Los pijos también lloran (5 de 6)

Manuel continúa beneficiándose de su don utilizando ahora a la madre de Pablito, tantas semanas de espera y tanto esfuerzo realizado mediante skype le han dado sus frutos y tiene una noche junto a esta milf para recordar, lo que no esperaba ni por asomo es lo que descubriría después...

Eran las 11 menos 5 de la noche. Elena se preguntaba si los de control de accesos de la urbanización le habrían puesto impedimentos a entrar al chico que hasta el día de hoy era KEVIN. El chico con quien había compartido su intimidad a través de la webcam, el chico que la comprendía, quien la animó a salir y dejarse ver, a arreglarse. El chico que la adulaba; con quien había tenido el mayor orgasmo de su vida sin haber pedido antes o después algo a cambio. Le debía todo a ese chico, al que además se sentía totalmente atraída en su aspecto físico. Había llegado el momento de dejarse llevar, de olvidar dilemas morales y entregarse por completo.

A las 11 en punto sonó el timbre. Elena preguntó quien era por el interfono, pero a través de la videovigilancia veía perfectamente y a todo color que era Manuel.

Manu: Soy un humilde muchacho que viene a darle el placer que se merece a una hermosa y joven mujer.

Elena: Uy.. ¡Qué bonito! Espera que yo mismo te recojo.

Se acercó hasta la entrada andando lentamente con unos tacones altísimos. Llevaba un vestido rojo pasión muy apretado exaltando su silueta perfecta, los labios rojos y tacones a juego.

Manu le piropeó nada más verla y ella se lanzó en un apasionado beso. Ella le preguntó por dónde había dejado el coche y Manu le dijo que estaba apartado para evitar sospechas.

Manuel llevaba una camisa blanca entreabierta apretadita marcando músculo y un pantalón vaquero de color azul oscuro. Aún con los tacones, Elena tenía que esforzarse para llegar a la boca del chico y él agacharse para falicitarle la labor.

El chaval la cogió en brazos y la llevó hasta su casa como si de un día de bodas se tratase.

LLegados allí, Elena, que no le dejaba de abrazar, le dijo que tenía una botella de champangne en la nevera, sirvió unas copas y comenzaron a charlar...

La tertulia discurria desenfrenadamente mientras caían las copas y se terminaba la botella con la última copa. Manuel ya le había confesado que no iba en busca de una relación con su hija sabiendo que ella era su madre.

Se interesó falsamente por Pablo, y Elena le dijo que llamó disculpándose diciendo que se quedaba a dormir a casa de un amigo. Respecto a Silvia le dijo que volvería a las 4 o así, por lo que siendo las 12 y media tenían la casa para ellos solos por unas horas.

Manu: No veo entonces porque seguir esperando. ¿Nos damos un baño?

Elena: Vale, perfecto. Voy a cambiarme.

Manu la besó apasionadamente, le susurró al oído que estaba preciosa pero que no hacía falta que se cambiase. Que bastaba con quitarse el vestido.

Cogió a su ROSA en brazos y la llevó al jardín. Se sentó en la tumbona sobre la tarima y ella se sentó sobre él a horcajadas. Sus partes íntimas rozaban bajo la ropa y él comenzaba a excitarse pensando en lo que iba a hacer con esa mujer de verdad. Era la segunda mujer madura con la que iba a mantener relaciones. Antes hubo muchas zorritas de edades próximas a la suya, siendo su última conquista la novia de Pablito.

La besaba con pasión y dulzura. Todo lo contrario de cómo había tratado a su hija días atrás en la discoteca y sobretodo como había tratado como a una vulgar ramera a la chiquilla de 18 años de nombre Jessica unas horas antes en su coche.

Elena estaba cada vez más desatada, no había dudas y se dejó llevar por el deseo. Le desabrochaba la camisa a la par que comenzó a besar el cuello del chico . Rodeó los pezones con su lengua y fue bajando, pero Manu la detuvo levantándola sin esfuerzo, poniéndola de pie y subiéndole el vestido hasta sacárselo por encima de los hombros; dejándola en una hermosa lencería sexy y en los grandes tacones rojos.

Manu: Estás preciosa, tienes un cuerpo de envidiar.

