Los primos juegan a ser marido y mujer
El la acoge en su casa, y por una confusion son tratados como un matrimonio
Sergio tuvo que acoger a su prima Sara bajo su techo, nadie de la familia quiso hacerse cargo de ella. Vivía en la capital, tras estudiar una carrera habia tenido suerte y consiguió trabajo en una sucursal bancaria, no sin las protestas de sus padres que querían que continuara en el negocio familiar. La familia era muy tradicional, muy de pueblo, de la nada y trabajando duro habían conseguido un prospero negocio de pienso donde trabajaba toda la familia y tenían veinte empleados. Siempre preocupados con “el que dirán” y mantener un estatus social, los padres y tíos eran muy religiosos, de ir todos los domingos a misa en familia. Sus primos y el no tanto, mantenían un poco las distancias con el tema religioso e iban solo en momentos puntuales para no defraudar a sus padres.
Pero en toda familia hay una “oveja negra”, esa era su prima Sara, la díscola de la familia. Siempre tan rebelde y tan contestona, era una chavala normal que hacia cosas de la edad pero con el problema que tenia una familia muy conservadora, si es verdad que era un poco alocada y muy “echada para adelante” y eso le trajo un montón de problemas y discusiones. La gota que colmo el vaso fue su embarazo oculto por un desliz con el hijo del panadero y posterior aborto, cuando se hizo publico la noticia corrió como la pólvora y casi que los padres fueron los últimos en enterarse, fue una vergüenza para la familia pero lo que mas les impacto fue el aborto. Así que la echaron de casa a sus veinte años.
Para Sergio siempre habia sido su prima pequeña por la que sentía un gran cariño, le parecía la mas inteligente de la familia con diferencia. Así que tras hablar con ella la invito a vivir temporalmente a su casa. Sara estaba encantada, tras el mal rato pasado le atraía enormemente abandonar el pueblo y buscarse la vida en la capital.
La casa era pequeña disponía de dos habitaciones, la principal y la de invitados, que era usada para guardar trastos, una salita el váter y una cocina diminuta. La convivencia en principio fue buena, Sara se puso a buscar trabajo, pero solo encontraba cosas sueltas por días, pero para sus gastos y comprar algo de comida para los dos le llegaba, Sergio desde el primer momento le dijo que no tenia que dar nada de dinero por vivir allí, pero le dejaba que se gastase algo de dinero en comida ya que su prima era cabezona y sabia que se saldría con la suya.
A la que no le hizo mucha gracia lo de su prima fue a María, la novia de Sergio. Llevaban saliendo dos años, aunque no vivían juntos el fin de semana lo solían pasar en casa de Sergio y alguna otra noche también. María empezó a sentir celos de Sara, le molestaba que estuviese en la casa, según ella no podían tener intimidad y Sergio estaba demasiado pendiente de ella, encima la relación entre las dos chicas era distante. Empezaron las discusiones entre la pareja, la relación fue enfriándose y un buen día María le dijo a Sergio que eligiese entre su prima o ella, Sergio intento que entrase en razón, no podía echar a Sara de casa, no de momento. María se reafirmo en lo dicho y le dijo que dejaba la relación, y que ademas habia conocido a un chico y habia quedado un par de veces con el. Con la frialdad que lo dijo le hundió a Sergio, se sintió traicionado, habia maneras de dejarlo, pero esa era de las peores.
Sara entro por la puerta y se encontró a su primo cabizbajo mirando la tele, en seguida supo que la razón de estar así tenia que ver con María, No hizo falta preguntar nada, se explayo entre lagrimas contando lo que habia ocurrido, Sara hizo lo único que podía hacer, sentarse a su lado y escuchar mientras soltaba todo el dolor que tenia dentro. Cuando hubo terminado Sara le agarro de la mano e intento consolar, al final le abrazo y le dijo:
- No te preocupes, ahora voy a cuidar de ti, como tu has hecho estas semanas conmigo-mientras le daba un beso en la mejilla con cariño.
Pasaron un par de semanas , Sergio gracias a la ayuda de su prima fue levantando cabeza, el rato que antes pasaba con María lo dedicaba a Sara y la verdad que se lo pasaba bien, era una chica muy divertida. Llego el cumpleaños de Sergio, fue unos días al pueblo a visitar a los padres, mas por obligación que otra cosa, ademas se quedaron tranquilos por tener noticias de Sara. Cuando por fin llego a casa, su prima le sorprendió con un regalo, habia comprado un par de entradas para ver el partido de fútbol el miércoles. El detalle le emociono enormemente, se sintió afortunado por tener una persona tan maravillosa junto a el, todos los días eran sonrisa y amabilidad, parecía que la época rebelde se le habia pasado.
