Los sementales, la playa y el juego
Kris convence a su maduro cliente de integrar a Danijel un amigo musculoso que quiere reventar el culo del maduro y enseñarle lo que es un macho.
Habían pasado los días después de esa noche con Kris y mi vida volvía a ser tan rutinaria como siempre, el trabajo en la oficina me consumía y me desesperaba, quería regresar al gimnasio para volver a ver a ese joven de esos ojos verdes que me mataban, oler su sudor por encima de su camiseta de tirantes, escuchar su rugido al levantar esos fierros de pesos inhumanos para mí, pero que para el representaban su pasión, extrañaba ver esas fibras de musculo tensarse con cada movimiento, un pensamiento me llevaba a otro, estaba en éxtasis mi mente se convertía en un laberinto que a sabiendas de ser peligroso, estaba desesperado por perderme en sus paredes adornadas por las escenas de esa noche, extrañaba sentir todo su peso sobre mi cuerpo, el estar totalmente indefenso y la merced de ese joven a quien le doblaba la edad, era irónico como ese potrillo domaba con mucha facilidad a esta yegua vieja, yo que lo había vivido todo, y a e que le faltaba todo por vivir, extrañaba el sabor de su pene, era diferente al de otros que había probado, tenía esa esencia que solo la juventud puede ofrecer, que solo el vigor y la potencia de esa edad pueden llegar a embriagar a los que dejamos de soñar, como si de un castillo de naipes de tratara un timbre de celular me despertó de mis pensamientos, era mi amiga Milena esa voluptuosa mujer a la que le debía el conocer a Kris, entre enojado pero muy excitado conteste su llamada con una voz entrecortada:
-Hola, amigo días sin verte en el gimnasio ¿ha pasado algo?, me contesto esta.
-Pues es solo que el trabajo me ha consumido completamente, le replique.
-Entiendo a lo que te refieres, pero siempre hago tiempo para desestresarme y venir a refrescar la vista, me contesto Milena con un tono pícaro, pero deberías venir este sábado.
- ¿Por qué lo dices? Pregunte haciéndome el desentendido.
-Ya sabes, me refuto sin abandonar su tono de picardía, los sábados por la tarde los cachas del gimnasio andan todos sin playeras.
Hice una pausa recordando esa costumbre tan agradable de ese gimnasio y recordaba esos cuerpos bañados en sudor que recorrían la sala de entrenamiento, chicos que por mera vanidad y ego mostraban el fruto de du disciplina a las féminas que sin falta acudían a esa cita de lujuria, esos dioses musculosos adoraban ser mirados y no les molestaba que los ojos de los gay como yo salieran de sus orbitas al ver semejante espectáculo, les subía el ego que hombres beta se humillasen de esa manera ante machos alfa como ellos.
-Seguro, estaré ahí, apresure a contestar luego de mi trance.
Era un jueves, y ansiaba como nunca que llegara el fin de semana para poder verlo de nuevo, pero ante esa ansiedad no pude conciliar el sueño tranquilamente esa noche, por un lado, estaba muy emocionado por encontrarme con él, pero ¿que haría después?, ¿le pediría volver a estar con él?, y de ser así ¿aceptaría? Y si acepta ¿Cuánto me costaría?, las dudas invadían mi cabeza como mosquitos invisibles que zumbaban en mi conciencia, mi cuerpo ardía, busque el consolador de 17 cm. de la gaveta de mío mesa de noche y ahí comencé a introducirlo en mi ano viejo pero muy caliente suplicando a gritos por una verga joven que calmara su sed de semen vigoroso, intentaba entre gemidos ahogados poder replicar la potencia de las embestidas de Kris con mis manos pero en vano, ¿Cómo alguien que casi era un niño tenía tanta experiencia y podía generar tanta energía para potenciar sus embestidas? Por más que le daba vueltas no entraba la lógica de ese problema físico, pero al cabo de unos minutos y jadeando con sudor en mi frente y mi semen en mis manos logre tener un orgasmo, pero uno patético en comparación con el que ese semental había hecho sentir, me había decidido, el sábado iría al gimnasio y le pagaría lo que fuera por ser su perra una vez más, luego de eso todo se puso negro y escuche la voz ronca de Kris susurrándome cosas sucias y denigrantes en mis sueños.
