Los Serrano: Uno más uno son sesenta y nueve

Sado, orgías, lésbico, infidelidades y humor... Un poquito de todo en este guión para la serie española.

Los Serrano son una serie de televisión española. Se trata de una familia que pretende ser modélica y muy moderna, pero que está un poquillo lejos de la realidad... Por petición de un amigo, he escrito un capítulo para la serie. Como los diálogos me parecieron lo principal, lo he hecho en forma de guión. Eso sí: temo que quien no conozca la serie, se pierda un poco.

Agradeceré y responderé vuestros comentarios sobre el "experimento"

Un saludo cordial. Solharis


ESCENA I

Cocina de la familia Serrano. Es por la mañana y toca desayunar, pero de momento sólo están LUCÍA, DIEGO y CARMEN, la abuela sorda. DIEGO lee el periódico y la abuela friega los platos sin enterarse de nada. Entra EVA, acompañada de un chico moreno en calzoncillos llamado JAVI. Éste muestra una ancha sonrisa mientras se rasca los abdominales y la entrepierna.

JAVI ¡Hola, familia!

LUCÍA Hola, Javi. ¿Lo habéis pasado bien?

JAVI Ya le digo, señora. Lo menos le hemos roto tres muelles al sofá esta noche... ¡Viva la madre que parió a esa niña, menuda forma tiene de menear las caderas! Con todo el debido respeto, señora.

DIEGO ¿Qué tal, Javi? Sin ánimo de molestar, me preguntaba, es un decir, si te importaría vestirte y dejar de rascarte ahí, es que estoy desayunando. También si fueras tan amable, digo, como para recoger los condones que hay por el suelo del salón, pienso que sería todo un detalle por tu parte....

JAVI Pues claro, hay confianza.

EVA mira con disgusto a su padrastro y LUCÍA le da un codazo a su marido.

LUCÍA ¿Qué te tengo dicho, eh? A los chicos no hay que coartarles así, hay que darles libertad.

DIEGO Lo siento, Lucía, pero es que no me acabo de acostumbrar a que Eva se traiga a casa a un tipo que ha conocido anoche por ahí, vete a saber dónde, que luego follen toda la noche mientras les escuchamos, y que al día siguiente desayune el chaval con nosotros en calzoncillos. Llámame antiguo si quieres, pero esto en tiempos de los Alcántara no pasaba...

LUCÍA ¡Pero qué anticuado estás! Hay que ser más abierto, Diego. Recuerda lo que dice Fermín: que a los niños no hay que reprimirles o luego salen raritos

CARMEN Además, mira que están buenos los tíos que se trae esta niña a casa. Mira qué culo... ¡Quién tuviera veinte años para hacérselo con éste en esta misma mesa!

DIEGO Señora, deje de decir tonterías y siga fregando, que para eso la tenemos en casa y no la mandamos al asilo. Cambiando de tema, ¿Marcos no viene a desayunar?

LUCÍA ¿Marcos? Está destrozado desde que le dejó Eva.

DIEGO ¿Otra vez destrozado? Si es que no tiene arreglo el chaval. Siempre está destrozado por una cosa o por otra.


ESCENA II

Habitación de MARCOS. Guitarra en mano, el chaval intenta cantar. Su hermano GUILLE intenta dormir.

MARCOS En el andén de la estación

Bajo un Sol abrasador

Me hablabas de un rascacielos

Del cielo de Nueva York...

Se calla al recibir un zapatillazo en la cara. Su hermano se ha despertado de muy mala leche.

GUILLE ¿Ya estamos con las cursilerías? Joder, hermano, eres más cursi que la barbi princesa y las princesitas Disney todas juntas...

MARCOS Canto para expresar lo que siento, ¿entiendes? Eva me ha dejado hecho polvo y no puedo aguantarlo. Tengo sensibilidad, sentimientos

Se echa a llorar.