- Sara, mañana ponte guapa que nos vamos a comer por ahí.
- Sii? Me invitas? A donde?- Pregunto hablando deprisa y muy contenta.
- Ya que me invitaste el otro día, quería tener un detallito contigo, vamos a un restaurante con “clase”- le explico mientras sonreía.
Tal como le dijo Sergio, Sara fue mas guapa que nunca, o eso le pareció a el, era menudita, tenia un cuerpo mas bien delgado, con unas piernas finas, que acababan en unas caderas proporcionadas, con un trasero chiquitín y una cinturita. Tenia la tripita lisa y unos pechos pequeños. La cara no era tan fina como el cuerpo, pero era atractiva y mas con esa melena cortada a capas. Para ese día se habia comprado un vestido que le quedaba estupendo, le daba algo de clase y le hacia algo mayor.
En un momento de la comida el camarero les trato como si fueran pareja, estos se miraron sorprendidos pero no dijeron nada, claro que el camarero que iba a saber que eran primos, aunque Sergio tenia diez años mas que ella siempre parecía mas joven con su cara aniñada. El local era de trato exquisito y muy amable, por eso era uno de los mas caros y clásicos de la ciudad, Sara fue un momento al váter justo antes de los postres, el camarero cuando recogió los platos le dijo a Sergio que les tomarían nota del postre cuando volviese su mujer del servicio. Esto le hizo gracia, no dijo nada y espero a que su prima se sentara otra vez para contárselo.
- No fastidies!! ha dicho eso el camarero?-Y echo a reír.
- No le he dicho nada por no ponerle en un aprieto, ademas que no me apetecía dar ningún tipo de explicación.
Aquello les hizo gracia y lo que quedaba de comida se hicieron pasar por un matrimonio joven, incluso Sara les hizo ver que estaban celebrando su primer aniversario de boda por lo que les invitaron a un chupito. Ya en la calle pasearon sin rumbo fijo mientras charlaban, Sara le cogió del hombro y le dijo:
- Bueno... y los matrimonios que hacen después de una comida estupenda?
- Pues no se.... me imagino que dar un paseo...o tomarse una copa....
- Ir al cine, o a una exposición... o de compras- le siguió ella la frase.
- Si cosas de nuestros padres, que te apetece hacer?
- Podríamos tomar una copa y luego ir al cine?
- Vale?-respondio con una sonrisa.
Pasaron un día estupendo, conectaban muy bien y siguieron con la broma de ser un matrimonio, después del cine tomaron alguna copa mas y marcharon a casa agarrados de la mano. Sara estaba algo mas bebida que su primo que aunque alegre intentaba mantener algo mas la compostura.
- Bueno marido mio, que toca hacer ahora?- le dijo en tono jocoso.
- Pues los matrimonios se quedan en casa y suelen ver la tele...digo yo.
- Vale!
Y de un brinco se acurruco junto a el en el sofá, no eran mas de las diez de la noche y decidieron ver una película, Sara se tumbo y puso la cabeza sobre las piernas de Sergio y se quedo dormida a media película mientras sentía los dedos de su primo jugar con su pelo de la cabeza.
- Despierta....sssss...despierta.....que ya acabado la película- le susurro al oído.
Mientras abría los ojos le correspondió con una sonrisa y encogió los hombros y sujeto de la cintura como si le abrazase.
- Venga levanta que hay que ir a dormir, ya es tarde.
- Pero ahora que somos marido y mujer tendremos que dormir juntos, no?-dijo con voz mimosa.
- Vale, como quieras....-respondió.
La petición le sorprendió y agrado a partes iguales, un ligero cosquilleo le recorrió el cuerpo pensando en compartir la misma cama con su prima. Sara fue medio dormida a la habitación de Sergio, se quito el pantalón del pijama y se metió con el tanga y una camiseta dentro de las sabanas, al de un rato se metió Sergio, se tumbo junto a ella y le dio un beso en la frente, ella sonrió con los ojos cerrados y cuando se dio la vuelta se abrazo a el hasta quedarse dormidos. Durante varios días mas durmieron juntos, a Sara le gustaba dormirse abrazado a su primo, le regalaba y se sentía mas segura.
