Los servicios de Estación de Santa Justa
Me vi en esos momentos con una polla en cada mano, masturbando ambas al tiempo que estos, me tenían rodeado por el cuello por sus brazos, tirando cada uno de mí para comerles la boca.
Los servicios de Estación de Santa Justa
Ante de nada, gracias… gracias a todos aquellos lectores, aquellos que me han hecho saber que os ha gustado. Y desde este medio, os quiero hacer llegar mis experiencias, me gusta contárosla, pero intentare no enrollarme demasiado con los detalles, os lo contare tal como me ocurrió a mí, no siendo muy difícil de imaginar, deseando que vosotros mismos pudierais recrearlo en vuestras mentes.
Bicheando en diferentes portales de contactos de sexo, encontré uno que llamo mi atención por la gran variedad de anuncios. Comencé a mirarlos, fijándome como muchos pedían aquello que yo deseaba, como ejemplo… http://www.pasion.com/contactos-gays/maduro-busca-buen-pasivo.htm .
Conteste a aquellos que más se asemejaba, poniendo mis datos de contacto… nombre, email, referencia del anuncio y lo que ofrezco… “Pasivo 1.83x80x43, busca maduro activo. Me gusta acariciar, magrear, comer pollas y huevos, deseoso que me pete el culo, dejándome hacer lo que os guste de mí. Educado, limpio y discreto. Sin sitio pero me desplazo”.
A algunos de estos anuncios que conteste, recibí contestación por parte de estos. Preguntándome entre otras curiosidades, mi disponibilidad, claro está todo vía email. Esto supuso una criba, cuyo final, me quede con dos. Acabando por quedar con uno de ellos, para esa misma mañana, citándome este a las 12:00 horas en la calle Muñoz Seca 9, dándome instrucciones más precisas una vez haya llegado allí, tras llegar y hacérselo saber, este me dio datos preciso de su piso, número de bloque, planta y puerta.
Joder, estaba súper nervioso, claro está como es costumbre en mí, acabe dando con el piso. Pulse y sin decir palabra alguna, abrieron el portal, cogí el ascensor hasta la planta, mientras buscaba la puerta… las dudas me comía, pero algo dentro de mí me hacía continuar.
Pulse el timbre, abriéndome la puerta y nada más entrar, este me hizo pasar al salón, ofreciéndome algo de beber, comenzando a preguntarme. Dándome conversación, conversación de índole personal, datos que la verdad no deseaba, pues para lo que vamos, estos carecen de importancia. Me hizo saber que estaba separado, haciéndome saber que se encontraba de baja, mientras hablaba comenzó a desabotonar los botones de mí camisa.
A pesar de su iniciativa, note que estaba muy nervioso, llegando a pensar que quizás yo fuera su primer cita, o sea que yo fuera su primera vez. Mirándole a los ojos, le dije...
"Creo que ambos estamos nerviosos, no te preocupes a mí me pasa igual, aunque no he tenido muchas, pero todas han sido como si hubieran sido la primera, nunca te acabas por acostumbrar".
"Mira, no quiero que te lleves una mala imagen de mí, yo no busco amistad sino sexo, no me entiendas mal… no te digo que quizás cuando salga por la puerta, no haya salido solo como amante sino como amigo”.
Tras responderme con un “Vale”. Se me acerca y al tiempo que me rodea con sus brazos, me estampa un beso, labios que no rechazo. Mis manos se posan en su espalda, deslizándolas hasta su cintura, mientras que él desliza sus labios hacia mi cuello... mmm, dándome muerdos que rápidamente le hago saber…
- “Nada de marcas en cuello o rostro. Te dejo que me marques de hombros hasta pies”.
Sonríe al tiempo que sus manos se posan en mis nalgas, comenzando a magreármelas, mientras yo comienzo ya a magrear su miembro sobre su pantalón… mmm.