GUILLE Claro, tienes sensibilidad y no otras cosas... Por eso Eva te ha dejado y ahora se tira a todo el que se pone delante. La aburriste con tanta canción y tanto acorde de guitarrita.

MARCOS Anda, cállate, y vamos a desayunar. Nadie entiende en esta casa mi genio musical, mi sensibilidad profunda...

GUILLE Mira, Marcos, deja de llorar, y vente con nosotros. Hoy hacemos pellas y nos piramos para ir a quemar contenedores. El psicólogo dice que así liberamos nuestra agresividad. También puedes ver los vídeos que hemos hecho a las tías en los vestuarios. Luego los enviamos a Internet como "amateurs" y nos ganamos una pasta.

MARCOS ¡Pero qué cerdos sois! Vete a desayunar, yo estoy destrozado. ¡Eva, por qué me dejaste!

GUILLE Tú te lo pierdes...

GUILLE saca una revista pornográfica de debajo de la almohada y se dedica a ojearla con interés y una mano bajo la manta mientras MARCOS continúa llorando.


ESCENA III

La taberna del SANTI. Le acompañan su hermano DIEGO y el CAMARERO que tienen "contratado"... La clientela es escasa a las nueve y media de la mañana. Tres diputados medio borrachos en una mesa, un vagabundo con los ojos inyectados en sangre y TORRENTE, ex policía alcohólico y fracasado, son los únicos. El resto de los españoles tenemos obligaciones a esas horas... Hasta que entra el FITI, mecánico y cliente de honor del garito.

FITI ¿Qué hay? Anda, Santi, ponme un whisky con un chorrito de ginebra.

DIEGO ¿Qué, Fiti? ¿Empezando fuerte la jornada?

FITI Ya te digo, si es que los negros estos del Senegal que tengo trabajando sin contrato ni papeles lo hacen todo por cuatro duros... Mientras, yo aquí bebiendo, como tiene que ser.

SANTI Pues casi como nosotros. Aquí el único que trabaja de verdad es éste.

Señala al CAMARERO, que deja por un instante de darle bien fuerte a la bayeta.

CAMARERO Santi, ¿cuándo me vais a hacer un contrato? ¿Y unas vacaciones? Que llevo ocho años trabajando todos los días, hasta en año nuevo, y sin cotizar a la seguridad social.

SANTI ¡Tú te callas! Que la coyuntura macromónica esa no está nada bien, qué estamos en plena crisis de los noventa... Cállate y sírvenos un poco de jamón serrano.

El ex policía alcohólico TORRENTE interviene en la conversación.

TORRENTE ¡Oiga, qué mierda de pincho de tortilla es esto! ¡Joder! ¿De cuántas semanas lo ha recalentado? ¡Este bar es una puta mierda!

SANTI, furioso, agarra un cuchillo jamonero de Albacete y su hermano tiene que agarrarle por los hombros para contenerle.

SANTI ¡A mí me está usted tocando los huevos! ¡Si no le gusta mi taberna, se va a otro sitio! ¡Si es que tendríamos que convertir esto en un bar de strip-tease, Diego! ¡Que te lo dije, que es lo que vende hoy!

FITI ¿Un bar de strip-tease? ¿Con tías macizas desnudándose? Pues ahora que lo dice, pues sí, un poco mierdero si que es el bar, mayormente...

DIEGO Tú cállate, Fiti, y háblanos de tu vida sexual con la Candela, como siempre.

FITI Vale, vale. Pues nada, que ahora a la Candela sólo le gusta el sexo duro.

SANTI ¿Pero duro, duro?

FITI Y tanto, quiere atarme y utilizar el látigo, pero yo no me dejo. Que ella tiene muy mala ostia y le va demasiado el cuero. Cada día está más agresiva en la cama y no puede ser, que luego quedo destrozado y casi no tengo fuerzas para venir al bar. Y oye, Santi, ¿qué pasó con la chinita esa de dieciocho años que te trajiste?

