Los relatos me ayudaron con una chica que deseba

Levanté mi mirada y la observé como tenía los ojos cerrados, con señal de esta disfrutando tan delicioso momento. Deje descansar sus senos de mi lengua y empecé a trabajarlos con mis manos y darle pequeños pellizcos en los pezones

LOS RELATOS ME AYUDARON CON UNA CHICA QUE DESEBA

Soy un joven de 24 años de edad (próximo a cumplir los 25), con una profesión y una especialización. Leer relatos últimamente se había convertido en uno de mis pasatiempos favoritos, pues siempre me ha gustado leer y aprender nuevas cosas; pero sin duda que esto me llevo a algo que jamás imagine.

Una mañana, me levanté de la cama como de costumbre, hice todo lo que debía hacer, pues tenía que estar en la oficina a eso de las 10 AM, así que al ver que me quedaba mucho tiempo entre a la pagina que ya todos conocemos y nos agrada. Leía relatos de toda clase, de muy buenos autores (como lo son ustedes). Me estaba poniendo muy excitado, con deseos de tener a una chica o por lo menos de ser el chico que realizaba todo lo que estaban contando en uno de los relatos.

Ya había cumplido cerca de una hora de estar ojeando y con ganas de acariciarme… cuando sin darme cuenta apareció una amiga muy querida, y que por supuesto, le tenía unas ganas terribles. Ella con el afán de darme una sorpresa se dio la vuelta por detrás de la casa y quiso entrar por la puerta del estudio, que por lo general permanecía abierta. Al notar su presencia, no pude cerrar la página y atiné minimizándola. Era tanta mi excitación que mi gran pene -de 20 centímetros, bien grueso, con una pequeña peca en la parte superior y un poco de vellos (pues me lo depilo para que las chicas me lo puedan chupar bien rico)- se hacia notar a leguas que tenía ganas de una ricas y jugosa vagina.

Ella, una hermosa trigueña, de ojos negros grandes, cejas muy bien delineadas, pestañas un poco largas y una cabellera larga y muy bien cuidada -con un parecido a mi paisana Shakira- tenía una sonrisa en sus labios. Al abrir la puerta ventana noté que se había percatado de mi gran bulto; por mi parte, para poder disimular un poco le dije que si le apetecía comer o tomar algo, ella solo dijo un vaso de jugo.

A raíz de mi ausencia en el estudio, se sentó frente a la PC y empezó a mirar un poco, hasta que dio con la página de nuestras publicaciones, la cual estaba minimizada. Claro! Se puso a leer los relatos y yo, observándola desde la segunda puerta de acceso al estudio no sabía que hacer, que iba pensar ella de mi. Siempre me ha gustado el sexo, me ha gustado leer cosas de este estilo, me encanta ver imágenes… pero a parte de mi nadie mas sabía de mis gustos escondidos.

Decidí llegar a donde estaba y ella tomo el vaso de jugo y… como esperando algún comentario de parte de ella, me quedé de pie –claro, ya el bulto que tenía entre mis piernas había desaparecido un poco por el susto de todo esto-, ella solo me dijo: "Toma una silla y ponte a mi lado. Sus palabras no eran las esperadas"; obedecí y me senté con ella y nuevamente me dijo que no sabía que me gustaba leer esta clase de cuentos y experiencias. Yo le explique y ella solo digo que le parecía muy chéveres y algo… excitantes. Sin duda algunas esas palabras hacían que me regresara el alma al cuerpo, y por supuesto, ya me estaba imaginando cosas con ellas. Empezamos a leer algunos relatos más y de nuevo mi pene empezó a despertar, ella disimuladamente se acariciaba la vagina con la excusa que le rascaba, pero yo sabia que no, una mujer excitada no se rascaba la vagina de la forma como lo hacia ella.

Notando todo lo que estaba sucediendo, también quise ir un poco mas allá y empecé a tocarme el pene por encima del pantalón, ella se fijo volteando su mirada al gran bulto formado por mi gran miembro y me dijo que si deseaba ella me podía rascar un poco. La propuesta me encantaba, claro un poco asombrado por lo que me decía, pero aun así me fascinaba. Le dije, en tono de broma, que no sabía que le encantaba hacer cosas así y ella respondió: "Bueno, ya sabes que desde ahora me gusta, al fin de cuentas tampoco conocía esto en mí, pero la idea me enloquece. Con el solo verte tocar me excita mucho mas, y acompañados con unos relatos como esto, hace que desee muchas cosas".

Sin pensarlo lleve mi mano hasta si vagina, pero no era para acariciarla por encima de su jeans descaderado que le quedaba muy hermoso. Así que lleve mi mano hasta su corredera y muy delicadamente se la baje mientras ella empezó a leer en voz alta los relatos, quizás para que supiera lo que ella estaba leyendo o con al intención de excitarme más.