No deja de magrear mis nalgas al tiempo que me come las orejas, introduciendo su lengua dentro… mmm, besa mí cuello deslizando sus labios hasta mis hombros, dándome muerdos que me hacen estremecer. Mientras yo, he dejado de magreársela, ya que comencé a soltar la hebilla del cinturón, desabotone el botón de su pantalón, baje la cremallera e introduje mi mano dentro de su calzoncillo. Acabando por agarra con una de mis manos su tronco, que aunque flácido… promete, al tiempo que con la otra comienzo a masajear sus testículos… mmm.
Dejándome hacer, se inclina un poco hasta que posa sus labios en mi pecho. Comenzando a besármelo mientras me los acaricia, deslizando sus labios hacia mis axilas para volver, nuevamente a mis hombros, cuello y bajar hasta otra vez a mi pecho. Chupando mis pezones, mordisqueándomelos, endureciéndomelos, haciéndome estremecer de placer y dolor… ooohhh.
Se sentó en el sofá, arrodillándome delante de él, tome nuevamente su polla con mi mano derecha al tiempo que con la izquierda, masajeaba sus testículos. Levante la mirada hacia sus ojos, mientras le masturbaba, teniendo ya su polla dura… no muy grande, pero con sus quince centímetros son suficientes. No deje de masturbarle, llevándomela a la boca y darle pequeños muerdos a su glande, este suspiraba al tiempo que me acariciaba la nuca.
No deje de chupársela, introduciéndomela poco a poco dentro de mi boca, mientras le acariciaba su muslo con una mano al tiempo que con la otra, acariciaba sus testículos e incluso su perineo, cosa que no me dejaba hacerlo.
Acabe por introducírmela entera, soltando este un gemido, unido a este gesto de satisfacción… algunos insultos. Acabando por sacármela, dibujando con mi lengua su tronco, recorriendo sus gruesas venas, desde su glande hasta la base. Chupando sus huevos, primero uno para continuar con el otro, introduciéndomelo dentro de mi boca con cuidado, mientras no dejaba de pajearlo… aaahhh. Tomándome de mis pelos hacia atrás, sacándome su polla de mi boca, haciéndome saber sus pretensiones…
“Muy a mí pesar, deseo que para nuestro primer encuentro, solo haya caricias, magreos y por su puesto mamada. Quiero follarte en una segunda cita, no quiero que te lo tomes a mal, pero deseo disfrutar de esta maravillosa boca que tienes”.
“Me dejarías correrme en tu boca. Tenías razón antes, estoy muy nervioso y esto se refleja en mi aguante”.
Continúe chupándosela, acelerando mi mano por su tronco, el peso de su mano en mi nuca, me hacía adivinar lo que ya me dijo, más aun cuando me oprimió la cabeza contra su ingle. Apenas pude respirar, este entre gemidos y gritos como ahogados, comenzó a descargar en mi boca, no dejando de lamer con mi lengua dentro de mi boca, no dejando de chupar a pesar de tenerla llena de su leche, finalizando por tragar parte. Descansamos un rato, sentados el uno junto al otro, confesándome este…
- “Me gustas. Además me ha gustado mucho y deseo repetir, quiero follarte ese culito que tienes”.
Me levante y fui a vestirme, soltándome este educadamente…
- “¿Quieres ducharte, antes de marcharte?”.
Tras aceptar, me conduce al baño y me da una toalla, mientras yo me desnudo. Él se queda apoyado en la puerta mirándome, mientras se toca su flácida polla, notándole como esta comienza a palpitar. Me meto dentro del plato de ducha y comienzo a ducharme, mirándole comienzo a provocarlo, jugueteando con una pastilla de jabón… mmm. Pasándola entre mis glúteos, una vez tras otra, para acabar por introducirme hasta dos dedos dentro de mi agujerito… ooohhh.
