Los porno simpsons (2)

Esta es la segunda parte de un relato que ya publiqué hace meses. Os recomendaría a aquellos que no halláis leído este relato que lo hicieseis ya que así entenderéis mejor éste, a los que ya leísteis el primero os pido mis más sinceras disculpas por la tardanza pero algunos problemas personales me impidieron hacerlo antes. Gracias y espero que les guste.

Esta es la segunda parte de un relato que ya publiqué hace meses. Os recomendaría a aquellos que no halláis leído este relato que lo hicieseis ya que así entenderéis mejor éste, a los que ya leísteis el primero os pido mis más sinceras disculpas por la tardanza pero algunos problemas personales me impidieron hacerlo antes. Gracias y espero que les guste.

Después del incidente ocurrido en el dormitorio los días transcurrieron con normalidad en el hogar de los Simpsons, hasta el punto en el cual Bart ya casi ni recordaba lo sucedido. Había transcurrido ya algo más de tres semanas desde que el hijo varón de la familia Simpson había sido testigo de cómo sus padres fornicaban como auténticos locos y él se había hecho sin duda alguna una de las mejores pajas de toda su corta vida.

Aunque con el transcurrir de los días y de las semanas Bart  recordaba cada vez menos lo que pudo presenciar en el dormitorio de sus padres aún seguía haciéndose algún que otro cinco contra uno de vez en cuando, ya que el recordar a su madre gritando de placer mientras era perforada por el miembro de su padre le daba mucho morbo. Sin duda alguna aquella escena le marcó, pero ni mucho menos había llegado a obsesionarle.

Lo que Bart no podía ni imaginar era que aquel día en el que se masturbo observando a sus padres a través de aquella puerta encajada, dejo una prueba en el lugar del crimen, concretamente una abundante muestra de su espesa y joven leche, la cual encontró su madre instantes después de terminar de hacer el acto sexual con su marido.

Por su parte Marge había mantenido su descubrimiento totalmente en secreto, ya que temía la ira de Homer si este se llegara a enterar de lo ocurrido.

Aunque no había mantenido conversación alguna con nadie de lo que paso aquella mañana, Marge no podía parar de darle vueltas a su cabeza pensando en que su pequeño Bart se había derramado sobre la puerta de su dormitorio tras verla completamente en bolas follando con Homer. Esto en contra de lo que pudiera parecer a priori,  la tenía completamente encantada ya que la sensación de sentirse deseada por su hijo le daba un morbo especial el cual nunca antes había sentido, incluso se había masturbado su conchita en innumerables ocasiones pensando en cómo era poseída por su pequeño.

Marge había estado estas tres semanas dándole vueltas a su mente para ver cómo podía hacer que su hijo la tomase, ya que era evidente que los ojos de su pequeño ya no la veían como su mami sino como toda una hembra en potencia.

Tras mucho pensárselo Marge decidió que hoy era el día adecuado para llevar a cabo su plan, hoy era el día d.

Ese día era el perfecto ya que Homer como de costumbre tenía que ir a su trabajo en la central nuclear o al menos eso es lo que decía él en su casa, porque la realidad era otra bien distinta ya que se escaqueaba y se pasaba las horas emborrachándose  en el bar de Moe, por su parte Lisa estaría en la escuela primaria de Springfield a la cual Bart no tenía que ir ese día porque su profesora la señorita  Carapapel faltaría a clase por motivos de salud.

Riiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiing, era el  despertador de Homer y ese irritante sonido marcaba que ya eran las siete y media de la mañana. Homer paró aquel artilugio del demonio que durante los últimos diez años le había despertado  a las siete y media de la mañana de lunes a viernes y se levanto de la cama se dio  una ligera ducha se afeito se vistió y tras darle un beso a su esposa bajo las escaleras y salió de su casa a las ocho menos cinco de la mañana, Marge ya estaba despierta y no se pudo volver a dormir ya que estaba muy nerviosa por lo que iba a pasar en unas horas.