Elena: Gracias Manuel, me has ayudado mucho y quiero devolverte todo el cariño. Hoy me diste el orgasmo de mi vida, y esta noche quiero que sepas que soy toda tuya.

Elena se desató el sostén dejando ver unos pechos que apenas caían pese a los 40 años. Manu le pidió que diese una vuelta y seguidamente se quitó los pantalones y los shorts, acercándose a Elena y llevándose un pecho a la boca, mientras con la mano derecha manoseaba el otro pecho. Rodeaba la aureola con su lengua y distintamente succionaba una y otro pecho. mientras cerraba los ojos y oía los gemidos de esa madura mujer que se estremecía con cada gesto de su amante. Ella sin que éste le dijera nada echó mano a la enorme polla de Manu, la cual masturbaba rapidamente, poniéndole dura enseguida.

Manu le separó quedando ella desconcertada, le miró a los ojos mientras se arrodillaba frente a ella y le bajaba el tanga rojo quedando ya desnuda en tacones. Le hizo abrir un poco las piernas y sin dejar de mirarle a los ojos le comió el coño con dulzura, estuvo poco más de un minuto hasta que a esa mujer le temblaban las piernas, entonces se levantó, le beso en los labios para que ella probase su propio sabor y acto seguido se fue de cabeza al agua.

Manu le hizo un gesto con el dedo para que le acompañara, ella se tiró más delicadamente y él se acercó y le dio la vuelta aplastándola con su cuerpo contra la pared de la piscina. Le separó sus piernas, y le rozaba el coño con su polla, frotándo su verga sin llegar a introducirla aumentando su deseo. Le metió la punta un par de veces mientras ella gemía. Entonces la besó y de un extrañamente fácil gesto la sentó al borde de la piscina, quedando él entre sus piernas, separando las mismas y comenzando a lamer el coño con su lengua.

Lamía, introducía su lengua todo lo que podía y sorbía el clitoris en su boca, pero siempre con dulzura. Ella gemía y Manuel estuvo así por un rato pajeándole con dos dedos a la vez que lamía hasta que llegó a un orgasmo sonoro.

Manu: Llevaba meses esperando este momento. Soy el chico más feliz de Madrid.

Elena: Ya me has hecho disfrutar mucho sin nada a cambio, me toca a mí.

Manu salió del agua y se dirigió a la tumbona más cercana. Ella hizo ademán de levantarse, pero pero él le pidio que se quedase ahí.

La tumbona estaba a unos 5 metros de donde estaba ella. y el se sentó pajeándose.

Manu: Me encantaría que gateases como una gatita hasta aquí y me la chupases, si no te parece mal.

Elena: Ya te he dicho que esta noche soy toda tuya.

Elena se arrastró como le había pedido Manu llegó a él, pasó su lengua de la base al glande ensalivándola bien. Comenzó a chuparla con dulzura mientras le miraba a los ojos con esos ojos verdes.

Manuel no le quitaba ojo de encima y se cogió la polla echándola sobre sí. Sin necesitar instrucciones, Elena comenzó a lamerle las pelotas. estuvo así un buen rato, alternando entre esa verga que era más grande que su cabeza y los huevos. Estaba sorprendida del aguante del chaval. Su marido no aguantaba ni 5 minutos seguidos follando sin correrse, y no se la chupaba desde hacía años porque sino no llegaban ni a follar, y a este chico llevaba más de ese tiempo chupándosela incluyendo los huevos y ahí estaba como un auténtico campeón.

Manu se incorporó y le dio un beso susurrándole al oído.

Manu: Nada me gustaría más en este momento que usases esa lengua para lamer mi ano.

Elena estaba sorprendida de la petición de ese chico de 22 años, incluso le preguntó extrañada si lo había hecho antes. Él dijo que nunca con una chica tan guapa pero que si no quería lo entendía. Ella no contestó.

Comenzó a lamerle las pelotas escupiendo sobre ellas y esperciendo la saliva con la lengua cayendo en gran parte sobre la tumbona. Bajó sus lametones por el perineo acercándose a ese agujero que nunca antes había visto tan de cerca.