Salgo del plato de ducha, comenzando a secarme, inclinándome a modo de poderme secar desde los pies, notando en ese momento su boca en mis nalgas, poco me falto para dar un respingo. Comenzando por besármelas, separando mis glúteos con ambas manos, lamiendo mi orificio con su lengua, haciéndome estremecer. Colocando su semí erecto miembro entre mis glúteos, sintiendo el calor que este emana, volviéndose a correr inesperadamente, acabando por entrar nuevamente en la ducha.
Una vez duchado, secado y vestido. Ahora sí he aceptado ese refresco, mientras conversamos, intenta cuadrar una segunda cita, donde no solo nos amaremos como igual, sino deseoso de ser ese macho que hoy ha faltado, deseoso de podérmela meter hasta el fondo. Viendo la hora, me hace saber que debo marcharme ya, despidiéndonos antes de salir con un piquito.
Me marche, encaminándome hacia mi coche. Pero sentía ganas de orinar, no deseando entrar en ningún bar para hacerlo, pues no deseaba entrar y que me pasara como la última vez, ya que el camarero, me pido que para utilizar los aseos debía de consumir. No sabiendo donde ir, me acerque finalmente a la Estación de Santa Justa, ya que hay habría aseos y que podría utilizar a ser un sitio, aunque más tarde caí en que podría haber ido al Media Mark, pero bueno… mejor así.
Nada más entrar a la Estación de Santa Justa por el acceso que da a la Avenida de San Pablo, gire a mi derecha, dirigiéndome a los servicios, llevándome la sorpresa de que estos estaban cerrados, debido a que estaba siendo limpiado. Momentos en que se me acerco un segurata, informándome este que podría acercarme a los aseos que hay abajo, aseos que hay junto a los andenes.
Ignoro donde están, cosa que el segurata una vez más me saca de la ignorancia, tras agradecérselo este me previene antes de marcharme, diciéndome…
- “Tenga cuidado, quizás se encuentren algún extranjero que le pida dinero a cambio de sexo, sí es así, antes de marcharme dígamelo”.
Nada más marcharme, agradeciéndole la advertencia. Me encamine hacia la rampa deslizadora hasta la zona de los andenes. Sigo las instrucciones del segurata, encontrándome estos al final del pasillo, situados a la derecha de los andenes. Nada más entrar, me fijo en que estos han tenido que ser remodelado hace poco, pues están muy nuevos y limpios.
Encontrándome a un hombre lavándose las manos, cuya vestimenta azul marino, me hizo entender que debía de ser un maquinista. Me dirigí hacia los urinarios, colocándome en medio de los tres que había, pues era el único libre de ellos, ya que los otros estaban ocupados.
Nada más ponerme a orinar, el caballero de mí derecha, se quitó y se marchó hacia los lavabos, ocupando su lugar el que creía que era maquinista.
Era tal las ganas que tenía por mear, que no pude evitar soltar un sonido de satisfacción… mmm. Suspiro, que mi vecino del orinal de mí derecha, creo que se toma por eludido, soltándome…
- “Pues tú también, tienes una buena polla”.
En ese momento me da por mirársela, dándome cuenta que este sí que tiene un buen pollón, no más de dieciocho centímetros. Subí la vista hacia su rostro, fijándome en sus facciones, dándome cuenta que era del tipo de hombres que me atraen, maduro, cincuenta y tantos años. De abundantes cabellos grisáceos, barba del mismo color y corpulento, cuya mirada suya era sonriente. Acabando por bajar la vista hacia su polla nuevamente, no pudiendo retirar la vista de ella.
Momentos en que este me propone cogérsela, cosa que inicialmente dude al no estar solos, pero que este apartándose un poco… insistió. Viendo que este otro no nos miraba, acabe por envalentonarme, pose mi mano derecha sobre su miembro… mmm. Sentí su duro tronco en mi mano, notando el olor que emana debido a la excitación… mmm. Soltándome este…
- “Agárrala fuerte, muévela”.
