Los peligros del dolor de cabeza
Lo que puede generar un dolor de cabeza, recomendado para chicas que usan esa escusa.
Me llamo Manuel Ocaña, empresario de éxito, tengo 38 años y estoy rehaciendo mi vida con otra persona, no fue facil, pero creedme, al final sali adelante, estuve casado con una preciosa mujer desde los 23 años fuimos felices y teniamos dos niños preciosos, pero con el paso de los años las cosas empezaron a salir mal.
A los diez años de matrimonio, a los diez años de matrimonio la pasion que tuvimos antaño se enfrio, no sabia como ni cuando, pero al parecer mi mujer no queria tener sexo conmigo, empezo a alegar que tenia dolor de cabeza, aun asi aguanté.
Pero los meses pasaban, y ese dolor de cabeza persistia ¿le ocurria algo? ¿tenia que ir a ver a un medico? Intente hablar con ella varias veces, pero nunca sacaba nada en claro, parecia que tuviese sus pensamientos bajo siete llaves.
Pasaron los años, pero ella no queria nada de mi, mi carácter fue cambiando, me volvia mas arisco, los empleados que tenia me empezaban a temer, cuando tuve que despedir a un hombre que pasaba por apuros economicos por un fallo que hizo, lo hice sin ningun tipo de remordimiento, no me importó sus lagrimas, no me importó que el banco se llevase la casa, me volvi frio como el hierro.
Un dia, aparecio ella, era una chica que rozaba la treintena, habia terminado sus estudios, tenia cinco carreras, Derecho, economia, psicologia, filologia inglesa y veterinaria. Era increiblemente atractiva, nunca olvidare la tremenda ereccion que tuve al ver sus hermosos ojos azulados, sus largos cabellos castaños y sus labios de rubi, tenia una piel tersa y bien cuidada, era inteligente, culta y comprensiva, pero lo mejor era su voz, cielos, recuerdo con vergüenza que casi me corri cuando ella me explicaba porque era la adecuada para el trabajo de secretaria, sudando, la contrate.
Al principio tuve problemas con ella, se quejaba continuamente de que mis empleados vivian con miedo permanente, que eso no era trabajar, admito que tenia razon, y mejore un poco las cosas, pero cuando ella aparecia, era como si me hablase un angel.
Un dia me pase regañando a un empleado, Marta (mi secretaria) llamo inmediatamente a mi casa, pero la que cogio el telefono era mi mujer, no se que paso ni de que hablaron, pero mi mujer me dijo que le ponia los cuernos, discutimos acalurosamente ese dia, pero ahí las cosas cambiaron.
Ella me miraba con preocupacion en vez de reproche, admito que me extraño, queria que me hablase, queria volverla a ver, pero a veces los deseos son peligrosos.
Dos dias despues de la llamada, ella aparecio y casi me dio un infarto, tenia una falda excesivamente corta, casi se le veian las bragas, sus medias negras mostraban sus hermosas piernas, tenia un escote que denotaba un hermoso busto natural, estaba excitante, pero sin ser ordinaria, mi falo me pedia que la atacara, pero mantuve la compostura, a duras penas.
¿pero ella me ayudaba? Nooooooooo, sus movimientos parecian ensayados a la perfeccion, me dijo que mi corbata estaba mal arreglada, eso era imposible, yo al trabajo venia impecable, pero ella se puso por detrás mio y me rehizo la corbata, notar esos pechos detrás de mi cabeza me estaba llevando al borde de la locura ¿cuánto tiempo no probaba los placeres de la carne?, pero la aparte de mi, no queria traicionar a mi mujer, si, pensareis que soy idiota, pero soy un hombre con principios, aquel dia estuve en el baño cascandomela por ese momento.
Al dia siguiente ella volvio con otro conjunto provocativo, sus largos cabellos no los llevaba recogidos, estaban sueltos, se le cayo los expedientes delante de mi, cosa muy rara, ella no era torpe, pero cuando los recogia, se acercaba debajo de la mesa, yo estaba concentrado en mi trabajo para no verla, hasta que note que me bajaba la cremallera.
Intente evitarlo, pero ella me apreto los testiculos, como si me dijera que no me moviera, note esos labios tan deseados que ya no hablaban, es estaban acariciando mi verga, que me estaban saboreando, esa lengua que recorria esa intimidad inmaculada durante esos años, ¡cuánto añoraba ese placer! ¿cuándo fue la ultima vez? Note como la metia dentro de la boca, parecia imposible, puesto que tenia un miembro bastante largo, pero, ella lo engullia sin dificultad, acaricie sus suaves cabellos mientras me mamaba, fueron los 10 mejores minutos de mi vida, me vacie dentro de su boca y ella acepto tragarlo, cuando se levanto, se me acerco al oido mientras me decia con su dulce voz.
-la abstinencia sexual es mala, nos quedaremos haciendo "horas extras".
Horas extras, nunca pense que esa palabra fuera tan excitante, durante ese dia mi trato con los empleados cambio, me miraban raro, como si un alienigena me hubiera suplantado, no podia esperar, decidi terminar la jornada del dia dos horas antes alegando que las tareas se habian terminado antes de tiempo y que disfrutasen del resto del dia, cuchicheos y miradas raras, no me importo, solo lo que pasaria despues.
Cuando se fue el ultimo empleado busque a mi amada secretaria, pero no la encontraba, estaba desesperado ¿era un sueño o una broma pesada? Mis ilusiones se desvanecian hasta que una linterna me alumbro mientras esa hermosa voz me gritaba.
-¡alto! ¿quién es usted? ¿qué hace en esta empresa a estas horas?, girese despacio.
