Los Serrano se divierten (1)
Nuevas formas de divertirse y aprender que no se vieron por televisión.
LOS SERRANO (1)
Marcos se había dado cuenta de que su hermano Guille había estado toda la tarde preocupado por algo, pero no sabía muy bien a qué se podía deber dicha preocupación. Sabía que podía ser algo serio y, como buen hermano, tenía que averiguar que es lo que le sucedía a Guille. Eso se debía a que Marcos se tomaba muy en serio su labor como hermano mayor a sus 19 años, consciente de que debía proteger y ayudar a su hermanito de 14. Por eso, Marcos estuvo toda la tarde pensando cómo poder averiguar que es lo que le sucedía a Guille, sin llegar a ninguna conclusión clara porque sabía que si le preguntaba abiertamente no lograría nada en absoluto.
A eso de las doce de la noche Marcos decidió ir a acostar, estaba agotado después de un fin de semana de fiesta, donde había conseguido el sábado hacer doblete con dos tías impresionantes. Cuando llegó a su cuarto, que compartía con Guille, observó que, aunque la luz estaba apagada, Guille estaba sentado en la cama, con los ojos abiertos, absortos en algo que a Marcos se le escapaba por completo. Así, Marcos decidió no esperar más y trató de averiguar el porqué el malestar de su hermanito, sentándose en la cama junto a este.
Marcos-pero, ¿qué es lo que te pasa Guille?, llevas todo el día con mala cara. Sabes que puedes confiar en mi y que te ayudaré si puedo
Guille-no me pasa nada Marcos, son tontería mias
Marcos-cómo que tonterías tuyas, a ti te pasa algo, sabes que no puedes ocultarme nada porque siempre acabo descubriéndolo. Además, te repito que lo único que quiero es poder ayudarte
Guille-bueno, la verdad es que...
Marcos-¿qué?
Guille-bueno, ayer por la tarde estuve con una chica...
Marcos-¿si?, pero eso está bien
Guille-si, ya lo se, pero estábamos los dos solos en su casa y a ella le apetecía, bueno... ya sabes
Marcos-dime
Guille-ya sabes lo que te quiero decir
Marcos sabía perfectamente lo que Guille quería decir. La chica con la que había estado era Yolanda, de 16 años y tenía fama de ser una gran calienta pollas dentro del instituto. Marcos estaba seguro de que lo que sucedía es que Yoli la calentona había querido follarse a su hermanito Guille y que, probablemente, este no habría podido hacerlo debido a su gran timidez y a su inexperiencia. Marcos, ahora que tenía frente a él a Guille, que llevaba puesto sólo un slip y una camiseta interior, se daba cuenta de que su hermanito sería muy apetecible para las tías. Era un chico rubio que era bastante atractivo, medía ya 1,60, pesaba 60kg con un cuerpo cada vez mejor formado por su gusto por practicar deportes. Además, Marcos, al mirar de forma inconsciente el paquete de Guille se imagino que, para su edad, tenía que estar bien dotado.
Marcos-si, que ella quería... pero tu no
Guille-no es que no quisiera en si
Marcos-entonces, ¿qué pasó?
Guille-Yoli y yo empezamos a enrollarnos y ella me pedía que se lo hiciera con más fuerza, que le comiera la oreja, que empezara a...
Marcos- a qué
Guille-a acariciarle las tetas, los pezones y su...
Marcos-¿coño?
Guille-si, eso. Yo no sabía muy bien lo que hacía entre la vergüenza y que era la primera vez y ella empezó a burlarse de mí, diciendo que era un niñato virgen que no sabía hacer de nada.
Marcos- eso no es grave. Todo el mundo sabe que es la puta del instituto y se la han follado casi todos los alumnos y seguro que alguna alumna
Guille-¿tú te la has follado?
Marcos-hace un par de meses estuve con ella. No me la folle, pero hice que se corriera comiéndole el conejito y las tetas y luego me hizo una mamada de escándalo, echándole mi leche en la boca y la cara.