Moví mi mano a lo largo de su tronco, sintiendo no solo lo caliente que estaba, sino como sus gruesas venas palpitaban, llegándome a humedecer la mano, debido al líquido preseminal que salía… mmm.
El ocupante de mi izquierda, poso su mano en mis nalgas. Cosa que me asusto, ya que creí que no nos había visto. Momento en que quise apartar mi mano del miembro del de mi derecha, cosa que este no me dejo hacer, ya que rápidamente me sujeto mi mano con la suya. Queriendo tranquilizándome, diciéndome…
- “Tranquiló, no pasa nada. Todos los que estamos en este servicio, vamos a lo mismo”.
Muevo la cabeza hacia mi izquierda, dándome cuenta que hay un tercer hombre, persona que está lavándose las manos, y que ignoro si ha visto o escuchado algo. Replicando el de mi izquierda…
“Los que vienen aquí. Algunos vienen a que se la chupen o sí pueden follar un buen culo; otros vienen a chupar y hacer posible que se la metan”.
“Dime. En cuál de ellos encajas tu”.
No dije nada, trague saliva, como asustado. Mientras escuchaba al tiempo que me dejaba hacer. En hombre de mí izquierda, continuaba tocándome el culo, deslizando su dedo corazón entre mis glúteos… mmm. Haciendo saber…
“Tienes un buen culito, nalgas bien duritas”.
“Creo que ya sabemos, donde encajas tú. Eres de los que chupan y sí hay oportunidad, te follen también. Eso podemos arreglarlo hoy, siempre que tú quieras”.
Acabando por darme una palmada antes de retirar su mano, siguiendo por cogerme mi mano, llevándola hacia su erecto miembro, miembro que para nada era despreciable también… mmm.
Me vi en esos momentos con una polla en cada mano, masturbando ambas al tiempo que estos, me tenían rodeado por sus brazos por mi cuello. Haciéndome acercarme a ellos, primero hacia el de mi derecha y comerme la boca, siendo después el de mi izquierda. Pudiendo fijarme en este, viendo que era de las facciones parecidas al otro, siendo su fisionomía delgada en vez de corpulenta.
Estaba en la gloria, cuando acabo por acercarse el tercero, ni me percate de ellos, hombre muy diferente a estos. Pues era de baja estatura, cuerpo redondeado y calvo. Este, acabo por colocarse detrás de mí. Comenzando este a acariciar mi culo, magreándome a todo lo largo de mi ingle… mmm, llegando a cogerme mis huevos… mmm, finalizando por restregar su bulto por mis nalgas, una vez que coloco sus manos en mi cintura.
Viéndome nervioso, el corpulento nos sugirió entrar en una de las cabinas, haciéndome saber que eran muy espaciosas, pudiendo estar hasta los tres. Nada más elegir una ellas, me hizo entrar y sentarme sobre la taza del WC, entrando el corpulento detrás de mí, y hacer entrar a uno de ellos, mientras al otro lo dejo fuera. Me miro al tiempo que puso su dedo en mí boca, soltándome…
“Vas a poder comerte no unas, sino dos pollas”.
“Comienza por la que desees”.
Momento en que estos, bajan su cremallera, introducen sus manos en el interior de su pantalón, sacándose al mismo tiempo sus pollas… mmm. Huele a esa fragancia que no es otra cosa que sexo, ambos mientras son de medidas similares, ambos grandes, cuya diferencia es el grosor… mmm.
Alargo mis manos, tomando una con cada mano, levanto la vista y veo a estos, mirándome con deseo. Comencé a masturbarlas, muy lentamente mis manos se deslizan por aquellos troncos, venosos y calientes. Ambos emiten sonido de satisfacción, comenzando uno de ellos a intentar introducir su mano por dentro de mi camisa, intentándola entre mi cuello y mí prenda. Mientras el otro, lo intenta también, introduciéndola entre mi pecho y mi camisa, y entre ambos deciden desabotonarme los botones de esta, Acabando por tirar de mi camisa hacia atrás, sintiendo sus rudas manos en mi piel, sintiendo como una acaricia mi cuello, hombro y espalda hasta donde puede. Mientras el otro, acaricia mi pecho velludo, descendiendo su mano hasta mi pezón, pellizcándomelo y retorciéndomelo con fuerza.