Esa mañana me desperté con el molesto sonido de mi despertador, el sol aún no se asomaba, me dispuse a salir a mi trabajo, ese viernes se mi hizo eterno, moría por salir, ya adentrada la tarde y con una copiosa lluvia que anunciaba el fin del verano conduje hasta el centro comercial más cercano, camino al cajero pensaba en que me entregaría de nuevo a su juego, no estaba claro en mi mente quien era el verdadero ganador de ese juego, ¿Quién ganaría al final? Y de ser así ¿hay un ganador? Si lo hay ¿alguien verdaderamente pierde?, llegue al cajero del que saque una generosa cantidad de dinero, estaba por salir cuando un maniquí exageradamente proporcionado de busto llamo mi atención, este estaba decorado con un sostén que parecía tan pequeño que apenas cubría sus tetas. Estaba frente a una tienda de ropa erótica, entonces pensé en algo que me llamo tremendamente la atención, algo diferente cambiar de rutina ya saben, entre, el lugar estaba lleno de disfraces de todo tipo desde sumisos trajes de sirvientas, pasando por sexis enfermeras hasta atrevidas secretarias, quede frente a eso que llamo mi atención eran una serie de tangas con encaje muy femeninos y medias altas de cabaret, la dependiente una mujer muy guapa que podía competir en volumen de busto con el maniquí del aparador me pregunto si buscaba algo para mi esposa, asentí con la cabeza y compre ese y otros atrevidos conjuntos, mi favorito era esa tanga roja con encajes y las medias negras, pero el morbo me decía comprar un hilo rosado, pague a la dependiente y salí del local.
El sábado por fin había llegado, el clima era muy fresco, tome mis cosas muy temprano me vestí con ese hilo rosado que había comprado, en mí no tan humilde opinión me quedaba bien parecía una nalgas de mujer ya que con mi peso un poco pasadito llenaba muy bien ese estereotipo, me puse una camiseta blanca y un short negro salí y llegue al gym un poco vacío, decepcionado decidí ir a la zona de la cafetería pues decidí quedarme todo el día hasta ver a mi amor, me quede ahí viendo el ir y venir de los demás jóvenes, envidiando su juventud teniendo esa vida por delante, pensando que hubiese sido de mi de haber sido más aventado en mi juventud, esos pensamientos de opacaban al reflexionar sobre que quizá si no hubiera tomado las decisiones que tome en mi juventud quizá no tendría esa comodidad para pagar y estar con ese super hombre de ensueño. Las horas pasaban y estuve muy entretenido, hable con Milena quien llevaba una licra de gimnasio ceñida a su culo, era espectacular, muchos jóvenes machos la miraban con lujuria, con deseo otros a propósito llegaban con colegas quitándose sus camisetas a propósito exhibiendo sus voluminosos cuerpos “disimulando” competir en fuerza entre ellos, un grupo de tres muchachos, los más atléticos del lugar llegaron descaradamente sin camiseta a la barra, platicaban entre ellos, presumiendo las tías que se tirarían ese fin de semana, con cada palabra se marcaban cada musculo de los cuellos de esos chavales, las grandes venas partían de sus manos hasta sus pectorales duros, -Hey David, te sigues tirando a la dependiente de esa tienda, pregunto un joven con la espalda más ancha que había visto, su cabello negro castaño cubría un poco su cara blanca con un poco de acné típico de la juventud, -uff esas tetas, están de gloria Dylan, contesto el joven más alto de los tres, rubio y de cabello rizado con el cuerpo de un hombre en plenitud haciendo un gesto de estrujar los senos de una mujer que imagine satisfecha al ser palpada por las manos de ese joven atleta, ¿tú que harás Qwin?, preguntaron casi al unísono a un joven muy apuesto el más bajo de los tres de una abundante cabellera negra de cejas muy pobladas que le daban un aire más masculino que a los otros tres, -Iré a una fiesta de playa, la amiga de mi hermana me invito, y sospecho que quiere que me la tire, rieron estrepitosamente estos tres y Qwin hizo un movimiento de cadera a la vez que sostenía imaginariamente la cintura de una afortunada jovencita que se comería ese muñeco que tensaba todos los músculos del torso al hace este movimiento, embobado no prestaba mucha atención a lo que me decía Milena, los tres jóvenes siguieron hablando hasta que decidieron irse del lugar, después de beber sus batidos ganadores de masa muscular, sin embargo note a Dylan una fugaz mirada hacia Milena y yo, al poco rato Milena se marcho dijo que debía terminar su rutina de glúteos, decidí mirar rápidamente a la sala, mi príncipe aún no había llegado, pero acercándose venia Alex, el único amigo que había hecho en ese gimnasio, por la diferencia de edad, podía entender que los demás visitantes del lugar asumieran que éramos padre e hijo o quizá abuelo y nieto, Alex era un joven de 16 años abiertamente homosexual de ahí el lazo que nos unía, era muy delgado, de test blanca con un cabello castaño lacio de estatura similar a la mía, sus ojos eran de un marrón oscuro, era un joven muy atractivo, y tenía muchos amigos en el lugar siempre se reían con algún chiste que él decía, lo sabía porque sus risas a veces me sacaban de mis pensamientos, pero eso era ilusión muy convincente, lo cierto es que Alex era un mar de dudas, miedos e