SANTI Coreana, Fiti, coreana. Pues nada, que me cogió ocho mil euros y se largó. Es que las mujeres son todas unas materialistas, no saben ver la belleza interior y que los hombres tenemos nuestra sensibilidad y nuestro corazoncito. ¡Eso sí, menuda forma de chupármela tenía! ¡Y vaya culo, es que no me daban abasto las manos!

FITI Qué me vas a contar a mí, Santi. Qué me vas a contar...

SANTI Pero esto no me vuelve a pasar, no. Porque la modelo eslovaca que se viene la próxima semana a vivir conmigo sí me quiere por mi belleza interior, por mi personalidad, no por los dos millones de euros en la cuenta bancaria.

SANTI le sirve al FITI una tapa de paella recalentada en el microondas de hace sólo dos meses. Él parece demasiado borracho ya para darse cuenta.


ESCENA IV

Lavabo de hombres en el colegio. Están MARCOS y su amigo RAÚL.

MARCOS Oye, Raúl, antes de que me preguntes por mi ruptura con Eva, quiero decirte que estoy bien, que lo tengo superado.

RAÚL No iba a preguntarte, Marcos, que estás siempre con lo mismo y te rayas un poco. Que si te deja, que si estás enamorado de otra, que si no estás seguro de que si estás enamorado de la otra porque en realidad estás enamorado de Eva… Si es que estás siempre con lo mismo, tío. Las tías acaban pasando todas de ti.

MARCOS ¿Tú también, Raúl? ¡Nadie me comprende! Mi genio musical, mi sensibilidad

Se echa a llorar.

RAÚL ¡Joder, Marcos, no llores! Si la culpa es de la Afri, que la ha convertido a la Eva en una ninfómana como ella. Joder, no me llores, que hay que apechugar. Los hombres apechugamos, ¿entiendes?

Se golpea el pecho para dar más énfasis mientras MARCOS llora sobre su hombro...


ESCENA V

Lavabo de mujeres en el colegio. Están solas EVA y su amiga ÁFRICA.

ÁFRICA A ver, cuenta. ¿Qué tal el tío que conociste en la discoteca? ¿Te lo tiraste?

EVA Pues claro que me lo tiré, tía. Eso sí que era una polla. Estuvo genial y tuve tres orgasmos con él. Fue la bomba.

ÁFRICA Si ya te lo decía yo, que estabas muy enganchada a Marcos. Tenías que probar cosas nuevas.

EVA ¿Y quién es Marcos? Ya no me acuerdo de él.

Las dos chicas se carcajean.

ÁFRICA ¡Uyyy, pero qué guapa es mi Eva!

Ahora se besan... no en la mejilla sino en los labios. Se abrazan y se rodean las lenguas hasta que se abre la puerta y LUCÍA y su amiga CANDELA las sorprenden. Sorprendidas, se apresuran a marcharse.

LUCÍA ¿Pero tú lo has visto?

CANDELA Estas niñas están salidas, Lucía. Y nuestros hijos son un desastre. Mira que es duro ser madre. Deberíamos ir a ver a Fermín, para que nos aconseje.


ESCENA VI

Consulta de Fermín, el psicólogo del colegio. Se encuentra tomándose unas pastillas hasta que entran LUCÍA y CANDELA, ambas profesoras.

FERMÍN Hola, Lucía. Hola, Candela. ¿De qué se trata esta vez? ¿Problemas conyugales? ¿Las manías sexuales de Santi?

LUCÍA No es eso, venimos por nuestros hijos. Eva no hace más que tirarse a todos los tíos que se encuentra y acabamos de verla besándose con África en el lavabo.

FERMIN Con el debido respeto, Lucía. Tu hija tendrá cara de niña buena, pero en el fondo es que es una zorrilla. Y claro, su amiga África es una ninfómana sin remedio y no hace más que animarla. Pero son cosas de la edad. Tampoco te preocupes porque se besaran. Es natural que experimenten. Yo mismo, en la universidad, teníamos un mono en el laboratorio y...