No quedándome más remedio que defenderme, me inclino hacia ellos, acercando mi boca a mis manos, acercando sus glandes a mi boca. Comenzando por darle un chupetón a la de mi derecha, siendo el dueño de está el corpulento… ooohhh, dejando escapar un gemido de placer, continuando ahora por repetirlo con el de mi izquierda… uuummm, repitiendo este el mismo gesto de gusto.
Continuando la misma labor, primero con el de mi derecha y después con el de la izquierda, ambos disfrutan al mismo tiempo, no haciendo distinción… uuufff. Comienzo con darles lametones por todo su tronco, llegando a la base y darle el mismo trato a sus huevos, ascendiendo hasta su glande, sin dejar de masturbarlos.
Me introduzco una de sus pollas hasta donde puedo, pues el grosor me impide introducírmela entera, llegando a rozar con mis dientes su polla… aaahyyy. Sacándomela, introduciéndome ahora la de mi izquierda, cuya glande se cuela entre mis amígdalas… mmm, sintiendo arcadas, pero aun continúo… ooohhh. No he dejado de sentir sus caricias, empleándose con mayor libertad, sintiendo sus manos por mi pecho, cuello, espalda y vientre… uuummm.
Tras un rato que no os sabría precisar. Me hacen detener, me levantan y el corpulento me besa, colocado ahora en medio de ambos, me magrean… ooohhh. El corpulento se separa de mí, acabando por sentar sobre la taza del WC, pidiéndome…
“Ven… inclínate, quiero que me la comas otra vez, pero ahora te vas a conformar con esta solo”
Cosa que hago gustosamente, tras inclinarme hacia delante, me introduje su glande poco a poco dentro de mi boca, despacio pues su grosor, no me permite ligereza… mmm. Momento en que al inclinarme, siento como pegan algo grueso y duro contra mis nalgas… aaahhh, continuando por masajear mis nalgas, primero sobre mis pantalones y minutos después, sobre mi culo desnudo. No solo ha soltado la hebilla del cinturón, sino que me ha bajado los pantalones a mis rodillas, una vez que ha desabotonado el botón y bajado la cremallera, continuando por tirar de mis calzoncillos. Siento el dolor de sus cachetadas, golpea mis desnudas nalgas, continuando por besar mis glúteos, siguiendo por lamer estos y tras separarlos con sus manos… uuufff. Sentir el enorme placer de su lengua… ooohhh, desliza esta entre mis glúteos, deteniéndose en mi orificio anal, comenzando a comerme el culo después… aaahhh. Soltando…
“¿Qué estrecho tienes el culo?”.
“¿Cómo voy a disfrutar, rompiéndotelo?”.
Tras escucharle, pensé que quizás este acabaría escupiéndome antes, cosa que evite, tras coger del interior de mi bolsillo como puede, un bote de vaselina. ¡Ojo¡, os debo recordar, que venía de una cita y soy de esos que normalmente, voy preparado (vaselina, preservativos, toallitas húmedas y a veces pope).
Yo seguía chupando la polla del corpulento, polla que no le echaría menos de dieciocho centímetro, gruesa y que me costó introducírmela por completo. Le pedí paciencia, cosa que me dio, y que poco a poco, me la fui introduciendo, hasta tenerla completamente dentro de mi boca… mmm. Tragaba hasta sentirla llegar a mis las amígdalas, tiraba de ella, escupía sobre su tronco y lo recogía, pasándole la lengua a lo largo de su gruesa polla, marcada por aquellas venas, sintiendo arcadas cuando este oprimía mi nuca contra su pelvis. Me cogía de los pelos y me levantaba el rostro, acabando por comerme la boca, me insultaba y antes de volver a obligarme a comérsela, me daba un par de bofetadas… mmm.
