Los pechos de mi novia
Por accidente, todos pudieron ver las tetas de mi novia...
Mi novia tenía un mono muy ajustado en las caderas, haciendo una especie de vestido antes de continuar con la parte de pantalón. Pero por la parte de arriba era del mismo tipo de vestido que no admitía bien el sujetador. Casi siempre se le veía y desentonaba, así que como a ella le gustaba mucho, normalmente no desistía de ponérselo, sino que lo que hacía era llevar las tetas sueltas debajo. El juego que daba era tremendo, ya que solo había que tirar un poquito para abajo, para tener los pechos libres y frente a tu cara para poder acariciarlos y chuparlos.
Bueno el caso es que una tarde que estábamos con la pandilla de amigos, decidimos ir a un concierto que daban en un auditorio municipal. Aunque la entrada era barata (era un grupo local), lo que hacíamos habitualmente, era saltar el muro que rodeaba el recinto y así teníamos un dinerillo más para poder tomar alguna copa. No era difícil porque el muro no era muy alto y apenas había vigilancia. El Ayuntamiento ya contaba con que la mayoría de los chavales nunca pagaba estos eventos.
Como no teníamos previsto el tema, ella no se había vestido adecuadamente. Normalmente cuando íbamos, procurábamos llevar vaqueros y zapatillas. Pero bueno, el mono le procuraba libertad de movimientos así que decidimos ir.
Ya lo habíamos hecho muchas veces así que la técnica la teníamos controlada. Unos cuantos se subían al muro en la zona menos vigilada e iban ayudando a las chicas a subir, mientras otros las aupábamos desde abajo.
Cuando le tocó a la mía, sucedió algo que no habíamos calculado. Al levantar los dos brazos y tirar de ella, la parte de arriba del mono solo se sujetó apenas con sus pezones y cuando rozo contra la pared, sus tetas saltaron fuera del escote.
Tiene unas tetas normalitas, pero muy bien puestas y con dos pezones muy negros que contrastan con el blanco de su piel.
No fue más de medio minuto pero te puedes imaginar la cara de mis amigos viéndole las tetas mientras la subían y ella podía sentarse en el muro. Hasta ese momento no pudo hacer otra cosa que aguantarse, ya que tenía los dos brazos ocupados y no había ninguna forma subirse el escote. Lo cierto es que se lo tomó con humor y cuando se sentó procedió con mucha tranquilidad a ponérselas en su sitio.
Esa noche y en algunos de los días siguientes tuvimos que aguantar alguna que otra broma de los de la pandilla haciendo referencia a las tetas de mi novia, mientras que el resto de las chicas cerraba filas en torno a su amiga. Pero a mí no me resultó molesto. Más bien al contrario. Cada vez que me acordaba de la cara que pusieron mis amigos al ver esos dos pechos vibrando, con los pezones puntiagudos y un poco colorados del restregón contra la pared, sabía que se morían de envidia.
Cuando miraban a mi chica esa noche, yo sabía que se estaban acordando de lo que habían visto y curiosamente eso en vez de enfadarme, me ponía cachondo porque sabía que ellos sabían que esa misma noche me la iba a follar, iba a poder disfrutar de esas tetas y de todo lo demás. En exclusiva y todo para mí.
De hecho cuando nos despedimos y yo me fui con ella en mi coche, pude ver su mirada como distinta al resto de noches que nos despedíamos, aunque esos otros dias también sabían que nos íbamos a follar.
En fin que el tema lejos de molestarme lo que hizo fue añadir morbo a anécdota, ya que fue como mostrarles el caramelo para luego decirles: me lo voy a comer yo solo.**
Cuando en mi coche, ya en un lugar tranquilo, tire del escote hacia abajo dejando salir de nuevo sus tetitas, vi que estaban algo rozadas y arañadas por el cemento del muro, y ella me pidió que fuera con cuidado. Al contrario de lo habitual, que le gustaba que las apretara con mis manos y le succionara con fuerza sus pezones.
Así, que esa noche, solo trabajo mi lengua sobre sus tetas, pero eso no impidió que le pegara una follada brutal, pensando que más de uno esa noche se estaría pajeando pensando en lo que había visto y que solo yo podría disfrutar. Seguro que alguno de mis colegas, que también estarían con sus novias en ese momento, tenían en mente las tetas y la cara de mi chica en vez de las de sus respectivas.
En fin, una corrida de campeonato mía y suya, que creo que adivinaba perfectamente de donde venía mi excitación.
Un saludo.