LUCÍA y CANDELA le miran con los ojos muy abiertos y se miran luego entre ellas. El psicólogo carraspea y cambia de tema rápidamente.

FERMÍN Pero volviendo a lo nuestro, me preocupa más lo de Marcos. El chico tiene claras tendencias homo-masoquistas. Menos canciones y más mano dura, Lucía, más mano dura.

CANDELA ¿Y qué pasa con Raúl?

FERMÍN Descuida, es un chico muy equilibrado y muy sano. No hace nada que cualquier otro hijo del botellón y de la playstation no haga. Espero haberos ayudado. Si me perdonáis, ahora tengo que seguir tomándome mis anti-psicóticos.

LUCÍA y CANDELA salen de la consulta mientras él se echa otro puñado de pastillas en la mano y se las traga.


ESCENA VII

Garaje del FITI. Herramientas y latas de aceite en completo desorden por el suelo. Posters y calendarios de mujeres desnudas envolviendo las paredes. FITI hace la sopa de letras del periódico mientras sus dos trabajadores senegaleses trabajan allá adentro, pero no se les ve y sólo se oyen sus voces. Llegan EVA y ÁFRICA.

EVA Hola, Fiti. ¿Ya has arreglado el coche de mi padre?

FITI Pse, en eso estamos. Ahora mismamente termino la sopa de letras y le echo un vistazo.

EVA Yo creo que es que el coche se calienta demasiado.

FITI Si es que lleváis unas minifaldas… ¡Cómo para no calentarse!

ÁFRICA ¿Te ponemos calientes, Fiti?

FITI Joder, si es que si tú no fueras la novia de mi Raúl y tú, Eva, la hija de un amigo… Yo no sé qué haría entonces.

ÁFRICA ¿Y si hacemos esto, te calientas?

Las dos muchachas se abrazan y se besan. El FITI, alucinado, deja caer el periódico para mirarlas con cara de pasmado. Luego empiezan las dos jóvenes a desvestirse entre ellas.

FITI Mayormente que sí me caliento, sí. Esto es mucho mejor que una porno que vi ayer...

EVA ¿Tienes aceite, Fiti?

FITI ¿Que si tengo aceite? Ya verás si hay aceite...

FITI les acerca una lata de aceite y ellas se lo echan por los cuerpos desnudos para embadurnarse desde las tetas hasta las nalgas. Al FITI se le salen los ojos viendo el aceite resbalar por sus curvas y la piel brillante. Empieza a desnudarse él también.

FITI Esto no me puede estar pasando a mí… Diego, Raúl, yo lo siento mucho, pero es que tengo que intervenir aquí. Mayormente hay que echar un buen polvo a estas dos, que lo están pidiendo.

Ahora son ellas las que se quedan boquiabiertas ahora viendo al FITI. Desnudo ya, tiene el pene completamente tieso y bastante duro mientras juguetea con una llave inglesa en una mano. ÁFRICA está babeándose ya con lo que le espera...

ÁFRICA Ahora entiendo por qué está tan bien dotado Raúl... Pero seguro que tú sabes utilizarla mejor en mi coño.

FITI El Raúl es que es joven y tiene mucho que aprender. Vais a ver cómo me follo a las dos, qué control...

Aparece DIEGO entonces, pero antes de que le vean se oculta. Ha venido a ver cómo está su coche y no puede creerse lo que está viendo, porque ÁFRICA y EVA están sentadas en el capó de su coche, besándose entre ellas mientras el FITI les hace el cunilingus y les acaricia los coños.

DIEGO ¡Pero qué es esto! ¡A ver, Diego, tienes la mirada sucia! ¡Sí, es eso, la mirada sucia! Yo no estoy viendo al Fiti comiéndole el coño a Eva y a África. Eso es mi imaginación, que soy un pervertido, que tengo la mirada sucia...