Al otro, vi de reojo como abría el bote, untándose los dedos, dedos que sentí en mi culo, sintiendo como untaba mi orificio, comenzando a introducirme sus dedos… ooohhh, primero uno… despacito fue entrándome, luego fueron dos… uuummm, e intento un tercero… uuufff. Acabando por preguntarme…
- “Tienes preservativo, puta”.
Aunque me menosprecio, acabe por darle un condón. Sentí su glande, alojarse entre mis glúteos, note como lo deslizaba de arriba hacia abajo hasta presionar sobre mi orificio. Comenzando a presionar muy despacio, sintiendo poco a poco como me entraba… aaahhh, sintiéndola a pesar del látex dentro de mí. Deteniéndose y soltar…
“¿Qué estrecho eres puta?”.
“Separa más las piernas, joder”.
Escuchando decirle el corpulento…
“Coño, no me seas torpe. Quítale los pantalones".
"Despelótale si hace falta, no vez que si no se los quita, no va a poder abrirse de piernas”.
Noto como me descalza de mis náuticos, pisándome por los talones y tirándolos hacia un lado, continuado por tirar de mi pantalón, acabando por sacármelo por los pies. Llegue a pensar, que solo me lo quitaría de uno, pero que equivocado estuve, pues vi como este, tiraba de mi prenda hacia el fondo, acabando junto a mis náuticos, lugar donde finalmente acabo mis calzoncillos.
Coloco su glande, nuevamente en la entrada de mi orificio anal, comenzando a empujar al tiempo que ambas manos, las posaban en mis caderas… mmm. Comenzó a moverse… aaahhh, de delante hacia atrás… uuufff, embistiéndome una vez tras otra… aaahhh, como el que juega a las máquinas de bolas, esos que cuando toca empujar la máquina para que la bola llegue más lejos… uuummm.
Ese era yo… cuando este embestía, ahora sí que podía metérmela bien, ahora ya no había quejas ni suplicios… uuufff. Hay estaba yo, desnudo y a merced de dos tíos, sentía las gotas de sudor caer del delgaducho, sobre mi espalda… aaahhh. Llego a detenerse unos segundos, lógicamente ya no era para poder adaptarme a su polla, sino para descansar y poder volver a empujar, cosa que hizo… ooohhh, sintiendo gran parte dentro de mí, no pudiendo precisar cuánto. Comenzando a moverse… aaahhh, comenzando a embestirme, acelerando la penetración… uuufff. Momento en que el corpulento, pidió a este…
- “No te corras dentro aun, pues yo quiero follármelo también”.
Escuchábamos golpes en la puerta, escuchábamos peticiones y suplicas que les dejaran participar. No era otro que el tercero, hombre que dejaron fuera, no siendo por motivo que disfrutar estos dos de mí. Estos cada uno iban a lo suyo, llevándome la sorpresa de ver un juego de pies nuevo, cuyo dueño no era otro que ese tercero. Según parece, lo dejaron entrar finalmente, no siendo por otro motivo, que el deseo que llegara a aparecer el segurata.
Recuerdo que este, acabo por colocarse a mi derecha, dándome cuenta que el corpulento tenía razón, debido a que los aseos eran mucho más amplio. Tras sacarse su polla fuera, comencé a chupársela a petición del corpulento, aunque en verdad no me quedo otra, pues tras tirar de mis pelos hacia atrás. Me empujó hacia esta otra, restregándome contra esta, hasta que abrí la boca y la deje entrar, comenzando a chupársela a este nuevo inquilino.
