paso, pusieron un cartel y supe por qué no había más movimiento. No es más escuela, ahora es un museo de armas y cosas relacionadas con la milicia. Por eso la puerta que yo veo siempre, está cerrada. La entrada es por el otro lado. Antes veía autos de altos mandos del ejército, aparcados frente a la puerta y a los soldaditos limpiándolos o siendo choferes de sus superiores. Bueno no los describo más. Les cuento que el otro día pasé y como siempre miré, estaba el soldadito en la ventana, lo miré y me miró. Seguí y fui a mis clases de Internet. Cuando volví a pasar, no estaba. Siempre que paso miro, porque la puerta es un zaguán grande, antiguo y con un enrejado por el cual se ve el patio y a veces veo a alguien por el patio, pero nada más. La semana pasada desde la esquina vi que había alguien en la puerta, cuando me acerqué vi que era él. Me asombré tanto cuando me preguntó la hora. Primera vez que me dirigía la palabra!! Miré el reloj y se la dije. Aproveché y le pregunté que era ese lugar, que antes veía alumnos y ahora lo veía vacío. Me dijo que ahora es un museo (cosa que yo ya sabía). Que la entrada era por la otra calle y cerraban a las 17:30. Pero si yo quería conocerlo, él me podía hace entrar por esa puerta, porque sus superiores no estaban y íl estaba en la oficina de guardia solo con un compañero. Realmente tenía curiosidad por entrar, después de tantos años que pasaba por allí. Le dije que en media hora tenía clase, pero que para una visita rápida no me perjudicaría. Pasé al patio, subí unos escalones, me llevó a la oficina de guardia, había una computadora, teléfonos, una TV, máquinas de oficina, papeles, ficheros, etc. No había nadie más. Me dijo que su compañero estaba revisando si se habían ido todos los visitantes. Salímos de allí nuevamente al patio, me llevó a otra habitación que también da a la calle, abrió la puerta y entró, yo lo seguí. Era un baño, sin ningun tipo de pudor, se bajó la cremallera y se puso a orinar!!! Sí, amigo hizo eso.!! Me dijo que no aguantaba más que había tomado mucho mate con su compañero. Yo lo miré, tenía una verga corta y oscura pero muy gruesa. La tenía agarrada con sus dedos, mientras orinaba. Terminó de orinar, la descabezó y la sacudió. Que glande impresionante y morado tenía!! Con solo recordarlo se me hace agua la boca. Se le empezó a parar y se dirigió al lavabo, agarró jabón, se enjabonó las manos y la pija y la lavó. No la secó, la tenía dura del todo. Se asomaba por su pantalón. Me miró y me dijo: -Si te gusta podés chuparla? Me dejó tan descolocado que no supe que responder. Me acerqué, la agarré con mi mano y noté que estaba muy dura. Me dijo: -Hace días que estoy caliente, no puedo salir porque estoy castigado y la pena es que no puedo salir. Me agaché, la tenía chorreando agua, le besé el agujero, le lamí el frenillo, corrí el prepucio hacia atrás y me tragué la cabezota violácea. El me puso las manos en los hombros y empujó con fuerza su pija hasta mi garganta. Yo le pasé las manos y le apreté las nalgas. La sacó y se desabrochó el pantalón. Este cayó hasta los pies, le bajé el calzoncillo, su pija quedó apuntando hacia arriba, pude ver que si era corta pero muy gruesa. Las bolas también oscuras colgaban muy redondas. Me dijo: -laméme las bolas. Asi lo hice, y pasé mi lengua por las bolas hasta que llegué hasta la raíz de ese tronco, empecé a subir por la parte de abajo de la pija hasta llegar al frenillo y allí seguí y nuevamente tragué la cabeza. Mi pija estaba también dura, pero yo estaba vestido. La saqué y le dije que esperara que me me molestaba mucho mi pija que estaba prisionera, que la iba a sacar. -Vamos a mi dormitorio, así estaremos mejor. Se subió la ropa, salímos al patio vimos a su compañero que había terminado su ronda e iba a la oficina de guardia. Se sorprendió al ver un extraño allí adentro. Este le dijo que yo era un visitante, que me estaba mostrando las instalaciones, que fuera a la oficina de guardia que cuando terminara, iba para allá. El otro entró a la oficina y nosotros seguímos hacia el fondo. Yo en broma le dije tocándole el bulto:- "Estas son las instalaciones que me vas a mostrar?" Hizo una mueca de sonrisa o de complicidad y abrió una puerta, entró y lo seguí. -Hoy podemos aprovechar porque los superiores no vienen, están de fiesta. No sé que fecha conmemoraban, solo quedó la guardia del museo. Se quitó la ropa y quedó en bolas en un santiamén. Se acostó en la cama boca arriba. Yo hice lo mismo, pensando a mi clase no llego, pero que importa esto no me lo puedo perder. Me acosté arriba de él, quise besarlo y no me dejó. Dijo que eso era de putos, que él era macho y cosas así. Apreté mi verga contra la de él y empecé a frotarla mientras él me pasaba las manos