Guille miraba a su hermano con una cara bastante rara mientras oía como contaba esa caliente experiencia con Yoli la calientapollas
Marcos-¿te molesta lo que te estoy contando? Si quieres paro
Guille-no, sigue porfa, que me interesa
Marcos siguió contándole con más detalle lo que había hecho con Yoli, y también lo comparó con lo que había hecho con otras chicas. Efectivamente, Marcos era un chico bastante atractivo, lo que explicaba su éxito con las chicas. Era moreno, medía 1,75, pesaba 75 kg y tenía un cuerpo fibrado y en parte cubierto por un atractivo vello. Mientras Marcos contaba sus hazañas sexuales a su hermanito, notó como éste le miraba cada vez más embobado y, después de echar un vistazo a los slips de Guille, notó como la pija de este había crecido y se encontraba en un notable estado de semierección. Vamos, que Guille se estaba poniendo a cien con lo que oía. Y la verdad es que ante esa visión, también Marcos estaba empezando, sin desearlo, a excitarse, notando como su verga comenzaba a despertar de sus 8 cm. de reposo yendo hasta los 18cm de plenitud que llegaba a alcanzar, no sabiendo como ocultar su semierección ya que sólo llevaba puestos unos boxers blancos ajustados.
Guille-joder Marcos, me gustaría un montón poder hacer lo que tú con las tías, te lo tienes que pasar muy bien, pero yo no tengo ni idea de cómo hacer todo eso
Marcos-a todo se aprende, hay que ir poco a poco
Guille-ya, pero yo quiero aprender en seguida, para que Yoli no pueda ir diciendo por ahí que son un niñato virgen que no tiene ni idea de sexo
Marcos-vaya, y te gustaria aprenderlo esta misma noche
Guille-si, cuanto antes mejor, como sea
Marcos estaba cada vez más excitado ante la misma excitación de su hermanito. La verdad es que era bastante guapo, con esa cara de buenecito, y tenía un cuerpo hermoso, bien proporcionado y con apenas vello a la vista, lo que sería envidiado por muchas chicas. Entonces Marcos comenzó a desear poder tener ese cuerpo para sí y empezó a maquinar como podría aprovechar las lecciones de sexo a Guille para poder hacerse con él.
Marcos-bien, me gustaria poder enseñarte Guille, pero no se como, porque no tenemos aquí ninguna chica. Pero, ¿qué te gustaria aprender?
Guille-todo
Marcos-pero vamos por partes, para empezar...
Guille-a besar bien, con lengua
Marcos-pero eso hay que hacerlo para aprenderlo, y te digo que no tenemos ninguna chica
Marcos se dio cuenta entonces de la cara de derrota que puso Guille, tan ilusionado como estaba con su nuevo aprendizaje. Entonces lanzó su proposición, notando que no era él el único excitado, con su rabo a pleno rendimiento de 18cm, sino que tambien la verguita de guille se encontraba plenamente enarbolada.
Marcos-vale, pero sólo queda una solución: tu serás la chica y yo el chico
Guille-pero, ¿por qué?
Marcos-porque yo se más sobre los chicos y como actúan cuando lo hacen con las tías y tu tienes que aprender no sólo lo que hacen los chicos, sino también lo que sienten las chicas, para que veas mejor cuál es la forma correcta de hacerlo
Guille-pero, ¿eso no es de maricas?
Marcos-en este caso yo creo que no, porque es entre hermanos y a ninguno de los dos nos gustan los tíos. Yo lo hago por hacerte un favor, como no te gusten a ti...
Guille-no seas jilipollas, a mi no me gustan
Marcos-entonces, ¿estás de acuerdo?
Guille-venga, si
Entonces Marcos se recostó un poco más en la cama, quedando totalmente frente a él Guille, cuya erección era más que notable
Marcos-bien, muchas veces el chico se encuentra tumbado y la chica se echa sobre él y comienzan a enrollarse, a besarse. Venga, vamos hazlo
Guille comenzó a obedecer sin rechistar, echándose poco a poco sobre el cuerpo de su hermano. Lo primero que Guille notó con su piel es algo que ya había visto, la vergota de su hermano estaba dura del todo, como la suya, al tiempo que acariciaba tímidamente el fibrado y semivelludo cuerpo de su hermano, notando como eso le gustaba. Cuando ya se encontraba totalmente sobre Marcos, Guille comenzó a acercar la cara poco a poco a la de Marcos. Entonces notó como Marcos lo agarraba del cuello con una mano mientras que con la otra le acariciaba la cara, aproximándola hacia la suya. Al final, ambos labios entraron en contacto y Marcos, habilidoso como era, hizo con su lengua que Guille abriera los suyos. Se inició así un beso que enganchó a ambos hermanos durante un buen rato, siendo disfrutado tanto por Marcos como por Guille. Mientras este comenzaba a acariciar el pelo de su hermano, Marcos comenzaba a acariciar con su mano todo el cuerpo de Guille.
Pero Marcos ya no se conformaba con ese beso, quería que su polla fuera saboreada y pudiera expulsar la leche que llenaba sus huevos...