Los Primeros Cuernos (Corregido)

En el presente, relato mi primera experiencia de infidelidad. Ya había publicado este texto, pero un par de usuario me recomendaron corregirlo para mejor la lectura, y aquí está

Hola, mi nombre es Melissa, actualmente estoy soltera, mi situación sentimental y el anonimato me dan la confianza de publicar lo ocurrido el año pasado en forma de relatos, eso y morbosa exitación de saber que ustedes me leen. Siento frío en las manos mientras escribo esto, empezare diciendo que soy una chica delgada y de cabello rizo, soy masomenos bajita, creo que estoy bien proporcionada, me gusta pensar que soy atractiva, siempre he tenido chicos tras de mí, a principios del año pasado, uno de ello se ganó mi corazón. Era bastante más alto y pesado que yo, igual de dulce que un oso de peluche, no era muy bueno en la cama, era torpe cuando estaba dentro de mí, pero su miembro podía estar tieso por horas, yo hacía el trabajo siempre, me permito decir que soy buena haciéndolo, como actriz, me gusta hacer feliz a los hombres. En fin, la pandemia empezó y la relación se enfrió al no vernos y no coger, yo estaba cómo loca por tener relaciones de nuevo, mientras él se nota desinteresado de verme. En se tiempo, empecé a hablar más por mensajes con un viejo amigo, yo no tenía interés de ningún tipo en él, salvo la amistad que teníamos basada en los gustos mutuos, pero él insistía en tener algo conmigo, a sabiendas que tenía novio, le exitaba idea de que yo fue infiel, tanto cómo para decírmelo claramente por mensaje, ahí nació ese deseo en mí.

Los días se convirtieron en semanas hasta llegar a los últimos meses del año, en ese tiempo, este amigo, del cual no deseo escribir su nombre, me invitó a una fiesta en su casa, que está bastante lejos de la mía, con la propuesta de quedarme a dormir ahí si se hacía demasiado tarde, no les voy a negar que durante semanas estuve coqueteando con él y "calentandolo" por mensaje cuando me peleaba con mi novio y dejaba de hablarle por días, me exitaba mucho la idea de ser infiel, no es que no quisiera a mi parace en aquel entonces, sino que ya no lo encontraba atractivo, tal vez era falta de sexo con él. Acepte ir a la fiesta sin decirle a mi novio, ese día en la tarde, solo deje de responderle al celular, cómo era mi costumbre. Mi amigo fue a buscarme a un lugar intermedio para los dos, el muy miserable no me pagó ni el Uber, bueno, llegamos y yo era la única invitada, se podría decir que era una reunión familiar, él me presentó cómo su futura novia. Las horas pasaron junto con las bebidas, ya era más de medianoche y yo estaba un poca ebria, no demasiado, cuando ya el último familiar del chico decidió retirarse de la mesa en una suerte de acuerdo para dejarnos solos. Él no perdió tiempo y se acercó más y más a mí para decirme al odio lo que sentía por mí, yo me alejé a los pocos segundo cuando él me tomo de la nuca y pegó sus labios a los míos tratando de besarme. No era atractivo, pero tenía un físico que me había temblar las piernas, más de una vez me toque pensando en lo abrumador que sería cabalgar su abdomen marcado.

Movió sus labios suavemente tratando de buscar respuesta mía, durante esos segundo, sentí una presión en el pecho y pensé en mi entonces novio y sus múltiples mensajes y llamadas sin contestar que tenía para esa hora en mi celular, rápido olvide esa imagen cuando ví el bulto del pantalón de mi compañero de travesuras, una apetitosa erección se marcaba en esos entallados pantalones negros. Decidí quitarmelo de encima. Nos empezamos a besar, esos segundo parecieron horas, tal vez solo pasó un minuto, pero podía sentir los espasmos de ambos, ambos estábamos al cien, en el calor del momento, trague saliva y apreté el bulto de su pantalón, el un miembro grande, no me resistí y entre besos, le pedí que se la sacara del pantalón, más pronto que tarde él lo hizo. Sacó una verga morena y de buen tamaño, podía ver cómo el glande brillaba con la poca luz del patio donde estábamos, estábamos solos pero a unos metros estaba su familia a punto de irse a la cama, por ello, no perdí y el tiempo, me incliné bastante quedando a la altura de su pelvis, y me la metí a la boca luego de apenas bajarle el prepucio con los dedos. Sentí el sabor amargo del líquido que brotaba de su verga, sabor que se cortó de golpe cuando el tomo mi nuca y me empujó hacia abajo para que me la metiera toda de golpe, sentí como llegaba a mi garganta, todavía trago saliva cuando recuerdo la exitación y susto del momento, tuve que contener las ganas de gritar y vomitar los instantes que el sometimiento duró. Me tenía con su verga tiesa en la garganta, con las manos clavándole las uñas en sus piernas, y con los calzones empapados por la exitación. Cuándo me soltó a los pocos segundo, mi boca hizo un ruido cómo cuando un bebé suelta el biberón, me puse de pie solo para ver su descarada sonrisa y oírlo decir que la mamaba mejor de lo que jamás soñó, le dije que se la guardara y que tenía que ocupar el baño. Entre a la vivienda, todos los cuartos ya tenían las luces apagadas, me tranquilizó un poco saber que nadie había visto nada, entré al baño y me enjuague la boca, mientras veía mi reflejo en el espejo, saque mi celular y ví el último mensaje de mi novio, que de nuevo preguntaba dónde estaba, de nuevo, lo ignore, me sentía un poco culpable, no se los voy a negar, pero también estaba muy exitada y ansiosa por más. Me baje los interiores y me limpie lo que había salido del mí, tenía bastante mojados los interiores, no llevaba más ropa en mi bolso, no pensaba quedarme a dormir ahí, hice lo que una señorita hace en el baño y salí para ver una luz que iluminaba el pasillo. Él ya estaba dentro, en el mueble de su sala esperándome, ambos nos miramos a los ojos y sonreímos, pensé que habría otro round de besos cuando escuchamos la voz de su madre, la señora le llamó por su nombre y le preguntó que dónde me quedaría yo a dormir, ambos nos moriamos por decir que en la misma cama, pero antes de que alguien pronunciara palabra, la señora indicó que yo dormiría en el cuarto de las visitas y que mañana podía quedarme a desayunar si quería. En fin, pase al cuarto le pase seguro a la puerta, me recosté en la cama, avisé a mi madre de que me quedaría a dormir ahí y que todo estaba bien, revise mis redes un rato y leí los mensajes de mi novio, no sabía que responderle, cuando llega un mensaje de mi amigo y nuevo amante, preguntando si le dejaría entrar más tarde para terminar, le dije que esta noche no tendría tanta suerte, luego de ese mensaje, apague mi celular y luego las luces, me quite el bra y las mezclilla, para tocarme y calmar esas ganas terribles de cogermelo. Terminé de hacer aquello y me quedé dormida en el acto, un final un poco tibio, yo también quedé inconclusa esa madrugada.

Es así como termina mi primera experiencia de infidelidad, o más bien, como empieza toda una temporada de lujuria y placer en mi vida, que espero poder contarles por aquí. Espero este relato sea de su agrado y me lo dejen saber en los comentarios, los estaré leyendo.

Besos, solecitos.