inseguridades, era un chico muy confundido que solo quería ir a la universidad, esto solo lo sabía yo, pues no era sincero con las personas y le costaba mucho abrirse, se sentó conmigo y charlamos unos 20 minutos, era un tema recurrente un amor extraño, de un niño de un nombre extraño, siempre me contaba con pesar el desdén que este le hacía y eso lo hería profundamente, comprendía ese dolor, pues fui joven y viví eso también, siempre trataba de animarlo para que siguiera adelante, pero mis palabras eran duras de calar en el alma tan llena de oscuridad de mi amigo, un alma que emitía una luz falsa con las personas que lo rodeaban, solo yo conocía la verdad que encerraba, después de eso Alex dijo que tenía que irse, pues su abuela su única familia cercana cumplía años esa noche, nos despedimos y lo vi, mi corazón palpitaba a mil por hora estaba allí en medio de la sala quitándose una sudadera para dejar al descubierto un cuerpo grade, cubierto apenas por una camisa desmangada que decía “Gold gym”, fui al baño rápidamente, necesitaba estar presentable para mi amante, a entrar note que no había nadie, me mire al espejo me peine un poco y justo al salir algo hizo que me detuviera de golpe, un gemido ahogado salía del baño de discapacitados del fondo, el morbo y la curiosidad me hicieron entrar muy silenciosamente en el baño de a lado, subí la taza para ver lo que ocurría, vaya sorpresa que encontré, lleve mis manos a la boca al ver a mi amiga Milena sin sostén y pegada a los pectorales de un joven cuya espalda cubría a su amante, era Dylan el joven de la barra, este buscaba desesperadamente el culazo de mi amiga, al sacar la mano de la licra de mi amiga, llevo sus dedos a su nariz para oler la fragancia de la hembra que tenía delante, mi amiga gemía de placer ante el tacto de la mano de ese joven musculoso, no quise seguir mirando aunque las ganas no me faltaban, por respeto a mi amiga salí del baño tan silenciosamente como entre pero con mi pene goteando por la cara de mi amiga llena de placer de restregar sus tetas con el torso firme y duro de Dylan.
Me acerque a él evadiendo los bestiales cuerpos que a esa hora ya vestían solo con pantaloncillos
deportivos y unos ajustadas bermudas que cubría el sexo de esos atletas, Kris me miro y note el brillo similar al oro sus ojos, me sonrió mostrando sus dientes perfectos dejo caer la pesa con la que trabajaba, apoyo su brazo sobre una máquina y me quemaba con su fuete miraba mientras como una hembra sumisa me acercaba ante mi fuerte macho, -Hola lindo, me dijo con su voz ronca mire hacia otro lado como queriendo escapar de su mirada, en el fondo varias mujeres miraban a mi Kris con deseo y a mí con desdén, me arme de valor o más bien el coraje me invadió tome su mano y lo lleve hasta los vestidores, lo metí en un cubículo, el coraje, la excitación, la necesidad de su verga me cegaba el juicio, no me importaba que alguien entrara, le suplique con la mirada la necesidad de estar con él, será 20 la mamada me, dijo prácticamente ordenándomelo lo saque de mi billetera y se lo di , acto seguido me tomo de los hombros y me bajo hasta su entrepierna, mire buscando sus ojos, su torso brillaba con la tenue luz de los vestidores, su pequeña prenda despedía un olor muy fuerte, una mezcla de orina, de semen y de sudor, así huelen los hombres de verdad me dije en mis adentros, ese olor no me disgustaba, me embriagaba, y me llevaba, lamí por encima y Kris soltó un rugido, quería seguir jugando pero no soporte más y le baje esa prenda, una verga larga y surcada por grandes venas me dio de lleno en la cara, la contemple, se movía de arriba abajo como asintiendo, una gota transparente brotaba de la punta, sin pensar la trague, era acida pero me gustaba, Kris soltó otro rugido que me hizo estremecer, tomo mi cabeza con sus manos y me obligo a tragar esa anaconda, mi nariz hacia contacto con su pubis lleno de vellos, saque su verga de mi boca para pasar mi lengua sobre las venas de su pene desde la punta hasta su base, lami sus testículos llenos de semen, meti cada uno de ellos en mi boca eso lo puso a mil -Que puta tan experta eres, no en balde tantos años en cima, me molesto un poco que remarcara nuestra gran diferencia de edad, pero no me importaba, era cierto, mi más de mitad de siglo me habían hecho un experto mamando vergas, Kris bajo sus grandes y callosas manos por mi espalda buscando mis nalgas dejo al descubierto estas al bajar mi ropa, miro que no llevaba nada debajo más que el hilo rosado que había comprado la noche anterior, eso lo prendió mucho, note las pulsaciones de su pene en mi boca al ver mi hilo en mi culo blanco, me dio una fuerte nalgada que me hizo gemir, comenzó a bombear su verga contra mi boca, -me vengo, declaro Kris, los chorros de su semen inundaron mi boca, trate de tragar lo más rápido que podía pero, era tanta la abundancia que solté un poco que cayó al suelo, se sentó muy cansado, con grandes gotas de sudor que adornaban ese pecho de hombre, entre agitado y ansioso busco su teléfono y vi que le escribió alguien, al cuestionarle me dijo que un amigo quería estar con nosotros, que me lo presentaría y que si me parecía ambos podrían reventarme bien rico el culo.