Sergio fue a recoger a Sara al trabajo nuevo, cuando llego con el coche ya le estaba esperando. Se sentó en el asiento del copiloto y tras saludar le dio un pico como si fueran pareja, se abrocho el cinturón y le contó lo que habia hecho en el trabajo, solo la escuchaba hablar mientras pensaba en aquella situación a la que jugaba su prima, no habían hecho nada mas alla que dormir juntos y ahora darle un pico, es verdad que en el sofá se le solía acurrucar, creía que lo único que buscaba era cariño y afecto, pero no estaba seguro.
- Me oyes??- Sergio salio de sus pensamientos súbitamente cuando Sara alzo la voz- No me haces caso...
- Perdona... es que estaba pensando....
- En que pensabas? Te preocupa algo?- le interrogo.
- No, que va.... pensaba en lo hermosa que eres- lo dijo sin pensar, en seguida se arrepintió de aquellas palabras, mientras ella se enrojecio con aquel halago que le encanto.
- Gracias cariño- le correspondió mientras le tocaba la pierna- habia pensado que podríamos comer algo y luego me gustaría comprar algo de ropita para que me veas mas guapa en casa.
Le dio un vuelco en el corazón, por un momento se imagino a su prima en lencería y eso le excito sintiendo que el pene reaccionaba y adquiría volumen. Tras comer una hamburguesa fueron a unos grandes almacenes, ella iba entusiasmada mirando ropa interior, el pasaba algo de corte por que no estaba acostumbrado a esa situación, se despisto un rato y vio a Sara cerca de la caja, fue donde ella pero esta le aparto diciendo que era una sorpresa y no podía ver lo que habia comprado.
- Ven he visto un vestido muy bonito, quiero probarlo- y le agarro de la mano tirando de el.
Miro un par de vestidos, y fue al probador rogando a Sergio que le acompañase.
- Entra tonto, que necesito tu opinión.
Era un probador ancho donde cabían los dos holgadamente, le dio los vestidos, se miro al espejo y se quito la camiseta, Sergio se fijo en el sujetador de color claro con unas copas pequeñas, ella se detuvo un momento y fue desabrochándose lentamente los botones del pantalón, agarro del extremo de la cintura puso el culo ligeramente en pompa y fue deslizando por las caderas suavemente, Sergio con los ojos abiertos y sin perder detalle fue bajando la vista desde los hombros, pasando por la espalda hasta llegar donde asomaba un tanga negro, formaba una figura perfecta, la tela rodeaba la cadera y se unía en forma de triangulo, y del extremo inferior salia otra tira de tela que según se introducía por la raja del culo se iba haciendo mas estrecho, dando forma a dos nalgas perfectas, duras y redondas. Agacho un poco el tronco superior para quitarse los pantalones y entre las nalgas asomo el bultito del sexo. Ni queriendo le hubiesen excitado mas a Sergio, lo hacia con tal naturalidad que le era desconcertante, acto seguido se desabrocho el sujetador y lo tiro junto al pantalón, se dio media vuelta y el se recreo en la mujer perfecta que tenia frente así. Unos pechos pequeños pero firmes, redondos y turgentes donde resaltaban unos pezones medianos, el pecho le resaltaba aun mas con la esbelta figura de la prima.
Intento actuar con naturalidad y le dio uno de los vestidos, ella no le quitaba ojo, le gustaba como la observaba, se le veía cara de deseo pero temeroso a hacer algo inapropiado. Uno de los vestidos no le gusto el otro si, se lo quito y se quedo mirando el precio.
- Es muy bonito, pero algo caro. Creo que no lo voy a comprar igual mas adelante.
- Te gusta?
- Si, es muy bonito, no te parece?
- Ya lo pago yo, te lo regalo.
- Siii???- exclamo incrédula- gracias!!- y se le acerco dando un abrazo.
Sergio sintió los pechos desnudos contra su torso, era mas alto que ella y tuvo que ponerse de puntillas para abrazarle mejor lo que hizo que los pechos se aplastase contra el. La reacción de su pene no se hizo esperar, en aquella situación tampoco intento disimular y Sara sintió el tronco contra su cuerpo. Le agarro de la nuca jugo con los dedos en su pelo y tras darle otra vez las gracias, le dio un pequeño pico, luego otro, un tercer beso en los labios y un cuarto donde noto la cálida humedad de su boca, el la agarro de la cintura y ella le paso las manos sobre el cuello y se besaron.
