Los punkis y mi primera experiencia petplay
La maravillosa historia de la primera vez que fui una mascota para una simpática pareja que me contactó por una aplicación de ligue
Hola, este es el primer relato erótico que me decido a publicar gracias a los ánimos de algunas personas y espero que os agrade y os excite, yo me lo pasé genial con la experiencia, la verdad ;).
Comienzo presentándome, mi nombre es Luna y soy una chica trans de 22 años, 1'70, pelo moreno, piel blanquita y siempre suave, caderas y tetas creciendome, ya que llevo casi 8 meses hormonandome (estas últimas super sensibles al roce o las caricias...) y un culito bastante grande y bonito para mi gusto, a nivel personal es cierto que soy algo tímida, pero cuando me suelto me convierto en zorra hambrienta y morbosa capaz de hacer cosas inimaginables, si este relato tiene cierta acogida quizás pueda subir mas experiencias y mas fuertes.. Jijiji
Bueno comenzamos, esto ocurrió a finales de agosto, estaba un poco aburrida por tener que pasar el verano en el pueblo de mis padres y decidí instalarme una aplicación de estas para ligar, pasé los dias conociendo gente insulsa y aburrida, que pretendía excitarme simplemente enviando fotos de sus penes y sin dar ninguna conversación, y yo para ponerme cachonda y convertirme en una loba necesito algo mas... Algo mas que me dió un chat que me abrió de repente en mitad de la noche un chico que decia tener pareja y buscaban allí un chico o chica con quien jugar, por alguna razón la forma en que me hablaba me hacía sentir cómoda, como si ya hubiera tenido sexo un millón de veces con él, las fantasías y los deseos volaban...
-Ojalá comertela hasta que te corras en mi boca- Comentaba yo
-Sería un placer hacerlo y después penetrarte hasta que pidas que pare- Me respondía
En determinado momento, con la cosa bastante caliente y relajada ya me dijo que lo que realmente su novia y él disfrutaban era con cumplir las fantasías por primera vez de alguien, y bueno, lo cierto es que no se por qué lo hice, a penas le conocía y a penas había confesado a nadie que me apasiona el petplay, pero simplemente se lo dije, -Quiero ser vuestra mascota- Acompañada de una foto en la que aparecía yo con mi collar rosa de perra. Lógicamente aquello fascinó al muchacho que me comentó que no había practicado nada como eso pero que le encantaría y que a su novia también, la cosa siguió intercambiándonos algunas fotos mas con un contenido relativamente erótico y conociendo nuestros límites además de planeando como sería un encuentro.
Nos fuimos a dormir casi a las 3 a.m. y durante unos días no volvió a contactarme, yo me entristecí pensando que había sido otra pérdida de tiempo con otro tio mas que solo buscaba aliviarse una vez y luego pasar de mí, pero no, de repente un día recibí una foto con una diadema con orejitas de gata, un plug cola precioso y ceras -Para pintarte los bigotitos- dijo -Y esta tarde iremos a comprarte unas medias-
Mi mente volaba, ¿eso quería decir que vendrían? Vivíamos un poco lejos (Ellos en Madrid y yo en Andalucía) y me dijeron que si, que tenian ganas de conocer la zona donde yo estaba y que les encantaría aprovechar para conocerme, no paraban de repetirme que acostarse conmigo era como un sueño pero la que de verdad estaba viviendo un sueño era yo viendo mas cerca que nunca la posibilidad de cumplir un deseo que me llevaba acompañando años, y con una chica y un chico que fisicamente me encantaban... Sus cuerpos llenos de tatuajes, él rapado y ella tintada con mechas verdes, de unos 30 años y sobre todo simpáticos y alegres todo parecía que iba a ir genial y concretaron que vendrían la semana siguiente.