Él era un joven muy apuesto, iba sin camiseta como los demás, su piel brillaba por el sudor con un resplandor dorado producto de las lamparas del vestidor, era igual de alto que Kris quizá unos centímetros menos, ante esos don jóvenes machos me sentía pequeño y muy intimidado, era un pequeño ser entre dos montañas de musculo, -Danijel, me extendió la mano el amigo de Kris este era de ojos negros y de cabello negro también, llevaba un corte muy de moda, casi rapado de los laterales y un poco porción de cabello adornaban cono una corona ese rostro muy varonil de proporciones cuadradas de cejas pobladas, nariz recta y elegante, me dijo que era un fisicoculturista que hacia streetworkout, tenía 20 años, sus palabras resonaban en mi cabeza como un lejano eco al estar hipnotizado por sus grandes pectorales aparentemente afeitados, sus fuertes abdominales y la V que acababa en un ajustado bóxer que aprisionaba una verga muy deliciosa de su bóxer salían dos columnas musculosas, esas piernas eran casi del grosor de mi torso, ¿Cómo o porque los niños de hoy son tan fuertes y grandes? Me pregunte en mis adentros, ¿Qué rayos les darán de comer? En mis tiempos de juventud, yo a esa edad ni siquiera sabía lo que era un gimnasio y ellos parecían haber vivido ahí desde toda su vida. Su mano me dio una palmadita en mi mejía y me jalo muy bruscamente de mi fantasía, -Kris me conto que te van las vergas y los tíos grandes, que das pasta porque te rompan tu coño, deja que sea yo también ese que haga gemir de placer, al decirme esto Danijel me pego a su duro pecho del cual debido a la diferencia abismal de dimensiones y fuerzas, no podía ni quería soltarme, sentí ese calor tan humano del cual me sentía viciado, Kris se pegó a mi espalda y flexiono un poco las piernas para poder rosar su pene semi erecto sobre su mezclilla deportiva en la entrada de mi ano, si hubiera sido mujer me hubiera venido o mínimo hubiera lubricado mi culo debido a la excitación debido a los roces de esos jóvenes que querían romperme, -di que si bonito, me susurro Kris con su boca muy pegada a mi oído, su voz era grave y un poco entrecortada, podía sentir su aliento, su presencia, era una maldición Imperio, que me desinhibía y me obligaba a contestar que si a todo, los quería, los deseaba, los necesitaba, había visto como los miraban las mujeres fuera de ese vestuario, la rabia me invadió, y sin pensarlo les propuse -Vamos a un rancho en la playa que un amigo me debe un favor, ahí podremos estar solos, a los dos jóvenes les brillaron los ojos e inmediatamente aceptaron mi propuesta, quedamos en una gasolinera cercana a las 8:00am del día siguiente, Danijel paso si dedo por mis labios quitándome los restos del semen de Kris que llevaba en mi boca y lo metió entre mis labios para que me los tragara mientras decía: nos vemos mañana putito, acto seguido ambos jóvenes salieron del vestidos dejándome muy caliente y más sediento de semen.