- Sabes que siendo mi marido tienes unos derechos y obligaciones con tu mujer- le susurro al oído.
Se aparto, le cogió de la mano suavemente y la dirigió a su pecho, un calambre le recorrió el cuerpo al palpar la teta de Sara, eran blandas pero firmes, le cabían en la mano y las podía apretar cubriéndolas por completo, mientras sentía el pezón duro sobre su palma, apretó varias veces mientras Sara contenía la respiración y cerraba los ojos. Con los dedos le pellizco el pezón y ella soltó un suspiro, le agarro de la cabeza y le atrajo hacia ella, soltó un gemido suave al contacto caliente de su pezón con la boca de Sergio, y contoneaba el cuerpo cada vez que la lengua jugaba con su pezón.
- Me estas poniendo muy caliente- le volvió a susurrar al oído.
- Tu a mi hace tiempo- respondió antes de volver a besarle.
- Mira- le agarra de la mano y la bajo a su tanga.
Le acomodo la palma de la mano en el sexo sintiendo primero el vello y luego el calor y la humedad que emanaba. Tenia el coño mojado, sintió liquido viscoso entre los dedos y los deslizo sin ningún problema separando los labios vaginales mientras ella con los ojos cerrados abría la boca de placer. Le acaricio el sexo con suavidad dando ráfagas de placer mientras ella agarrada fuerte a el mantenía el equilibrio.
El ruido del exterior del probador les saco del trance que estaba, se rieron y hablaron bajito como si estuviesen haciendo algo malo.
La vuelta a casa en el coche la hicieron en silencio, se echaban miradas de complicidad y se tocaban con las manos, el le puso la mano en el muslo y le acariciaba mientras le sonreía.
Según entraron a casa Sergio se abalanzo sobre ella y comenzó a besarla, cuando sintió las manos sobre su pecho le aparto.
- Espera cariño, que tu mujer se va poner sexy para ti. Espérame en el sofá.
- Te espero con impaciencia.- le dijo dando un beso en la mano.
El tiempo se le hizo eterno, pero mereció la pena.
- Estas preciosa!!- exclamo al ver el espectacular cuerpo de su prima.
- Te gusta?- le dijo mientras se contoneaba, y el afirmaba con la cabeza embelesado.
Sara llevaba puesto un conjunto blanco con unas medias que le llegaban a los muslos, Sergio no habia visto algo tan sensual en la vida. Se puso frente a el y le puso un pie sobre la pierna, paseo la mano por la media y acerco su cara para sentir el taco acrílico, siguió subiendo la mano hasta el muslo llegando a la ingle y antes de tocarle el sexo Sara se dio la vuelta mostrando el culo. Lo agarro con las dos manos y apretó.
- Te gusta mi culito?- dijo con voz sensual.
- Me encanta.
- Mi marido puede hacer lo que quiera con el, es suyo- y le puso el culo en pompa.
Lo empezó a lamer y a mordisquear mientras le correspondía con gritos de placer. Le separo las nalgas y con el dedo busco el ano, Sara se puso a cuatro patas en la mesilla de madera mientras que Sergio jugaba con el ano.
- Mete el dedito, que me gusta.
Se incorporo del sofá y le metió el dedo en la boca y ella lo humedecía. Poco a poco le fue introduciendo el dedo entre muestras de excitación por parte de su prima.
- Asiii.... poco a poco....si.....que tu mujer es mala....mmmmm.......que rico....
Sergio estaba asombrado por la actitud de ella, nunca habia imaginado que en el tema del sexo fuese tan abierta y fogosa. Le bajo un poco el tanga dejando a la vista el sexo casi depilado y metió la cabeza entre las nalgas y le comió el ano entre los gemidos de ella. Cuando hubo terminado le bajo las bragas, ella se dio la vuelta y se quito el sujetado, quedando con las medias blancas. Se arrodillo ante el y le quito el pantalón y el bóxer. La polla surgió como una estaca apuntando hacia arriba, con una mano la agarro y con la otra le acaricio los huevos.
- Que tenemos aquí- dijo en modo irónico mientras le masturbaba despacio.