Al conocer la fecha exacta mi mente se llenó de dudas, todo cambia mucho cuando de repente cuando las cosas pasan de ser conversaciones excitantes a la posibilidad real de sexo, pero traté de relajarme, de concienciarme que sería una experiencia genial, y de que iba a pasarlo muy bien, aunque las preguntas me abordaban ¿Y si mienten? ¿Y si no vienen? ¿Y si simplemente quieren apuñalarme porque odian a las personas trans? Todas esas cosas rondaban mi cabeza sin parar pero no puedo evitar dejarme llevar por el deseo y conforme se acercaba el momento de vernos mis nervios aumentaban, pero tambien estaba mas convencida de que si alguien se rajaba, no iba a ser yo...
La noche anterior al día en que vendrían les pedí que eligieran mi ropa como primer gesto de entrega y me eligieron un vestido negro, un tanguita rojo de encaje precioso y un choker con anilla, ya que el collar me lo pondrían ellos... Dormí mal muerta de nervios y me pasé la mañana siguiente igual, como dos horas antes de la hora acordada me empecé a maquillar y vestir, ambas cosas bastante complicadas para el pulso que tenía en ese momento, pero bueno conseguí quedar bonito con los labios rojos un marron discreto en la sombra de ojos y un eyeliner bastante largo puesto que tengo bastante de choni en cuanto al maquillaje y a la actitud vital se refiere jajaja.
Fui tranquilamente al lugar en el que habían quedado en recogerme y cuando llegué miré en el reloj que aun quedaba como media hora, mi maldita manía de ser tan previsora, así que decidí fumarme un cigarro y sentarme para descansar los pies de las cuñas, recibí el mensaje de que llegarían en 10 minutos y mi pulso cambió radicalmente, finalmente había llegado el momento de la verdad y me puse a caminar de un lado a otro fumando compulsivamente hasta que vi aparecer su coche y parar frente a mí, ambos se bajaron y de repente me relajé un monton al verles sonreirme y nos dimos dos protocolarios besos y me dijeron que me subiera.
Mantuvimos una conversación trivial sobre el calor que hacía y finalmente llegamos a la puerta del hotel y entramos, el recepcionista y dueño me miró bastante mal, imaginad, dos punkis y una trans subiendo a la habitación a las 5 de la tarde, aquello era bastante evidente, pero solo pude reirme de la situación por lo bajito. Finalmente estabamos a solas y la tensión en el ambiente era palpable.
-Bueno, yo lo primero que quiero es darte un beso- Me dijo él, riendo y acercandose a mi y agarrandome de la cara besándome, la verdad es que besaba muy bien y los nervios que aún tenía desaparecieron del todo. Ella nos observaba sentada en la cama, de reojo pude ver que sonreía y empezaba a desnudarse, él le dijo que se acercara y se besaron mientras yo les acariciaba y comenzamos a despojarnos de la ropa que nos quedaba, ver sus tatuajes me puso mucho mas cachonda de lo que ya estaba y cuando paramos un momento sacaron todos los juguetes, el maquillaje, la cola, las orejas, las medias y un cuenco, yo saqué lo que había llevado también, mi collar un strap-on, a parte de unas pinzas para los pezones unidas con una cadena. Sonreímos viendolo todo y comenzó mis transformación, primero me puse las medias, mientras me acariciaban, unas medias preciosas por otra parte, negras y con un encaje muy bonito, y sentí como las caricias que me propinaban erizaban mi piel y me hacían soltar mi primer gemido, me pusieron el collar y después la diadema, mi corazón palpitaba de emoción y fue el turno del maquillaje, ya estaba, era una mascota al fin, me miré al espejo y el reflejo me volvió loca, estaba preciosa.
El juego en sí había comenzado y yo a cuatro patas me dirigí hacia ellos, besando sus piernas y mirándoles a los ojos, él me agarró del collar y me acercó a su pene, comencé a darle lametones y a olerlo, como una mascota inocente y ella se arrodilló a mi lado acariciandome y cogiendo mi nuca me obligó a metermelo entero en la boca, mientras yo solo me dejaba hacer deshecha de placer, se puso detrás de mi y rozándose comenzó a acariciar mi ano con los dedos y mi propio pene ya erecto, metió el plug con la cola después de lubricarlo levemente y yo solo gemí sin dejar de tragarme hasta la garganta aquella polla que me estaba enloqueciendo.