Era una mañana de domingo muy soleada, quizá la última del verano, salí de casa muy temprano, guarde la tanga con encajes rojos y las medias, muchos lubricantes, me puse ropa floja y cómoda, pase por un supermercado y compre muchas cervezas y algo de comida, mi corazón latía a mil por hora, llegue muy puntual al lugar de encuentro, ahí estaban dos jóvenes con sus enormes brazos cruzados mirando con descaro una que otra señorita que pasara frente a ellos, ambos llevaban gafas de sol que les daba un aspecto más intimidante Danijel llevaba sandalias un bañador corto que dejaba ver sus piernas musculosas y una ramera negra y sin mangas sus tríceps se marcaban fuertes, Kris alto más moreno lleva una cadena gruesa en su cuelo que descansaba sobre su pecho marcado cubierto por una camisa desmangada de color rojo, este llevaba deportivas y un bañador blanco que también acentuaba sus musculosas piernas, conduje mi auto frente a esos imponentes machos, Danijel quedo un tanto sorprendido por mi auto, Kris le dirigió una mirada de complicidad y ambos jóvenes subieron a mi auto, Kris se sentó en la parte delantera conmigo y Danijel en la parte de atrás, iban hablando de cuanto cargaban en el gimnasio y cosas así, Kris de vez en cuando tomaba mi mano libre y la llevaba hasta su paquete y me dejaba palpar esos firmes abdominales que me encantaba, mi pene goteaba en mis pantalones, Tras un largo camino llegamos a la casa de un amigo, era un pequeño departamento cerca de la playa, era un poco pequeño pero muy elegante, tenía sofás muy cómodos, un televisor de ultima generación, una limpia cocina, y una habitación muy espaciosa donde esperaba que me taladraran. De inmediato al entrar los jóvenes sementales que había comprado se despojaron de sus playeras sin mangas, y recorrieron como niños con un juguete nuevo la amplia y lujosa sala, sacaron un par de cervezas y se la bebieron de un trago como si de agua se tratara, pude ver el vello de sus axilas asomarse era abundante y sentí el impulso de olerlos, un poco de cerveza se deslizo de la boca de Danijel pasando por su pecho bajando entre sus abdominales definidos hasta perderse en una fina capa de vellos que iba desde su ombligo hasta dentro de su minúsculo bañador, no pude contenerme más y me acerque a semental, pase mi lengua probando la cerveza mezclada con colonia y sudor se su torso, tomo mi barbilla y me llevo hasta su boca, me beso, profano con su lengua mi boca, después se separó y escupió dentro de mi boca, no te emociones perrita, me dijo -esta noche tendrás lo que buscas, después de que sus ojos me fulminaran hasta dejarme como una puta muy caliente ambos machos se dieron la vuelta y salieron de la casa hasta la playa, me puse algo más cómodo y los busque, no estaban muy lejos de la casa, ahí los encontré en pleno juego con otros jóvenes con quienes departían un rápido partido de futbol playa, eran 3 vs 3 Kris y Danijel hacían trio con un muchacho gordito que contrastaba con la anatomía de los otros dos, el tipo que jugaba en su contra eran 3 chavales muy jóvenes, de no mal cuerpo pero totalmente inferiores a mis dos amantes, eran las 11:00am y estos jóvenes jugaban como un duelo de gladiadores, cuerpos sudados llenos de testosterona, desbordantes de energía, Kris y Danijel eran los dueños del juego, al cabo de 30 minutos llevaban 3 goles a favor sin el mínimo esfuerzo, la potencia de esos jóvenes atletas no tenía comparación eran físicamente superiores, Kris y Danijel chocaban sus palmas en son de triunfo, el muchacho gordito los miraba con admiración, los otros tres con rabia y furia, paso más o menos otra hora y en el grupo de los tres muchachos se integró un cuarto más, que tampoco hizo mucha diferencia en los marcadores, tras darse por vencidos, Kris y Danijel siguieron caminando por la playa, yo