Manu cambio la posición, levantó el respaldo de la tumbona y echó las piernas hacia atrás para facilitar que la madre de Pablo desde el otro extremo tuviera acceso a su ano. Ella tuvo unos segundos de duda, pero enseguida comenzó primeramente a pasar su lengua por esa superficie rugosa mientras pajeaba al chaval. Su visión desde esa posición eran los huevos y un enorme falo descomunal, no le veía la cara a manuel pero los gemidos incontrolados de placer de éste a medida que ella lamía ya con su lengua esa zona prohibida le hacían saber que lo hacía correctamente.

Manu se incorporó la cogió y la preparó sobre la tumbona para penetrarla, metiéndole la polla hasta la mitad de un solo empujón. Elena gimió y Manu comenzó un lento mete saca mientras besaba en la boca a esa mujer. Era un experto follador. En menos de 2 minutos ya estaba introduciendo casi todo su miembro en el coño de la madre de Pablo.

Elena: AAAHH AAAAAHH AAAAAAAAHHHHHH.

Manu: ¿Te gusta? ¿Te gusta como te follo?

Elena: Me encanta dame más... eres un campeón y la tienes enorme AAAHH MMMMHH.

Manu la cogió y la levantó sin sacarle la polla del coño, la puso contra un pilar del porche y ella se abrazó a su ardiente amante mientras él la embestía con más fuerza.

Elena: ¡¡Dame más fuerte!! ¡¡¡Métemela toda!!!

Manu le dio con fuerza provocando fuertes ruidos en su vagina, era la primera vez que se la metía entera. Sin soltarla contra el pilar la embestía una y otra vez sacando casi en su totalidad la verga e introduciéndosela hasta los huevos. Ella se corrió en un fuerte orgasmo.

Manu la penetró más lentamente mientras ella se recuperaba. Después la sacó y le comió un rato el coño y se la siguió metiendo en diferentes posturas por todos los sofás del porche, hasta que finalmente después de un buen rato sentía que se corría. Le pidió correrse dentro y ella le dijo que donde quisiese.

Ella sintió el cuerpo del joven retorcerse y finalmente se descargó dentro de ella con varios borbotones que le llenaron el coño saliendo por el invisible hueco que quedaba entre su polla y los labios vaginales de su madura presa.

Manu: AAAAAAHHH AAAHH TOmaaaa tomaaa mi leche ¡¡¡Puuuuutaaaa!!!

Se hizo un silencio y Manu sin sacar el pene de ella se disculpó por ese comentario. Elena le besó y le dijo que no pasaba nada que durante el sexo era normal decir ciertas cosas que en otros contextos eran despectivas pero que si se sentía bien diciendo obscenidades ella no ponía impedimento.

Elena: De hecho me ha gustado en ese momento de clímax que me dijeses eso mientras me llenabas de leche, me ha excitado mucho. como me excita que aún no la hayas sacado mientras sigue temblando.

Manu le dijo que la verdad es que le gustaba bastante decir esas cosas, pero que por respeto a ella como mujer madura se cortaba.

Ella le besó, le comentó que podía expresarse como quisiera, y que mientras no hiciera gestos violentos, verbalmente el lenguaje obsceno también le gustaba a ella.

Elena se fue a dar una ducha rápida para quitarse el esperma de sus partes y los sudores. Él abrió otra botella de champagne y sirvió dos copas. Eran las 1 y 30 horas ya. Habían estado entre el precalentamiento y el polvo una hora follando. Elena se sorprendió del aguante del chaval , equivalía a 6 meses de sexo con su marido si hablamos en duración, y en términos de disfrutar no se podía comparar ni por asomo.

Estuvieron hasta las 2 y pico charlando y entonces Manu le pidió otro polvo. Ella dijo que sí que qué quería hacer. Manu dijo que temía decírselo por su reacción pero ella le comentó que nada podría hacerle no desear otro polvo con él y otro día otro.

Manu: Quiero follarte a 4 patas en la habitación de Pablo. Es lo más cercano a lo que podría ser mi habitación y cómo en mi casa no podemos por mis padres...

Elena: Es un poco pervertido ¿Seguro que es solo por que se parece a tu cuarto? ¿No será por algo más...? Jajaaja.

Manu: Pues no, aunque no voy a negar que acostarme con una hermosa mujer en la habitaciónn de su hijo da mucho morbo.