Metí mis dedos, el índice y el del medio, y me tome con su ropa interior. Ella con su mano hacia lo mismo en mí. Sin vacilar y sin titubeos, le dije que se pudiera de pie para quitarle lo que llevaba puesto y acepto sin pensarlo. Al ver como se quitaba la ropa muy delicada y sexy, hizo que me llevara al cielo. Dios que cuerpazo de esa mujer. Con una mirada muy seductora y una pequeña señal hecha con su cabeza me indicó que hiciera lo mismo, yo ni corto ni perezoso empecé con mi tarea. Ella se quito la blusa color rosa que estaba desabotonada un poco hasta los senos… estos últimos eran medianos, y bien paraditos, parecían dos meloncitos bien jugosos. No podía ver los pezones por que el brasier lo impedía. Este era de color blanco con fino encaje atrás. Una vez la blusa en el piso, siguió con el jeans descaderado, que hacia que la imaginación de cualquier hombre y mujeres volara, deseando ver que había mas allá de lo que ellos cubrían. Se lo desabrocho y empezó a quitárselo (recuerden que el cierre ya se lo había abierto), se lo quitaba y a la vez daba un giro para que apreciara su hermoso y redondo culito, el cual tenía bien paradito. Lo cubría una diminuta tanga brasilera de color blanco; al girarse nuevamente me di cuenta que los vellos de su vagina sobresalían un poco entre el encaje que la tanga tenía… era una escena súper excitante. Mi verga se quería reventar el pantalón y salir directo a su cueva. Me lo quite y quede con un bóxer azul turquí que demarcaba muy bien mi gran verga, y luego me despoje de mi camisa de una forma tan rápida… la arrechera que tenía me impedía pensar en como debía quitarme la ropa. Ella al notar las ganas que tenía se abalanzó hacia mí y empezó a besarme el pecho, de mi parte le fui desabrochando el brasier y sentí sus pezones bien ricos en mi cuerpo. Sin duda me excitaba mucho más. Empecé a acariciarlos y la fui llevando al sofá que había en esta habitación… la acosté en el y empecé a chuparles los senos. Si que estaba duritos. Los chupaba y los mordía un poco, y dejaba que mi lengua jugara con ellos. Mis manos se deslizaban buscando el premio mayor: su vagina. Pero antes de llegar a ella me tope con su hermosa tanguita brasilera… la fui despojando de ella hasta que salió volando lejos de donde estábamos. Y de una metí una de mis manos en tu vagina, estaba bien húmeda.

Levanté mi mirada y la observé como tenía los ojos cerrados, con señal de esta disfrutando tan delicioso momento. Deje descansar sus senos de mi lengua y empecé a trabajarlos con mis manos y darle pequeños pellizcos en los pezones… parecía gustarle mucho, en esas acercó su cara a mi oído y me dijo: "hace tiempo necesitaba a alguien así, que me hiciera sentir mujer, que le encante el sexo y todo lo que no sabía que te encantaba a ti". Eso si que me ponía mucho mas arrecho de lo que estaba. Empecé a jugar con su clítoris y un poco después la penetre con uno de mis dedos… ella pareció suspirar.

Me besaba el cuello, yo seguía con sus senos y penetrando su vagina, no con un dedo, ahora eran dos… si que estaba súper excitada esa mujer. Sus caderas empezaban a contonearse un poco, como si estuviera bailando la danza del vientre. Al poco tiempo, de tanto penetrarla, jugar con su clítoris, y de chupar, lamer, pellizcar, morder sus pezones… la coloque en posición para chuparle la vagina. Metí mi lengua y empecé a jugar con su clítoris; toda su vagina estaba súper húmeda y el olor me volvía loco de placer… al poco rato empece a chupar el clítoris con mayor intensidad y luego ya le dad pequeños mordiscos… ella daba grandes suspiros y gritos de placer, de deseos, de que le hiciera mas y mas cosas ricas. Decidí meter mi lengua en su vagina y eso hizo que se estremeciera un poco mas, las caderas las movía un poco más rápido y sus con sus piernas apretaba mi cabeza con al intención de que no la fuera a sacar. Su elixir del amor se vino en mi cara y sin detenerme tome un poco en mi boca y me dirige a su boca para besarla y darle de probar un poco de su jugo del amor.

MI pene, al hacer el cambio de posición rozo su vagina y este quiso penetrar en su cueva del amor, así que sin darle respiro alguno a la mujer que desde hace mucho tiempo había deseado tener, por quien me había hecho muchas pajillas… y que pajillas, la puse en posición del árbol a fruta para así obtener una penetración más profunda y una fuerte estimulación. Ella al sentirse con mi verga dentro, sintió u potencial dolor, ya que esta posición puede tocar el fondo de la pared vaginal. Esa hermosa mujer de senos redondos como un par de melones, de cabellera negra… cerraba los ojos y seguía dando pequeños gritos de placer y con palabras entre cortadas pidiendo más y más. Y al igual que ella, mi verga deseaba más chuchita, mas placer… y para que ella quedara satisfecha, dejé que se colocara en la postura de la Andromaca (ella arriba y yo abajo, como si estuviera mi reina cabalgando sobre mi). Wao!!! Si que sentía rico, era súper espectacular. Luego la coloqué en la postura del bambú, ella abajo y yo encima, con sus piernas recogidas en mi cintura, permitiendo una gran penetración. Esa mujer si que lo sabía hacer, sabía como moverse. No tarde mucho en esta postura cuando se me salió de mi verga un gran chorro de semen, que inundo toda la vagina de mi hermosa Venus. Ella, como agradecida de toda mi entrega y del placer brindado, me miró a los ojos como un poco cansada y tomo mi pene y se dirigido a el para chuparlo y limpiarlo.

Estábamos deseosos de más placer, pero ella me dijo que estaba cansada ya que se había masturbado gran parte de la madrugada y antes de venir a mi casa, de saber que yo era así no hubiera hecho nada por autosatisfacerse y dejar que yo lo quitara esas ansias con ayuda de mi verga. Pero que no me preocupara, ya sabía donde encontrar quien le quitara esos deseo, pero que por lo pronto teníamos que marcharnos a trabajar, cada quien a su oficina.

Ah!! Y que deseaba conocer más posiciones, por que con su ex-novio había tenido relaciones, pero siempre las mismas posiciones.

Queridos lectores, es primera vez que escribo un relato de esta clase, así que espero sus comentarios, buenos o malos, dependiendo como me vaya, le seguiré escribiendo otros mas que me han sucedido, claro, teniendo en pendiente las observaciones hechas por ustedes.