Los peligros de quedar con alguien que no conoces

Este relato me lo enviaron de forma anónima a mi email. Trata de una persona que queda para organizar una orgía con 5 hombres y la cosa se le va de las manos. Contiene elementos de sadomaso, coprofagia... es un poco fuerte (yo aviso).

Me encanta tragar semen. Se los riesgos que esto implica, pero para mi el sexo no es satisfactorio sin tragarme una buen corrida.

Por ello tenía una fantasía que me llevaba rondando la cabeza desde hacía bastante tiempo. Quería hartarme de semen, mamar pollas hasta que me doliera la boca, tragar semen hasta notarme lleno. Decidí por tanto hablar con uno de mis "proveedores de semen" habituales para organizarlo todo para que mi fantasía se convirtiera en realidad. Le pedí que quedará con otros cuatro amigos, que fueran de confianza y estuvieran limpios, para pasarme una tarde entera chupándosela. Me dijo que lo iba a intentar y me relamí de gusto cuando me llamó para decirme que lo tenía todo preparado para el siguiente jueves.

Por fín llegó el jueves y muy cachondo aunque algo nervioso entré en la casa. Ellos debían haber estado ya jugando, porque los cinco estaban desnudos, con las pollas bien tiesas. Sin quitarme el abrigo y sin saludar me arrodillé y comencé a mamar la primera polla, sin fijarme ni siquiera en el tío. Mientras mamaba aquella polla, sintiéndola dura en mi boca, noté otra que se ponía en mejilla izquierda, a la que pronto se unió otra en la derecha. Mis manos abandonaron la polla que estaba chupando para coger una con cada mano y empezar a masturbarles.

Los otros dos esperaban pacientes mirando mientras se masturbaban. Separé entonces la boca de la polla por primera vez desde que había llegado y pregunté "¿Preferís que os la chupe de uno en uno o iros cambiando?", me contestaron que lo que yo prefiriera "bueno, pues os váis cambiando para que os la chupe, asi me duráis más... y además... ¿ es qué nadie me va a follar mientras?" . Se rieron y alguno dijo "menuda zorra nos has tradido, macho". Paré de mamar para desnudarme completamente, a la vista de todos, agachándome más de lo debido para mostrarles mi culo desnudo y excitarles. "Ya sabéis cual es la condición, tenéis que correros en mi boca".

Uno de ellos se sentó en un sofa y yo me puse a cuatro patas, con el culo bien alto a mamársela. me metía su polla todo lo que podía en la garganta, apretando fuerte los labios y haciéndole una paja mientras. Inmediatamente noté unos dedos untados en crema lubricante en mi culo, entrando y saliendo para dilatarme.

No paré de chupar ni cuando noté una polla en mi culo, entrando poco a poco, rompiéndome con algo de dolor. Lancé un ruidillo de gusto y moví el culo un poco hacia atrás, para dar a entender que quería más. Pronto noté la polla entera dentro de mí. Follándome despacio pero hasta el fondo y dándome buen gusto.

Fué entonces cuando las cosas empezaron a salirse de madre. Todo empezó cuando el tío al que se la estaba chupando empezóa adecir "Joder, este tío es una puta, no veáis con que vicio la mama, yo creo que quiere caña de la buena". Diciéndo esto me agarró de la nuca y empujó mi cabeza hasta el fondo. Su polla rozó mi garganta, provocándome arcadas. Intenté levantarme, pero de inmediato otros dos me sujetaron los brazos. Intenté protestar pero tenía la polla en mi boca y no podía hablar. El que me estaba follándo el culo comenzó a meterme la polla como un bestia. La sacaba hasta que estaba totalmente fuera y me la volvía a meter hasta el fondo. Me resistí unos segundos, pero, tengo que confesarlo, me estaba excitando mucho. Noté una mano en mi polla, supuse que para masturbarme, pero en lugar de eso me agarraron los huevos y emepzaron a estrujármelos, provocandome un gran dolor. Abrí la boca para gritar y quejarme, momento que provecharon para empujar mi cabeza más hacia abajo y tragar más polla. Otras manos me pellizcaban las nalgas, me daban azotes, me abofeteaban mientras yo tragaba polla y era follado por el culo. Noté como se cambiaban en mi culo, ahora era otra polla la uqe me follaba, porque el que lo hacía antes se había cansado. Comenzó con más brio que al anterior a follarse mi ya muy abierto culo. Pronto noté que el tío al que se la mamaba se corría, recibiendo sus chorros de semen mientras subía y bajaban mi cabeza a un ritmo que me hacía incluso marearme. Tragué su semen como pude, francamente excitado por ser tratado de quella manera y viendo que parecía que no había peligro.