por las nalgas y las apretaba clavándome los dedos hasta que llegó a mi culo y lo pellizcó. Me salí de arriba de él y me puse en posición de 69, y me tragué nuevamente su verga, que seguía dura y ahora estaba bastante caliente por las refregadas que le hice con la mía. Le acerqué mi verga a su cara pero no contestó mi indirecta. Mi culo lo tenía frente a sus ojos, lo tocó con sus dedos, los ensalivó y me los empezó a meter, mientras yo subía y bajaba de su verga. Sentí como latía, me va a llenar la boca de leche. Ahí paré y la saqué. -Que te pasa, ibas tan bien, seguí chupándola!. -Me gustaría hacer un 69 completo. No quiso y me salió con esas historias. -Mejor ponete abajo y levantá las piernas así te la meto de una buena vez, con lo caliente que ando y con lo que me calentaste tengo ganas de meterla en un culo caliente. Me negué. -No saben lo que hizo?. -Vos me calentaste y yo no me voy a quedar con la calentura, quiero acabar y gozar un poco. Nuevamente le dije que no. Que si quería se la seguía chupando y cuando estuviera por acabar lo pajearía naada más. Levantó el teléfono y discó un interno. Dijo: -Cholo vení que estoy con un puto que me calentó y no se la deja meter. Yo me asusté, pensé que me iban a violar entre los dos. Al minuto abrieron la puerta y era el otro guardia. Nos vio a los dos desnudos sobre la cama, con las pijas muy paradas. -Que te parece si este chupapijas te la chupa mientras yo te culeo? El otro no dijo nada, se desabrochó el pantalón y vi que tenñía una pija bastante larga, no muy gruesa. Colgaba como la trompa de un elefante, no la tenía parada. Pelo sobre pelo, las bolas no se veían de tanto que se las tapaban esos pendejos negros. Se acercó a la cama, se acostó arriba mío y me la ofreció. La agarré con las manos y la apreté un poco hasta que se empezó a parar, con mi boca hice lo demás y adquirió un tamaño sorprendente. Como dije, estaba sobre mí. El otro le separó las nalgas, escupió allí y le empezó a meter dedos. Mientras nosotrso hacíamos un 69. El Cholo me la chupaba de maravillas. Me lamía los huevos y me apretaba las nalgas. Cuando el otro se la clavó, el Cholo se tragó mi verga hasta el fondo entre gemidos de dolor y placer. Yo no podía tragármela toda, era muy larga. El otro empezó a decir: Ey putos como les gusta la mamada y que yo les de por el culo y cosas así. De repente se la sacó y me dijo chupala un poco más, date el gusto, así se la meto de vuelta al Cholo y le lleno el culo con mi leche recién hecha. Le di unas lamidas como pude, era una pose muy incómoda, mientras el Cholo seguía entretenido chupando y jugando con mis bolas. -Ya está bien, no chupés más. Voy a reventarle el culo al Cholo nuevamente. Lo empujó tanto al Cholo al penetrarlo que este se aflojó y cayó sobre mi tragándose toda mi verga y lo peor que me hizo tragar la de él. La sentí en la garganta, sentí un ahogo, arcadas y como pude lo levanté y la saqué de mi boca y empecé a toser, me faltaba el aire El otro que no supe el nombre le dio bomba cada vez más fuerte cuando iba a acabar se agarró del Cholo y gimió tan fuerte que creo que si alguien hubiese estado en el patio hubiese oído. Nosotros seguíamos de pija dura. Vamos apúrense quiero ver como se las chupan y quiero verles la leche salir. Seguimos un poco más. El Cholo la retiró de mi boca y se terminó una paja arriba de mi pija, le salió bastante cantidad, me la enchastró toda y me la chupó de nuevo lamiendo su leche, cuando empezó a salir la mía me la agarró con la mano y toda mi leche cayó allí. Me la acercó a la cara y me la hizo lamer. Así, así me gusta, tragate tu leche, el Cholo sabe que me gusta ver como otros se tragan la leche. Todavía la tenía medio parada, y me dijo: chupáamela de nuevo mientra el Cholo te chupa el culo. Así lo hicimos, cuando estuvo por acabar de nuevo se la metió al Cholo y pude ver como lo embestía, gritó un poco, gimió, la sacó, la refregó entre las nalgas del Cholo y los chorros de leche dispararon de esa verga gorda y corta cayendo en la espalda del Cholo. Me calentó tanto ver ese espectáculo de esa pija aprisionada entre las nalgas y ver como se asomba al terminar el recorrido que me hice una paja y mi leche cayó también en la espalda del Cholo. Amigos, les cuento que el Cholo se tuvo que ir a bañar, de su culo salín hilos de leche de la primera corrida y su espalda quedó toda embadurnada por mi leche y la de su camarada. Llegué tarde a mi clase, cansado y no pude concentrarme pensando en lo que había pasado. No sé cuando pase otro día si los veo que van a hacer, si me invitarán de nuevo o se haráan los que no me conocen. Porque los superiores van a andar por allí..... Omar Si quieren escribirme y comentar algo, mi dirección es: omarkiwi@yahoo.com