FITI ¿A que Raúl y Marcos no sabían coméroslo así, eh? ¡Pero seguid besándoos!

EVA Joder, qué bueno es el padre de Raúl, estoy bien mojadita y no es el aceite del coche...

ÁFRICA Yo lo que necesito es que me meta la polla, que ya no aguanto más de mojada y va a entrar de maravilla.

DIEGO Que tengo la mirada sucia, que no es verdad lo que me parece estar viendo...

DIEGO sigue repitiéndose a sí mismo que nada está ocurriendo y dándose golpecitos en la sien, pero EVA y ÁFRICA gimen de gusto por el trabajito que está haciendo el FITI con la lengua.


ESCENA VIII

Aula del colegio. CANDELA está echándole una buena bronca a MARCOS, al que ha castigado antes a quedarse después de clase por sacar otro cero. No es nada amistoso el tono de su voz...

CANDELA Mira, Marcos, éste es el sexto cero que me sacas en este curso.

MARCOS Sí, lo siento, Candela, pero compréndeme. Estoy destrozado, roto, desde que Eva me dejó tirado.

CANDELA Y tú entiéndeme a mí, Marcos, que estás siempre destrozado por algo. No se puede ser así.

MARCOS ¡Tú tampoco me comprendes, Candela! ¡Yo soy un artista, un cantante, un poeta!

MARCOS se echa a llorar. CANDELA, que muestra cara de aburrimiento, saca una vara y le sacude a MARCOS un varazo en el hombro.

MARCOS ¡Ahh, qué daño!

CANDELA ¡Deja de llorar! ¡Arrodíllate, Marcos!

El tono de su voz no puede ser más amenazador y MARCOS, todo tembloroso, se pone de rodillas. No puede ver cómo CANDELA se quita la ropa y se queda con un corsé de látex negro que llevaba por debajo de la ropa. Se le ponen los ojos de alucinado cuando la ve.

CANDELA ¡Y ahora, desnúdate! ¡He dicho que te desnudes!

MARCOS ¿Candela? ¡Ahhh!

Le sacude otro varazo y MARCOS obedece. Se desnuda y ella le mira con interés.

MARCOS Candela, Lucía se va a molestar...

CANDELA ¿He dicho que hables?

Cae un varazo en la espalda desnuda.

CANDELA Y ahora otra vez al suelo, de rodillas.

MARCOS ¡Ahhh! Pero, ¿y si se entera el Fiti? ¡Ahhh!

Otro varazo más. MARCOS vuelve a arrodillarse. CANDELA se coloca delante de él para que le coma el coño. Para que se esfuerce más el chaval, le da algún que otro varazo mientras le acaricia el pelo.

CANDELA Qué cachonda me estoy poniendo contigo... Te voy a enderezar yo. Mano dura es lo que necesitas. Ya verás la mano dura que puede llegar a tener la Candela...


ESCENA IX

Casa de los Serrano. Están solos LUCÍA y RAÚL. El chaval está recostado en el sofá, frente al televisor, y a LUCÍA no se la ve porque habla desde otra habitación.

RAÚL ¿Dónde está mi madre, Lucía? Me dijo que viniera a tu casa y que la esperara, no sé por qué. Es que son las diez y aquí no hay nadie. No entiendo nada.

LUCÍA Tu madre me dijo que cuidara esta noche de ti. Y ahora te toca ir a la cama, Raúl.

RAÚL ¿A la cama? ¡Pero qué dices! ¡Si van a echar el "Aquí no hay quien viva"! No me pierdo ni uno de los capítulos. Son cojonudos.

RAÚL se da la vuelta y se encuentra que la madre de su amigo MARCOS sólo lleva un conjunto de lencería fina: sujetador, bragas y ligas. Se queda pasmado pero reacciona.

LUCÍA ¿Y ahora me vas a hacer caso o no?