A las ocho y media sonó el despertador de Lisa, ésta se vistió fue al cuarto de baño se lavó la cara y los dientes y se dirigió a la cocina, allí ya estaba esperándola su madre con el desayuno preparado.

-Buenas días mamá.

-Buenos días Lisa, ¿cómo has dormido cariño?

-Bastante bien, he soñado que hoy me ponían un sobresaliente en el examen que tengo que hacer sobre la historia de nuestro pueblo.

-Pues seguro que ha sido un sueño premonitorio.

-Ojala y tengas razón mami.

Tras esta pequeña conversación Lisa se levantó de la mesa del comedor, cogió el almuerzo que le había preparado con mucho esmero su madre, le dio un beso en la mejilla a su madre y se marchó al colegio en el autocar escolar poco antes de las nueve.

Justo después de que Lisa saliera por la puerta Marge subió a su habitación  y se quitó la bata que llevaba puesta, dejando al descubierto lo que estaba claro que era la primera parte de su plan. La potente esposa de Homer lucía un camisón rosa transparente muy pero que muy corto, hasta el punto en el que por la parte de atrás   apenas tapaba sus espectaculares nalgas. Debajo de éste se podía ver con claridad un sujetador negro el cual parecía que fuese a explotar en cualquier momento de lo apretado que estaba debido a los enormes pechos de Marge, en la parte de abajo ella llevaba puesto un tanguita también de color negro, era súper  pequeño y el hilo desaparecía entre los dos cachetes del culo de la madurita.

A continuación Marge se acerco al cuarto de su hijo, el cual seguía durmiendo profundamente. Entonces se marcho escaleras abajo y esperó en la cocina a que su hijo se levantase.

A eso de las once y veinte Bart abrió los ojos y sonriendo exclamo:

-Pero que feliz estoy hoy ojala y me pudiese despertar todos los días a esta hora y no tener que ir al colegio a que me castigue día sí y día también ese maldito  director Skinner.

Dicho esto Bart se levantó de su cama y fue al baño a lavarse la cara y los dientes. Después bajo las escaleras todavía con su pijama puesto, por que como iba a estar todo el día haciendo el vago en casa pensó que para qué carajo se lo iba a quitar.

Bart bajo el último peldaño de la escalera y como hacía todos las mañanas  puso rumbo a la cocina para desayunar. Pero cuando revolvió la esquina de la pared no pudo creer lo que vieron sus inocentes ojos, era su madre la cual estaba de espaldas a él con un atrevido camisón rosa a través del cual se veía la ropa íntima de su madre. Bart se quedo atónito y no atinaba a decir palabra alguna, estaba inmóvil contemplando el majestuoso cuerpo de diosa griega que poseía su madre. Entonces Marge se dio la vuelta y vio a su pequeño, de inmediato lo saludó.

-Buenos días hombretón ¿como estas hoy?

-Bu bu buenos días mami.

-¿Te pasa algo cielito? Te noto algo nervioso.

-No mamá es tan solo que, no se no no me pasa na nada estoy bi bien.

¿A si y entonces porque estas nervioso? ¿Por qué tartamudeas tanto?

-Bueno supongo que todavía estoy algo dormido.

-Bueno vale si tú lo dices, siéntate que te preparo el desayuno.

Bart con claros síntomas de nerviosismo se dirigió hacia la silla, sin poder dejar de mirar a su madre que se había dado la vuelta y estaba preparándole el desayuno en la encimera.

Bart estaba literalmente flipando con lo que estaba ocurriendo, pues tenía a escasos metros a su madre con una vestimenta de calientapollas total. Realmente no sabía qué hacer estaba sudando y le temblaban las manos debido a la tensión a la que se estaba viendo sometido casi sin comerlo ni beberlo. Entonces su madre se dirigió a él y le dijo:

-Toma hijo tu desayuno.

-Gra, gra, gracias mami.

A todo esto Marge ardía por dentro pues sentía los ojos de su pequeñín clavados en su  firme trasero. Entonces ésta se fue al cajón de los cubiertos que estaba justo al lado de donde estaba sentado Bart, abrió el cajón sacó una cuchara y la dejó caer al suelo intencionadamente, para a continuación agacharse a recogerla dejando todo su jugoso culo en pompa a menos de medio metro del rostro de su vástago, el cual no aguantó más y se levantó de la mesa corriendo y se dirigió al cuarto de baño.