Elena le miró a los ojos, sentía el deseo arder en sus entrañas y no pensaba en otra cosa que en satisfacer a ese chico que le había devuelto el sentirse una mujer deseada y seguir sexualmente activa. Ella, sin articular palabra, le agarró de la mano y le acompañó a la primera planta hasta la habitación de su hijo.

Ahí estaba su cama, junto a la mesilla de noche una foto de Pablo y Jessica abrazados sonriendo y otra más besándose.

Tenía un escritorio con un ordenador, y algunos posters de videojuegos y una videoconsola junto a un televisor de 32".

Manu se sentó en la cama y le pidió que se le chupase nuevamente,quedando ella arrodillada en el suelo. Elena comenzó a chupar la polla de ese joven y sus huevos nuevamente. Manuel echó sus piernas hacia atrás mientras elena sin ningún tipo de instrucción previa por parte de su amante, chupaba su ano llenándole el culo de babas mientras él gozaba y gemía muchisimo.

Manu: Sigue así ¡¡AAAAAAAAHAH AAAAAAAAHHH AAAAAAAH!!

¡¡PABLITOOOOO QUE MADRE TIENES!! -Pensó para sí mismo.

Elena: ¿Te gusta que te coman el culo? ¿Te gusta que la madre de tu amigo te coma el culo en su habitación?

Elena se sorprendió a sí misma con ese comentario, pero a ella también le daba mucho morbo esa situación. Se imaginaba la cara de su hijo, que odiaba a este chico, si supiera que estaba ahora en su cuarto siendo masturbado y felado por su propia madre. Eso era demasiado y quitó esa imagen de su cabeza centrándose en devolver a ese chico todo el placer que le había dado.

Los gemidos y el placer absoluto que le producía a ese chico le hacían sentir con todo el control de la situación, nunca había proporcionado tanto placer a nadie y encima ese chico la había satisfacido como nadie más y durante mucho rato. Entendía porqué decía que tenía un don.

Manu observó desde esa posición la cara de su hijo en la foto y de jessica. Hizo un guiño con el ojo y a la vez podía ver a través de un espejo en la pared junto a la puerta cómo la madre de Pablo le comía culo, perineo y huevos mientras le masturbaba con ambas manos.

Volvió a mirar la foto...

Si supieras que tu hermana me la ha comido en los baños de una discoteca, que le guarra de tu novia me pajeó un rato mientras tu dormías y solo paró porque aparecistes. Que esa zorra pelirroja se ha tragado mi esperma en un descampado y me ha dado su teléfono para convertirse en mi puta y que la guarra de tu madre me está comiendo el culo en tu habitación, igual hasta te suicidadas pringao. Y además no pienso acabar aquí - pensó Manuel

Elena: ¿Vas a meterme esta enorme polla de una vez?No puedo esperar más.

Manu: ¿Donde estamos?

Elena: En el cuarto de mi hijo.

Manu : ¿Y qué vamos a hacer?

Elena: Me vas a follar como a una perra en el cuarto de mi hijo.

Elena se puso a cuatro patas sobre la cama de su hijo y Manuel se levantó poniéndose detrás dirigiendo su pene empapado en saliva a la vagina de esa milf. Su escupió en el capullo y escupió sobre el coño y culo de ella. Le metió toda la polla de un solo empujón dando Elena un fuerte grito entre dolor y placer.

Elena: ¡¡AAAAAAHHHHH!! ¡¡Cabrón!! Me has hecho daño... MMMHHH MMMMMMHH.

Manu se reclino sobre ella y le besó en el cuello mientras la penetraba. Le dijo que no podía reprimirse a destrozar ese coño y hacerla gozar como una auténtica perra.

Esas palabras en el oído con el calor en su coño, el calor que el Cuerpo de Manuel aplicaba sobre su espalda y la sumisión de estar a cuatro patas a la completa merced de ese chico, posición que hacía como quizás una década que no estaba, excitaron a esa mujer que le pidió que la follara como quisiera que era suya completamente.

Comenzó un rápido mete saca que hacía gritar descontrolada a Elena. De vez en cuando la sacaba se la agarraba y la metía toda de golpe para continuar después de 5 o 6 metidas en otro mete saca.

