Los pies mojados de Susana

Hola, tengo una loca afición por los pies femeninos, desde que era un adolescente me hacia pajas pensando en las mujeres que veía a diario con zapatos abiertos, era tan excitante pensar en tener esos pies en mi boca, siempre soñé con comerme los lindos pies de una mujer hermosa, y hoy a mis 20 años les traigo este relato de uno de mis mejores encuentros fetichistas.

Era verano y todas las mujeres usaban esos zapatos abiertos tan sexys y provocativos que hacían que la polla se me pusiera dura con solo verlos, pero en especial, en ese verano había una vecina que realmente me excitaba, sus pies eran claros, bellísimos, y cada vez que los veía mi boca se llenaba de saliva, cuando salía a la calle y me la encontraba mis ojos no se apartaban de sus pies.

Pero un día muy caluroso, Salí a la cochera y ella estaba descalza, mojando sus pies con una manguera, esa imagen fue tan sorprendente para mi que mi polla se endureció, y justo cuando iba a regresar adentro escuche que me llamo, no lo podía creer, algo crispado voltee a verla y me dijo:

He notado que siempre observas mis pies, te gustan acaso????

Yo no lo podía creer mi fantasía se estaba volviendo realidad, estaba nervioso, pues esa muchacha de verdad me ponía caliente, como pude le respondí: es acaso tan malo ver tus pies?

-ella se rio y me dijo claro que no! Te gustaría pasar a conocernos un poco mas?

Claro yo acepte pues en mi mente estaban sus pies y es que no solo sus pies eran perfectos, su figura, su culo tan bien formado y su vagina que se veía apretada cuando usaba shorts, su rostro tan bello, era mi mujer ideal. Cuando entre a su casa entramos a su cuarto, ella vivía sola al igual que yo, era perfecto!! Note que en su armario tenia consoladores y muchísimos pares de zapatos, me dijo que se sentía muy sola y que necesitaba compañía, no pasaron 10 minutos cuando la bese y ella respondió a mi beso, me toco la polla y me pregunto

-quieres que te modele algunos de mis zapatos??

-claro! Yo respondí, entro a cambiarse de zapatos a su armario y cuando salió estaba totalmente desnuda y traía unos zapatos rojos, abiertos, que dejaban ver totalmente sus hermosos pies, empecé a pajearme la polla y no aguante mas, me abalance sobre ella y le empecé a chupar la vagina, era tan dulce su sabor, pero no podía esperar a quitarle esos zapatos y empezar a chuparle los pies, así que mientras la penetraba le quite los zapatos con la boca, y empecé a comerle sus pies, primero chupe su dedo mas gordo, y así hasta el mas pequeño, ella estaba loca de placer, sus pies sabían tan rico, y tenían un olor tan excitante que me hacia follarla con mas fuerza, después daba breves pausas para besarla y que probara sus propios pies, cuando mi polla estaba por arrojar la leche, la saque y derrame mi leche en sus pies y se los seguí lamiendo, y después besándola, ella probaba sus pies y mi leche, era tan rico, aun en estos días nos seguimos viendo, para poder relajarnos follando y chupándole los pies, desde entonces la conozco como:

Susana la de los pies hermosos.