me limite a seguirlos mientras me aplicaba bloqueador solar sobre mi blanca piel, llegaron hasta una zona de comercio, no habían muchas familias parecía ser un bar para adultos contemporáneos, me sentía más a gusto en ese lugar, había más gente de mi edad. El sitio era tenue, la música sonaba a lo lejos mezclándose con los murmullos de esas conversaciones que rompieron al ver entrar a dos jóvenes altos y muy musculosos, llevando nada más que unos minúsculos bañadores y tras ellos un hombre bajito y de piel suave, esos jóvenes desentonaban totalmente con ese ecosistema de hombre y mujeres de apariencia culta y de auras serias, no sabía porque ellos habían elegido ese bar para entrar, hasta que un grupo de tres mujeres muy maduras pero de buen ver los invitaron a ellos a sentarse con ellos, al ver esto un poco ofendido me retire a una mesa cercana a observar la escena, -Hola guapos, se les perdió algo, le susurro a Kris una mujer bajita de cabello ubio recogido, con un top que dejaba ver un estomago flácido pero pleno, los senos de esa mujer llenaban la copa de ese tipo rosa chillante y ofensivo a la vista, Kris respondió con una sonría picara al tiempo que volteaba a mi mesa para ver mi expresión, entendí, ellos querían demostrar lo que valían, que no solo yo moría por ellos y que habían más potenciales candidatos/as a pagar por ser poseídos por esos dioses sexuales, la rubia cuarentona lo tomo de las manos al tiempo que una de sus amigas una mujer que le llegaba a los hombros a Danijel, se lo llevaba también a una mesa cercana con una tercera amiga de cabello negro, también llevaba un top muy provocativo, las tres mujeres y los dos jóvenes ordenaron cocteles y cervezas, mientras la segunda amiga de tes morena, y de cabello largo extendía sus uñas acrílicas acariciando el pecho de Danijel, mientras reía tontamente, intente apartar esa visión mirando hacia el mar que ya se teñía de un rojo rubí, pedí una cerveza para matar el tiempo, instintivamente mire y quede helado al ver que en esa esquina Kris ya llevaba su mano dentro del sostén de la rubia, su amplia mano cubría casi toda su teta, a su lado las otras dos mujeres acariciaban el pecho de Danijel a la vez que jugaban con su negro cabello y rozaban sus laterales rapados, la escena me saco de mí, salí rápidamente de ese lugar pagando mi cuenta, muy furioso camine hasta la casa, la cólera me consumía, no sabía que pensar, no tenía derecho a ponerme celoso yo solo pagaba por ellos, lo que hicieran fuera de mi cama no era asunto mío. Al tiempo que mi sombra proyectada por la débil luz lunar ya se extendía sobre la blanca arena de la playa otras dos aparecieron junto a mí, unos fuertes brazos me rodearon, me alzaron al aire y me tumbaron al suelo, de un segundo a otro me encontraba tumbado debajo de ese imponente cuerpo adolescente, sus músculos me aprisionaban sin dejarme escapar y su mirada brillaba como depredador en la noche -Que paso bonito ¿celoso? Dijo Kris con voz calmada y melosa, -No! , le grite exaltado, mire hacia la playa sabiendo que mi cara se teñía de un rojo, dos carcajadas retumbaron en la oscura bóveda celeste de esa noche estrellada, -Esta noche somos tuyos bonito, dijo Danijel incorporándose en el suelo junto a nosotros, fingí no escucharlos aunque sus voces tan masculinas bajaban toda la rabia que sentía, -yo sé lo que necesitas, sugirió Kris, -mírame, impero este, Sus labios se rosaron con los míos al tiempo que su lengua abría mi boca, fue largo y profundo, al sacar su lengua me dejo jadeando, de repente como un muñeco de trapo Kris me alzo al cielo de nuevo y me puso sobre sus hombros, - a lo que vinimos, Dijo Kris que comenzó a correr junto con Danijel a la casa conmigo en sus hombros, mi peso parecía ser insignificante comparado con lo que esa bestia cargaba en el gimnasio.