Era un método que tenía el para controlar su aguante, pero le excitaba demasiado estar con el cuarto de Pablo, y ver la foto de Jessica y el chaval mientras se follaba a su madre estaba tiesísimo como nunca.

Se la metía con fuerza hasta las pelotas a toda velocidad haciendo chocar el cabecero de la cama contra la pared. El coño de Elena rebosaba flujo que salpicaba sobre la cama cayendo a la vez por sus muslos, y se deslizaba por la polla de Manuel hasta las pelotas. Eran unos movimientos rapísimos , el ruido de la polla entrando y saliendo del coño de Elena y del cabecero de la cama contra la pared tenía el ritmo de un ovación de aplausos en una ópera.

Elena ya no gemía solo gritaba....

Elena: ¡¡¡ME VAS A DESTROZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!!!! ¡¡¡AAAAAAAAAHHHH!!!

Estaba corriéndose a chorros como a la mañana en la cocina. Manuel sacó su rabo hasta que cesó la salida explosiva de flujos de la vagina de Elena y cuando ésta cayó rendida sobre la almohada de su hijo aún con el culo en pompa pero con los pechos tocando el colchón, Manu se la metió de nuevo más lentamente y se acercó al oído de esa milf, de su milf. Le susurró que quería que se dejase el pelo largo para poder tirarle de la cabellera más adelante cuando la enculase.

Elena mareada por el placer y extasiada le dijo que sí, que si le satisfacía de ese modo ella haría todo lo que él le mandase.

Manu comenzó a acelerar sus embestidas en busca de correrse, pero ocurrió algo que los sorprendió por completo.

Unas llaves abrieron la puerta de entrada.

- ¡¡¡CARIÑOOOOOOO SORPRESA YA ESTOY EN CASA!!!

Manu: ¿ Y ese quien cojones es?

¡Es Antonio mi marido! - dijo ella en voz baja pero nerviosísima.

Manu: ¡¿Qué hacemos?!

¿Elenitaaaa? - la voz de Antonio sonaba ya cerca de la escalera.

Elena: Corre sal por la terraza y te vas, yo voy a mi cuarto me meto en la ducha y me invento algo.

Manu: ¡¡Estoy desnudo!!

Elena: Coges tu ropa y la mía mientras yo le entretengo.Te vas al apartamento de mi hija te cambias y escondes mi ropa lejos de la vista de mi hija en la parte de atrás. ¡¡Rápido!!

Manu salió como alma que persigue el diablo por la terraza y Elena en un rápido movimiento apagó la luz del cuarto de su hijo y se dirigió a su habitación abrió el grifo de la ducha y se echó jabón todo lo rápido que podía en el baño a la espera de su marido.

Manu recogió la ropa y se dirigió al apartamento como le había dicho la fogosa madre de Pablo. Ocultó la ropa de ella fuera de la vista de curiosos, y se disponía a volver al coche cuando vio que la puerta corredera del porche del apartamento de Silvia estaba abierta.

Eran las 3 y 20 de la mañana y pensó en desfogarse  quitarse el calentón de ese último polvo perdido con Elena con su hija a la que ya le dijo en los baños de la discoteca de la avenida del Brasil que le iba a follar más adelante.

Entró en el cuarto de Silvia. Tenía una cama de matrimonio con dos perritos de peluche. Algún poster de Brad Pitt y una foto grande en la pared con su hermano abrazados en la piscina, una pequeña cómoda y un armario empotrado con muchísima ropa.

Manu registró los cajones del cuarto de Silvia y lo que mas le sorprendió fue encontrar en el armario sin demasiado trabajo un DIARIO.

¿Las tías adultas tienen diario? -Pensó desconcertado.

La curiosidad era inmimente. El diario estaba actualizado hasta el día de ayer. Decía que se calentaba mucho pensando en él. Sintió curiosidad por ver las anotaciones del día que le chupó el rabo como una golfa. Le sorprendió que pusiera que si ese día se hubiera ofrecido a llevarla a casa se la habría follado en el coche si lo hubiera propuesto; se lamentó al leer eso. No obstante, no fue eso lo que más llamó la atención de manu. Fueron las anotaciones del día siguiente.

El título era:

Sábado 16 de junio de 2012- MI ENÉSIMA EXPERIENCIA LÉSBICA CON JESSICA....

CONTINUARÁ.....................