Él, que parecía haber cogido las riendas de la situación le dijo a ella que se tumbara en la cama y así lo hizo, después él me dirigió hacia su entrepierna y me hizo lamer su coño, me lancé sin dudarlo, lamiendo y absorviendo su clítoris y bebiendo el flujo abundante que salía de su vagina, él me azotaba y me sacaba y volvía a meter el plug mientras yo me quejaba de que no lo dejara dentro... Se acercó a ella que comenzó a chuparsela y luego se besaron un rato mas mientras yo lamía ambos genitales, en determinado momento ella se subió sobre él y comenzó a cabalgarla mientras yo, timidamente lamía lo que podía mientras ella me hundía la cara entre sus nalgas.
Después me tumbaron y empezaron a escupirme y darme bofetones que me enloquecían, me mordieron los pezones hasta hacerme gritar, mientras uno me escupía la otra me la chupaba y mordía y después cambiaban de posición, yo apenas si podía gemir y agarrarme a las sabanas muerta de placer, después me pusieron a cuatro patas sobre la cama y sacándome el plug el comenzó a penetrarme con fuerza mientras yo volvía a comerle el coño a ella, apenas podía concentrarme del placer que me estaba proporcionando la penetración, después cambiaron de postura y yo se la comía a él mientras ella se ponía mi strap-on y me follaba con mas dureza que él si cabe, no podía mas y estallé en un orgasmo sin siquiera tocarme el pene gritando y arañandole, ambos se rieron mientras yo me desmadejaba temblando y suspirando.
Me dejaron descansar un momento y después me llevaron tirando del collar a la ducha, me pusieron de rodillas y yo suponiendo lo que iba a pasar abrí la boca y les miré a los ojos empezando a recibir orina desde ambos lados tragando lo que podía y restregando por mis pechos y mi cuerpo lo que escapaba, estaba en las nubes, sirviendo como urinario a aquellos punkis que tanto me habían enloquecido, las ultimas gotitas las sirvieron en el cuenco que habían traido mientras me miraban sonriendo, lo dejaron en el suelo y yo me lancé a lamer siendo automáticamente parada por ellos.
-Aún no está tu comida gatita, espera un momento-
-Miaaaau- contesté yo ansiosa por saber qué pretendían darme. Ambos se arrodillaron sobre el cuenco masturbandose frenéticamente, siendo ella la primera en correrse mientras yo le ayudaba lamiendo sus pechos y masturbando su clitoris y metiendole los dedos acariciando su punto G, gritó mientras me cogía del pelo y unos chorritos se mezclaban con la orina en el cuenco, ella se fue a relajarse en la cama mientras yo se la comía a él y él me acariciaba y abofeteaba, eyaculó copiosamente y yo me relamí al verlo, chupando las ultimas gotitas directamente de su pene, después me agarró la cabeza y me hundió la cara en el cuenco ante mi incapacidad de hacer nada por la sorpresa y la brusquedad, yo no pudiendo hacer nada lamí aquella deliciosa combinación de fluidos hasta que no quedó una gota, sonrienron satisfechos y decidieron jugar un rato mas conmigo, tirandome una pelota al otro lado de la habitación y yo yendo a buscarla a cuatro patitas y devolviendosela en la mano, momento que aprovechaban para toquetearme y decirme lo zorra y lo complaciente que era y yo respondía maullando y lamiendole las manos o los pies o lo que en cada momento me señalaran.
Al final nos duchamos los tres y cansados y sudorosos como estabamos y nos tocamos y acariciamos riendo por última vez, nos volvimos a vestir y decidimos irnos a tomar algo por ahí, había sido una experiencia increíble y deseaba repetirla con toda mi alma, a día de hoy estamos planeando quedar de nuevo, ¿qué será lo que nos toque hacer esta vez? ¿estaría bien que yo cumpliera alguna fantasía suya no? Es lo justo Jijiji
Besitos de la Luna, espero que os haya gustado