-¿Dónde vas?

-Al baño.

-Pero, termínate el desayuno ¿no?

-Es que no tengo más ganas.

Dicho esto Bart salió disparado rumbo al cuarto de baño. Mientras, Marge se había dado cuenta de que su hijo tenía una erección de caballo, motivo por el cual se fue sin terminar el desayuno muy apresuradamente. Silenciosamente Marge siguió los pasos de su hijo y fue tras él.

Una vez que llego al cuarto de baño Marge pego la oreja a la puerta y escucho atentamente, lo que pudo oír la dejo muy caliente, ya que dentro se oía a su hijo pronunciando su nombre mientras se masturbaba.

-Oh si mami, oh si como me has puesto cabrona estoy a mil.

Marge no dejó pasar esta oportunidad y sin pensárselo dos veces abrió velozmente la puerta, quedando así frente a su pequeño, el cual estaba sentado en el wáter con los pantalones y los calzoncillos por los tobillos y con la polla en la mano.

-¡ ¡ ¡ ¡ ¡Mamá!!!!! !, ¿Pero qué haces tú aquí?

-¿Y tú?

-Yo, yo, yo no hago nada vete de aquí estas invadiendo mi intimidad.

-Pues yo creo que si estás haciendo algo y sino dime ¿Por qué esta tu colita tan dura?

-Esto, veras mamá no, no es lo que parece, eh.

-Bueno aunque creo que en vez d colita debería decir pollón porque ya veo que estas muy dotado.

Ante estas palabras de su progenitora Bart se quedo completamente sin aire y no atinaba a decir palabra.

-¿Por qué te paras cariño? Me gustaría poder ver tu leche otra vez.

-¿Cómo que otra vez?

-Si otra vez, o que te crees que no se qué te pajeaste viéndome hacerlo con tu padre.

-¿Pero cómo te enteraste?

-Te olvidaste de limpiar tu corrida, que cayó sobre la puerta.

-Perdón mami te juro por dios que no lo volveré a hacer nunca más jamás de los jamases.

-Ay Bart hijo ¿pero tú no te enteras de que va la película verdad? Te acabo de decir hace un minuto que me gustaría volver a ver tu lechecita, y sino a santo de qué me puse yo este conjuntito cariño.

El pobre Bart no podía creer lo que sus oídos estaban escuchando, su madre no solo no estaba enfadada sino que además le pedía que quería volver a ver su leche. Al joven todo esto le parecía increíble, incluso se preguntó a sí mismo si estaría teniendo un sueño erótico. Unas palabras de su madre volvieron a romper el silencio.

-Tierra llamando a Bart, ¿me recibe alguien? Hijo te quedaste bloqueado.

-Yo, es, es que, veras…

-A ver hijo no le des más vueltas ¿me vas a dejar que te ayude a aliviarte si o no?

-Cla, claro que si mami.

Tras éstas palabras Marge se arrodilló delante de su hijo, le cogió el  miembro con su mano y empezó a masturbarlo. Acto seguido Marge se introdujo por primera vez el pene de su hijo en la boca y empezó a chuparlo suavemente.

-Te gusta lo que te hace mami con la boca cariño.

-Si mami se siente realmente rico, me gusta mucho.

-¿Es la primera vez que te la comen Bart?

-Si mamá es la primera vez nunca antes estuve con una chica.

-Pues será que ninguna de tus amiguitas habrá visto el pedazo de polla que gastas para la edad que tienes, ¿Cuánto te mide?

-16 cm, pero según lo que he comparado con mis amigos creo que es bastante gorda.

-Y crees bien cariño me está costando incluso mamarla, no es tan grande como la de tu padre pero sí que es casi igual de gruesa.

-Lo haces muy bien mamá estoy disfrutando mucho.

-A si pues agárrate que vienen curvas.