Llegamos a la casa y ya dentro los dos machos no dejaron pasar el tiempo y se despojaron de sus únicas prendas esos bañadores que se adherían as u cuerpo como una segunda piel, Kris freta a mi besándome el cuello y sacándome gemidos de placer mientras Danijel apretaba mis glúteos y los abría con sus manos como guantes y con poca delicadeza, hurgaba en la entrada de mi ano, metía su lengua caliente haciendo círculos en él , su saliva escurría desde mis nalgas y caían al suelo, mis piernas comenzaban a flaquear debido al placer, sentía que solo me sostenía debido a los musculosos brazos de Kris que me tenían de la cintura mientras mis delicadas manos acariciaban los pectorales firmes que horas antes esa mujer vulgar palpo, Danijel se separó de mi culo, gemí en desaprobación pero al tiempo Kris me levanto con ambos brazos para llevarme hasta la cama de segundo piso, me deposito allí como si de una doncella se tratara, Danijel conecto su teléfono a la televisión, y de repente la habitación que se iluminaba débilmente con la luz Azul del mar que brillaba por la luna, ahora también se iluminaba por la luz del televisor que reproducía una escena pornográfica donde una joven y muy tetona era sometida por otros machos, y su coño se abría ante semejantes herramientas, -Mia Khalifa gimió Danijel al tiempo que su verga se erguida y mitraba al techo, era la primera vez que se la veía era un poco más pequeña que la de Kris pero más gruesa y venosa, me abalance sobre ella y la puse entre mis labios -Así Mia, susurro Danijel, el imaginaba que mi boca era la de esa bella actriz, pero no me importaba, necesitaba su semen desesperadamente en mi boca y no me importaba ser alguien más para excitar a ese joven lleno de esperma, Kris se puso encima de mí y sentí su torso rocoso rozar sobre mi débil espalda, -listo bonito, sé que quieres que te rompa desde la última vez pero necesito que me lo pidas, suplica por ello me dijo Kris, no lo dude -Kris, amor por favor rompe mi culo, necesito que me llenes de la habría de la que carezco, y me hagas sentir una puta, Kris no se contuvo y metió sus 22 centímetros de carne dura en lo más profundo de mis entrañas, quise gritar del dolor pero Danijel metió su verga sin aviso en mi garganta y ahogo mi grito, sentía mis entrañaas quemarse con el roce de ese fierro que corrompía esa imagen pulcra que le daba a la sociedad sustituyéndola por el de una ramera adicta al esperma de jóvenes vigorosos, los testículos de Kris chocaban contra mis nalgas, sus penetraciones eran rápidas y profundas no podía respirar bien pues la verga de Danijel me llenaba, no sé si fue la falta de oxígeno que llegaba a mi cerebro pero me sentía en un estado de éxtasis total, sin previo aviso un orgasmo descomunal me invadió y mi ano se abría y cerraba sin control, las luces del orgasmo iluminaron la habitación en mi mente, sentí como Kris tensaba todos sus músculos luchando por no venirse aún, tomo como un juguete y sin sacar su verga de mi culo y aun de espaldas a su musculado torso siguió fallándome como una bestia, me deslizaba de le debido al sudor de nuestros cuerpos, aun atontado mire a Danijel que se masturbaba mirando a la actriz en el televisor, la verga de Kris estimulaba mi próstata y al instante mi pequeño pene se ponía duro de nuevo pero Kris que no dejaba de entrar y sacar su órgano de mi culito estaba a punto de venirse, un rugido que competía con los gemidos de Mia, anunciaba la corrida de mi guerrero, su semen era tanto que cayó al suelo saliendo de mi ano mientras Kris me seguía penetrando, después de venirse, jadeando me tiro a la cama como un desecho o un objeto que ya había cumplido su función -Todo tuyo Dani.
Ahí tumbado en la cama, con el semen de Kris escurriendo por mis muslos y el resplandor de la televisión iluminado mi pene semi erecto se eclipso por la sombra de la montaña musculosa de Danijel, su verga estaba dura sentía que explotaría con el mínimo rose, intente levantarme para lamerla pero de un manotazo me tumbo de vuelta, tomo mis tobillos y flexiono mis piernas hasta que mis rodillas se pegaron a mi pecho, luego puso sus puños a cada lado de mí, me volvía a sentir indefenso debajo de ese hombre, pese a tener más de dos décadas que él no me sentía con la autoridad suficiente contra ese macho, Danijel comenzó a penetrarme mientras simulaba hacer pechadas sobre mí, pero cada vez que bajaba su verga se enterraba en mi recto, la verga de Danijel es de esas que te abren completamente el culo y se quedan adheridas a ti, las paredes de mi ano estaban estiradas al máximo, sus penetraciones se habían facilitado mucho debido al esperma de Kris en la anterior follada, cada vez que bajaba podía ver su pecho a la altura de mi cara, como se tensaba y veía la fibra muscular debajo de su blanca y afeitada piel, buscaba sus ojos en la oscuridad pero solo veía la débil luz de la porno dibujar un rostro lleno de determinación mientras flexionaba sobre mí, y su verga me provocara placer, estuvimos así como unos diez minutos pero el placer de su pene al estirar mi culo me hizo venir, y mi culo comenzó a succionar el pene de Danijel que se dejó caer sobre mi invadido por el placer que le daba mi culo al ahorcar su verga, sobre los músculos de su cuerpo de atleta para luchar contra los músculos de mi culo queriendo exprimir ese jugo viril, Danijel se tumbó a mi lado sudado, comencé a lamer su pecho, el comenzó a manosear mi pecho como si fueran los de Mia, pero los de esa actriz me superaban, pero el cachas los estrujaba con fuerza y sin consideración, eso me hizo gemir y mis pezones se pusieron muy rojos, juego acerco su boca a ellos mientras su mirada se perdía en la película, al tiempo yo buscaba su pene para meterlo en mi culo una vez más era tan duro como lo había sentido en mi adolorido ano, cuando lo metí Danijel me comenzó a penetrar como conejo sin soltar mis senos de mujer en su imaginación, gemí lo más femenino que pude para no sacarlo de la escena de su mente en donde follaba el coño de Mia y no el de un cincuentón caliente, palpe el pecho de mi hombre, estaba tan duro, todo en el cuerpo de ese jovencito era duro, cerro más fuerte sus ojos al tiempo que gritaba -Mia, mi amor me vengo en tu coñito, sentí hincharse más su pene en mi interior y mi ardiente ano se llenó por segunda vez en esa noche de semen, de jugo de hombre, de testosterona, caí encima de su pecho mientras este acariciaba mis nalgas, y jugaba con mi cabello, era extraño pero me sentía muy protegido, como si en los brazos de ese joven nada ni nadie podría dañarme jamás, pasados unos minutos sentí un musculo rosarse sobre la raja de mi culo, era la verga de Danijel que estaba lista de nuevo, había olvidado que estaba con un joven lleno de energía.