Poco a poco me gire ¿qué ocurria, vi a mi secretaria ¿vestida de vigilante de seguridad? No sabia que ocurria, pero aquel uniforme le sentaba realmente bien, me miraba con picardia y se acerco lentamente.
-identifiquese me pregunto
yo le dije mi nombre, pero ella no quiso creerme, me obligo a apoyar las manos en la pared y me registro como solo un agente de la ley registra a un delincuente, cuando toqueteo mi paquete me dijo al oido con sensualidad.
-vaya vaya vaya, nuestro ladron va bien armado, creo que deberia descargarte el arma.
Poco a poco me bajo los pantalones, acariciaba mi torso fortalecido por encima de la ropa (debido a que usaba el gimnasio para aliviar mis frustraciones) sus manos acariciaron mi pene erecto y empezo a moverlo arriba y abajo mientras su lengua acariciaba mi oido, que manos mas suaves y habiles tenia, como me acariciaban, no tarde en efectuar el primer disparo.
-hueles a alcohol, ¿asi que bebes? ¿eh?
Meintras decia eso, se desabrocho la camisa y el pantalon, ¡no tenia ropa interior!, se podia ver sus tungentes y hermosos pechos y sus pezones en punta, su abdomen y su sensual ombligo y se podia ver su vello, era poblado, pero corto, descorcho una botella de vino y la derramo por su cuerpo, el rojo del vino recorria su piel bronceada de forma que envidiaria a cualquier amante, instintivamente me arroje a ella, saboree el vino que habia en su piel, ella suspiraba mientras la limpiaba del rioja 87 que habia en su cuerpo, oler su piel mezclada con esa cosecha vinícola era muy excitante, notaba como suspiraba, si encontraba una zona erogena de ella la atacaba sin tregua, note sus manos como me empujaban a su entrepierna mientras me decia.
-ahora el control de alcoholemia, espero que te comportes ya que estas ante la ley.
Ese olor, ese sabor, ¡casi lo habia olvidado! Era como si volviera a mi primera vez, le hundi mi lengua hasta el fondo, pero ella me controlaba el ritmo, fue dificil pero ella era una buena profesora, note como se venia no una, sino dos veces, note como me clavaba las uñas en la cabeza cada vez que se corria, no me importo el dolor, al venirse la segunda vez, vi sus labios vaginales, preciosos, estuve contemplandolos solo unos segundos, porque la sangre que alimentaba mi razocinio estaba alimentando mi "pistola".
Aparte todo lo que habia en mi mesa, la foto de mi mujer, el ordenador, los bolis, los informes, ¡todo! Y tire a Marta sobre la mesa, ella fingiendo miedo me decia.
-¿qué va hacer señor ladron? Por favor ¿no ira a apuñalarme con esa arma tan grande?.
Le respondi con una sonrisa, acaricie con suavidad su entrada, estaba totalmente mojada, la empuje, primero despacio, para que no le doliera, pero cuando note que estaba preparada, le di con fuerza, no la abrace para ver su hermoso cuerpo, pero cuando ella me puso sus manos en la espalda, la abrace, con fuerza, descargue toda mi frustracion sexual con cada envestida, tenia miedo de dañarla pero ella suspiraba y gozaba, pero hubo una pequeña interrupcion, debido a la fuerza que aplicaba me cargue la mesa, nos caimos y nos hicimos daño, pero ella se reia, me dijo que ningun hombre puso tanta pasion en ella, entonces me puso boca arriba y se coloco encima mio, ver como saltaban sus pechos me daban ganas de agarrarlos, pero ella me lo impidio, me montó enseñandome esas dos mamas que harian feliz a cualquier lactante, cuando estuvo a punto de irse, me puso mis manos en sus senos, yo me corri dentro de ella al mismo tiempo que ella lanzaba un aullido de placer, cuando acabamos estuvimos abrazandonos, recobrandonos el aliento, ¡que piel mas suave tiene mi hermosa secretaria! En ese momento me miro con pena, yo le pregunte que le pasaba, ella me explico que tras hablar con mi mujer hizo averiguaciones, decia que encontro hace mucho tiempo a otro hombre, pero que queria beneficiarse del divorcio, de modo que lo mantuvo celibe para forzar darle una razon para que el juicio se pusiera de su parte.
Eso me sento como un mazazo en mi cabeza, pero Marta me prometio que me ayudaria, ya que vio a su padre sufrir una situacion semejante, la abrace con fuerza y empece a llorar, ella me consolo con su abrazo, nos levantamos y vimos el amanecer ¡cielos! ¿cuánto tiempo estuvimos haciendolo? Pero esos pensamientos se borraron cuando ella me señalo el sol naciente diciendo.
-¿ves el sol? Esta diciendote que nace el primer dia de tu nueva vida.
Los meses siguientes fueron duros, mi mujer peleaba con uñas y dientes para sacarme lo que pudiese, incluso puso a los niños en contra, pero Marta tenia una carta bajo la manga, no queria usarla porque me doleria, pero fue la clave para ganar el juicio, hizo una prueba de paternidad y ninguno de los niños resulto ser mio, eso me sento como un jarro de agua fria, y rompi a llorar, eso conmovio al juez y fallo a mi favor, mi exmujer no le sento bien, y el guardia jurado tuvo que inmovilizarla despues de destrozar inmoviliario.
Pasaron 3 años y disfruto con mi pequeña hija Alba, hija mia y de mi nueva mujer, por supuesto, mi vida sexual es plena, aun me molesta que se colase lo del juicio entre mis empleados que me veian como un bicho raro por estar tanto tiempo sin actividad sexual, a veces mi mujer y yo comentabamos mientras haciamos el amor de organizar una orgia en la oficina con todos los empleados ¿nos atreveriamos? El tiempo dira