Fue dando besos a la polla, Sergio se tensaba pensando cuando se la iba a meter en la boca, pero ella iba despacio, acerco la cara y paso la punta de la lengua por el capullo, jugo un rato y continuo pajeando, volvió acercar la cara y dejo caer saliva para lubricar un poco mientras agarraba con firmeza y subía y bajaba el pellejo. A la tercera se la metió en la boca mientras seguia con el vaiven de la mano. No pudo mas que soltar resoplidos de placer.
- Buuffff..... ufffff... que bien la chupas.....
- Me encanta chuparla, esta muy rica......mmmmmm.... que rica....
Tras unos minutos de infarto para Sergio, Sara se incorporo, se sentó sobre el. Se besaron y ella intentaba restregar la polla sobre su sexo mientras le gemía al oído.
- Quieres probar el coñito de tu mujer?- le dijo al oído mientras le lamia el cuello.
- Si, quiero probar el coño de mi mujer.
Se dejo caer en el sofá y mientras se abría de piernas se lo ofreció. Con los dedos se abrió los labios enseñando el sexo sonrosado y brillante.
- Cómeme el coñito.....
Hundió la cabeza entre las piernas y Sara soltó un gemido al sentir la lengua recorrer la rajita. Le agarro de la cabeza y la apretó contra el sexo mientras levantaba las rodillas y acercaba al cuerpo para dar mas facilidad.
- Diooossss......aaaahhhhhh.....como me gustaaa....aahhhhh....
Las palabras de Sara le subían la excitación a Sergio y le comía el coño con mas ímpetu.
- Que bien me comes el coñito.......sigue así......aaaahhhh.....que lengua tienes.........que rico....aaaahhhh....
Mientras jugaba con la lengua le metió un par de dedos, Sara tenso el cuerpo y soltó un grito de placer, a cada roce de los dedos el clímax le iba subiendo, se iba inundado de placer y dejo de controlar el cuerpo, que se le tensaba por momentos, arqueaba la espalda y se agarraba fuerte al sofá. Le agarro de las caderas inclinando hacia arriba para comerle mejor mientras solo oía los jadeos de la prima, soltó un grito tenso el cuerpo y con las piernas entrelazadas en la cabeza de Sergio para que no parase emano los fluidos mientras se corría y soltaba gemidos entrecortados. Sergio asomo la cabeza roja y brillante empapada de saliva y jugos vaginales, recuperando la respiración se palpo el sexo y lo noto empapado. Sin dar un respiro ni decir nada, empujo a su primo contra el sofá se puso encima, le quito la camiseta, y con un par de movimientos de pelvis se introdujo la polla en el coño.
- Sin condom?
- No te preocupes- le respondio.
Empezó a cabalgar lentamente, mientras se atusaba y sujetaba el cabello, el le cogió los pechos con las dos mano y se los apretó mientras ella gemía. Apoyo las manos hacia atrás en las rodillas de el y subió la intensidad, se quedo apoyado en el respaldo admirando los movimientos perfectos de su mujer, escuchando los jadeos de placer mientras gotas de sudor le bajaban por el vientre.
- Que bien follas a tu marido- le dijo entre jadeos- así! Follame cariño!, que bien te mueves....
Se inclino sobre el y le acerco las tetas para que se las chupases.
- Cómeme las tetas mientras te follo, que me encanta.....así.....
- Cariño me voy a correr, aaaahhhh.....
- Quieres correrte en mi cara? En mi boca?-acertó a decir entre jadeos.
La respiración se hacia mas fuerte, Sergio se iba correr de un momento a otro, Sara se quito de encima, el se levanto y ella se tumbo sobre el sofá. Dio los últimos movimientos a la polla mientras se la acercaba a la boca, soltó un grito de placer y se corrió sobre la cara de la prima, al sentir la calidez del semen sobre sus mejillas se metió la polla a la boca para probar el semen.
Sergio cayo rendido en el sofá, Sara se tumbo junto a el mientras jugaba con los pelos del pecho y sentía el sudor mezclarse con su piel.
- Tu mujercita se ha portado bien?
- Muy bien- y la beso en la frente.
- Sabes que todavía estoy muy caliente? Y quiero que me folles otra vez.
- Así se hará- respondió sonriendo.
- Quiere que me folles por todos los rincones de la casa, y que me comas el coño todos los días.