Danijel llamo a Kris que estaba masturbándose con esa exuberante actriz en la televisión digital de la habitación, -demole a esta puta la cogida de su vida, dijo a Kris mientras chocaban sus puños en gesto de complicidad, Kris tomo el bote de lubricante de la mesa y baño todo su pene con el lubricante, hecho una generosa cantidad en el pene de su colega, e intentaron hacer algo que no me atrevía, el pene de Danijel entro con facilidad debido las dos últimas corridas y el lubricante que bañaba su verga, pero Kris amenazaba con meter su fierro en mi ano, cuando adivine lo que querían hacer era tarde -Por favor Kris detente es muy grande, mis suplicas lejos de hacer entrar en razón a Kris llenaron sus ojos de lujuria intensa e insana, Danijel me aprisiono son sus poderosos brazos contra su musculoso torso, metió sus anchas piernas entre las mías y las abrió al máximo para que Kris tuviera una mejor perspectiva, Kris me soltó un fuerte manotazo que me hizo gemir, yo también quería más que ellos que metieran sus dos monstruosas vergas en mi culito pero me daba miedo un desgarre anal, Kris no se contuvo la excitación, el alcohol, el calor todo nos había llevado hasta ese momento, con mucha dificultad Kris logro meter su cabeza en mi cola, no pude más y solté a llorar al tiempo que mordí un hombro de Danijel para contener el dolor de ser partido, sentí que Kris puso más lubricante en su pene -Ya casi putito, ya tienes la mitad adentro, Kris dio un empujón y sentí que algo dentro de mí se rompió, grite del dolor, eso los prendió más, pero me dejaron descansar un rato de repente en una sincronía perfecta, Kris y Danijel comenzaron a follarme como bestias, empapados en sudor mientras uno estrellaba su verga hasta el fondo el otro sacaba su pene a la mitad y a continuación lo metía mientras el segundo lo sacaba, eran como esos relojes suizos, perfectamente sincronizados, sin duda estos dos habían nacido para follar pensé en mis adentros, el sudor me empapaba pue ambos atletas luchaban para no ser quien se corriera primero, creo que era como orgullo o algo así -que culo tan rico me susurraba Kris al oído, el solo sonido de su voz grave hacia que el dolor se fuera lo sustituyera un placer indescriptible, la sensación de domar a dos sementales jóvenes solo con tu culo, gemíamos como desenfrenados, los gritos de placer de Mia se perdían entre los rugidos de mis amantes y mis gemidos de placer la fricción de mi pene contra el duro torso de Danijel y los constantes envistes a mi canal rectal me hicieron correrme sobre Danijel, mi ano quería expulsar esas vergas pero ellos metieron ambas lo más profundo que pudieron y sintiendo mis convulsiones ambos se corrieron casi a la vez en mi culo, el sonido se había ido, la oscuridad se apodero de la habitación, el aire se volvió pesado, solo podía sentir mi ano abrirse y cerrarse mientras esas dos vergas me llenaban, era como si mi cerebro desconectara todo mi cuerpo y solo pudiera sentir por mi recto. Nos tumbamos en la cama, yo en medio de ambos, nos quedamos dormidos, con los gemidos del televisor al compás de las olas que se rompían contra las rocas de la playa, de mi ano muy abierto escurría el semen de Kris y Danijel, combinado con el lubricante y un poco de mi sangre.