Y dicho esto Marge empezó a engullir el falo de Bart como una auténtica loca, de arriba abajo y de abajo a arriba, sin descanso, mientras con su mano derecha acariciaba el pecho de su hijo y con la izquierda sobaba las pelotas del crío.

-O si, o si, o dios, me  encanta

-¿Te gusta nene?

-Si madre, te amo, me encanta como me la comes.

-¿Sabes lo que le gusta a mamá?

-Ufff, no, dime, ¿Qué te gusta?

-Me encanta que me traten como una zorrita, que me insulten, que me den caña, ¿eres lo bastante hombre como para satisfacer a tu madre?

-Claro que si zorra, vamos trágatela hasta el fondo quiero verla desaparecer en tu boca.

-Eso es mi niño veo que aprendes rápido.

-Menos parlotear y más chupar.

Dicho esto Bart cogió a su madre por el pelo y acompaño el movimiento de succión que ésta hacía con la boca, Marge tragaba todo el rabo de Bart hasta el fondo y  volvía atrás, se detenía en el capullo hacía círculos con su lengua y bajaba sus labios hasta sus huevos para succionarlos como si estuviera poseída por el diablo, mientras Bart acariciaba con una mano la tez de su madre y con la otra apretaba uno de sus senos con una fuerza inusual.

-Joder mami me voy a correr ya no puedo más voy a explotar.

-Eso es cielito vamos riégale la cara a tu madre con toda tu leche jovencita, vamos dámelo todo.

-Oh si, oh si, mami que zorrón estas hecha me vengo, me vengo, oh dios.

-Vamos dámelo, dámelo todo en mi boquita córrete en mi garganta para que no se pierda ni una gota de ese oro liquido que tienes en guardado en tus bolas.

Entonces Bart se levantó del wáter, cogió a su madre por la cabeza y empezó a follarle la boca a toda velocidad, mientras, ésta luchaba por respirar ya que el miembro de Bart era bastante gordo a su vez agarraba con las dos manos el culo de su hijo para asegurarse de que el pequeño no retrocediese y le llenera la boca con su corrida. Una vez que Bart ya no pudo más hincó su polla lo más profundo que pudo y descargó sus pelotas en la garganta de Marge, a la cual le lleno el estómago de leche.

-Que rico cariño, como me gusta el sabor de tu lechecita esta súper caliente.

-Ufff, que bien me he quedado mami no sabes las ganas que tenía de hacer esto.

-Pues anda que yo ni te cuento llevo desde el día en que descubrí que te  masturbaste viéndome follar con tu padre pensando un plan para poder estar contigo.

-Pues quiero que sepas mamá que me ha encantado y que me gustaría repetir de vez en cuando.

-¿Cómo que de vez en cuando? De aquí en adelante tu vas a ser mi macho y yo voy a ser tu putita, y lo haremos donde cuando y como tú quieras, ¿te parece bien?

-Joder tío que potra tengo, claro que me encantaría ser tu macho mami te voy a dar caña todos los días te lo prometo, palabra de hijo.

-Eso espero no me defraudes.

-Tranquila zorrita mía no lo hare.

-A Bart y de todo esto ni una palabra a tu padre eh.

-Tranquila mami que Homer no se va a enterar de lo nuestro, eso sí, siempre y cuando hagas todo lo que yo te diga.

-Je, je, je me encanta la actitud de machito cabrón que tienes.

Dicho esto Marge recogió su ropa miró el reloj vio que faltaba apenas media hora para que llegaran Homer y Lisa a almorzar, le dio un beso en la boca a Bart y se despidió de él con una pícara sonrisa. Mientras Bart se quedo allí solo y mientras se limpiaba la polla con los restos de semen y de las babas de su querida y cachonda madre pensaba en lo tremendamente bien que se lo iba a pasar estando en compañía de su madre de aquí en adelante.

CONTINUARA

Espero que les allá excitado mucho, prometo que la tercera parte no tardara demasiado. Se agradecen las  puntuaciones y los comentarios buenos o críticos ya que esto me servirá para hacer mejores relatos. Muchas gracias a todos y todas por leer mis relatos.