RAÚL Claro, Lucía, que te hago todo el caso. Que si tengo que perderme el "Aquí no hay quien viva", pues vale, pues me lo pierdo. Total, hay vídeo para grabarlo, ¿no? Ahora mismo me voy a la cama, mayormente contigo.

LUCÍA le sonríe provocativamente y se va a la habitación. A RAÚL le falta tiempo para desnudarse. Se quita el jersey los pantalones en un tiempo record. Toda la ropa acaba tirada por la casa y él se echa a correr desnudo a buscar a LUCÍA.


ESCENA X

Garaje del FITI. Se acabó el cunilingus y ahora EVA y ÁFRICA están tumbadas boca abajo sobre el capo del coche de DIEGO, que lo ve todo espantado. La cara de FITI es todo un poema mientras se folla a la ÁFRICA, así, a lo perro. Con tanto empujón, el capo se mueve mientras tanto.

ÁFRICA ¡No pares, Fiti, no pares! ¡Ahh, cómo me la estás metiendo! ¡Dame más!

EVA Oye, bonita, no le revientes. Que a ver si luego no le van a quedar fuerzas para follarme a mí.

ÁFRICA A ti te dejaré lo que quede, Eva, que tenía muchas ganas de follar con él... ¡Mmmm! ¡Así, Fiti, qué bien!

FITI No os peleéis, preciosas, ¡que aquí hay Fiti para las dos!

DIEGO Que no, Diego, que tienes la mirada sucia... Que Eva y su amiga no están sobre el capo de tu coche follando los tres. Que el Fiti no está metiéndosela y sacándosela a África mientras Eva le acaricia los testículos... Que África no está gimiendo de gusto.

ÁFRICA suelta un gemido de placer y el FITI se relaja... No tiene mucho tiempo para descansar porque EVA quiere su turno. DIEGO se marcha sin hacer ruido y como mareado.


ESCENA XI

Pasillo del colegio. DIEGO camina con pasos rápidos y muy alterado.

DIEGO ¡Esto no puede ser! El Fiti se tira a mi hija y a la novia de su hijo Raúl. Tengo que hablar con Candela, que me va a dar un soponcio. Ella tiene que saberlo.

Abre la puerta de la clase y también abre mucho la boca. No llega a entrar. No puede creer lo que acaba de ver dentro: su hijo MARCOS está echado sobre un pupitre, boca arriba, con las manos y los tobillos sujetos con correas de cuero a las patas del pupitre y con CANDELA encima, cabalgándole.

CANDELA ¡Vamos, Marcos, empuja más!

MARCOS ¡No puedo más! ¡Me he corrido dos veces! ¡Ahhh!

Otro varazo cae sobre MARCOS. CANDELA tiene la voz descompuesta y le brillan los ojos de fiera lujuria.

CANDELA ¡He dicho que no vas a parar hasta que y quiera!

Menea las caderas con más fuerzas para obligar al agotado y sudoroso MARCOS. Le cabalga con violencia y sin dejar de azotarle. No han visto a DIEGO, que parece a punto de tener un desmayo.

DIEGO ¡Tu hijo es un pervertido masoquista! No, tienes la mirada sucia, Diego. ¡Nada está pasando ahí dentro!

MARCOS ¡Ah, me gusta, Candela! ¡Dame más! ¡Ahhh!

CANDELA ¿Ves cómo al final te gusta? Te voy a dar tanta guerra que no te vas a levantar en tres días. Vas a ver lo que es capaz de hacer la Candela...

Azota a MARCOS con entusiasmo y meneando bien las caderas sobre su polla. MARCOS se corre entre gemidos, casi como si le estuviera pegando más. DIEGO tiene que agarrarse a un extintor de emergencia porque si no le va a dar algo...


ESCENA XII

Casa de la familia Serrano. DIEGO entra, caminando como si estuviera mareado después de todo lo que ha tenido que ver. Se dirige a su habitación pero le queda una sorpresa: su esposa LUCÍA y RAÚL, completamente desnudos los dos. RAÚL está sobre ella, bien metido entre sus piernas abiertas, cabalgándola. LUCÍA gime de placer. DIEGO retrocede y choca con la pared. Tiene la respiración entrecortada y parece que le va a dar un síncope.