Pararon de follarme y me dieron la vuelta, me tumbaron boca arriba. Uno de ellos llegó con un extraño objeto. Era una funda de cuero para el pene, con chinchetas de hierro en él, se amarraba con un cinturón que lo dejaba fijo. El tamaño era bestial una vez que se lo puso en la verga. "Eso no, por favor, eso no" supliqué como una maricona. De nuevo me sujetaron los brazos y además me obligaron a subir mis piernas a la altura de mis hombros. Entre los cuatro me sujetaron y el quinto, el que tenía el "aparato" puesto, se tumbó encima mío. Dirigió su pene con la funda a mi agujero i apretó. Mi ano no cedía y yo me moría de dolor. Era imposible que entrara. Me retorcía de dolor y lloraba, pero eso les ponía mas cachondos. Me abofetearon y escupieron en el ano. Nuevamente lo intentó y esta vez, poco a poco, fue entrando.

El dolor me mataba, notaba mi sangre escurrir por la raja de mi culo. Pero mi resistencia era menor. ¿Sería posible que me gustara?. Si, era cierto, el dolor empezaba a gustarme. Al notar que yo aflojaba un poco, un de ellos me soltó y se sentó sobre mi cabeza. Dirigió su polla a mi boca e hizo fuerza. No pude resistirme y la abrí para recibir su polla. Comenzó a follarme la boca, según estábamos, yo tirado en el suelo y el culeando en mi boca como si fuera un culo. Mientras, el pollón con aquel instrumento de tortura entraba y salía de mi culo, destrozándome, haciendo que me ardiera, pero provocéndome un gusto como nunca creía que se podría sentir.

Cuando noté los chorros de semen en mi boca, yo también comencé a correrme. Recogieron mi semen de mi tripa y me lo llevaron a la boca para que me lo comiera.

Noté como sacaban áquel monstruo de mi ano, que me dolía tanto como si estuviera dormido. Se quitó la funda de la polla y se acercó a mi boca, cambiándose con el que ya se había corrido. Comenzó a follarme igual que había hecho el etro, por la boca, metiendómela hasta la garganta, obligándome a cerrar los labios para darle más gusto.

Noté como me untaban algo en el culo que me calmó el ardor, debía ser algún tipo de crema. Creía que la tortura por ahí iba a acabar, pero me equivocaba. Se puso delante mío y pude distinguir, cuando el que me follaba la boca subía el cuerpo, como se untaba el la mano de crema lubricante. Pronto supe porqué, cuando noté cuatro dedos en mi culo. Los metía todo lo que podía, hasta llegar a los nudillos. Pronto noté que intentaba meter el puño. De nuevo el ano me dolía que se me saltaban las lágrimas. Comenzó a mover su puño dentro de mi culo.

Perdí la noción del tiempo y me corrí de nuevo, creo recordar que un par de veces más, mientras me follaban por la boca y por el culo, cambiándose de posición. Me metieron puños, pies, pollas por la boca y por el culo. Me metían un puño en el culo y me obligaban a intentar metérmelo en la boca. Me metían pollas en la boca y me tapaban la nariz, me obligaban a chupar hasta asfixiarme. Se corrieron una y otra vez en mi boca, obligándome a chupar pollas con mi sangre y mis heces.

Yo tragaba y disfrutaba, tratado peor que una puta. Cuando por fín acabaron me llevaron a la bañera para que limpiara. La sangre me escurría por las piernas, tenía la cara pegajosa de sus corridas. Me metieron en la bañera y uno tras otro se mearon en mi. Cerré la boca para no tragar aquello, pero me obligaron a abrir y a probar el pis de cada uno de ellos. Lloraba desnudo en la bañera cuando uno de ellos se hizo de vientre sobre mi cara. Su mierda me escurría.

Por fín se marcharon y yo me pude lavar y vestirme. Tuve que ir a urgencias, donde me dieron varios puntos de sutura en el ano. Estuve casi 3 meses tomando ricino y laxantes, para poder ir al baño sin dolor.

Pasados esos tres meses llamé a mi amigo. En cuanto me conoció comenzó a disculparse "perdónanos, íbamos muy puestos, lo siento". Se quedó callado cuando escuchó mi pregunta... "¿cuando repetimos?".