Mientras continuaba siendo follado por el delgaducho, comenzó a acelerar, no deteniéndose a modo de adaptarme a su polla, siendo cada vez más brutas las embestidas de este, sintiendo dolor al sentir como su glande golpeaba mi próstata. Aunque en verdad, para dolor el que me estaba produciendo el corpulento, pues hacía rato que no dejaba de retorcerme y pellizcarme los pezones, no pudiendo quejarme por sus pollas en mi boca… aaahhh. Momentos en que el delgaducho, entre gemidos nos hizo saber que acababa de venirse, claro está haciéndonoslo saber…
- “Coño, no os preocupéis que me corrido en un preservativo”.
Continuando por decir al tiempo que se retiraba, sacándola muy despacio de mi dolorido culito, acabo por quitarse el preservativo, dijo…
- “Bueno, ahora que pase el siguiente, aprovechad que está abierto”.
Intercambio posición con el corpulento, siendo este último el que sin avisar y miramiento alguno, me la introdujo de un solo golpe, emitiendo un quejido de dolor, no era para menos por el grosor, mandándome estos a callar… mmm.
Siendo silenciado por el delgaducho, el cual me ordeno que se la limpiara y que continuara con el último, siendo este precisamente el que se vino a los pocos minutos, no teniendo más remedio que tragarme su leche.
Cuando el corpulento se puso tras de mí, note como poso una de sus manos en mi cintura, adivinando que con la otra guiaría su polla dentro de mí. Note su glande, alojarse en la entrada de mí ya dolorido culo, sintiendo la presión de su cuerpo contra el mío… aaahhh, sintiendo como me iba entrando hasta que sus huevos chocaron contra mis nalgas… uuummm. Me llego a doler hasta las cervicales, no por habérmela metido entera, sino por las embestidas que me daba, cuyas cuales chocaba una vez tras otra su glande muy dentro de mí… aaahhh.
Mis piernas me flaquearon en más de una ocasión, sentí el cansancio de mi cuerpo, cansancio que estos no me dejaron descansar. Ahí estaba yo tragando carne por cada uno de mis orificios, hay estaba yo chupando dos pollas, una de ella descargo toda su leche agria y caliente en mi boca… mmm. La otra venia ya de vuelta, tras haberse corrido y con los deseos que se la limpiara, no solo quedo limpia sino dura y erecta de nuevo. Llegándome a soltar sonriente…
“Tu tranquilo, que ahora cuando este acabe, te la vuelvo a meter”.
“Hoy te vas de aquí… satisfecho, te vas a marchar como la “Boca 2 del metro de Sevilla”, como agujero del culo”.
“Te vas a marchar, pero con deseo de volver a venir”.
Terminaron, vistiéndose y ayudándome a vestirme, no dejando de magrear mi cuerpo, aunque para nada fibroso o depilado, a estos le gustaban. Me besaron, chuparon mi pecho, lamieron mi piel, no dejaron de introducir sus dedos en mi dolorido orificio… ooohhh. No dejaron de invitarme a acompañarles a sus casas, donde poder proseguir, proponiéndome una orgia entre los cuatro, siendo yo la única nena de esas tres pollas. Abrimos la puerta, viendo más machos sedientos de sexo, viendo que por mis señales visibles, era yo ese objeto de placer.
Llegándome a costar llegar a la puerta, no siendo otro el motivo de ser ofrecido a estos, no siendo otro que el corpulento. Alardeando de mis virtudes, haciéndoles partícipes de mis dotes allí dentro. Bueno aquí finaliza esta experiencia, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla.
Espero vuestros comentarios, pero por favor, no me seáis muy crueles, eso os lo dejo para la cama. Sabéis de sobra, que me gusta recibir como la zorra que soy, pasivo y a veces sumiso, pero siempre curioso de probar cosas nuevas, moviéndome por el morbo y el placer.
Mi email es Jhosua 1974 @ Gmail . com (lógicamente va todo junto).