DIEGO ¡Que me va a dar un ataque! ¡Dios, que esto no puede ser! ¡Joder, joder!

La pareja se da cuenta de que está en la habitación pero no se detiene. RAÚL no abandona la "faena".

LUCÍA Diego, esto no es lo que parece. No te confundas, que yo siempre te he sido fiel y estoy cansada de tus celos estúpidos.

DIEGO Si ya lo sé, Lucía, ya lo sé. Que tengo la mirada sucia. Que no, Diego, que el amigo de tu hijo no se está cepillando a tu mujer delante de tus ojos, que son imaginaciones tuyas. Que luego te confundes y quedas como un imbécil.

RAÚL Oye, Diego, que yo puedo parar si te molesta, ¿eh? Es que como estaba tan necesitada de que le dieran un repaso, pues quiero terminar la faena. Si hay que pararse se para, pero pararse para nada es tontería.

LUCÍA ¡De pararse nada! Empuja, Raúl, empuja. Como te corras antes que yo, repites curso por cuarta vez… ¡Ahhh! Así… Mmmm.

DIEGO se limpia el sudor de la frente con un pañuelo. Luego se acerca más a ellos y ve cómo LUCÍA echa el largo cuello hacia atrás, gimiendo con cada arremetida de RAÚL, que le come los pechos mientras. DIEGO sigue monologando.

DIEGO Diego, tú eres un hombre moderno, liberal. Y lo que más te importa es verla feliz, ¿no? Pues más feliz no la voy a ver. Mira su cara descompuesta por el placer, las tetas subiendo y bajando al ritmo de sus latidos acelerados… ¡Pero chaval, cógele las piernas y póntelas sobre los hombros, que así la penetrarás mejor! ¡Y con más energía, que es muy viciosa!

RAÚL Gracias, Diego, ahora mismo lo hago.

Efectivamente lo hace, y vuelve a la carga con más energías, dándole mucho gusto a LUCÍA.

DIEGO Ay, si es que la juventud no sabéis. ¿No ves que ahora se la metes mejor?

LUCÍA Eres un cielo, Diego. Y no pares, Raúl, dame más, que voy a correrme. ¡Así!

RAÚL Si yo darte caña, te doy, pero es que eres muy viciosa. Vas a terminar conmigo

LUCÍA Vamos, cariño, que tú puedes. ¡Más, más!

Y efectivamente puede: ya no puede penetrarla con más fuerza y LUCÍA gime porque ha llegado al orgasmo. El chaval también gime porque se ha tenido que esforzar lo suyo y se queda muerto de gusto después de correrse.

DIEGO Estupendo, Lucía, estupendo. Pero si no te importa, Raúl, me voy a echar a dormir, que estoy reventado.

No se espera a que salga y se echa en la cama. Vestido y todo se queda dormido.


ESCENA XIII

Terminamos donde empezamos: en la cocina de los Serrano. Está la familia al completo y las amistades, de forma que aquello parece el camarote de los hermanos Marx, como ya es habitual. Están LUCÍA y DIEGO, CARMEN, EVA y su amiga ÁFRICA, SANTI, FITI, CANDELA, RAÚL, MARCOS, GUILLE, los dos amigos de GUILLE, TETÉ, la amiga de TETÉ, JAVI, FERMÍN, la MADRE DE FERMÍN, el CAMARERO, TORRENTE y algún otro extra de relleno.

MARCOS se toma la tostada a duras penas, porque está destrozado después de follar con la CANDELA. Pero aún le quedan fuerzas para cantar.

MARCOS Uno más uno son sesenta y nueve

Quién me lo iba a decir

Que era tan fácil ser feliz...

CARMEN le mete una tostada con mermelada en la boca y se termina la canción...